Carla Béjares. Epistemología 2024. Registro carpeta

De Casiopea



TítuloCarla Béjares. Epistemología 2024. Registro carpeta
AsignaturaPresentación: Epistemología en Arquitectura y Diseño
Del CursoPresentación: Epistemología en Arquitectura y Diseño 2024
CarrerasDiseño
1
Alumno(s)Carla Bejares

Registro de Bitácora

Clase 1

Lunes 5 de Agosto 2024

Apuntes

Reflexión

Algunas Diferencias con respecto a la clase

Si bien se sugiere que la experiencia es intransmisible y que la sabiduría no se relaciona con la experiencia, se podría argumentar que la sabiduría es, en gran parte, el resultado de la reflexión sobre la experiencia. Aunque la experiencia es individual, la sabiduría surge cuando una persona es capaz de extraer lecciones universales de su experiencia y compartirlas con otros. La sabiduría no es solo conocimiento abstracto, sino tambien es conocimiento, y la experiencia es una fuente de ese conocimiento.

La verdad es relativa y que lo que se consideraba verdad hace 1500 años (Dios) ha cambiado. Sin embargo, se podría argumentar que la verdad no es tanto un estado fijo o un conjunto de creencias, sino un proceso de búsqueda continua. La ciencia, por ejemplo, no se basa en verdades absolutas, sino en la mejora constante de nuestras comprensiones a través de la observación y la experimentación. En este sentido, la verdad no es relativa en el sentido de que "todo vale", sino que es una búsqueda dinámica y continua.

Si bien es cierto que la historia humana está marcada por conflictos y guerras, también es cierto que se han logrado avances significativos en áreas como la salud, la educación, los derechos humanos y la tecnología. Si bien el progreso no es lineal ni inevitable, es un concepto útil para describir los avances en estas áreas. La clave está en entender el progreso de manera crítica, reconociendo tanto los logros como las falencias.

La Capilla Pajarito. Alberto Cruz

En el texto de la Capilla Pajarito, se narra la historia de un lugar que ha sido testigo de un milagro y cómo este evento ha impactado la fe y la vida de los habitantes del lugar. La capilla no solo es un sitio físico, sino un espacio cargado de significado simbólico, donde la experiencia personal y colectiva se entrelazan en la búsqueda de lo sagrado. Aquí, la verdad se manifiesta a través de la fe, y el conocimiento que se extrae es profundamente subjetivo y ligado a la vivencia espiritual. La creencia en el milagro, aunque no puede ser probada científicamente, es una verdad para quienes la experimentan, y su relevancia radica en la transformación personal y comunitaria que provoca.

Si discutimos preguntas sobre la verdad, la sabiduría, y la experiencia. Aquí se cuestiona si existe una verdad universal o si todo conocimiento está mediado por nuestras experiencias y construcciones sociales. La reflexión sobre el progreso, la identidad, y la epistemología sugiere que la verdad no es fija ni absoluta, sino que es un constructo dinámico que puede cambiar según el contexto histórico y cultural.

Clase 2

Lunes 12 de Agosto 2024

Apuntes

Reflexiones y Pensamientos

Sobre la Verdad

Según el Diccionario Filosófico Marxista

La verdad es entendida como una categoría filosófica que caracteriza el conocimiento en su correspondencia con el objeto. En la tradición marxista, la verdad no es estática ni absoluta, sino relativa y concreta, dependiendo de las condiciones históricas y sociales. Según Marx y Engels, la verdad es dialéctica, lo que implica que el conocimiento verdadero surge de la interacción y contradicción de la realidad objetiva con la actividad humana. Así, la verdad es un proceso de desarrollo continuo, donde cada etapa del conocimiento refleja las condiciones materiales de su época. Lo que destaca la noción de que la verdad es relativa, materialista y cambia conforme a las condiciones históricas y sociales.

Según Heráclito

Heráclito sostuvo que el cambio es la única constante en el universo, resumido en su famoso dicho "todo fluye". Para Heráclito, la verdad es dinámica y se encuentra en la tensión de los opuestos y en el cambio constante. La verdad no es una entidad fija, sino un proceso de devenir.

