El conmover como elemento esencial en la involucración del acto escénico y como el espacio lo potencia. - Catalina Bravo Lafferte

De Casiopea



TítuloEnsayo 1-2ºS 2020
AsignaturaTaller del Programa y Forma de la Edificación
Del CursoTaller del Programa y Forma de la Edificación 2º Semestre 2020
CarrerasArquitectura
7
Alumno(s)Catalina Paz Belén Bravo Lafferte

El conmover como elemento esencial en la involucración del acto escénico y como el espacio lo potencia.

La conexión emocional.

Para que el ser humano se interese en algo, alguien o en alguna situación, pasa algo dentro de él y ella, lo cual lo involucra en ese momento. Cuando un ser humano está en un goce conectado con algo que le toca la fibra emocional, ese ser humano vive dentro de ese momento presente ¿Por qué? Y ¿Cuáles son esas conexiones? ¿Cómo logran serlo? ¿Hay un factor en común?


Por ejemplo, cuando una niña juega, se dice que está jugando a hacer y ser algo o alguien, la niña está inmersa en ese rol seriamente y no me refiero a la expresión facial, sino que la niña se toma en serio el juego como una nueva realidad la cual involucra sus sentimientos y pensamientos, su actuar está en un goce del aquí y ahora en donde cuando esta niña crezca, ese mismo instante la niña lo recordará sólo si le tocó algo en su ser para que se convirtiera en un recuerdo amoroso de su infancia y así con las cosas negativamente fuertes que demuestran cuanto nos marcan.

Todo lo que vivimos en nuestro cuerpo, pasa en un plano físico que es el espacio y entorno que nos rodea y por ende es uno de los factores importantes a la hora de influir en nuestro vivir y sentir, quiero saber cómo nos influyen estos espacios, colores, sonidos, temperaturas, luces y más; y cómo finalmente logran entrar mediante nuestros sentidos a un rincón de nuestro ser que los invita a quedarse ya sea a corto o largo plazo, todo esto desde la dimensión sensible del teatro en donde aparece un otro que se le contempla en la atmósfera creada para acoger ese momento y en donde la catarsis se vuelve propia y no sólo del actor.

(Elaboración propia) La conexión entre el afuera y el adentro.

En el desarrollo de este ensayo indago sobre cómo se da la conexión emocional según elementos espaciales que se pueden manipular a favor de la sensibilidad del espectador y en específico plantear un elemento que en el espacio teatral sirva para potenciar el carácter íntimo que cada espectador vive en su catarsis.

La dimensión teatral nos abre un mundo mixto de encuentro social y un encuentro personal en donde ambos se unen en un acto de contemplación, en el teatro la interacción actoral debe de traer consigo emociones sumamente marcadas para lograr una atención desde el espectador hacia la situación que se entrega en el escenario, elementos que destaquen y en donde la misma luz puede jugar con guiar la vista y atención del espectador, esos elementos pienso que deben ser elementos que existan en el cotidiano, pero que su nueva formulación sea de un carácter marcado, lo cual llame la atención.

La preimagen que proyecta a la imagen.

Durante una de las tareas de observación, me dediqué a dibujar situaciones similares, pensando el hogar como un espacio en donde cada habitación recogía una escena y como distintos elementos resaltaban en la misma, pasando de ser cotidianos a ser objetos de atención.

(Elaboración propia) Una sombra incógnita que se proyecta en la continuidad del detrás de las casas, la forma se va construyendo por piezas que se unen a pesar de la separación espacial del fondo que las acoge. Un momento particular en donde lo fugaz de un atardecer nos regala estas nuevas imágenes a corto plazo.
(Elaboración propia) Luz de atardecer que al llegar lateralmente permite la proyección de sombra casi similar a la forma original de donde sale la misma. Una luz siluetada que muestra de donde viene el acceso del exterior hacia el interior sin tener que buscarlo en la forma de la envolvente de la pieza, se puede confiar en la imagen proyectada.

Uno de los elementos que destacaba, era el contraste entre una luz intensa que rodeaba una sombra definida, la sombra como algo efímero y, por ende, algo único del momento y particular, fuera del cotidiano del día aparecía un momento en donde el sol se acercaba al poniente brindando rayos de luz intensos y casi paralelos con el suelo, los cuales producían proyecciones de sombras al lado oriente de los objetos. Esto me hace pensar en cómo un objeto común pasa a otra fase en donde ayuda a proyectar su misma forma en el espacio que lo rodea y que el concepto de imitar una realidad, pero de forma extraordinaria, se puede ligar a la funcionalidad del teatro, en donde se acoge una situación que puede llegar a ser real, pero su formulación se proyecta en una construcción fantasiosa en donde se puede jugar con la misma para traer más reflexiones y emociones, sin embargo, nunca dejando de lado lo real en esencia y en donde el ser humano que está contemplando, ya sea la proyección de sombra o la proyección teatral, está entrando en un estado de creencia de que lo que ve es real a pesar de su condición de ser la imagen de una preimagen.

