Encargo 02 Epistemología - Disponer al espíritu a la aventura de observar / Marina Cabezas

De Casiopea



TítuloDisponer al espíritu a la aventura de observar
AsignaturaPresentación: Epistemología en Arquitectura y Diseño
Del CursoPresentación: Epistemología en Arquitectura y Diseño 2022
CarrerasDiseño
02
Alumno(s)Marina Cabezas

Disponer al espíritu a la aventura de observar

Fabio Cruz plantea que ““Observar” sería entonces esa actividad del espíritu (y del cuerpo) que nos permite acceder, una y otra vez, a una nueva, inédita, visión de la realidad.”. Sin embargo, ¿cómo pongo a mi espíritu en esa tarea? Además de estar presente, ¿debe estar calmado, satisfecho, feliz, melancólico? ¿Qué necesito hacer para que mi espíritu esté dispuesto a la aventura de observar? ¿no estar alienada? ¿hay algún ritual que me permita poner al espíritu en esa tarea? ¿puede el espíritu realizar una actividad espiritual/artística bajo presión? ¿debo estar absolutamente presente en el tiempo-espacio o debo alejarme mentalmente de alguna manera? (como cuando uno se desconecta de una conversación y queda hipnotizado, por ejemplo, por la manera en que un pajarito construye su nido) ¿Debemos estar armonizados con nuestro espiritu para poder observar? ¿cómo se armoniza con el propio espíritu? Según Mario Levrero “mediante el ocio es posible armonizarse con el propio espíritu, o al menos, prestarle algo de la atención que merece.”. En este sentido, es necesario el tiempo de ocio para poder observar pero, ¿la observación aparece sólo en el tiempo de ocio o es capaz de aparecer cuando me obligo a hacerlo?

Por otro lado, esta nueva realidad que es revelada gracias a la observación produce en el espíritu una emoción y admiración tales que se ve en la necesidad de elogiar, a través de la palabra y/o el dibujo, lo que le ha sido revelado. ¿Por qué nos produce esa emoción? ¿tendrá que ver con que la observación viene de mirar manifestaciones de vida? (Alberto Cruz) ¿Qué de ese descubrimiento y tren de emociones (sospresa, admiración, alegría) nos mueve el espíritu? ¿Tendrá algo que ver con el goce de descubrir algo nuevo o de ver algo que estuvo frente a nuestras narices todo el tiempo? ¿Es posible que una observación nos genere emociones negativas?

Jaime Reyes en “La observación es una actividad del espíritu (y del cuerpo)” plantea que “En verdad, la observación permite la abertura de un campo existencial; antes que nada, exige nuestra propia transformación. Primero hay que cambiar de vida y luego podremos hacer obras que transformen nuestro entorno o la realidad.” pero, ¿cómo lograr esa transformación si no sabemos realmente en qué consiste esa transformación? ¿es esa transformación igual de “ingarantizable” que la revelación que debería aparecer al observar? ¿acaso no pueden garantizarse porque ambas lindan con lo desconocido?

¿Es gracias al espíritu que podemos experimentar distintos modos de vida y/o visiones de la realidad? ¿cómo traemos a presencia nuestro propio espíritu? ¿qué lo hace aparecer? ¿qué lo mueve?