Pero a diferencia de Heráclito, Parménides propuso una visión radical de la verdad en su poema "Sobre la Naturaleza". Según Parménides, la verdad se identifica con el ser, y solo el ser es verdadero. Todo cambio, multiplicidad o no ser es ilusorio. La verdad , para Parménides, es inmutable y eterna, y se accede a ella a través de la razón, no de los sentidos, ya que estos nos engañan.


Clase 3

Lunes 19 de Agosto 2024

Apuntes

Reflexión

Algunas Reflexiones con respecto a la clase

Si bien se sugiere que la experiencia es intransmisible y que la sabiduría no se relaciona con la experiencia, se podría argumentar que la sabiduría es, en gran parte, el resultado de la reflexión sobre la experiencia. Aunque la experiencia es individual, la sabiduría surge cuando una persona es capaz de extraer lecciones universales de su experiencia y compartirlas con otros. La sabiduría no es solo conocimiento abstracto, sino tambien es conocimiento, y la experiencia es una fuente de ese conocimiento.

La verdad es relativa y que lo que se consideraba verdad hace 1500 años (Dios) ha cambiado. Sin embargo, se podría argumentar que la verdad no es tanto un estado fijo o un conjunto de creencias, sino un proceso de búsqueda continua. La ciencia, por ejemplo, no se basa en verdades absolutas, sino en la mejora constante de nuestras comprensiones a través de la observación y la experimentación. En este sentido, la verdad no es relativa en el sentido de que "todo vale", sino que es una búsqueda dinámica y continua.

Si bien es cierto que la historia humana está marcada por conflictos y guerras, también es cierto que se han logrado avances significativos en áreas como la salud, la educación, los derechos humanos y la tecnología. Si bien el progreso no es lineal ni inevitable, es un concepto útil para describir los avances en estas áreas. La clave está en entender el progreso de manera crítica, reconociendo tanto los logros como las falencias.

La Capilla Pajarito. Alberto Cruz

¿Por qué la forma y no las formas ?

En el texto de la Capilla Pajarito, se narra la historia de un lugar que ha sido testigo de un milagro y cómo este evento ha impactado la fe y la vida de los habitantes del lugar. La capilla no solo es un sitio físico, sino un espacio cargado de significado simbólico, donde la experiencia personal y colectiva se entrelazan en la búsqueda de lo sagrado. Aquí, la verdad se manifiesta a través de la fe, y el conocimiento que se extrae es profundamente subjetivo y ligado a la vivencia espiritual. La creencia en el milagro, aunque no puede ser probada científicamente, es una verdad para quienes la experimentan, y su relevancia radica en la transformación personal y comunitaria que provoca.

Si discutimos preguntas sobre la verdad, la sabiduría, y la experiencia. Aquí se cuestiona si existe una verdad universal o si todo conocimiento está mediado por nuestras experiencias y construcciones sociales. La reflexión sobre el progreso, la identidad, y la epistemología sugiere que la verdad no es fija ni absoluta, sino que es un constructo dinámico que puede cambiar según el contexto histórico y cultural.

Clase 4

Lunes 26 de Agosto

Apuntes

Reflexiones

El ser humano siempre ha intentado desentrañar los misterios del cosmos, ese universo que aparenta ser único, aunque a veces se fracciona en nuestra percepción como múltiples realidades. La idea de un solo cosmos nos invita a pensar en la unidad fundamental del ser y de la verdad, algo que ha fascinado a filósofos desde la antigüedad. ¿Cómo puede lo múltiple coexistir con lo uno? Esta cuestión abre un abismo hacia reflexiones ontológicas, donde el universo no solo es físico, sino también metafísico.

La paradoja entre la pobreza y la belleza surge cuando nos preguntamos cómo estos polos opuestos pueden encontrarse y cohabitar en la experiencia humana. La pobreza, tanto material como espiritual, nos recuerda la ausencia y el anhelo de plenitud, mientras que la belleza aparece como un destello de lo eterno, una promesa de sentido en medio de la carencia. La unión de ambos conceptos es una dialéctica que revela que lo sublime puede nacer del sufrimiento y de la falta, una idea que resuena con la obra de poetas y artistas a lo largo de la historia.

