Dar Cuenta del Darse Cuenta

De Casiopea
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TítuloDar Cuenta del Darse Cuenta
Año1985
AutorAlberto Cruz
Tipo de PublicaciónCapítulo de Libro
EditorialEscuela de Arquitectura UCV
EdiciónDiez Separatas del Libro no Escrito
ColecciónOficio
CiudadValparaíso
Palabras Claveconstel
Código
743.8368 HON
PDFArchivo:OFI 1985 Darse Cuenta.pdf

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1. La travesía ha desatado al hecho que se conciba al mismo tiempo:

  • Una visión arquitectónica de Buenos Aires. Ella puede ser fundada de ahora en adelante.
  • Una concreta suerte de edificación, sin firmeza física. En un camping en Buenos Aires.
  • Un Taller universitario que sepa recibir el “corpus” de la visión de Buenos Aires y el "corpus" de la realización en el camping.
  • Atender a la relación con el Diseño Gráfico, el cual encara entre otras cosas, recoger los tres puntos anteriores.

2. Ahora bien, la experiencia de la Travesía misma se ha presentado no como algo único. Como un solo viaje. Sino, al contrario, como múltiple. Tal cosa toca un nervio primero de la arquitectura; la multiplicidad.

3. Este desglosamiento, cabe admitirlo, es algo del todo factible. Pues la actual orientación que rige al modo general de pensar bien posee un real poder para aislar con aislamientos certeros y fecundos. Los que vengan, así a hablarnos al unísono de lo que dice su aislamiento y del fluir total. Es que lo aislado viene a ser igual al fluir.
Vale decir: el todo es igual a la parte. Si tal relación se da en el infinito, entonces, esa potencia de aislar algo para hacerlo fecundo, obra en virtud de un tal infinito.

4. Pero todo este nuevo modo que se viene señalando y que comprende viajes, actos, obras, labor de enseñanza… y que no quiere aún dejarse fijar, a fin de permanecer en el modo o reino de lo oral, se constituye como una masa. Vale decir, en nombre de la fundación, de fundar, que es recibir la palabra poética. Comprendemos que ha de padecer un momento masa. No, por cierto, como purificación, sino como construcción.

5. Ahora bien, el presente escrito que da cuenta de lo que desata la Travesía, se inscribe en dicho desatarse. No queda excluida de él. Pero el distingo entre la argumentación de Kandinsky y la nuestra se da en la relación con lo excéntrico que desata la poesía en los oficios. Y de un modo tan especial en la arquitectura. Es a partir de la construcción de lo excéntrico que se da la argumentación nuestra.