Ensayo investigativo - Barroco y ciudad actual

De Casiopea

El Barroco


Por barroco se entiende la evolución que el arte renacentista, culminante en el siglo XVII, en que las obras de arte se cargan de adornos superfluos y el pesimismo y desengaño se centran tomando los temas de la literatura. La situación política de la Edad Media se centraba en un poder real debilitado, en que se necesitaba la ayuda de los nobles para las campañas militares, esto dio paso al Hombre renacentista, en que se fortalece el Rey como imagen, siendo dueño absoluto y monarca. Así los nobles vuelven a ser meramente cortesanos; luego, España, en el siglo XVIII, se hunde y el imperio termina con los reyes de la casa de Austria, esto en el Barroco. De la visión plástica y los contornos del renacimiento se pasa a la visión pictórica y de las apariencias, de la composición de planos a la composición con profundidad, de las formas cerradas a las abiertas, de la claridad total del objeto a la claridad relativa. El arte es el vehículo de la propaganda real absolutista y de la Iglesia de la contrarreforma, así mismo de la burguesía. El barroco se une firmemente al urbanismo. Aparece la ciudad escenográfica y el palacio se alza como típico y representativo de la vivienda de alta alcurnia, el hotel burgués, como vivienda unifamiliar exenta y rodeada por jardines y el templo, lugar del sermón y eucaristía. El Barroco produjo obras en los campos de la literatura, escultura, pintura, arquitectura, danza y música y abarca entre los años 1600 y 1750, época en que la Iglesia Católica tuvo que reaccionar ante movimientos revolucionarios. La época de la Contrarreforma protestante. La palabra “Barroco” proviene del portugués (en español, “barrueco”) que significa “perla de forma irregular” o “joya falsa”. Primeramente se utilizó el término para indicar la falta de regularidad y orden del estilo, puesto que la característica principal del estilo son las curvas, elipses y espirales, como las figuras policéntricas compuestas con motivos intersecados entre sí. La arquitectura se valió de la escultura, pintura y estucados para crear conjuntos artísticos teatrales y exuberantes para ensalzar a los monarcas que los habían encargado. En Francia e Inglaterra se produjo un movimiento más racionalista que derivaba directamente del Renacimiento que se denominó clasicismo. En cuanto al urbanismo en Europa, la planificación, esta vez centralizada de la ciudad ideal del renacimiento, se contrapone con la ciudad Capital Barroca, mucho más dinámica y abierta a sus límites. Al mismo tiempo referencia para todo el territorio. La plaza barroca cede su función cívica y pública para convertirse en un medio de exaltación de la ideología política. Así es el caso de la Plaza de los Vosgos o la Plaza Vendôme, en Francia; o la Plaza de San Pedro, en Roma.

  • Barroco italiano

El urbanismo en Roma fue iniciado por el papa Sixto V en 1585, transformándolo completamente, encargando a Domenico Fontana el conectar los principales edificios religiosos con la ciudad, mediante ejes rectilíneos. Se ratificó a Roma como la ciudad santa, estableciendo el precedente para las intervenciones que se llevarían a cabo en Europa. Carlo Maderna se distingue en el período de transición al Barroco en Roma, donde trabajan los arquitectos más renombrados del momento, con Santa María de la Victoria y Giacomo della Porta, con la fachada del Gesú. Luego Gian Lorenzo Bernini, como uno de los fundadores del lenguaje del barroco, se destaca con la columnata de San Pedro del Vaticano y el baldaquino. Utiliza muchos puntos de vista y planta central. Borromini rompe con las reglas del clasicismo y concibe la obra como una escultura. Ondula entablamentos y cornisas e inventa nuevas formas a los capiteles. San Ivo, La sapiencia. De la misma forma Guarini en Turín, con San Lorenzo y la capilla del Santo Sudario. En el siglo XVIII el barroco evoluciona. Por una parte el retorno a la simplicidad del siglo XVI y la exuberancia decorativa del rococó. Bernardo Vittone con la Iglesia de las Clarisas de Bra, Ferdinando Fuga con la factoría de porcelana de Capodimonte, en Nápoles; y Fillipo Juvara con el palacio Madama en Turín.

  • Barroco francés

Surge el arte al servicio del Estado, en donde los majestuosos palacios suelen tener un gran cuerpo alargado y dos alas hacia el jardín. Las cubiertas forman grandes cuerpos prismáticos, altos y con buhardillas. Famoso por la Iglesia de la Soborna y el palacio de Richelieu, Jacques Lemercier es el arquitecto más representativo; François Mansart, quien inventara las guardillas, se destaca por la mansión Laffite. Hay dos proyectos reales destacados el Francia: el Louvre, de Claude Perrault y Versalles, de Louis le Vau y Charles le Brun. Estalla la exuberancia decorativa del rococó en el siglo XVIII, dejando de lado la severidad. Germain Boffrand se destaca por la decoración del Hotel Soubisse.

