EAD3212-01. Poética General. Catalina Velásquez. Tarea 2

De Casiopea




TítuloEAD3212-01. Poética General. Catalina Velásquez. Tarea 2
Del CursoPoética General 2021 S1
CarrerasDiseño
2
Alumno(s)Catalina Velásquez

La comunicación como articuladora de un territorio

Resumen

El proyecto tiene lugar, específicamente en los alrededores de la comuna de Pica, situada a 117km de la ciudad de Iquique en la región de Tarapacá. El lugar se encuentra rodeado de una serie de sitios arqueológicos que dan cuenta de los diferentes grupos étnicos que habitaron el sector, cuya historia y cultura se ve plasmada en la actualidad a través del arte rupestre presente en los caminos que atraviesan las quebradas desde la Cordillera de los Andes hasta la costa del Pacífico. Es importante mencionar que esta zona, correspondiente al complejo Pica-Tarapacá, que abarca desde Camiña por el norte hasta el Río loa por el sur. Esta zona posee características geográficas particulares, todo el sector de la pampa del tamarugal, está conformado por una gran cuenca endorreica constituida a su vez por subcuencas endorreicas, que a su vez están dadas por varias quebradas.

El conjunto de estas características nos ayudará a entender de que forma habitaron y se desarrollaron las culturas precolombinas del norte, de esa manera podremos intentar analizar y explicar las relaciones interculturales que mantenían entre si y que se dieron gracias a una forma de comunicación común y su relación con su entorno.


Introducción

Arte rupestre: La necesidad de comunicarse en un territorio inhóspito

La necesidad de comunicarse es inherente en todos los seres humanos y va de la mano con la evolución. La comunicación es una necesidad básica social, es por esto que ha estado presente desde los inicios de los tiempos hasta el día de hoy, y se refiere a cualquier tipo de intercambio de información en donde exista un emisor y un receptor a través de un lenguaje que puede ser verbal o no.

La primera forma de comunicación es el lenguaje y apareció con los primeros humanos primitivos, el homo sapiens. Más tarde nació la necesidad de hacer que estos mensajes quedaran grabados a través del tiempo y pudieran ser transmitidos, dando origen a la escritura, pero no como la conocemos hoy en día. Las primeras manifestaciones escritas datan de 30.000 años a.C. y corresponden a pictogramas, pertenecientes al arte rupestre, se presentan en forma de símbolos que presentaban la realidad en forma de dibujos y se realizaban sobre superficies rocosas. Cerca del 10.000 a.C. nace una nueva forma de arte rupestre, que corresponde a los petroglifos, los que corresponden a tallados en la piedra.

Así vemos que una de las primeras formas de comunicación se dio a través de lo que hoy conocemos como arte rupestre. El arte rupestre corresponde a todas las manifestaciones humanas que han sido grabadas o pintadas sobre superficies rocosas y dan cuenta de la capacidad del ser humano primitivo de abstraer y representar el mundo que lo rodeaba. Se divide en 3 categorías que tienen que ver con la técnica con la que fueron hechas, los pictogramas o pictografías, los petroglifos y los geoglifos. Estos últimos se encuentran presentes en gran cantidad en el norte de Chile y corresponden a dibujos trazados en planchones rocosos, que se obtenían por medio de la extracción de material de su soporte. Existían 3 técnicas básicas: acumulación de pequeñas piedras mas claras u oscuras que el material del soporte, despeje de piedras o una combinación de ambos. Se trata según el antropólogo Gonzalo Pimentel,

“De un tipo de arte rupestre vinculado a las antiguas rutas caravaneras que los viajeros dejaban como impronta de su paso y su identidad”. (Pimentel, G. 2014)[1]


Desarrollo

Contexto histórico-cultural

La historia del norte grande de chile se vio constituida por un sincretismo cultural, que hoy en día se conoce como Historia Andina. Durante miles de años, distintos grupos étnicos andinos mantuvieron contacto con grupos culturales mas pequeños de pescadores y recolectores que se asentaron en el borde costero, denominados changos; atravesando el desierto atacameño con la finalidad de encontrarse y realizar intercambios. Más adelante, con la expansión del Imperio Inca, estos pueblos se vieron sometidos y se volvieron parte del territorio que en ese entonces constituiría al Tawantinsuyo y las rutas que recorrían pasaron a formar parte del camino del Inca.

La interacción de estos grupos en la antigüedad tuvo un gran valor histórico y cumplió un rol importante en la forma en que se habita el altiplano, desde la costa del Pacífico, atravesando el árido desierto de atacama hasta la cordillera de los andes. Es así como nacieron las rutas caravaneras. Las rutas caravaneras eran caminos que cruzan el desierto a través de valles y quebradas que marcaban lugares de aguadas, oasis, y salares, a través del arte rupestre.

