El aparecer en simultaneidad contrastada: La ciudad- Tomás Ortega R.
Título | Ensayo 1-1ºS 2021 |
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Asignatura | Taller del Programa y Forma de la Edificación |
Del Curso | Taller del Programa y Forma de la Edificación 1º Semestre 2021 |
Carreras | Arquitectura |
Nº | 4 |
Alumno(s) | Tomás Ignacio Ortega Retamal |
EL APARECER EN SIMULTANIEDAD CONTRASTADA: LA CIUDAD
Resumen
En el siguiente ensayo se pondrá sobre la mesa a la ciudad, como la propia extensión y limite del ser humano, a partir de un análisis de la propia naturaleza del humano, desde la comprensión de individuo hasta llegar a sociedad. Buscar desde esta arista lo que se entiende por intimidad y público, al lugar donde pertenecemos; a cuál no; y el trayecto que existe entre ambos, para más adelante crear un paralelismo a partir de la espacialidad, analizando la propia la ciudad, como una entidad que viene a ser el reflejo tangible de nuestra naturaleza. Comprenderla desde su contención y apertura, buscando finalmente ver si responde a ser la convergencia de la extensión y naturaleza del ser humano, viendo hasta donde somos interior y exterior.
Contraste – Simultaneidad – Transición – Convergencia - Pertenencia
Introducción
Somos habitantes de lugar, nos hacemos de la extensión, va más allá de un mero levantamiento o construcción, se trata de generar pertenencia, intención de esta, de comprender un lugar “nuestro” y un lugar de los “demás”. La ciudad nos aloja; nos contiene en el esparcimiento, recreación, momento, es un lugar de convivencia, de un colectivo, que nos construye como sociedad, y, a la vez somos nosotros quienes le damos forma a la misma. Entonces ¿Quién es el actor que genera al otro?, es primero ciudad o habitante…
¿Los habitantes construyen ciudad o es la ciudad quien construye a sus habitantes? ¿hasta dónde se extiende lo propio? ¿Dónde toma lugar lo ajeno? ¿Qué evoca lo interior y lo exterior?
Se podría decir que es una relación mutua en toda la extensión de la palabra, ya que, en primer lugar, antes de ser sociedad somos individuos, es a partir de ahí donde empezamos a formar sociedad y ciudad, sin dejar de ser jamás parte de cada uno. No es un efecto en cadena, ni un paso a paso, es la forma de evocar pertenencia en distinto grados, buscando acercarnos a uno mientras nos alejamos de otro.
La forma en la que se proyecta la ciudad va ligada totalmente a sus habitantes, va más allá de solo satisfacer necesidades, debe provocar un factor de arraigo, un factor de descubrimiento, un algo que nos contenga y un algo que nos abra. Esto llevado a un ámbito más constructivo, se basa en lograr construir ciudad de interiores y exteriores, un juego que logre disponer a sus habitantes, tanto como individuos, como sociedad, a participar en este acto.
Cuerpo
Desde la naturaleza del ser
Para comprender a fondo lo planteado, debemos ahondar en lo que entendemos como individuo, sociedad y ciudad. Para el primero de estos, el individuo, según Aristóteles (s.f), citado por Luis Cruz (2018):
De todo esto es evidente que la ciudad es una de las cosas que existen por naturaleza, y que el hombre es por naturaleza un animal político, y que lo que es contrario a ello por naturaleza y no por azar es o un ser inferior o un ser superior al hombre. Como aquel a quien Homero vitupera: “sin tribu, sin ley, sin hogar"
mientras que Marx se refiere a él
...como ser social, producto del desarrollo de la sociedad....la esencia humana como algo congénito está ínsita en cada individuo por separado sólo como posibilidad, que se convierte en realidad en determinadas condiciones. El hombre sólo puede existir en la sociedad humana, es decir, incluido en el sistema de producción social.
Con esto ya caemos en cuenta de dos cosas, el individuo no se puede concebir sin un colectivo, lo que no significa su inexistencia, sino que su propia concepción viene con lo simultaneo, de lo mutuo, y que está en nuestra naturaleza, desde lo individual buscar asilo en la común, buscarnos tanto en similitud como en diferencia. Y lo segundo, comprender que la ciudad es la representación tangible de nuestra naturaleza en comunidad.
Entonces como podemos responder “¿Quién es el actor que genera al otro? ¿es primero ciudad o habitante? Con lo visto es mejor un replanteamiento de la pregunta, ¿somos primero individuos o parte de un colectivo? Es la misma pregunta la respuesta, responde a una situación, a un momento, a momentos que se ven envueltos en la ciudad. Nunca se es totalmente uno ni tampoco se es totalmente colectivo, se trata de poder transitar entre sus matices buscando confort y comodidad en plenitud. Consiste en llegar a entender el momento en el que estamos, el contexto, para así lograr conectar de manera íntegra con todo los que nos rodea.
El ser humano en su naturaleza, tanto en sociedad como individuo, es dinámico, incorporándose y retrayéndose a conveniencia, se adapta en búsqueda de bienestar, supervivencia y comodidad.
Aparecer en radicalidad
¿Como se ve reflejada esta comprensión del ser humano en el lugar que habita? ¿En qué medida somos nosotros quienes proyectamos ciudad, y como ésta se proyecta en nosotros? Tal como expresa Fabio Cruz (s.f) citado en José Vial (s.f) al momento de definir la arquitectura como una “Extensión orientada que da cabida a los actos y oficios humanos, para que estos resplandezcan como fiestas."
