Ensayo Amereida Jeremy Opazo

De Casiopea






TítuloLa vitalidad dañada de América

La gratuidad en el sin objetivo, una de las características de la travesía. Se habla de encontrar el regalo en el hacer, en el estar haciendo sin pensar que hay algo a cambio, justamente para encontrarnos con el presente, el presente en el presente, lo que no nos esperamos. He ahí uno de los grandes valores de la travesía, y sin posibilidad alguna del defraude, pues, no se busca un tesoro a través de un mapa sino el tesoro que está en el viaje mismo, en el tiempo que transcurre, el recorrido que es visual tanto como corporal, los kilómetros del camino. Sin embargo, a pesar de lo dicho anteriormente, hay un objetivo, quizás no tan explícito pero si importantísimo en la travesía, que se nos presente América, y no solo se trata de presenciarla, es salir a buscarla. Es esa búsqueda que se ha llevado a cabo durante años en la escuela esencial para la conservación y realización de una idea lamentablemente propia y exclusiva de la escuela, una idea que a mi parecer debiera ser compartida en las demás entidades de la educación, una idea que nos ha hecho desarrollar una sensibilidad por la belleza, una belleza de alcance ilimitado, la belleza en la gratuidad, la belleza en el espacio, la luz, la forma, los colores, la construcción, etc., todo esto gracias a la observación, magnífica herramienta, pero qué sería de la observación si no somos capaces de identificar el espacio propio, por eso la vital importancia en la identidad. La creación y la observación van de la mano y es porque lo creado no es más que la deformación de realidades visualizadas y conservadas en la memoria o el papel, bellas deformaciones eso sí, deformaciones construidas y pensadas de tal manera de crear forma nueva.

¿Qué importancia tiene la entidad entonces? Y es que la esencia americana puede conservarse en lo creado. Vaya que es importante mantener viva nuestra América, y es porque su vitalidad está dañada. Somos los americanos los capaces y responsables principales de mantener viva nuestra tierra, que a lo largo de varios años ha sido martirizada, y que a pesar de su degradación ha sido capaz de mantenerse pigmentada con una variedad increíble de colores.

América es una tierra que ha tenido la capacidad de dar cobijo a un sinfín de exóticos animales, sorprendentes plantas y a una riquísima variedad humana y cultural entre sus amplias fronteras, las cuales lograron vivir en armonía durante siglos, pero hoy en día nuestras sociedades han sido llevadas justamente a lo contrario, ese equilibrio entre hombre y naturaleza ha sido desestabilizado en el afán de mantenerse en lo más alto de lo que se entiende como crecimiento económico, cosa que se ha ido impuesto golpe a golpe por aquellos que se atrevieron a cercar las tierras de los indígenas, aquellos que han sido victimizados hasta su casi total extinción tuvieron que aprender de manera forzada los valores sagrados de la propiedad privada, y es así como antropofagia va forjando la historia de nosotros y tantos otros, historia que nos ha dejado en lo que somos hoy en día, un conjunto de países sub desarrollados cuyas fronteras son dibujadas en el rincón del mapamundi.

A pesar de las altas expectativas estamos lejos del desarrollo, hemos encontrado un sustento en la explotación de nuestros recursos materiales, idénticamente a como fue hace tantos años atrás, recursos que han enriquecido aquellos países ubicados injustamente en la punta de la pirámide. Y no es este el daño principal a la esencia de América, es que en el crecimiento de lo impuesto va desapareciendo lo naturalmente nacido. No es culpa de la globalización la desaparición de una cultura territorial, sino más bien la ideología impuesta que comprende la naturalidad de un individualismo extremadamente exagerado y lo que esto conlleva, la ambición en el poder económico está destruyendo la cultura, aquello que en su momento fue bello hoy se transforma en los indicios máximos de la mercantilización. La belleza que tuvo en sus tiempos la música, la arquitectura, las ciencias está siendo reemplazada por la efectividad de la compra y venta, las bandas son juzgadas por la capacidad que tienen de venderse, la arquitectura está siendo estandarizada y llevada lo máximo posible a la creación de un espacio enajenante, y lo más espeluznante es que ocurre en la educación también. Es esto preocupante tanto para América como para el mundo, sin educación real y libre a futuro no tendremos grandes creadores, por lo tanto lo esencial del mundo y de América desaparece. Cabe destacar que la creación es aplicable en la totalidad de las materias de estudios que lleva el hombre, y quiero destacar también algunos ejemplos latinoamericanos que han encontrado belleza en la identificación pluralista latinoamericana y han sido capaces de llevarla no solamente a las palabras, sino también al oficio.

Cito ahora a Paulo Freire, pedagogo brasileño:

“La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación”

“Enseñar exige saber escuchar”

“Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa”

“El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación”

“El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”

La importancia de Paulo Freire está en que desarrolla una idea y un formato de pedagogía desde la realidad latinoamericana, en donde se reconoce la naturalidad de hombres oprimidos, y ofrece la educación como un medio de liberación, para que en el futuro sean capaces de crear y recrear, y como he dicho anteriormente creo que es esencial para la supervivencia de América.

Quiero también hacer énfasis a un par de citas que hablan del pluralismo característico de Latinoamérica, identificación acertada y embellecida por la gran cantidad de comunidades existentes

“Es necesario hacer un mundo nuevo. Un mundo donde quepan muchos mundos, donde quepan todos los mundos”.

“Yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú”.

"Nos quieren quitar la tierra para que no tenga suelo nuestro paso."

“La libertad es como la mañana. Hay quienes esperan dormidos a que llegue, pero hay quienes desvelan y caminan la noche para alcanzarla.”

Hay un énfasis común entre estas frases y las de Paulo Freire en las que se reconoce un pensar desde Latinoamérica, que conlleva el vivir con el otro, se habla de libertad y por lo tanto el respeto de vivir en comunidad, ideas que a mi parecer son importantísimas para la construcción de una realidad nueva, es la libertad la que nos da la capacidad de pensar y transformar el lugar en que vivimos, América es una tierra de múltiples frutos buscando ser aprovechados, frutos que han quedado marginados en el folklor y el olvido.

He hecho hincapié en la libertad y en la educación, porque son las bases para la revitalización y el desarrollo de América, porque el desarrollo es un término amplio que se ramifica más allá de lo económico y necesita de un constante poder creativo y de la construcción de deformaciones de la realidad, deformación que a su vez debe conservar una identidad y una naturaleza propia y única, conservación para la cual he dicho que es elemental la observación. Y es ahí donde justamente la escuela ha logrado encontrar una herramienta vital, madre de todas las bellezas, capaz de encontrar, crear y recrear lo bello, y la travesía es el reflejo de su esplendor, son las ganas de hacer algo, de forjar en el viaje nuestra continua formación.

Hacen falta más travesías, recorrido en donde la verdad se asoma para aquel que buscando sin querer la encuentra, llenemos los oficios de travesías, encantemos el trabajo con América, tan diversa como siempre pero no tan viva como debiera ser.