Estudio Nodo Barón
Caso de Estudio | |
Nombre | Estudio Nodo Barón |
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NODO BARÓN Aproximación a la ciudad
Nodo cruce barón Del polígono definido como área de influencia de la Estación Barón del metro-tren, se distinguen dos momentos en él: un tramo del vacío contenido por la movilidad, y un segundo tramo del atravesar del ritmo de la ciudad. El primer tramo, nombrado como: “Del vacío contenido por la movilidad”, contempla el espacio más próximo a la Estación Barón. En él existen modos de habitar dados por la relación que se tenga con la envolvente, según el habitar sea de espera o de tránsito. En la instancia de tránsito, dada esta por la coexistencia del transitar peatonal y vehicular, existe un vacío central que expone la movilidad, y la hace eje de la presentación del espacio. En la instancia de espera, el habitar se contiene por un vacío contenido, en una situación de borde con el tránsito y distinguido de la envolvente. La espera se da en un “aquí” distanciado de un “allá”, dado este por la envolvente lejana. El transitar y la espera distan entre sí, cada uno con un aire que le es propio, y desde el cual se trae a presencia el otro, y con ello coexisten condicionándose entre sí. El segundo tramo, nombrado como: “Atravesar del ritmo de la ciudad”, contempla el cruce de Errázuriz con Avenida Argentina, y también el cruce de Calle Brasil con Avenida Argentina. En ellos, el tránsito vehicular define un “ritmo de la ciudad”, el cual constituye un vacío central, que ubica al habitante en espera en un borde, desde el cual se genera un traspaso que es dado por la movilidad peatonal. La persona atraviesa este ritmo de la ciudad en las instancias en que el ritmo de lo vehicular calza y permite el ritmo peatonal. Por otra parte, este ritmo de la ciudad dado por el tránsito vehicular, dista de la envolvente del espacio, y en instancias dadas por su propia movilidad se trae a presencia: tanto a las distintas proximidades dadas de la envolvente como al habitar dado en ella.
Afirmación del lugar
El lugar de estudio es dado por el nodo Barón, cuya movilidad está constituida por la estación de metro tren, el ascensor Barón, la autopista elevada y el paso hacia las circulaciones propias de la ciudad. Dados estos límites del lugar, se distinguen dos momentos en él: un tramo de la espera en borde a la movilidad, y un segundo tramo del atravesar del ritmo de la ciudad. El primer tramo de la espera en borde a la movilidad, contempla la movilidad peatonal en el espacio más próximo a la estación de metro tren. En él el habitar se da de dos formas: de tránsito y de espera. En el tránsito, existe un vacío central que lo expone, y en la espera, el habitante se ubica en un borde desde el cual se expone el espacio y la movilidad misma. Cada forma de habitar posee un aire que le es propio, sin embargo, coexisten fluidamente y son permeables entre sí, por lo cual se traen a presencia recíproca- mente a pesar de su dinamismo. El segundo tramo del atravesar del ritmo de la ciudad, contempla la relación dada entre el peatón y lo vehicular, esta dada en el cruce de Errázuriz con Avenida Argentina, y también el cruce de Calle Brasil con Avenida Argentina. El tránsito vehicular constituye un ritmo dado, el cual se presenta como vacío central, desde cuyos bordes el peatón espera y cruza. Por lo cual el ritmo del peatón es condicionado por el vehicular, y no se dan fluidamente entre sí.