La justificación de la búsqueda de aquello que pensamos es un tema profundamente epistemológico. ¿Es el pensamiento un reflejo de verdades universales, o es simplemente una construcción que justifica nuestra existencia? Esta pregunta sugiere una tensión entre la intuición humana y el deseo de fundamentar nuestras ideas en algo trascendente, en lo que algunos llamarían “logos”. La creación de relaciones, entonces, se convierte en un arte que va más allá de lo racional: es un entrelazamiento de voluntades y significados que genera una estructura compartida de comprensión. Martin Heidegger nos propone que el “ser-en-el-mundo” es relacional por naturaleza, donde el “Dasein” se define a partir de su apertura hacia los demás y hacia el mundo.

La distancia entre la imagen y el logos es una brecha ontológica que también apunta a la diferencia entre lo que se muestra y lo que se dice. La imagen, en su inmediatez y belleza visual, puede capturar una verdad momentánea, mientras que el logos intenta comprender y articular lo que está más allá de lo visible. En este sentido, el logos tiene la capacidad de revelar lo velado, de articular el misterio que la imagen solo sugiere. Heidegger hablaría de esta tensión en términos de “aletheia” (desocultamiento), un proceso en el que la verdad se revela y se esconde simultáneamente.

Finalmente, la pregunta de si la verdad parte en Dios nos lleva a una reflexión teológica. Tradicionalmente, muchas filosofías han vinculado la verdad con lo divino, sugiriendo que la búsqueda del conocimiento es también una búsqueda de lo sagrado. Sin embargo, en una era de creciente secularización, esta pregunta se complejiza aún más: ¿la verdad tiene su origen en un principio trascendente, o es una creación humana? Heidegger argumenta que la verdad no es una propiedad de proposiciones correctas, sino un evento, un modo en que el ser se muestra. Este enfoque nos aleja de una visión teísta y nos invita a contemplar la verdad como un fenómeno profundamente vinculado a la existencia misma.

Clase 5

Lunes 2 de Septiembre

Apuntes

Reflexiones

La búsqueda de la felicidad y el amor ha sido uno de los temas más universales y, sin embargo, más difíciles de definir. ¿Qué es la felicidad y el amor? Felicidad parece ser un estado de realización, un sentido de plenitud que a menudo se asocia con la satisfacción de deseos y necesidades, mientras que el amor es una conexión profunda que trasciende lo meramente material. Sin embargo, ambos conceptos están impregnados de un carácter ideal que los hace inalcanzables de manera absoluta. Aquí, es donde podemos comenzar a entender por qué el amor se ha asociado con la idea de lo “platónico.”

Platón, en su diálogo El Banquete, describe el amor no como un simple deseo físico, sino como una aspiración hacia la belleza y la verdad eternas. El llamado "amor platónico" se refiere a un afecto despojado de lo material, orientado hacia el mundo de las ideas (eidos), es decir, hacia formas puras e inmutables que representan la verdadera esencia de todo lo que existe. En este contexto, el amor se convierte en un vehículo para elevar el alma hacia un estado más alto de comprensión y unión con la verdad. Pero, ¿dónde está el alma y cómo se libera?

La idea del alma, según Platón, no es algo material ni ubicable en un lugar específico, sino más bien un principio de vida y racionalidad que se encuentra atrapado en el cuerpo físico, como lo ilustra la famosa alegoría de la caverna. Para liberar el alma, uno debe trascender las sombras de lo sensible y acercarse al eidos, las formas ideales. Este proceso es una abstracción, un alejamiento de lo particular y contingente hacia lo universal y necesario. La abstracción es el método por el cual el alma se eleva desde el mundo de las apariencias hacia la contemplación de lo eterno.

Aquí es donde entra en juego el Demiurgo, una figura clave en la filosofía platónica que se encuentra en el diálogo Timeo. El Demiurgo es el artesano divino que organiza el cosmos a partir del caos preexistente, modelando el universo según las formas ideales. No es un creador ex nihilo, sino un ordenador que busca infundir al mundo sensible un reflejo de las perfecciones del mundo de las ideas. De esta manera, el Demiurgo representa el vínculo entre la realidad sensible y la realidad inteligible, y su función es esencial para entender cómo se manifiestan el amor y la felicidad en el mundo físico: como sombras imperfectas de una verdad más alta.

