EAD3212-01. Poética General. Christian Gazmuri. Tarea 2.

De Casiopea



TítuloEAD3212-01. Poética General. Christian Gazmuri. Tarea 2.
AsignaturaPoética General
Del CursoPoética General 2021 S1
CarrerasDiseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
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Alumno(s)Christian Gazmuri

La América que se nos Hereda y nuestro gesto hacia ella

Abstract

El proyecto de título que estoy realizando es sobre el diseño de un objeto "náutico" lúdico, el cual tiene como referencia el movimiento del salto de la Ballena Jorobada, al cual le nombro a su gesto como "Momento de Vacío Envolvente", lo que sería ese momento justo donde interactúan el medio acuático y aéreo, y se genera un vacío entre el gran cuerpo de la Ballena y la superficie marina, generando un envolver a ese espacio. Se piensa en lo lúdico porque este movimiento generado por este cetáceo es un acto lúdico, no tiene otra connotación más que esta, y es por ello que quiero rescatar este modo de aparecer.

¿Qué tiene que ver con América?, precisamente esa dualidad entre los distintos medios, el aguardar el momento, y disponer un gesto único y que quiere ser descubierto podrían dar cuenta de una relación inherente entre el gesto y lo que es ser americano.

La heredad y el tiempo

El juego es según Huizinga uno de los principios fundamentales del hombre, tanto así como la expresión del Homo Faber, este autor hace énfasis en la pregunta de si el ser humano responde al nombre de Homo Ludens, sin embargo, cae también en la cuenta de que el juego es algo innato de cualquier animal, tanto como de un perro, como de una ballena jorobada que sería nuestro caso de estudio. En el siguiente extracto del libro Homo Ludens dice:

Podemos ya señalar un punto muy importante: el juego, en sus formas más sencillas y dentro de la vida animal, es ya algo más que un fenómeno meramente fisiológico o una reacción psíquica condicionada de modo puramente fisiológico. El juego, en cuanto a tal, traspasa los límites de la ocupación puramente biológica o física. Es una función llena de sentido. En el juego «entra en juego» algo que rebasa el instinto inmediato de conservación y que da un sentido a la ocupación vital. Todo juego significa algo. Si designamos al principio activo que compone la esencia del juego «espíritu», habremos dicho demasiado, pero si le llamamos «instinto», demasiado poco. (Huizinga, 2012, p.7)[1].

En esta primera observación podemos decir que lo primero que se nos hereda es el juego, el cual trae a presencia un espacio temporal, que abre la posibilidad de crear estos momentos que envuelven al cuerpo en una situación de presente o no presente. En este sentido Ivelic expresa lo siguiente:

La poesía la remontamos a su origen griego, el de la póiesis, que en el banquete de Platón, en el Symposium, nos dice: “Todo dar-lugar-a que algo (cualquiera que sea) vaya y proceda desde lo no-presente a la presencia, es póiesis”. La póiesis acontece solamente cuando algo llega desde lo velado a lo desvelado. Esto es el desocultar. Los griegos tenían la palabra aletheia. Los romanos la tradujeron por veritas. Nosotros por verdad. (Ivelic, 2005, p.12)[2].

Puedo interpretar para que suceda el desvelo, es necesario que haya un momento anterior el cual permita este desvelar, el cuerpo se prepara para generar este vacío envolvente en el caso de la Ballena. Entonces, ¿Cómo logramos ese mismo gesto en nosotros? ¿Cuál es la complejidad de este acto? ¿Cómo construir estos momentos?


Así irrumpió América y entró en trance Este es su origen - estar en trance

estar en trance no de un antes a un después no de una barbarie a una civilización sino en trance presente
presente sólo está lo que tiene un destino

destino sólo es una fidelidad al origen América tiene destino cuando tiene presente su irrupción y su emergencia. (Varios autores, 1967, p.163)[3].

Talvez es en ese trance cuando se genera el vacío que permite develar la gestualidad, entonces, el ser americano puede que esté envuelto y se le reconozca cuando se ve y observa ese momento presente en trance, es decir, la condición del ser americano es estar en el trance del vacío envolvente, donde lo que estaba velado ha de ser develado y se vuelva a velar. El ser americano se da en el momento presente.

Por otro lado, como se menciona este tiempo presente y el momento anterior a este, también sucede lo que se va a velar, y es en este sentido lo que expresa Boris Ivelic:


En nuestro caso, la poesía del ha-lugar que abre y funda lugares, para vivir con destino y es la poesía épica: aquella de los hechos extraordinarios que glorifican a un pueblo que ha podido fundar y constituir patria. (Ivelic, 2005, p.15)[4].

