EAD4220-01 Seminario América 2. María Paz Sánchez Morales. Tarea 2

De Casiopea



TítuloTarea 2
AsignaturaSeminario de América
Del CursoSeminario de América II (2021 2º semestre)
CarrerasArquitectura
2
Alumno(s)María Paz Sánchez Morales

Cohabitación en crisis: El vínculo de lo no humano como un desafío

La indicación poética que titula este escrito, se relaciona con una metáfora que hace Godofredo Iommi [1] , poeta y co-fundador de la Escuela de Arquitectura y Diseño e[ad] – PUCV, que asocia la vida con una página blanca. Esta página sostiene todas las posibilidades de aquello que va a contener, sin embargo aún no lo contiene. En ese sentido, es pura posibilidad. Se presentarán dos modos de entender esta metáfora. El primero a propósito de la institucionalización de la Escuela de Arquitectura y Diseño - a la cual Iommi se opuso. El segundo modo de entenderlo es a partir del concepto de habitar, de Heidegger, y su paso al concepto de cohabitar, del naturalista Sergio Elórtegui.

La relación entre oficio y vida es porque el arte se mide con la vida

La vida al igual que el arte es con libertad. Godofredo Iommi consideró un error el otorgarle institucionalidad a la Escuela de Arquitectura y Diseño. Sin embargo, al realizar clases se abrieron otros caminos impensados, como por ejemplo, Alberto Cruz dictando una lección en una sala de clases con estudiantes.

“...Cuando fundamos el Instituto, casi inmediatamente, se trató de no hacer más clases. Y a lo largo del tiempo –y la mayoría de los que están aquí son testigos de ellos y protagonistas de ello– se trató de girar todas las clases hacia la constitución de bottegas, que era una forma de no hacer clases, y finalmente las bottegas giraron hacia la forma de la Ciudad Abierta, que originariamente tampoco hacía clases. Sin embargo –por eso digo que no es tan simple– la institucionalidad, que es el error de la Escuela, dio al mismo tiempo ocasión…”(Iommi, G. 1981)

Por lo tanto, la institucionalidad abrió una posibilidad para que se manifestara algo distinto, gracias al oficio (relacionado a las artes). Y es lo que finalmente ayudó a moldear de manera positiva el quehacer de la Escuela y la Ciudad Abierta.

Se puede decir que el oficio tiene ese grado de libertad que le permite adecuarse ante distintas situaciones dependiendo del contexto. Podemos tomar un ejemplo que está pasando en la actualidad en la Escuela: la realización de clases en modalidad online debido al COVID-19. Por cierto, esta situación ha requerido una constante invención que han llevado a cabo los profesores para poder seguir enseñando las materias de estudio: el croquis, la observación, fundamentar y proyectar una obra, etc.

Esto quiere decir que el oficio no se encasilla a una sola manera de ser, sino que muta trayendo consigo la invención. Sin el arte (de los oficios) estaríamos perdiendo parte de nuestra libertad, pues es la herramienta que nos permite trazar estos hallazgos en la página en blanco que es la vida.

La página en blanco trae a presencia esa dimensión, pues no es la configuración de un camino forzado, más bien paciente que traza paulatinamente distintas posibilidades para conformar un total.

El habitar otorga dentro de sus cualidades el alojamiento

Martín Heidegger, importante filósofo alemán durante el siglo XX ,afirma que el ser humano como mortal habita dentro de la cuaternidad (esto quiere decir, junto al cielo, la tierra y lo divino) para esto él reside en una vivienda (Heidegger, 1951). Dicha vivienda se erige a partir de una construcción. Heidegger trae a presencia el concepto “habitar”, que va de la mano con el “construir”, estos conceptos distintos y compatibles, se relacionan en cómo vivimos y habitamos dentro de los lugares donde el hombre y la mujer descansan en los espacios en el cual habitan. Por tanto se afirma que el lugar da cobijo a la cuaternidad, es decir dar alojamiento en el hogar.

El concepto de construir, según Heidegger permite la instalación y la producción de lugares que custodian la cuaternidad. Si se descuida esto, no se estaría velando en cuidar el medio en cual estamos insertos, pues la esencia de construir es dejar habitar, siendo el rasgo fundamental para poder erigir.

La cohabitación como medio para poder plasmar la convivencia entre la naturaleza y el ser humano en el territorio

La metáfora de la página blanca de Iommi implica que la vida está compuesta por distintos elementos que conforman esta libertad de elección. En este sentido, la libertad es un elemento importante para poder rellenar paulatinamente esta hoja en blanco. Ahora bien, Martín Heidegger trae a presencia el concepto alojamiento en el sentido de dar lugar al habitar, respetando el medio en el cual vivimos. Es decir, esta libertad en cómo construimos llega hasta la libertad del otro habitante. Otorgar este tipo de pensamiento en cómo diseñamos y construimos en las ciudades permitirá un alojamiento en el total de la urbe, sin que ningún habitante se sienta aparte de la ciudad.

Es decir, otorgar alojamiento es con cierto cuidado. Así lo dice Martín Heidegger (Heidegger, 1951) [2]:

“El construir como habitar se despliega en el construir que cuida, es decir: que cuida el crecimiento y el construir que levanta edificios.”(Heidegger, 1951)

Sin tener este cuidado no se daría sitio al alojamiento, es por eso que la vida en las ciudades debiese ser proyectadas desde lo hospitalario para darle paso al habitar. Si nos apartamos de este aspecto, las ciudades estarían desvinculadas desde su centro.

