C3 Observaciones - Valeria Muñoz
De Casiopea
Acompañando breves trayectos, de minutos, el juego se hace presente de una manera individual y singular, desde la temprana infancia. Lo que parece ser un encargo cotidiano se vincula a la distensión, en donde una botella golpeando constantemente nuestras rodillas de arriba hacia abajo acompaña y marca el paso.
En un cerro de Valparaíso, niños aprovechan la pendiente y la utilizan otorgándole una cualidad casi humana, haciéndola parte del juego, en donde el ascenso y descenso del balón son protagonistas, siendo así, la pendiente, un sujeto más en el juego.
Lo oculto y la sorpresa se atan hacia el subir y bajar, hacia el crecer y decrecer, donde lo oculto persiste así hasta extenderse la extremidad y develar la sorpresa, siendo esta buena o mala para el jugador contrario.