Encargo 09 Epistemología - La Proyección del Oficio en Sudamérica: Una Concepción del Ser Heideggeriano / Anaís Céspedes
Título | Encargo 09 Epistemología - La Proyección del Oficio en Sudamérica: Una Concepción del Ser Heideggeriano / Anaís Céspedes |
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Asignatura | Presentación: Epistemología en Arquitectura y Diseño |
Del Curso | Presentación: Epistemología en Arquitectura y Diseño 2022 |
Carreras | Diseño |
Nº | 09 |
Alumno(s) | Anaís Céspedes |
La Proyección del Oficio en Sudamérica: Una Concepción del Ser Heideggeriano
Resumen
En el presente escrito desarrollado durante el curso de epistemología en diseño y arquitectura, el campo de desarrollo del escrito se fue dando en contexto del oficio del diseñador en latinoamérica, dando importancia al hecho de que somos sur, estamos ubicados en un área geográfica específica, esto nos otorga características únicas para el desarrollo como personas, y para ejercer dicho oficio. En el contexto de la episteme del diseñador comenzamos por definir el ser, es quien crea la realidad, los conceptos, el lenguaje, desde la definición otorgada por Heidegger en ser y tiempo, la cuestión del ser, como un ente que es en relación a la interacción con otros entes, al comprender el ser, como el ser-ahí que existe en este presente y crea el futuro, sin ignorar que es lo que ha sido antes de él, asume la responsabilidad de crear el presente. nosotros como estudiantes de diseño, tenemos la oportunidad de cuestionarnos dónde estamos y dónde queremos estar en el futuro. Dónde y cómo vemos nuestro oficio en Sur-América. Este escrito no pretende ofrecer posibilidades de proyección sobre el oficio, si no, permitir el cuestionamiento de nuestro rol para el futuro en nuestro oficio.
Palabras Claves: Oficio - Ser - Sudamerica - Proyectar
Introducción
Para entrar en materia debemos definir primero qué es o qué se considera el oficio del diseñador en sudamérica, lo qué nos pone en una gran problemática ya que cualquier respuesta va ser extensa y cuestionable. El concepto diseño aparece en la historia junto con la revolución industrial, la demanda de creación de elementos en masas, la imprenta, entre otras características de la época que impulsan el oficio, este escrito no pretende definir el origen del diseño, solo estamos contextualizando desde donde se entiende este concepto en la actualidad, y es a mediados del siglo XX que el término “Diseño” empieza a aparecer en artículos, ensayos y libros en latinoamérica como materia de estudio, es desde allí que se ha planteado el oficio. Latinoamérica o Sudamérica, es una región del continente americano con una historia, que en gran medida comparte rasgos característicos que han formado sus sociedades, una de estas características que comparte la región es el gran conflicto con las raíces étnicas de sus habitantes durante el desarrollo de su historia, esto ha tenido una variedad de repercusiones en el desarrollo histórico-social, tal como la categorización de la zona como tercermundista que nos otorga como sur un puesto inferior a otros, somos un mundo que vivimos en expansión y globalización, con influencias de los grandes pensadores, inventores y desarrolladores que se surgieron principalmente y por mucho tiempo en Europa y Asia, la intención no es negar esa influencia en ningún tiempo (pasado-presente y futuro), pero como Sur debemos comprender nuestra historia, que surge mucho antes de la revolución industrial y que la colonización. Para diseñar se debe comprender una serie de campos de desarrollo del ser humano, más hoy en día con las graves consecuencias que nos ha traído la contaminación, desde el entendimiento del Ser, nos abriremos campo para poder crear una proyección del oficio en sudamérica, y construir un futuro desde nuestro diseños.