Generando de tal modo un heredar de lo que hemos construido, y en este sentido, el diseño que estoy planteando desde la observación de la Ballena Jorobada tiene que ver con este modo de heredar y dar presente a lo lúdico como un modo de sentirse americano.

Entrar a América desde sus bordes

En la escuela uno de los grandes eventos que se realizan para descubrir América y poder entrar a ella desde las diferentes aristas posibles, son las travesías que se hacen al finalizar cada año en todos los talleres. Donde se entra por mar o por tierra, dando de este modo un aparecer distinto dependiendo desde donde se le mire. Sucede una semejanza con el libro "Ciudades Invisibles" de Ítalo Calvino, que dice así:

De dos maneras se llega a Despina: en barco o en camello. La ciudad se presenta diferente al que viene de tierra y al que viene del mar.

El camellero que ve despuntar en el horizonte del altiplano los pináculos de los rascacielos, las antenas radar, agitarse las mangas de ventilación blancas y rojas, echar humo las chimeneas, piensa en un barco, sabe que es una ciudad pero la piensa como una nave que lo sacará del desierto, un velero a punto de partir, con el viento que ya hincha las velas todavía sin desatar, o un vapor con su caldera vibrando en la carena de hierro, y piensa en todos los puertos, en las mercancías de ultramar que las grúas descargan en los muelles, en las hosterías donde tripulaciones de distinta bandera se rompen la cabeza a botellazos, en las ventanas iluminadas de la planta baja, cada una con una mujer que se peina. En la neblina de la costa el marinero distingue la forma de una giba de camello, de una silla de montar bordada de flecos brillantes entre dos gibas manchadas que avanzan contoneándose, sabe que es una ciudad pero la piensa como un camello de cuyas albardas cuelgan odres y alforjas de frutas confitadas, vino de dátiles, hojas de tabaco, y ya se ve a la cabeza de una larga caravana que lo lleva del desierto del mar hacia el oasis de agua dulce a la sombra dentada de las palmeras, hacia palacios de espesos muros encalados, de patios embaldosados sobre los cuales bailan descalzas las danzarinas, y mueven los brazos un poco dentro del velo, un poco fuera.

Cada ciudad recibe su forma del desierto al que se opone; y así ven el camellero y el marinero a Despina, ciudad de confín entre dos desiertos. (Calvino, 2012, p.12)[5].

Al leer este extracto del libro, se puede dar cuenta de que América tiene algo de eso con respecto a las travesías realizadas, pudiendo descubrir en ella diferentes modos de ver y reconocer la tierra habitada como no habitada. Trae a presencia la dificultad de entrar al territorio como dice Ivelic (2005, p.23)[6] "las travesías da cuenta de las complejidad de éstas y cómo ellas traen consigo la dificultad de acceso a lugares de la Patagonia, debido a su falta de vías y tráfico." - Además el extracto da cuenta de la complejidad de observación, da relación a ese tiempo presente.

Por ende, se puede pensar el porqué de América como mar interior, y cómo a este se le reconoce o se le da la espalda con respecto a su borde, y para ello es imprescindible entender el espacio como medio. Según Perec (2003, p.23)[7] en el libro Especie de espacios: "El objetivo de este libro no es exactamente el vacío, sino más bien lo que hay alrededor o dentro." - o bien lo que complementa más adelante: "Vivimos en el espacio, en estos espacios, en estas ciudades, en estos campos, en estos pasillos, en estos jardines. Pero no es evidente, no cae por su peso. Es real, evidentemente, y en consecuencia es verosímilmente racional." - Aquí el autor hace referencia a este espacio, y si lo extrapolamos al continente americano, podemos ver como el momento anterior y posterior marcan un hito en la forma de ver y reconocer el espacio al que le denominamos en nuestro caso como América en ese tiempo presente cuando define el lugar, y así también podemos dar cuenta de este hallazgo como dicen en el primer capítulo de Amereida:

¿no fue el hallazgo ajeno

a los descubrimientos

– oh marinos sus pájaras salvajes el mar incierto las gentes desnudas entre sus dioses ! – porque el don para mostrarse

equivoca la esperanza? (Varios autores, 1967, p.3)[8].


Con respecto a mi proyecto, la relación entre este borde interior o exterior tiene mucha implicancia, debido a que el proyecto está pensado hasta el momento como un objeto "náutico", pero realmente, tal vez sea un objeto "náutico" para las arenas, o para la ciudad. Ciertamente, habrá que ver como se va desarrollando, habrá que mirarlo desde las diferentes aristas y encontrar ese borde que permita entrar en esta condición lúdica.

