Cuaderno de lectura 2, "Hay que ser absolutamente moderno"
Título | Encargo 4 Hacer Visible |
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Asignatura | Taller del Hacer Visible |
Del Curso | Taller del Hacer Visible 2020 |
Carreras | Diseño, Diseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property. |
Nº | 4 |
Alumno(s) | Daniela Cabezas |
Hay que ser Absolutamente Moderno
«Tenir le pas gagné; Il faut être absolument moderne»./«Mantener el paso ganado. Hay que ser absolutamente moderno».
¿Qué quiere decir moderno? ¿Qué quiere decir absolutamente?
Decir «moderno» implica algo que no lo es y algo que lo inaugura. Vamos a tratar de indicarlo anotando la vuelta de llave que al mismo tiempo cierra y abre un campo. Un campo distinto al que estaba vigente. Distinto no supone necesariamente contradictorio. Pero se trata de un campo tal que concierne a la actividad humana. Por diversas vías podría llegarse a mostrar el giro que abre la modernidad. Escogemos uno, el que nos es más familiar -el camino de la palabra poética- y en él va implícita la noción de «poiesis-techne» en su acepción mayor: la de todo trabajo «creativo». Trataremos de mostrar el paso de la armonía como objetivo a lo desconocido como horizonte.
- Encontrar una respuesta para el significado de "Lo absolutamente moderno" conlleva a muchas reflexiones y sin fin de definiciones,desde algo que nace de la creatividad y nunca antes fué visto, creado para que funcione como un nuevo ser armónico, pero dependiente de lo temporal ya que lo moderno es lo que se muestra en el presente y el presente desaparece en un segundo.
Conviene acercarnos a lo que se entiende por palabra y más específicamente por palabra poética. En vez de preguntamos por el ser de la palabra con la esperanza siempre fallida de encontrar una definición vamos a preguntarnos de suerte que la función de la palabra se haga presente.
Digamos: ¿para qué existe la palabra? Se suele responder que para comunicar algo. Comunicar supone un emisor y un receptor de quien se presume que entiende el mensaje transmitido. La palabra como comunicación es el postulado de toda lingüística. Se puede comunicar algo que el emisor y el receptor conocen por anticipado. Se puede comunicar algo que el receptor no conoce por anticipado, pero que a partir de algo conocido y por vía deductiva, también conocida, alcanza a comprender. De hecho, la palabra puede referirse a sí misma instituyendo un meta-lenguaje. Pero la palabra poética no es un metalenguaje. Es el decir que se maravilla de su decir. Es decir, es la palabra por la palabra misma. Por cierto que toda palabra sin excepción trae consigo un orden, una emisión o escritura, y una significación. Pero la palabra poética es la que con todo ello y más nos revela la posibilidad misma de decir. En este sentido la palabra poética se las ha de haber con el ser propio del lenguaje.
- Para encontrar el sentido de la palabra poética se debe considerar comprende que el mundo de la palabra poética es una forma de lenguaje que expresa arte en un universo propio, sin descripciones.
La armonía: ¿Cuál es la relación de palabra y armonía?
Relato acerca del origen de la palabra en su función primordial: «Zeus termina la construcción de un mundo. Todos los dioses están presentes. Sobreviene un admirable silencio, estupor ante la belleza de lo construido. Entonces Zeus pregunta a los dioses si falta algo para que la construcción sea perfecta. Los dioses convienen que algo falta. ¿Qué? Falta la palabra, pues sólo la palabra elogia. Y entonces Zeus crea las Musas».
- Las musas concedían inspiración artística.
En el relato la palabra es originaria de las Musas –se trata pues de todas las artes. En seguida su función primordial es el elogio. El elogio es de suyo el reconocimiento. En el fondo la vía o método del conocimiento es el elogio que nace de la admiración. Esta es una con-sonancia, del mundo que se abre en palabra. La consonancia manifiesta consigo la armonía mundana. De hecho, la palabra consonante al consonar desvela la armonía, la elogia, la reconoce y al mismo tiempo se indica a sí misma como función desvelante. Así, la palabra poética es la consonancia de la armonía esencial.
Las Musas dan la palabra a Hesíodo a fin de que los hombres sin cara, informes aún, se eleven hasta sus propios rostros. Para ello ¿qué palabra le dan? La palabra poética, la palabra que elogia, la de himno, la que canta. Es una tal que puede decir verdad o falsedad. Es decir, anterior a ambas, anterior al juicio, aún no verdad ni falsía. Antes que nada es una palabra tal que revela, consigo, su propia posibilidad de ser palabra. A ésta los griegos la llamaron «mito».
- Zeus crea las musas para sentir elogio y aprobación por otra parte, fueron llamadas para inspirar variadas expresiones de arte, los poetas invocan a las musas para que fueran las encargadas de relatarles sucesos
Boissacq señala que «mito» viene de la raíz «miein» que implica «misterión» - «mistikos», del verbo «miein» que quiere decir: abrir y cerrar los ojos –ver parpadeando en un ritmo recurrente. La palabra que ve parpadeando es «mito». Conviene subrayar que la palabra o «mito» no lo es porque narra, porque significa sino porque primariamente dice esa mirada parpadeante o ritmo, Hjalmar Frisk en su diccionario etimológico de 1960 concuerda con Boissacq. La poesía occidental se atiene a esa palabra que llamamos poética.
Para comprender qué significa «armonía» y constatar la persistencia de la noción leeremos a un gran arquitecto del renacimiento italiano: Leon Battista Alberti. Dice Alberti en De re Ædificatoria: «Definiremos la belleza como armonía, la armonía de todas las partes entre sí… de tal modo que no se pueda aumentar, disminuir o cambiar sino para peor... Es el resultado de este gran valor y casi divino para obtener el cual, es necesario empeñar todo el ingenio y toda la habilidad técnica de la que uno está provisto». ¿Pero, qué quiere decir «armonía de las partes entre sí»? «Es una cualidad resultante de la conexión y unión de los elementos y en ella resplandece toda la forma de la belleza y que nosotros llamamos conccinnitas»
- La armonía viene desde elogiar para ganar reconocimiento y admiración. No hay una definición real del concepto de "belleza", para encontrar la armonía se debe observar todas las partes de lo que se crea encontrando un punto en el que no se puede definir un aumento o disminución en el.
«Es deber y tarea de la «conccinnitas» ordenar según leyes precisas las partes que por su propia naturaleza serían distintas entre sí, de modo que su aspecto presente una recíproca concordancia». Dice Alberti que la «conccinnitas» se nutre de la gracia y decoro –decoro en latín, esplendor. Pero ¿por qué es posible la «conccinnitas»? ¿De dónde procede? Alberti anota «en cualquier cosa que percibamos por vía auditiva, visual o de otro género enseguida advertimos lo que corresponde a la «conccinnitas». Por instinto natural aspiramos a lo mejor, a lo óptimo y con voluptuosidad adherimos. La «conccinnitas» se manifiesta en el organismo entero… Abraza la vida entera del hombre y sus leyes, preside toda la naturaleza» «compañera del ánimo y la razón».Acoger la palabra poética (oral o escrita, arquitectónica, escultórica, pictórica o musical) es consonar con la armonía cósmica que manifiesta la obra.