El eidos, entonces, se relaciona directamente con estos conceptos: el amor y la felicidad en su forma más pura no se encuentran en la satisfacción inmediata ni en las relaciones materiales, sino en una conexión profunda con las ideas eternas. Platón sugiere que la verdadera felicidad no se encuentra en el mundo cambiante, sino en la contemplación y la participación en lo inmutable. El amor, en su versión platónica, es una fuerza que nos impulsa hacia esa realización, hacia una unión con la belleza misma, una idea que sigue resonando profundamente en la filosofía del ser y del bien.

En última instancia, estas ideas nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y de la experiencia humana: vivimos entre lo tangible y lo intangible, entre la carne y el espíritu, y nuestra vida es un viaje continuo hacia la realización de esas verdades inmutables que se esconden detrás de lo visible. La pregunta de cómo alcanzar el alma y liberarla sigue siendo una cuestión metafísica, y el Demiurgo actúa como un recordatorio de que incluso nuestro mundo material aspira a algo más elevado, aunque solo pueda alcanzarlo de manera imperfecta.

Clase 6

Lunes 9 de Septiembre

Apuntes

Reflexiones y Pensamientos

Platón, uno de los padres del idealismo filosófico, propuso una visión del mundo que desafía profundamente la confianza que depositamos en nuestros sentidos. En su teoría del idealismo, Platón nos sugiere que el mundo sensible, aquel que percibimos a través de nuestros sentidos humanos, es solo una sombra o una representación imperfecta de la realidad verdadera. Esta realidad, la que Platón considera genuina, reside en el mundo de las ideas o eidos, un reino inmaterial donde las formas puras existen de manera eterna e inmutable.

Los sentidos humanos, según Platón, son medios imperfectos de acceso al conocimiento. A través de la vista, el oído o el tacto, solopodemos percibir el devenir, el constante cambio de las cosas que habitan el mundo físico. Esta percepción sensorial nos expone a un conocimiento limitado y, en última instancia, a la ignorancia. Las ideas, en cambio, son esencias puras que no están sujetas a las fluctuaciones y corrupciones del mundo material. Por ejemplo, cuando vemos una silla en el mundo sensible, lo que estamos percibiendo es solo una copia imperfecta de la idea de "silla", que existe en el mundo de las ideas de manera perfecta e inmutable.

Aquí es donde entra en juego el concepto de episteme. Para Platón, el verdadero conocimiento (episteme) no puede provenir de los sentidos, sino de la razón y el intelecto. Solo a través de la reflexión filosófica y la abstracción podemos elevarnos desde la doxa (opinón o creencia basada en lo que captan los sentidos) hacia la episteme, un entendimiento profundo y cierto de las ideas. Este conocimiento epistémico es lo que nos permite entender la verdadera naturaleza de las cosas y no simplemente sus manifestaciones cambiantes.

El idealismo platónico plantea una realidad dual: por un lado, el mundo físico, transitorio e imperfecto, y por otro, el mundo de las ideas, eterno e inmutable. Nuestra existencia se encuentra atrapada en esta dualidad, y nuestra misión como seres racionales es trascender las limitaciones de los sentidos y buscar el conocimiento verdadero mediante el uso de la razón. El alma, según Platón, ya conoce las ideas desde antes de su encarnación; sin embargo, el contacto con el cuerpo y el mundo sensible la lleva al olvido. El proceso de aprendizaje, entonces, no es más que un acto de anamnesis, un recuerdo de esas ideas que el alma ha visto en su estado puro.

El conflicto entre los sentidos humanos y la razón es central en la filosofía platónica y sigue siendo una cuestión relevante en las reflexiones epistemológicas contemporáneas. ¿Podemos confiar en lo que perciben nuestros sentidos, o debemos aceptar que la realidad verdadera se encuentra más allá de lo visible? Esta pregunta sigue siendo un desafío, invitándonos a cuestionar la naturaleza de la realidad y la manera en que podemos conocerla. En la búsqueda de episteme, Platón nos deja una tarea titánica: trascender lo efímero y perseguir lo eterno, elevando nuestra mente hacia el reino de las ideas donde habita la verdad inmutable.