Ser para crear oficio
Para poder diseñar o crear cualquier elemento el ser humano reconoce su entorno, reconoce los entes que lo conforman, y para poder reconocer todo esto primero debe reconocerse así mismo. Pero qué es el Ser, Heidegger distingue Ser y ente, en la interpretación de Lozano (2003) y los define como: Ser es lo que determina al ente en cuanto ente, lo que hace que un ente sea, y ente significa cosa, algo que es (198 p). Somos los humanos, seres que se cuestionan qué es el ser, somos entes que se relacionan con entes, creamos estos entes en la relación que tienen con nosotros, les otorgamos una importancia y un lugar en el mundo, desde esta concepción parte el cuestionamiento de qué hacemos y por qué lo hacemos, debemos intentar alcanzar un conocimiento lo más claro y preciso del Ser, aclarando la vaga comprensión que tenemos así podremos situarnos y desde allí crecer. Heidegger posiciona al Ser como un ser-ahí, ente que logra entender o al menos cuestionarse por el Ser, que existe y ve su vida afectada por el Ser, el ser-ahí es un ente finito definido por la muerte, tiene un recorrido temporal claro pertenece a una sociedad que lo condiciona, sociedad que tiene una temporalidad distinta al ser-ahí ya que esta puede o no ser finita, tal como las civilizaciones prehispánicas en su tiempo de desarrollo crearon sociedades complejas, llenas de artes, arquitectura, sistemas numéricos son solo algunos de sus desarrollos, la cultura que entonces existía se transformó para siempre con la llegada de los colonizadores, se perdieron tradiciones y muchas de las características del desarrollo de su cultura, como habitantes y seres que existen en un presente tener conocimiento de la historia es fundamental para las propuestas de desarrollo. El ser-ahí existe en relación a todo lo que lo rodea, el cuestionamiento que nos realizamos constantemente nos permite crear nuevas definiciones tanto en el lenguaje como en el plano material de construcción, el Ser existe gracias a estos cuestionamientos del ser humano y su necesidad de ordenar el cosmos, tal como explica Lozano la reflexión de Heidegger;
El ser-ahí existe dando un sentido o utilidad a los entes que le rodean, convirtiéndolos en objetos manejables e integrándolos en sus centros de interés: el martillo sirve para clavar clavos, y esto le da su identidad, su ser. (...) Si no hubiera seres humanos, puede que hubiese algo, no lo sabemos, pues no nos podemos imaginar el mundo sin seres humanos, pero lo que es seguro es que no habría martillos, ni clavos, ni cuadros, pues todo esto son identidades o sentidos que el ser humano otorga a los entes que le rodean cuando los integra en los todos de significatividad o conjuntos de para qué que forman parte de sí mismo, y el último para qué (200 p).
Nos comenzamos a posicionar como seres creadores de nuestro entorno. El proceso de diseñar es un proceso ontológico perse esto implica un conocimiento del ser, desde la necesidad de satisfacer lo básico como la caza de supervivencia hasta satisfacer las comodidades más superfluas en la época contemporánea, debe existir con conocimiento del ser en relación con su entorno, ya que es una formación constante del ser en expansión. Al comenzar a cuestionar y entender al Ser podemos entrar en materia de diseño, en función de la creación objetiva de experiencias, tal como Escobar citó a Manzini diciendo que el diseño “es una cultura y una práctica sobre cómo deberían ser las cosas para alcanzar las funciones y los significados deseados” (Escobar A. 99 p), es una propuesta de definición que define al oficio de diseñar como la red compleja de construcción que es, dado que es cultura y crea posibles realidades con cambios trascendentales como ha sido la televisión, o a menor escala igualmente crea impacto porque crea interacciones con los entes.
Oficio del diseñador en el sur
El oficio de diseñador en el sur se ha desarrollado con muchas influencias mundiales, de una variedad de ramas sociales y científicas, y cada escuela de diseño tiene sus propios referentes para crear su método de estudio. Desde la visión de estudio que se practica en la Escuela de Arquitectura y Diseño de la PUCV, entendemos el ser situado en un espacio y tiempo determinado, como dice Alberto Cruz (1959) “debemos observar y situarnos en relación con nuestra ciudad”, nosotros como estudiantes de diseño y futuros profesionales tenemos la oportunidad de cuestionarnos y aprender dónde estamos y cómo queremos que nuestro oficio aporte en el proceso de crecimiento. Lo primero que se trata de entender en el campo del diseño en la E[ad] es la observación, un campo muy amplio, su función principal es el reconocimiento del territorio, el encontrarse con el territorio, observar las interacciones que se producen en él, es entonces donde sin tener conocimiento de la filosofía de la escuela como tal se empieza el aprendizaje y cuestionamiento por el ser, como dice Alberto Cruz:
Podemos salir a la ciudad a verla, podemos recorrer sus calles, podemos penetrar a su interior, podemos mirar lo que ocurre en ellos para ver lo que es vivir, para acercarnos a lo más profundo de la vida que es la intimidad. Y esta es la tarea primera de la escuela y los alumnos desde el primer momento que llegan a ella, desde el primer día y desde el primer instante y como tarea primera salen a la ciudad a recorrerla para ver manifestaciones de vida (...). Pudiendo existir muchas formas, habiéndolas, pero cada intimidad pide su forma (Cruz A. 1959).