(Elaboración propia) Como lo cotidiano se proyecta en el escenario. El espejo entre medio de una preimagen "real" que sería el cotidiano y la imagen "irreal" del teatro.

La proyección llega a ser sensible y real, según como se manipule.

Lo que se ve en el espejo es una proyección de lo que está al frente de él, pero eso no quita el hecho de que el reflejo sea real. Si el espectador no se da cuenta que hay un espejo o que hay un objeto frente a una luz o que los actores están actuando, no habría la concepción de que una parte es más real que otra por ser o no una proyección y ahí es donde la percepción humana juega un rol muy importante al momento de digerir las ideas e imágenes que ve, escucha y siente en el día a día.


Llego a la idea de que puede haber una manipulación en el elemento que crea la proyección para que el reflejo/imagen que aparezca pueda entrar a la percepción más íntima del espectador, estudiándola y conociéndola. Y me surge la duda de cómo lograrlo en el total de un espacio y específicamente en el espacio teatral, ¿Cómo lograr potenciar la conexión entre el escenario y el espectador? Un espectador que físicamente está fuera de la obra, pero emocionalmente está dentro, a pesar de estar rodeado de personas desconocidas.

(Elaboración propia) La involucramiento del público dentro del escenario sin tener que estar físicamente en él, se logra mediante la atención e involucramiento sentimental y de pensamiento.

En manos del escultor polaco Mathias Goeritz en 1954, aparece el principio de la arquitectura emocional, Goeritz apelaba a la necesidad de idear espacios, obras y objetos que causen al hombre moderno una máxima emoción. En forma detallada y de forma conjunta, los elementos generan ambientes y más bien atmósferas en donde influyen en la percepción del habitante tocando su sensibilidad. “Factores importantes como el color, las dimensiones, la iluminación y las texturas establecen características únicas en los ambientes, que agudizan sentidos en el ser humano.” (Mathias Goeritz, 1954, La arquitectura emocional) [1] A partir de las palabras del escultor tomo uno de los elementos que también aparece en la invención de un teatro y es la iluminación. El tratamiento de la luz toma un rol importante en la organización jerárquica de los espacios, es una guía que encamina a la vista del habitante y al mismo tiempo puede estimular en la ambientación general de un espacio ya sea por sus tonos o intensidades, también hace aparecer una dimensión contraria nombrada más arriba del ensayo la cual es la sombra y es ahí donde quiero detenerme ya que ambos elementos complementarios entre sí me parecen que tienen un importancia de tal magnitud que es factor en común con muchos tipos de teatros.

Casa Luis Barragán construida en 1948, colores y luces que dan calidez y energía a la habitación en donde transmite un sentir por medio de elementos espaciales. (fuente:https://www.bioguia.com/hogar/que-es-la-arquitectura-emocional-y-como-puede-mejorar-tu-vida_29280864.html)
(Elaboración propia) La luz empieza su mayor intensidad desde el fondo producido por las cúpulas centrales, a medida que va avanzando la luz sigue ocupando las zonas donde se ubica la nave central así formando un camino de luz y dejando los laterales con el leve difumino de luz asomando así la oscuridad. La luz como acompañamiento de la escena principal del altar en donde la mayor atención se fija y en donde se puede decir que la luz enfoca y guía la vista y por consecuencia, guía la atención.
(Elaboración propia) La luz enfoca lo que se quiere mostrar, la actuación sobre el escenario se potencia dejando en penumbra a lxs espectadorxs, dos zonas en un mismo espacio se identifican y separan gracias a la luz. Al momento de de ver la disposición corporal de algunxs espectadorxs se logra ver la atención enfocada hacia el cuerpo iluminado. La luz potencia y enfoca.


Luz que potencia y enfoca.

Habiendo llegado ya a este punto logro afirmar que la instancia que conecta al espectador con lo que está viendo en la escena pasa con la envolvente de la oscuridad en donde el espectador vecino desaparece y en donde la luz hace aparecer con su intensidad y enfoque el escenario o momentos del mismo en donde se hace la interpretación y así aparece un túnel de información visual en donde el observador digiere exclusivamente lo que está enfocado, se entra en el trance de la concentración del presente en donde nada más importa. Cabe destacar que existen otros elementos como el sonido que ayudan más aún a que esa conexión emocional llegue a la intimidad del espectador y hace una experiencia más real la imagen proyectada en el escenario; lo importante a señalar es el énfasis a darle a elementos que hagan propia la experiencia en el teatro y que, al salir de él, queden residuos en la mente y recuerdo como una vivencia más en la realidad del espectador.

Webgrafía y referencias

  1. https://www.museoreinasofia.es/exposiciones/mathias-goeritz
  2. https://arq101.wordpress.com/2012/01/03/la-psicologia-de-la-arquitectura/
  3. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Teatro_Shakespeare_%28P%C3%BAblico%29.jpg
  1. Mathias Goeritz, 1953, Manifiesto, la arquitectura emocional.