  • Barroco español

El mecenazgo en España y la nobleza beneficiará el arte y arquitectura barroca, y al ser la contrarreforma será en un predominio de edificios religiosos. Las plazas mayores son construidas, rectangulares, se amplían las ciudades clásicas y más antiguas y se construyen nuevas en América su mayoría. Se construyen los reales sitios, sobre todo Aranjuez. Alonso Carbonell, con el Buen Retiro; Juan Gomez de Mora, con la Plaza Mayor y la cárcel de la corte y Alonso Cano, con la fachada de la catedral de Granada, destacan en España. En el siglo XVII, el estilo churrigueresco se comienza a desarrollar. Decorativo en el exterior de los edificios en el que José Benito de Churriguera pone su creación con San Cayetano, Santo Tomás y la ciudad de Nuevo Bastán. Joaquin de Churriguera y Alberto de Churriguera, con el colegio de Calatrava en Salamanca y la plaza mayor de Salamanca, respectivamente; Pedro de Ribera, con el puente de Toledo; la transparente de la catedral de Toledo, de Narciso Tomé y Fernando de Casas Novoa, con su fachada del Obradoiro en Compostela. En la corte borbónica se construyó la granja de San Ildefonso y Aranjuez. Se construyó además el palacio real, por Fillipo Juvara y Giovanni Battista Sacchetti.

  • Visión hispanoamericana

El apogeo de la conquista y colonización de las Indias se desarrolló durante los siglos XVII y XVIII. Nuevas ciudades y reconstrucciones de antiguas aparecen según la época que se vivía. La catedral de México se convertirá en un paradigma de la arquitectura colonial. En Puebla aparece un barroco activo, con la catedral y la capilla del Pocito. En el virreinato del Perú se crean las catedrales de Lima, Cuzco y Quito.

  • Conclusión

El Barroco es esencial para entender la concepción de ciudad en la que vivimos en el día de Hoy. La economía, desarrollada entre 1580 y 1660, impulsa lo que llamamos el capitalismo liberal y la concepción de ciudad capital, venida de esa época es fundamental para entender el modo de disposición urbana en los países. La centralización que acapara la capital, desde las provincias y hacia las mismas, por ende la estructura social moderna se basa en este movimiento artístico social. Ya que el arte es la manifestación que pone en movimiento las esencias de la vida misma y del comportamiento humano, y el ser humano mismo está llamado a la vida en sociedad, en comunidad, es que el barroco tuvo las facultades y los medios para cambiar una sociedad por completo, convirtiéndola a grandes rasgos y ayudada por épocas como la revolución de la industria, en lo que es hoy. Además, no sólo afectó al arte, sino que a la forma de vida del momento y la forma de vida del momento, en viceversa afectó al barroco a su vez. El objeto de la época predominante es la crítica, pero la crítica constructiva, contrapuesta con la decadencia de la edad media, el barroco pide crecer como sociedad. Es la nueva forma de ese crecimiento. La ley, que en la actualidad tiene mantiene el orden en las ciudades y es la base de la vida que llevamos, en el barroco es la estructura que coordina el desarrollo de las artes y la comunidad de la ciudad. Por tanto no es una ley a priori sino la estructura y que une los hechos autónomos. La capital, como sede del Estado toma una función ordenadora, cultural y representativa de una Nación. Centraliza el poder pero no para la capital misma, sino para el justo orden hacia las otras partes del País. Es un cruce de comunicación y abierta, como las ciudades de hoy, es sede de las actividades políticas y administrativas. Por primera vez, y con la formación de la ciudad capital, se comprende que todo lo hecho se efectúa sólo por planteamientos antes estudiados y aprobados por el jefe de Gobierno. La estructura de la capital de la nación es directa consecuencia de la nueva función política del Estado. Cito: “Con el interés inmediato del nuevo capitalismo y su amor abstracto por el dinero y el poder, la estructura misma del pensamiento se modifica. Y sobre todo se asiste a una nueva concepción del espacio.” -Mumford. La calle y la plaza cambian, aparecen como unidad típica del barroco, son espacios abiertos en perspectiva que quedan definidos por los edificios que las limitan. De esta misma forma, la fachada no queda trazada en relación al edificio que la contiene, sino que en relación directa con el espacio público. Una superficie extensible en que la forma es la sucesión de ventanas. Al igual que en la ciudad moderna y desde ahí el ciudadano se vuelca hacia la calle, en donde aparece un contacto directo entre lo público y privado.