CPVR: Brillo, color y consistencia como factores de lo apetencia.
Título | Brillo, color y consistencia como factores de la apetencia. |
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Asignatura | Taller de Diseño Acto y Celebración 2016 |
Del Curso | Acto y celebración |
Carreras | Diseño, Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property. |
Alumno(s) | Catalina PazVergara |
La apetencia
Se entiende por apetencia aquel acto instintivo del hombre al desear alguna cosa o elemento, en este caso, algún elemento comestible. Por otra parte, placer puede como una sensación o sentimiento positivo, agradable o, incluso, euforia.
El brillo, el color y la consistencia como factores.
El filósofo griego Epicuro fue uno de los primeros pensadores en documentar el papel del placer en el comportamiento humano. Para él, el placer puede moldear nuestras acciones y elecciones futuras. Así, experimentar mucho placer al entrar en contacto con un elemento u objeto (cómo puede un alimento) puede influir en nuestra manera de relacionarnos con ese objeto.
La “alegría de comer” no solo está mediada por la satisfacción que otorga cubrir una necesidad fisiológica vital. El proceso de regulación del apetito es de todo menos fácil. Sabemos que se modula mediante un mecanismo cerebral que controla el llamado “equilibrio energético”.
Sin embargo, ni la biología ni la química orgánica lo explican del todo, pues en el control del apetito inciden otras variables. Además de la regulación de energía, también está implicada la “regulación hedónica”, en la que participan factores emocionales y de motivación en la que influye de forma notable de la cualidad del alimento de ser grato al paladar.
No obstante, lo apetitoso va más allá del pleno acto de complacer el sentido del gusto, sino que también lo apetitoso se ve, se huele y siente antes de que se pueda hablar de que algo es apetitoso, es decir, que no solamente debe ser apetitoso al sentido del gusto, sino que el sentido de lo apetitoso también tiene que ver con la vista, el tacto y el olfato. En primer lugar, la vista. Comenzamos con el color de la fruta, en este caso. Los colores de la fruta se mueven en paletas de colores infinitas, las que nos dan un indicio de qué esperar de la fruta en su interior. El color de la fruta también habla del estado en el que ésta se encontrará, el grado de madurez de la fruta y nos puede dar un indicio de en qué estado se encuentra.
Se observa, además, que la fruta posee momentos. El primero de ellos aparece al momento en el cual se debe pelar –o no –la fruta para su consumo, lo que se denomina como el momento de la espera, el previo a que esta fruta se consumida por el usuario. Posteriormente, viene aquel momento en el que la fruta es consumida por el sujeto, ya sea en su totalidad o en sus divisiones naturales o artificiales, dependiendo del tamaño de la fruta. En algunos casos, estas particiones se dan el tiempo del comer y del bocado dado por la unidad, es decir, su completitud y sus particiones internas que dan cuenta del total de la misma.
Entonces, ¿qué o cuáles de estos factores convierten algo en apetitoso?
El brillo, la consistencia y el color dan cuenta de lo apetitoso, visto de modo que son valores que dan cuenta de la frescura y el estado de la fruta, de la hidratación que posee la fruta en su totalidad.