Clase 7

Lunes 16 de Septiembre

Apuntes


Reflexión

La pregunta “¿Cómo nos preguntamos?” nos lleva a reflexionar sobre el proceso esencial de la curiosidad humana. Preguntarnos no es solo un acto superficial, sino un método profundo de exploración y autodescubrimiento. Cuando nos preguntamos, activamos una serie de procesos mentales que combinan lo racional y lo emocional, el conocimiento previo y el deseo de conocer más. La forma en que nos preguntamos determina el tipo de respuestas que buscamos, y aquí es donde la estructura y la intención del método se vuelven cruciales. Nos preguntamos porque buscamos sentido, y en ese sentido la pregunta es la chispa que enciende el viaje hacia el conocimiento.

El conocimiento, a su vez, afecta profundamente nuestra manera de pensar. Cuando adquirimos nuevos conocimientos, nuestra percepción del mundo y nuestra capacidad de formular preguntas también se transforman. El conocimiento es como una lente que amplía o limita nuestra visión del universo. Con cada pieza de información que absorbemos, ajustamos nuestra comprensión, reevaluamos creencias y, a menudo, ampliamos las posibilidades de pensamiento. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario: un exceso de conocimiento predefinido puede encajonar nuestra creatividad y limitar la originalidad. Así, surge una cuestión fundamental: ¿qué tipos de conocimiento conducen a la originalidad?

La originalidad, ese escurridizo tesoro que muchos buscan en el arte, el diseño y la ciencia, parece surgir no solo del conocimiento convencional, sino de la combinación audaz de ideas aparentemente dispares. Los conocimientos que fomentan la originalidad son aquellos que desafían la norma, que incitan a pensar desde perspectivas nuevas y a crear conexiones inesperadas. Un diseñador original no se limita a aplicar lo que ya conoce de manera predecible; en cambio, se inspira en el mundo, lo absorbe y luego transforma esa experiencia en algo único. Por tanto, la originalidad no es solo una cuestión de inspiración, sino de preparación: aquellos que buscan la originalidad deben alimentarse de conocimientos variados, sin temor a romper las reglas establecidas.

Esto nos lleva a cuestionar la “manera” y el “método” en nuestras búsquedas creativas y filosóficas. La manera es el estilo, el enfoque individual que cada uno de nosotros trae al acto de crear o pensar. El método, sin embargo, es un camino más estructurado, un conjunto de pasos que, idealmente, llevan a un resultado específico. En diseño, el método puede ser un proceso iterativo que involucra investigación, desarrollo y evaluación; en filosofía, el método puede ser dialéctico, como el que utilizaba Sócrates para llegar a la verdad. La relación entre manera y método es compleja: un método sin una manera carece de alma, mientras que una manera sin método puede carecer de dirección. El equilibrio entre ambos es lo que permite la innovación y la efectividad.

Finalmente, nos preguntamos: ¿a cuánto responde el diseño mimético a los diseñadores? El diseño mimético, que imita la naturaleza o las formas preexistentes, ha sido tanto una fuente de inspiración como de crítica. Para algunos diseñadores, responder al entorno a través de la mimesis es un homenaje a la belleza y la funcionalidad de la naturaleza. Sin embargo, para otros, la mimesis puede ser vista como una falta de originalidad o un recurso fácil que no impulsa la innovación. La relación entre diseño mimético y los diseñadores es, por tanto, ambigua. Depende de si la mimesis se usa de manera superficial o como un trampolín hacia algo más profundo y original. Quizás la clave esté en cómo los diseñadores reinterpretan lo que imitan, y si ese acto de reinterpretación lleva a una obra que dialogue con la naturaleza en lugar de simplemente replicarla.

En última instancia, la manera en que nos preguntamos, el conocimiento que cultivamos, y el método que seguimos están interconectados. Todos estos factores moldean nuestra capacidad para pensar de manera innovadora y original, y para decidir si el diseño debe ser una simple imitación o una reinterpretación audaz de la realidad. Es en este espacio de reflexión donde se juega el acto creativo, y donde las respuestas nunca son definitivas, sino más bien puntos de partida para nuevas preguntas.