Para realizar estos vastos trayectos una y otra vez, tuvieron que idear una manera para poder comunicarse entre ellos en las largas distancias que recorrían en sus travesías, es aquí donde aparecen lo geoglifos, según Gonzalo Pimentel

“Las figuras son obra y gracia del mundo andino precolombino, de los ancestros locales que, en su afán de domesticar el desierto, de dotarlo de contenido y cultura, nos pintaron las laderas de los cerros con enormes figuras como si quisieran competir con el infinito desierto” y “Fue hecho por el mundo andino para el mundo andino” (Pimentel, G. 2014)[2]

Esta forma particular de comunicación se volvió parte de una identidad colectiva que compartían los pueblos indígenas andinos y costeños, y es en parte, de esta forma, en la que pudieron unificar socialmente un territorio tan grande en un territorio tan hostil.

Desde la perspectiva del caravanero alto-andino, del pasado y presente, se trata de espacios extensos y abiertos, de alta visibilidad. La elección de determinados cerros y colinas a lo largo de la transecta, con el objeto de transferir allí la representación de iconos insertos en la ritualidad caravanera, implicó sacralizar el paisaje en donde los geoglifos marcaban el carácter de cerro sagrado, de aquel espacio que, constituyendo un pasaje de tránsito obligado, era a su vez un pasaje que se marcaba ceremonialmente. (Briones. L, Núñez. L, G. Staden. 2005) [3]

El origen del ser americano

La historia del continente americano esta dada mucho antes de su descubrimiento, por sus primeros pobladores hace mas de 10 mil años. Es por esto que los que somos americanos y los que fueron americanos pertenecen y deben su cultura también a las culturas antiguas prehispánicas. Primeramente es importante aclarar que ser americano, según el presente ensayo es un nombre que se le dio a lo habitantes de américa y que les corresponde a quienes habitaron dicho territorio luego de ser nombrado de esa forma por los “descubridores”. Sin embargo América fue descubierta muchos años antes por sus nativos, estaba siendo aun descubierta cuando fue invadida, es por esto que el ser americano, en mi opinión esta dado por 2 momentos en el tiempo. El primero corresponde a la parte cultural que hemos heredado de los antiguos (prehispánicos), y el segundo lo hemos heredado de los llamados americanos (posthispánicos). En este caso nos interesa analizar más a profundidad ¿Qué de las culturas prehispánicas nos hace ser americanos?¿Qué es lo que nos han heredado?¿En que aspecto de su vida se manifiesta su obrar al día de hoy?

Relación con el ser americano

En la necesidad se expresa la cualidad

Según el pensamiento de nuestra escuela

“La condición humana es poética, y por ella el hombre vive libremente en la vigilia de hacer un mundo” (Exposición Escuela, 1972)(Cruz, F. 2003)[4]

En ese sentido, se considera al ser humano como un ente cuya cualidad poética le permite tener la capacidad de ver y observar el mundo una y otra vez de maneras distintas, como dice Fabio Cruz, “...como por primera vez” (Cruz, F. 2003).[5]. De esta forma se nos abre a la posibilidad de crear y re crear mundos, el mundo que tenemos a nuestro alrededor.

“El hombre está irremediablemente llamado y obligado a hacer y rehacer el mundo. Vale decir a re-inventarlo una y otra vez…”(Cruz, F. 1993)

Esta capacidad se puede ver plasmada en lo que llamamos obra. De acuerdo esto, cabe preguntarnos ¿Cuál es esa obra?¿Qué de esa obra le pertenece al ser americano?

Como sabemos, los europeos habitaron América desde sus bordes exteriores, vinieron desde el mar, al contrario de los nativos de américa, que habitaron el continente desde su interior; esto les permitió tener un profundo conocimiento del territorio. Pero ¿Qué relación tiene la forma de habitar el territorio con la comunicación? Es que la primera está dada por la segunda. La necesidad de inventar una forma de comunicarse de acuerdo al territorio, propone voluntaria o involuntariamente, una forma de habitar el territorio. En el caso de este ensayo, evaluamos el habitar del territorio en el norte de Chile, específicamente la pampa del tamarugal en el desierto de Atacama; es por esto que la relación mas directa radica en la necesidad de habitar en la inhospidad de su geografía interior hasta sus bordes y lo que abre a la posibilidad de hacer presente la observación. La necesidad es, en este caso la base de la relación que existe entre comunicación- territorio- ser americano. La solución que dieron los antiguos pueblos ante la inminente búsqueda por comunicarse en un territorio tan hostil para el desarrollo de sus civilizaciones, sólo se pudo llevar a cabo gracias a la cualidad del ser humano de observar. Y esta cualidad les pertenece tanto a los seres humanos prehispánicos como a los nuevos llamados americanos. ¿Será que de alguna forma, dicho pueblos nos heredaron esta cualidad? ¿O será que la forma en la que plasmamos lo que observamos esta dada por la cualidad heredada del sincretismo cultural que nació del encuentro de ambos mundos?