Es así como los conocimientos se van adquiriendo no desde los objetos o los actos, sino de las interacciones y comportamientos, el punto de partida es el análisis del comportamiento y la actividad del Ser, cada situación tiene detonantes en los comportamientos, es así que el oficio crea desde el ser-ahí, del conocimiento que adquiere y el que considera es necesario. En este punto el desarrollo del oficio contempla en esencia lo que observa del comportamiento humano, y el comportamiento humano tiene diferentes formas de expresarse, tenemos en la actualidad acceso a información sobre el comportamiento pasado, mediante objetos y la recreación de la relación que estos tenían en la época en que se desarrollaban, así actualmente podemos ampliar el término diseño a lo que antes se consideraba artesanía por la importancia en las interacciones de estos objetos. Es desde este conocimiento del Ser en conjunto con la historia social en la que se relaciona que podemos plantearnos la posibilidad de diseñar para y desde la autonomía como Sur.
Todo el patrimonio de nuestro tiempo lo bastardizaron. Nos dieron una lección; que nuestro tiempo no puede ser bastardizado, para hacer obras que sean imitación externa, de obras que son manifestaciones de otras cosas. (...) Por esto, pues, hemos querido prepararnos y en eso está nuestra escuela. En prepararnos para recibir este patrimonio, pero no bastardizado, sino para ver cómo resurgen, para cantar lo que tenemos. (Cruz A. 1959)
Tal como lo expresa Alberto Cruz, es nuestro tiempo de plantear la creación de nuevas formas, debe tener un carácter local desde el mismo ser que se encuentra, para lograr un desarrollo auténtico, desprendiendo las prácticas modernas de insostenibilidad que se han llevado a cabo hasta hoy en día. La anticipación de las posibilidades hacia las que se puede acceder, equivale a un plan u ordenación del futuro por parte de nosotros los seres, el concepto proyecto adquiere importancia en la filosofía existencialista y fue introducido por Heidegger, se entiende que el proyecto o proyección no es meramente un plan, sino que es aquello que constituye su verdadero ser, desde el conocimiento del ser la pregunta queda abierta, cómo podemos proyectar el oficio en sudamérica desde el conocimiento del ser. La proyección desde el conocimiento del ser puede seguir dos caminos, el método proyectivo donde el plan de ordenamiento está fuertemente influenciado por la percepción y conocimiento personal de cada persona. Otra opción es la proyección temporal, que se acerca mucho más al diseño especulativo que plantea ciertas incógnitas que afectan directamente el campo del diseño. Como respuesta a la proyección del oficio en sudamérica desde el estudio del ser, es más probable que el método proyectivo genera más propuestas de ordenamiento, ya que puede englobar una serie de problemáticas con respecto a lo observado, desde el ser que observa a los entes que le rodean, el mismo ser que proyecta desde la observación, es un canal que codifica y decodifica información desde una percepción específica. El oficio se proyecta desde una visión local, donde el estudio es directo a las interacciones que se generan a nivel local, dejando de lado una tradición que perpetúa la producción como el eje central del diseño, y enfocados en un modelo circular, desde los orígenes culturales prehispánicos, revalorando la tradición del oficio.
Conclusión
Desde el oficio existe la responsabilidad de crear el presente y proyectar el futuro, desde el sentido del Ser y la experiencia fáctico-histórica, un continuo proyectarse hacia el futuro desde un pasado. En conclusión la continuidad de hacer planes e intentar cumplirlos desde el estudio y comprensión del Ser, es una característica del ser humano, se entiende que este siempre está en constante cuestionamiento del sentido de la vida, y de qué le depara el futuro, desde esta capacidad de comprender y cuestionar el ser tenemos la oportunidad de hacer de nuestro oficio un pilar clave para el desarrollo de nuestro territorio, desde la comprensión de la historia y la valorización cultural, es que está en desarrollo esta rama del diseño, diseño ontológico. A. Escobar en su libro Autonomía y Diseño dice: “podemos decir que el diseño es ontológico porque es una conversación sobre posibilidades.” (2017) y la definición burda de ontología es; estudio del ser, es desde aquí que podemos proyectar el oficio del diseñador desde una rama más estructurada, sobre el estudio del ser y más importante aún estudiar las comunidades latinas y sus relaciones.
Referencias
Cruz A. (1959) Improvisación del Señor Alberto Cruz. (Feha de consulta 30/09/2022) https://wiki.ead.pucv.cl/Improvisaci%C3%B3n_del_Se%C3%B1or_Alberto_Cruz
Escobar A. (2017) Autonomía y diseño La realización de lo comunal. https://www.tintalimon.com.ar/public/t9924e4gnhfdarefj529d4ikr8r8/pdf_978-987-3687-27-3.pdf
Heidegger M. El Ser y el Tiempo (Edición 1993) https://escuelafilosofiaucsar.files.wordpress.com/2015/09/heidegger-ser-y-tiempo-josc3a9-gaos.pdf
Lozano V. (2003) Heidegger y la cuestión del ser; 198 p. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1253483.pdf