Clase 8

Lunes 23 de Septiembre

Apuntes

Avance Texto


Clase 9

Lunes 30 de Septiembre

Apuntes


Reflexiones

¿Cómo llegamos a la forma filoprimera o metafísica? Esta es una pregunta que se adentra en el núcleo de nuestra búsqueda por comprender las realidades últimas que estructuran el mundo. La forma filoprimera, en términos metafísicos, puede ser vista como esa esencia o sustancia fundamental que precede y subyace a todas las cosas, una realidad que va más allá de lo material y lo sensible. Alcanzar esta forma no es un proceso sencillo ni directo, sino un viaje que implica un cuestionamiento constante de las apariencias y una meditación profunda sobre la naturaleza de la existencia. A través del ejercicio filosófico, nos despojamos de las capas superficiales de percepción y conocimiento, para contemplar, aunque sea de manera efímera, esa verdad subyacente que conecta todo lo existente.

El marxismo, como corriente filosófica y crítica social, se relaciona con esta búsqueda metafísica de una manera que puede parecer paradójica a primera vista. Mientras la metafísica tradicional a menudo busca realidades trascendentes, el marxismo sitúa su análisis en lo material, en la estructura socioeconómica y en las relaciones de producción que determinan la forma en que vivimos y pensamos. Sin embargo, ambos enfoques comparten un interés por revelar las “verdaderas” fuerzas que dan forma a nuestras vidas. Marx, en su crítica a la religión y a las ideologías dominantes, podría ser interpretado como alguien que busca desvelar las estructuras metafísicas del poder y la alienación. En este sentido, la alienación marxista es la desconexión del ser humano de su propia esencia, un estado que también requiere una especie de revelación o “despertar” para que se pueda alcanzar una forma más auténtica de existencia.

La aparición de las cosas, entonces, no es un evento que podamos tomar a la ligera. Desde una perspectiva fenomenológica, las cosas no solo “aparecen” de la nada; su aparición es siempre un fenómeno en relación con la conciencia y el contexto. La realidad no es algo estático, sino que se presenta de manera continua y dinámica. Heidegger, por ejemplo, nos recuerda que las cosas no se limitan a ser meros objetos en el mundo, sino que se desocultan en un juego de presencia y ausencia, revelándose en relación con el ser que las percibe. Esto nos lleva a cuestionar no solo el qué de las cosas, sino el cómo de su aparición. La esencia de algo podría estar oculta bajo capas de significado, esperando a ser desvelada por nuestra conciencia y experiencia.

Un ejemplo de particularidades que rompen las generalidades se puede observar en el ámbito de la cultura. Pensemos en un movimiento artístico específico que desafía las normas estéticas de su tiempo. El dadaísmo, por ejemplo, surgió como una respuesta a las realidades políticas y sociales de la Primera Guerra Mundial, y su enfoque aparentemente irracional y absurdo rompió las convenciones establecidas del arte y la literatura. Mientras que las generalidades de la cultura artística de esa época promovían la belleza, la armonía y el orden, el dadaísmo propuso lo contrario: un arte que era desordenado, provocativo y profundamente crítico. Esta ruptura no solo desafió las expectativas culturales, sino que también transformó la forma en que pensamos acerca de lo que el arte puede y debe ser.

En resumen, el camino hacia la forma filoprimera o metafísica es un viaje que desafía las percepciones superficiales y busca profundizar en la esencia de las cosas. Mientras tanto, el marxismo se cruza en este camino al abordar las estructuras materiales que moldean nuestra realidad, recordándonos que incluso en nuestras búsquedas más abstractas, el contexto social y económico no puede ser ignorado. Las cosas aparecen y se desocultan en un juego de significado y percepción, mientras que las particularidades a menudo desafían las normas establecidas, rompiendo las generalidades y revelando nuevas posibilidades de comprensión y existencia. Este proceso de ruptura y revelación es esencial para el crecimiento de nuestra conciencia y para la búsqueda incesante de la verdad.

Clase 10

Lunes 7 de Octubre

Apuntes


Clase 11

Lunes 14 de Octubre

Apuntes

Clase 12

Avance ensayo