¿no heredamos

esta capacidad de desconocido

o mar

que nos ahueca para la admiración

y el reconocimiento? (Amereida, 1967)[6]

Podemos decir que el ser americano es el resultado del encuentro y sincretismo de 2 culturas que se encontraron en cualidad. En lo inhóspito de un territorio que les dió lugar, o más bien en el que se hicieron lugar, y donde, gracias a su capacidad de observación y en consecuencia, de obrar, se construyó una forma de habitar dicho territorio y volverlo propio. Ahí radica la cualidad, desde mi punto de vista, del ser americano, cualidad que hemos heredado de estas civilizaciones antiguas, más allá de su naturaleza,se refiere la capacidad de desconocido, de ver varias veces sin terminar de aprender y saber, siendo capaces de volver el desconocido, lo que nos es presentado o hallado, propio. Cuenta de esto se hayan hasta hoy en día en los cerros y quebradas de Tarapaca, lo tangible en el territorio, su lenguaje, sus dibujos y tallados que se encuentran insertos en el territorio, plasmados, en la piedra, en las laderas de los cerros, en las quebradas y los valles, sus rutas caravaneras.


Conclusión

En conclusión, podemos decir, que para responder a la pregunta sobre el ser americano en nuestro proyecto, comenzamos analizando la obra más visible de las culturas que habitaron desde la costa a las quebradas de la región de Tarapacá, el arte rupestre, que responde a una de las necesidades básicas más importante del ser humano, la capacidad comunicarse y traspasar ideas. Luego nos dimos cuenta de que esta solución, que hallaron dichas culturas, era más bien una proposición, que tiene que ver con la forma en la que se habita un territorio con las características hostiles, como las que posee el desierto de Atacama. Para finalmente darnos cuenta, de que todo el proceso que llevaron a cabo las culturas prehispánicas altiplánicas, fue posible netamente, gracias a la capacidad de observar.

Las personas antiguas supieron observar y leer el territorio en que se encontraban y a partir de esta observación tuvieron la capacidad de habitarlo a su favor a través de los años. Esta capacidad, que les pertenece a todos los seres humanos, nos permite interpretar el territorio, algo que se da por medio de dos factores, la observación y la experiencia, estar presente. Saber estar, nos da la posibilidad de interpretar el mundo múltiples veces de manera distinta, una y otra vez, desde otra perspectiva, otro ángulo, ya que, el mundo es cambiante, y con él, nosotros también. Todo lo anterior, les permitió volver propia su habitabilidad, por medio de rutas y la proposición de un lenguaje en común. Siempre habrá algo que no vimos o que por factores externos percibimos en un momento de una forma específica, y luego de otra esto nos lleva a proponer distintas formas de plasmar lo percibido, de hacer obra. En este sentido, hacer o dejar una obra para las generaciones venideras, es la mayor prueba de la capacidad del ser humano de plasmar lo que percibe en algo que le es propio. Y es esta capacidad de volver propio lo encontrado, la que nos hace ser y sentir cómo americanos.

Bibliografía

https://www.caracteristicas.co/historia-de-la-comunicacion-humana/

https://www.sutori.com/story/historia-de-la-comunicacion--zUQbzHVKzA6Ro6kLLDVXi1R6

https://www.abc.es/cultura/20141226/abci-misterio-desierto-atacama-201412261712.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com

Introducción al arte rupestre, Diego Martínez Celis y Álvaro Botiva Contreras. Adaptación del texto y gráficas originales del Manual de arte rupestre de Cundinamarca.

BRIONES, Luis; NUNEZ, Lautaro y STANDEN, Vivien G. GEOGLIFOS Y TRÁFICO PREHISPÁNICO DE CARAVANAS DE LLAMAS EN EL DESIERTO DE ATACAMA (NORTE DE CHILE). Chungará (Arica) [online]. 2005, vol.37, n.2 [citado 2021-05-28], pp.195-223. Disponible en: <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73562005000200007&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0717 7356. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-73562005000200007

El arte rupestre en Chile, Museo Chileno de Arte Precolombino. Bandera 361, Santiago.

Referencias

  1. Piminetel,G. Para ABC cultura España 27.12.2014. Disponible en: https://www.abc.es/cultura/20141226/abci-misterio-desierto-atacama-201412261712.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com
  2. Piminetel,G. Para ABC cultura España 27.12.2014. Disponible en: https://www.abc.es/cultura/20141226/abci-misterio-desierto-atacama-201412261712.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com
  3. BRIONES, Luis; NUNEZ, Lautaro y STANDEN, Vivien G. GEOGLIFOS Y TRÁFICO PREHISPÁNICO DE CARAVANAS DE LLAMAS EN EL DESIERTO DE ATACAMA (NORTE DE CHILE). Chungará (Arica) [online]. 2005, vol.37, n.2 [citado 2021-05-28], pp.195-223. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73562005000200007&lng=es&nrm=iso. ISSN 0717 7356. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-73562005000200007.
  4. Sobre la Observación.Sobre la Observación
  5. Sobre la Observación.Sobre la Observación
  6. Amereida.Amereida