El azul como generador de la profundidad en la pintura

De Casiopea

Citando al propio Monet donde, tras haber pintado Nenúfares a fines de su vida en el año 1914, explica la idea de su intento por “capturar lo indefinido y fijar lo inestable". Pudiéndose interpretar lo indefinido como la gama de colores que se encuentran en la naturaleza y lo inestable como todos los objetos propios de la pintura que adquieren movimiento al aire libre, esto tomando en cuenta las características básicas del impresionismo. Teniendo esto en cuenta, se opta por llevar más allá la cita tomando lo inestable como los colores y objetos principales de la obra, y lo indefinido como el elemento con el cual se fijan, un cierto tono azul que poseen la mayor parte de sus cuadros, el cual unifica y brinda profundidad tanto resaltando u opacando ciertos sectores. De esta manera nace la observación hacia la tonalidad azul que brinda Monet, la cual será la responsable de la profundidad de la pintura ya que, mientras más clara sea su tonalidad mayor profundidad se alcanza.


Se toman dos cuadros distintos para el estudio del azul. Por un lado El paseo en el acantilado, en donde el tono a utilizar es claro y abarca tanto el cielo como el mar. Mientras que para el caso de Nenúfares el azul vendrá siendo más saturado, acercándose más a las tonalidades negras.


Monet se caracteriza por, en la mayoría de sus pinturas, considerar gran parte del lienzo en el fondo. No existe una saturación de objetos, sino que se encuentra en un perfecto equilibrio. Se logra hacer una diferenciación general para el estudio dividiendo las pinturas entre el fondo en el cual predomina el azul, y el resto de la pintura, ya sea follaje, flores, personas, etc.


Cambio en la tonalidad en función de la yuxtaposición

Mismas paletas de colores pero debido a una diferencia en la yuxtaposición se van creando tonalidades distintas. Se logra hacer aparecer cada color de distinta manera, tanto por la manera en que fue realizado el trazo, como con los colores que se encuentran mezclados.

Aún cuando para los fondos se utiliza un trazo más esfumado, logrando que se dificulte la diferenciación de los colores, lo relevante será con qué colores se van juntando. El trazo en sí pasa a un segundo plano, sigue siendo importante pero no más que la yuxtaposición, quien determinará finalmente que sectores serán más oscuros, o que sectores resaltarán más.


Luminosidad generada por contrastes

Comparando ambas paletas en cuanto al azul de fondo se utilizan los mismos colores pero en niveles distintos, un cambio en el brillo de los colores. Al llevar las pinturas a la escala de grises resulta más fácil entender esto. Por un lado en El paseo en el acantilado el fondo es más claro que el resto de la pintura, en cambio para Nenúfares, el fondo viene siendo lo más oscuro. El fondo claro resulta como una mayor profundidad, el cuadro “entra”, se crea una mayor perspectiva. Mientras que si el fondo es más oscuro que el resto de la pintura pareciese ser que el cuadro sale, una profundidad externa, las formas resaltan más.

Llevándolo al color, este mismo principio ocurre en el caso de los contrastes. Para esto, se recurre a una nueva pintura, la única de naturaleza muerta hecha por Monet, Bodegón con peras y uvas, la cual envuelve ambos procesos en una sola obra, aplicando también ambas paletas de colores.


En síntesis, al contrastarse los colores con un azul más pálido de fondo, los objetos adquieren mayor profundidad, se logra crear un delante y un atrás, mientras que el azul oscuro tiende a sobrellevarse el protagonismo, intensifica la luminosidad de la pintura, resalta los otros colores, pero pierde profundidad, los colores y objetos se aplanan.