ENCARGO 3: Ciudad y sociedad
CIUDAD Y SOCIEDAD
Así como en la antigua Grecia ya se conocían asociaciones de mercaderes y artesanos, y en Roma los colegios de oficios, en la edad media existieron los gremios.
GREMIOS, OFICIOS EN EL ESPACIO PÚBLICO
Los gremios son corporaciones de trabajadores integrados por artesanos de un mismo oficio cuyo fin era defender sus intereses profesionales y conseguir un equilibrio entre la demanda de obras y el número de talleres activos, garantizando el trabajo a sus asociados, su bienestar económico y los sistemas de aprendizaje. Los gremios regulaban la actividad laboral, la formación y aprendizaje de sus asociados, estableciendo una estricta jerarquía entre ellos: aprendices, oficiales y maestros. Los aprendices eran la parte inferior del escalafón y puerta del ingreso al gremio (acceso limitado por el fin de conseguir un equilibrio entre demanda de obras y número de maestros). “El sector textil es el más genuino ejemplo de lo que se ha dado en llamar producción vertical, en la que el producto, en su fase de elaboración, recorre diversas etapas, ocupada cada una por un oficio diferenciado al que puede corresponder un gremio.”[1] Los maestros podían abrir un taller propio, luego de haber permanecido unos 15 a 20 años en el oficio, y podían contraer obras o establecer sistemas de venta y comercialización.
En cuanto a la construcción de obras, el obispo decidía iniciar una y designaba a un maestro albañil para que tomara el cargo de las obras. “El maestro albañil no era solo un obrero calificado, también era un buen organizador; tenía que encargarse de que llegaran a tiempo, y en buenas condiciones, los suministros de piedra, madera, cal, arena, plomo y pintura; tenía que controlar una fuerza de trabajo compuesta por albañiles, carpinteros, carreteros, barqueros, ladrilleros, escayolistas y peones de tal manera que hicieran el mejor trabajo posible, en el tiempo más breve y al precio más razonable.”[2]
“La noticia de que iba a construirse una catedral se extendía pronto, con lo que llegaban muchos hombres en busca de trabajo, especialmente cuando el maestro albañil tenía una gran reputación. En ocasiones el maestro trataba de contratar hombres con los que había trabajado en el pasado, pues conocía su trabajo y podía confiar en ellos. […]Alrededor del lugar de construcción crecía una pequeña ciudad, pues los obreros sabían que la edificación duraría varios años […] En la época medieval los trabajadores pertenecían a distintos gremios lo que en cierta medida ayudaba al maestro albañil, pues eso significaba que cada grupo de trabajadores mantenía su propia disciplina y garantizaba un sólida construcción.”[3]