Es entonces el rol del ser humano el darle esa orientación al igual que percibirla, verse en esa extensión y saber a qué momento pertenece, si a un momento de intimidad o momento público. Tal como ya se mencionó, el ser humano nunca se verá en un estado total de individuo ni de colectivo, pertenece a ambos sin ser excluyente entre ellos, entonces ¿Qué nos puede llevar a comprender la orientación desde nuestra naturaleza? Nace en nuestra incansable búsqueda de pertenencia y diferenciación, donde la ciudad florece tanto en contención como en apertura, en interior y en exterior. La ciudad es la consecuencia de este descubrimiento, es la respuesta de la búsqueda, y en si misma es parte del cuestionamiento.
Ahora si bien, logramos concretar este paralelismo que existe entre el hombre y su espacio, debemos reflejar estos lugares y momentos, ¿Cómo se componen?, ¿Dónde están? ¿Cómo logran su intención?
Mediante el trabajo de observación realizado se puede caer en cuenta que estos espacios logran radicalizarse mediante el contraste, lo que abre el campo de lo comparativo, siendo un pilar para la compresión de la distinción de los mismo. Cualidades como, alto, estrecho, luminoso, etc., denotan de inmediato una relación. Es aquí donde los lugares nacen en radicalidad, al aparecer en simultaneidad con su medio, pero a la vez contrastando del mismo, para generar una diferenciación, un culmine, una forma de resaltar, ese factor innegable que, da lugar a la intención de interior o exterior.
Cabe destacar que no existe cualidad o elemento propio de un interior o de un exterior, lo amplio no es derechamente exterior al igual que lo estrecho de un interior, todo va en su composición, como estos elementos llegan al suelo, a la envolvente y como se llegan a relacionar entre sí, para darle un propósito deseado al espacio. (Esto puede verse en croquis anexos Nº01, Nº02 y Nº05)
Así pueden lograr una intención ya sea de permanencia, de traslado, u otras, la extensión da cabida al resplandecer de lo múltiple, creando límites mediante su contraste, la ciudad es esta extensión y el límite, sus habitantes son el medio, la expresión y el orden que da paso lo pragmático de la naturaleza.
Es un camino de descubrimiento, de hitos, de culmines, que va esculpiendo la formación de ciudad, evocando el afuera y el adentro en su extensión y forma. Brindarle la intención viene a ser la formulación del aparecer del uno en el otro, algo que desde un interior traiga a presencia lo exterior, desde lo íntimo traer lo ajeno, cosa de comprender a cabalidad, el dónde estamos, el dónde no estamos y el desafío que existe entre ambos. Es una suerte de interiorizarse y a la vez exteriorizarse, una forma de crear una simultaneidad contrastada que deriva en el aparecer radical e intencionado de la extensión.
Conclusion
El ser humano busca vivir en convivencia, hacerse de la extensión, sentirse próximo o abstraerse, tanto al otro como al espacio, es algo que está dentro de su naturaleza, y por ende tanto la sociedad como la ciudad son un aval de esta búsqueda.
Es una relación de coexistencia, transversal en el aparecer de ambos, el individuo y comunidad; la sociedad y la ciudad; el interior y el exterior; su compresión atraviesa a su propia existencia, y es en este mismo origen donde gracias a su simultaneidad y diferencias pueden aparecer. Finalmente, ¿Qué evoca lo interior y lo exterior? A partir de todo lo anteriormente señalado podemos llegar a concluir que se evocan entre sí, logran aparecer tanto en extensión como en radicalidad a partir de su condición de simultaneidad contrastada.
Es la capacidad en la que el espacio se enfrenta a otro, en su conexión, y como poder fluctuar entre ellos, acogiendo lo múltiple. Se evocan es sus diferencias, donde los elementos que componen su espacialidad pueden deslumbrar y generar radicalidad. Nacen en simultaneidad donde se nos hace presente un reconocimiento de, donde nos encontramos, donde no nos encontramos y el recorrido que existe entre ellos.
Es esencial para el acontecer humano, en extensión y momento. La ciudad es el culmine de momentos, de espacios, de habitantes, y se construye en la convergencia de interiores y exteriores, de intimidad y público, de individuo y sociedad, es la extensión del ser humano.
Referencias
Filosofía.org ( 23 de marzo de 2021 ) Título desconocido http://www.filosofia.org/enc/ros/ind5.htm#:~:text=Según%20Marx%2C%20la%20esencia%20humana,el%20sistema%20de%20producción%20social.
- Página web caida del servidor. No se alcanzó a verificar titulo de la pagina, solo fecha de recuperación de la info.
Fabio Cruz (24 de noviembre de 2020). En Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Fabio_Cruz
Josevial (s.f) Fabio - 1 https://www.josevial.cl/participantes/fabio-1
Cruz, L. (2018) El concepto de comunidad en Aristóteles en la justificación de la organización y el trabajo https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwiCs9qgv93vAhUNGrkGHcyxBq0QFjAAegQIBBAD&url=http%3A%2F%2Fgestionyestrategia.azc.uam.mx%2Findex.php%2Frge%2Farticle%2Fview%2F620%2F565&usg=AOvVaw1j-VDwTUhIhveOtie98Yx2
Aristóteles, Política (2000b), Madrid: Gredos.