Ahora bien, ¿ El alojamiento podrá incluir también a la naturaleza en el habitar que trae a presencia Heidegger?. En este sentido, es importante el texto de José Angel Quintero Weir, destacado académico de la Universidad de Zulia (Venezuela) , que trae a presencia el concepto Ookoro [3] :

” ...(-Ookoto-) corresponde al hacer de la territorialidad del mundo en su propia armónica conformación; por tanto, es posible concluir este punto diciendo, que la existencia de toda comunidad (humana, vegetal, animal, mineral o espiritual), exige una armonía que sólo es alcanzable a partir de un cortar/compartir complementario…”(Quintero, J. 2020, pág.44)

El concepto de territorialidad es desde una cosmovivencia que se ha orientado en el proceso de territorialización, dentro de una visión del mundo que tenga lugar el sentir y hacer. Es por esto que el concepto Ookoto es clave, ya que no es necesario pertenecer a una cultura en específico o tener distinto lenguaje, ya que es desde un sentido de “ cortar - compartir”, que se refiere a una relación-atribución entre comunidades de seres tanto humanos como no - humanos para poder construirse y reproducirse dentro de una armonía en el territorio. En este sentido, se trae a presencia el convivir:

“...el convivir materializa el cortar el territorio, el mundo y el universo entre todos, para compartir haceres y saberes que así, permiten fortalecer a todas y cada una de las comunidades de seres que igual pueblan el territorio, el mundo y el universo.”(Quintero, J. 2020, pág.46)

Se podría afirmar que para dar lugar al alojamiento tanto para la naturaleza y el humano es necesario convivir. En este sentido el concepto que une estas dos dimensiones es el cohabitar: [4]


”Cohabitar” es un concepto complejo que suele estar ligado a algo que sucede sólo entre los humanos, referido al pensamiento y el despertar de una consciencia. Sin embargo, los adelantos en biología y neurociencia abren el concepto de habitar y nos invitan a pensar en múltiples niveles de un “habitar no humano”(Elortegui,S. et.al.2019)

Si se repara en las otras formas de habitar no humanas, que en el texto de Heidegger deja fuera, estaríamos en equivalencia con los demás seres vivientes. En este sentido, el desafío que se tiene por delante es abrir el camino a la cohabitación. Por tanto, retomando la página en blanco que nos trae a presencia Godofredo Iommi, esto podría ser uno de los tantos caminos para poder construir la convivencia entre la naturaleza y el ser humano en el territorio, pues somos seres que conforman la cuaternidad. Tener este cuidado entre ambas comunidades, permitirá otorgar un alojamiento armónico en el crecimiento y construcción del fortalecimiento del propio vivir en el mundo.

Cohabitar y ciencia , modo de hacer mundo

Con lo expuesto anteriormente, se puede concluir que existe una clara separación entre el ser humano y la naturaleza, esto según José Ángel Quintero, [5] ocurre por la arrogancia de la ciencia que deja fuera a la naturaleza, pues está presente aún dentro del estudio el pensamiento antropocentrista.

Esta separación surge debido a que la ciencia exilia de sí todo lo que es sensible, que termina por desplazar tanto a las mujeres que se les entienden como símbolos de la sensibilidad y por tanto ajenas a la “razón”, y por otro lado, también es exiliado el arte de cualquier relación con el proceso de creación de conocimientos y de la ciencia puesto que lo que va a sustentar el desarrollo y la producción y crecimiento de la riqueza está en manos de la tecno-ciencia (Maracaibo & Walter, 2020). Es decir, la ciencia ahora es separadora de estas dos comunidades de seres, por tanto podría convertirse desde mi perspectiva un vínculo, si se aleja del pensamiento antropocentrista y se innovara en un estudio desde el cohabitar, teniendo presente que el ser humano y la naturaleza poseen las mismas condiciones para habitar en la tierra, alejándose de la idea de que el hombre es superior a cualquier ser viviente.

Considerando las visiones de Heidegger, Elórtegui y Quintero, se pueden constatar dos hechos: que hay una visión antropocentrista en torno al habitar, y que se contrapone al concepto de cohabitar. La visión antropocentrista se ha ido construyendo, principalmente, a partir de la ciencia, que según Quintero, ha dejado fuera la naturaleza, y todo lo sensible - entre lo que se encuentra el arte. Esto en pos de la producción y crecimiento de riqueza.

Sin embargo, se podría entender también a la ciencia en un punto intermedio, entre el ser humano y los seres no humanos - la naturaleza -. Así, la ciencia juega un papel importante en los modos de relacionarnos con lo natural, que como ha explicado Elórtegui y el mismo Quintero, puede alejarse de la idea de que el ser humano es superior.

Así, el cohabitar es una nueva manera de construir mundo, ampliando las posibilidades actuales en el modo en que entendemos y nos relacionamos con la naturaleza. A su vez, esta podría ser una nueva manera de entender la indicación poética de la página blanca.

Referencias

  1. Iommi, G. 1981. “Vida, trabajo y estudio”. Transcripción de la clase Magistral del poeta Godofredo Iommi M., de marzo de 1981.
  2. Heidegger, M. 2015: Construir Habitar Pensar (Bauen Wohnen Denken), Barcelona: La Oficina.
  3. Quintero, J.A. (2020) “Cartografías de la Memoria Semillario”. Taller dirigido a estudiantes indígenas y campesindios de Abya Yala-América Latina, Universidad Autónoma Indígena - UAINPrograma de Formación a distancia FUINCEP-CEOCIAC Zulia- Venezuela.
  4. Elortegui,S. et.al.(2019) “ ARQUITECTURA EN COHABITACIÓN La construcción formal del diálogo entre el ser humano y la naturaleza”
  5. Maracaibo, L. De,& Walter, C.(2020) José Ángel Quintero Weir Hacer en el pensar. Pensar en el hacer: hacia una Otra Ciencia.