De la vivienda obrera a la vivienda social en Chile -Camila Silva V

De Casiopea



TítuloEnsayo 3-2ºS 2021
AsignaturaPresentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad
Del CursoPresentación de las Vanguardias a la Contemporaneidad 2021 - Andrés Garcés
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Alumno(s)Camila Silva Vergara

Introducción

En los capítulos previamente estudiados se analizan algunas tipologías de vivienda obrera correspondientes a la época industrial (1760-1840) tanto en Europa como en América, en este periodo se origina el concepto de ciudad-industria y la vivienda obrera tras la caída del modelo feudal anterior. Estas viviendas se caracterizaron por la precariedad de las construcciones, el hacinamiento, la falta de higiene y la alta densidad de los conjuntos. El caso estudiado en Chile corresponde al Conjunto Población Obrera de la Unión en Valparaíso, vivienda adquirida y trasformada en 1898 por Juana Ross. Más adelante, se analizaron tipologías de viviendas obreras alemanas en el periodo de las vanguardias: un caso perteneciente a cada director de la Bauhaus. Estas tipologías avanzaron hacia una regularización de la vivienda en términos de ventilación, iluminación, higiene y cantidad de metros cuadrados por unidad de vivienda. Aquí aparecen modelos como el de la ciudad-jardín que pretende una dignificación de la vivienda y disminución de la brecha entre burgueses y obreros con medidas como la planificación de jardines, huertas y parques en los conjuntos habitacionales obreros.

En este sentido, este capítulo pretende reconocer los nuevos énfasis para la mejora, dignificación y acceso a la vivienda social chilena, presentando por medio de casos de estudio el contexto histórico y un breve análisis de la vivienda. Desde aquí surgen preguntas a responder como: ¿qué elementos de dignificación estudiados en los casos anteriores fueron mantenidos en la vivienda social chilena? ¿Cuál es su nuevo enfoque? ¿Cuáles son los nuevos elementos que va requiriendo la sociedad en su habitar? ¿Cuál es la relación de la vivienda con su entorno o espacios verdes?


CONJUNTO LA CONCEPCIÓN, VIÑA DEL MAR

Planta esquemática del conjunto
Ingreso desde calle Del Manzano. El cuerpo y la vista son contenidos en el interior del pasaje, lo público se vuelve íntimo al atravesar el conjunto.

Conjunto de 22 blocks de cuatro pisos ubicados en Miraflores Alto, Viña del Mar. Fueron construidos en 1978 con KDP, un sistema constructivo de fabricación en serie aportado por el gobierno ruso después del terremoto de 1971. Consistían en grandes paneles de hormigón que integraban todas las instalaciones como cañerías y canalización eléctrica, además de los anclajes para su ensamble en terreno.

La instalación de la fábrica fue en El Belloto, en la V región durante el gobierno de la Unidad Popular, iniciando la producción de paneles a principios de 1973. Sin embargo, en septiembre de ese año, tras el Golpe Militar la fábrica fue tomada y nombrada VEP: Vivienda Económica Prefabricada.

El conjunto consta de 8 bloques mayores que contienen 32 unidades habitacionales cada uno (4 caja escala) y 14 bloques menores de 16 unidades habitacionales (2 caja escala); ordenados de forma radial y situados en un amplio terreno dividido por la calle pública del Manzano, la proporción de lo edificado con los espacios vacíos deja holguras entre bloques que actualmente son suelo de tierra o estacionamiento. La unidades habitacionales son aproximadamente de 80 m2 constituidas por un estar y comedor, 3 dormitorios con closet (15, 9, 7 m2), cocina, baño, logia del largo del baño y balcones. A partir de esto se observan rasgos previamente observados en los casos del periodo de las vanguardias: Consideración de equipamiento e infraestructura para las viviendas como las plazas y espacios verdes, los cuales señalan una importancia en el esparcimiento e incluso un lugar y valor a la vida familiar y a los niños, por otro lado, se avanza hacia una holgura entre bloques que le otorga una dimensión urbana al conjunto, además de entregar, por medio de la separación en bloques, una intimidad mayor a un grupo de personas.






CONDOMINIO ERNESTO PINTO LAGARRIGUE, VIÑA DEL MAR

Planta esquemática del conjunto. En rojo la conexión por pasarelas.
En la esquina de la manzana el conjunto surge como un horizonte escalonado por la perspectiva del orden paralelo y su desfase.

Conjunto de 4 bloques de 4 pisos con hasta 32 departamentos cada uno, ubicados en Miraflores Alto, próximo y al este del caso anteriormente nombrado, también construido en 1978. Hacia el este se encuentra la Villa Buzo Sobenes, conjunto de tres blocks de similares características y ordenados de forma paralela entre ellos.