Conclusión

Con todo lo anterior se abre la pregunta de porqué somos americanos, según mi perspectiva como estudiante puedo plantear de que somos esto por el mero hecho de querer seguir explorando y conocer mundo, descubrir y ser descubiertos, o más bien ser hallados para hallar una respuesta a poder entrar o salir de América. Preguntarse desde cuando nos salimos del continente, desde que momento el mar exterior deja de ser mar americano. Evidentemente son preguntas que tienen que ver con el territorio, sin embargo, pareciera ser también algo relacionado a la temporalidad como se menciona en el primer título del ensayo, lo que se hereda y el tiempo marcan un antes y un después con respecto al modo de reconocer América. Para complementar esta idea cito nuevamente a Perec y su libro en el capítulo final llamado "el espacio (continuación y fin), donde dice:

Me gustaría que hubiera lugares estables, inmóviles, intangibles, intocados y casi intocables, inmutables, arraigados; lugares que fueran referencias, puntos de partida, principios ... Tales lugares no existen, y como no existen el espacio se vuelve pregunta, deja de ser evidencia, deja de ser incorporado, deja de estar apropiado. El espacio es una duda: continuamente necesito marcarlo, designarlo; nunca es mío, nunca me es dado, tengo que conquistarlo. Perec (2003, p.139)[9]."

Por tanto, es indispensable conocer el continente desde todas sus aristas para poder tener una visión general de América, es decir, no se puede definir el ser americano solamente por el hecho de nacer en estas tierras, además este territorio es uno de los continentes que vive dos tiempos, entendiéndolo como América del hemisferio norte y la otra del sur, lo que implica un modo de ver al continente en dos estados simultáneamente (debido a que una vive el verano mientras que la otra el invierno), casi como lo que sucede con la ballena al pasar de un medio a otro, dejando ese tiempo presente de vacío envolvente como respuesta a la pregunta del ser americano. Y ya con esto podemos finalizar con la pregunta ¿Podemos asumir realmente que América se nos ha dado regalada o heredada?

Para finalizar me gustaría citar a Austin Kleon, quien dice:

A todos los artistas les hacen la pregunta:

"¿De dónde sacas tus ideas?" La respuesta honesta del artista es:

"Las robo." (Kleon, 2012, p.8)[10].

Referencias

  1. Huizinga, J. (2012, p.7). Homo Ludens. Países Bajos. Editora Perspectiva. Recuperado de: https://books.google.cl/books?id=ZqLHDwAAQBAJ&dq=homo+ludens+de+johan+huizinga&lr=&hl=es&source=gbs_navlinks_s
  2. Ivelic, B. (2005, p.12). Embarcación Amereida y la épica de fundar el Mar Patagónico. Chile. Universidad de Valparaíso. Recuperado de: https://catalogo.pucv.cl/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=315551
  3. Varios Autores (1967, p.163). Amereida. Chile. Cooperativa Lambda. Recuperado de: https://wiki.ead.pucv.cl/Amereida
  4. Ivelic, B. (2005, p.15). Embarcación Amereida y la épica de fundar el Mar Patagónico. Chile. Universidad de Valparaíso. Recuperado de: https://catalogo.pucv.cl/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=315551
  5. Calvino, I. (2012). Ciudades Invisibles. Italia. Siruela. Recuperado de: https://books.google.cl/books?id=b0rFrIFS7xUC&dq=ciudades+invisibles+italo+calvino&lr=&hl=es&source=gbs_navlinks_s
  6. Ivelic, B. (2005, p.23). Embarcación Amereida y la épica de fundar el Mar Patagónico. Chile. Universidad de Valparaíso. Recuperado de: https://catalogo.pucv.cl/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=315551
  7. Perec, G. (2003, p.23). Especie de Espacios. Francia. Montesinos. Recuperado de: https://books.google.cl/books?id=-UT_tGjHn6IC&dq=Especies+de+espacios&hl=es&source=gbs_navlinks_s
  8. Varios Autores (1967, p.3). Amereida. Chile. Cooperativa Lambda. Recuperado de: https://wiki.ead.pucv.cl/Amereida
  9. Perec, G. (2003, p.139). Especie de Espacios. Francia. Montesinos. Recuperado de: https://books.google.cl/books?id=-UT_tGjHn6IC&dq=Especies+de+espacios&hl=es&source=gbs_navlinks_s
  10. Kleon, A. (2012, p.8). Roba como un artista. Estados Unidos. Penguin Random House Grupo Editorial. Recuperado de: https://books.google.cl/books?id=R-S8MgEACAAJ&dq=roba+como+un+artista&hl=es&sa=X&redir_esc=y