EAD - Valentina Monsalve Seminario de américa Tarea 1s 2023
Título | ¿Qué sucede cuando jugamos ajedrez? |
---|---|
Asignatura | Seminario de América |
Del Curso | Seminario de América 2. 2023 |
Carreras | Magíster |
Alumno(s) | Valentina Monsalve |
¿Qué sucede cuando jugamos?
La jornada del Seminario de América de los días jueves por la mañana comienza con una dinámica lúdica de juegos que consta de tres momentos. En primer lugar, se juega al ajedrez; en segundo lugar, al Big Boggle; y en tercer lugar, se realiza una reflexión, en la que se nos hacen dos preguntas: ¿qué sucede cuando jugamos ajedrez? y ¿qué sucede cuando jugamos Big Boggle?
¿Qué sucede cuando jugamos ajedrez?
Cada jueves por la mañana, al subir las escaleras y abrir la puerta, nos encontramos en primera fila, como antesala, con un tablero de ajedrez. Se crea un espacio de juego sencillo y las parejas que se enfrentarán comienzan a jugar. Aunque el ajedrez es un juego para dos personas, los demás observan en un permanecer envolvente alrededor del tablero de juego. Sentados frente al tablero, con el cuerpo en tensión, parece que solo existe un punto de enfoque, y lo que sucede alrededor se vuelve difuso. El tiempo empieza a correr y el silencio solo es interrumpido por las manecillas del reloj y pequeños murmullos que surgen de los observadores como respuesta a cada movimiento de las piezas. Se establece una relación entre los jugadores, los observadores, el tiempo y el espacio. Pero en cuestión de segundos, el tiempo se acaba y el cuerpo se distiende, permitiendo a cada jugador volver a su lugar.
¿Qué sucede cuando jugamos Big Boggle?
Todos los participantes se sientan alrededor del tablero y nuestra mirada se deposita en un eje central en el que se posan letras que deben tener una continuidad para formar una palabra. Pero ¿Qué ocurre una vez que se agitan las piezas y se descubren las letras? De inmediato, el tiempo comienza a correr y en la sala solo existe una tensión acompañada de silencio. Los murmullos del primer momento desaparecen y se pierde la noción del tiempo, mientras los bordes se vuelven difusos y en un pasar de segundos, se acaba el tiempo, el movimiento vuelve al cuerpo. Si bien, corresponde a un juego en el cual cada uno crea su propia atmósfera de juego, nos vincula aquel eje en el cual todas las miradas se posan.
Sintesís
Al culminar estas reflexiones, surge la pregunta: ¿para qué jugamos? Si bien Huizinga en su libro "Homo Ludens: el juego como elemento de la cultura" define el juego como una "acción u ocupación libre, que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene su fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de “ser de otro modo” en la vida corriente" (Huizinga, 1972), podemos comprender que el juego es esencial en la vida del ser humano, presente en todas las culturas, correspondiendo a una actividad libre y voluntaria que se realiza dentro de un espacio y tiempo determinados, siguiendo reglas establecidas.
El jugar le permite al ser humano explorar y experimentar el mundo de manera lúdica, desarrollando su creatividad e imaginación, permitiéndole una nueva forma de hacer las cosas, además de establecer relaciones con otros individuos y desarrollar habilidades sociales. El juego es una forma de comunicación que va más allá de las palabras y permite a los seres humanos compartir experiencias y sentimientos.
Si bien, tenemos respuestas de por qué el ser humano juega, ahora surge la pregunta, ¿Qué ponemos en juego al experimentar la dinámica del juego?. Comprendemos que el juego es innato en la vida del ser humano, este pone en juego las habilidades de las personas, desde juegos de nuestra infancia como por ejemplo “las naciones” en el cual se pone en juego la rapidez, hasta los tradicionales juegos de carta en donde existe la estrategia, la velocidad, la memoria, entre otras. Por lo que es posible deducir que dentro de las diversas dinámicas, se ponen en juego las habilidades de las personas, con ciertas reglas, campo espacial, tiempo, pero siempre manteniendo un vínculo social, emocional y creativo.