El Condominio ordena los tres últimos volúmenes paralelos y desfasados de modo que sus extremos se alinean y son conectados por pasarelas, estos block son los de mayor exposición a la Av. Eduardo Frei, sin embargo se distancian a partir de su orientación relativamente diagonal a la fachada dejando un margen de holgura en el que se encuentran plazas con forma triangular. El primer volumen se encuentra perpendicular al resto alineándose con el extremo segundo block (de los tres paralelos entre ellos) para contactarse también con plataformas.

Las viviendas tienen accesos exteriores y comunes, por lo que a diferencia del primer caso, la actividad en el conjunto es mucho más visible. Los accesos verticales se sitúan en los extremos de los bloques y están conectados por pasarelas a lo largo del bloque y entre bloques, lo que permite cruzar de uno a otro en un mismo nivel. De esta manera, la vida en comunidad se plantea más allá de los espacios comunes tradicionales como las plazas y espacios verdes, se le otorga un valor a partir de los accesos que son punto de encuentro y permanencia producto de su ancho, incluso permite la instalación de pequeños jardines frente a la entrada de los departamentos.








VILLA SAN LUIS, SANTIAGO

Encuentro demorado con lo barrial. Se observan las instancias que atravesar para salir a lo barrial.
Desde el asomo (el traspaso de los límites de la vivienda) se sale y habita lo común. El asomo como la distancia mínima. La extensión íntima que reúne.(Villa San Luis)
La sucesión de fachadas en su horizontalidad, resguardan el interior de la manzana ante la altura (verticalidad) de los edificios del entorno. Contraposición.

El programa originalmente construido corresponde a 27 edificios de cuatro o cinco pisos habitacionales (1038 departamentos) y áreas verdes comunes, localizado en Las Condes comuna de Santiago. El proyecto cuenta con la participación de varios arquitectos y queda a cargo de Miguel Lawner, fue construido entre 1971 y 1972 por la CORMU durante el gobierno de Salvador Allende como un proyecto a nivel urbanístico que pretendía acabar con la segregación social urbana.

Las viviendas entregadas tenían una superficie de 60 a 80 m2 y se posicionaban en el ancho de la edificación, las viviendas del primer nivel conectan ambas fachadas por medio de su acceso privado (externo) y su acceso común (interno y vertical), de esta manera, los accesos comunes al interior del edificio construyen momentos y puntos de encuentro, existe un interior compartido por lo que el encuentro con lo barrial es demorado: primero surge un encuentro con los vecinos del block, los vecinos de la manzana (con quienes se comparten las áreas verdes) y finalmente, el encuentro con lo barrial.



CONCLUSIONES

La vivienda obrera en chile surge en primera instancia en forma de los denominados “ranchos” o carpas, luego aparecen los conventillos definidos por primera vez en el Reglamento de Conventillos de 1899 como “propiedades destinadas a arrendamiento por piezas o secciones a la gente proletaria”. Posteriormente, durante el periodo de la cuestión social, los primeros indicios de la vivienda social en Chile nacen a partir de las demandas proletarias en la Ley de Habitaciones Obreras del año 1906 que señala el inicio de las labores directas del sector público en las políticas habitacionales. Más adelante, las regulaciones de las viviendas sociales se reactivan durante los años sesenta; época previa al contexto de los casos de estudio presentados.

Los casos señalan una búsqueda de la igualdad social como continuidad del modelo de ciudad-jardín de las vanguardias europeas, entregándole un valor al habitar más allá del interior y dándole un lugar a la vida en comunidad, por medio de áreas verdes y equipamiento, se comienzan a articular espacios entre blocks dotando al conjunto de holguras inexistentes en los casos de la época industrial. El espacio se descomprime y comienzan a aparecer nuevas interacciones. En el caso del Conjunto la Concepción se observa la aparición de jardines abiertos en torno al edificio o en espacios acotados. En el segundo caso, los encuentros de la comunidad son aún más evidentes producto de la exposición de sus accesos, las plataformas se usan como jardines y miradores de un tamaño que permite la permanencia de grupos de vecinos. Así, se observa tanto una dignificación como diversificación de la vida obrera en el desarrollo tanto del interior de las viviendas con la aparición de nuevos programas (el baño como un recinto independiente y separado de la cocina) y la definición de metros cuadrados por unidad, como hacia el exterior con la consideración de espacios verdes, de esparcimiento y deporte. Por otro lado, el valor de la comunidad también observable tanto en el espacio como en el ámbito legal de la vivienda social, ya que las organizaciones sociales, creación de comités (como en el caso de la Villa Buzo Sobenes y su comité del mismo nombre aún vigente el cual participa de gestiones para la mantención del edificio) y cooperativas fueron fundamentales para la planificación y puesta en marcha de muchos proyectos habitacionales. En este sentido la proyección de los requerimientos de la vivienda social se dirigen hacia una dimensión urbana, en relación con la cercanía de los servicios y equipamiento, su relación con áreas verdes y su conexión con la ciudad en términos de transporte y disminución de la marginación de los nuevos conjuntos habitacionales.