Carolina Jegundo - Encargo 01
Schoenstatt
El terreno de intervención, localizado en Los Pinos, Reñaca está inserido en el centro social de formación del Movimiento Apostólico de Shoenstatt. Este movimiento católico tuve su origen en Vallendar, Alemania. Fundado en 1914 en el pueblo de mismo nombre por el Padre José Kentenich, é determinado por la construcción del “Santuario original”, una pequeña capilla dedicada a la Santísima Virgen.
Su mensaje se transmite por 3 ideas, las gracias:
El Cobijamiento - La propia atmósfera evoca al visitante el refugio del templo, como un lugar para sentirse bien
La Transformación – Un lugar que posibilite reflexión y que estimule otras formas de pensar, como se de un crecimiento personal
Envío Apostólico – Estimular el encuentro con el otro, compartiendo ideas.
Hoy día el Movimiento de Schoenstatt tiene bastante presencia a nivel mundial, con nemerosos centros que incluyen siempre una copia fiel del Santuario original de Vallendar, incluso el centro ubicado en el bosque de Los Pinos.
Ubicación
Este local está inserido en un conjunto de la parte suburbana de Viña del Mar, zona norte de Reñaca. Es una zona de carácter mayoritariamente residencial y de creciente desarrollo, con pocas vías de comunicación fijadas. Aun es una zona bastante indefinida, con una presencia muy fuerte del natural, de vacíos no urbanizados. Esta característica refuerza la idea del espacio de intervención como algo alejado, más íntimo, sin construcciones mayores en su entorno y sin grandes accesos montados que conecten a la parte Oeste más construida - la avenida principal, el Camino del Alto.
Observaciones
Mirando desde la entrada en el Santuário de Schoenstatt, la zona urbanizada se encuentra para allá del natural, del vacío que separa el local de la avenida principal. Nos encontramos en una realidad distinta, lejos de la ciudad, de sus movimientos, ritmos y ruidos.
Desde la entrada en la Comunidad de Schoenstatt, se extiende el Sendero Joel, un eje principal que agrega todo el conjunto hasta llegar a su remate final en el punto más alto_ La Ermita. Este camino, estableciendo una relación continua con los diferentes espacios que lo componen, permite crear una idea general, aún incierta, del terreno. De su topografía, de la jerarquía entre los varios espacios, de sus ambientes y ocupaciones. Partiendo desde el sendero de la familia,en un lugar más adentro en el bosque, más bajo y intimo, se encuentra el local de intervención.
La vía de entrada al lugar está indicada por la luz, indicada por un rastro luminoso que sigue hasta el interior. Mirada hacia abajo, orientada por esas pistas que se forman por los contrastes intensos, se prevé por entre la penumbra de los arboles un espacio central más iluminado. Un vació interior de encuentro donde coinciden los senderos.
Se sienten 2 planos más intensos y claramente marcados: la base, el suelo; y el topo limitado por la follaje, la corona de las arboles. No hay una percepción directa del cielo más lejano. Así como no hay lectura inmediata de los limites del campo. No existe un plano vertical continuo. Solamente los troncos de las arboles filtran el paisaje, creando la ilusión de un contexto más amplio y un horizonte más extenso.
El balance del suelo sugiere un interior que a pesar de ser más retraído presenta un ambiente más luminoso, para donde se viran las pequeñas colinas y que forman como un anfiteatro natural, diseñado por el movimiento de la tierra.
Rincón de Los Pastores del Paine Este pequeño espacio se asume como un momento distinto. El limite se da solo por elementos naturales e discretos apuntes montados/ construidos. Frente a la luz, la pendiente que enfrenta, las arboles que lo rodean, los troncos y las rocas, la gravilla que distingue este suelo del restante terreno, anuncian el momento.
La altura de las arboles, el espesor y la distancia al topo convierten las entradas verticales de la luz más intensas.
Actúan como una cubierta natural que deja secciones abiertas y que iluminan el espacio transformado en un interior más controlado.