C1 Observación Paloma Álvarez

De Casiopea




Reflejo como respuesta en las artes marciales



Iniciando desde un análisis que considera la interacción como una herramienta que amplía nuestra capacidad cognitiva, se indaga en el proceso de adquisición y gestión del conocimiento, así como en las circunstancias que influyen en la configuración de conceptos e ideas abstractas. Por lo cual, en un comienzo, se observará detenidamente cómo se desarrolla y se integra una habilidad específica en la experiencia personal, hasta que se convierte en una extensión del sujeto. Este proceso implica una serie de etapas que van desde la familiarización con la habilidad hasta su internalización y asimilación como parte de la persona.




En contraste a lo anterior, se va a tomar como estudio las artes marciales, como caso cercano el Kung fu, en donde se puede observar un dominio en la capacidad de reflejos. Este dominio se ve reflejado en la habilidad para ejecutar una respuesta a distintos estímulos, lo que permite desplegar una gama diversa de ataques de manera instantánea y adaptativa, por lo que se percibe un control preciso sobre el espacio en que se encuentra, con una respuesta en los movimientos corporales respecto a los tiempos de reacción cortos. Este control espacial no solo implica una destreza física, sino también una aguda percepción del entorno y una sincronización entre la mente y el cuerpo. Dicho lo mencionado anteriormente, la agudeza en los reflejos se logra mediante el método que será detallado en el siguiente mapa conceptual. Este método se inicia con la fase inicial del entrenamiento.

Entrenamiento

100%


Primera etapa

Durante esta etapa, se ejecutan una serie de movimientos que se pretenden automatizar, basándose en situaciones realistas que el sujeto pueda enfrentar. El objetivo es desarrollar una respuesta eficaz frente a estímulos de ataques, por lo que se evita la repetición constante del mismo ejercicio, incorporando también variantes de este.

100%

Segunda etapa

El entrenamiento de reflejos en las artes marciales también puede contribuir al desarrollo mental del practicante, mejorando la concentración, la atención y la capacidad de tomar decisiones rápidas bajo presión en el estado actual frente a un entorno específico, donde se debe tomar decisiones constantes en fracciones mínimas de tiempo

Memoria muscular

La memoria muscular en las artes marciales es la capacidad del cuerpo para recordar y reproducir patrones de movimiento específicos a través de la repetición constante y el entrenamiento, permitiendo una ejecución rápida y precisa de las técnicas durante el combate u otras situaciones desafiantes.

Presición

La capacidad de realizar movimientos y técnicas con exactitud y control. Esto implica alcanzar el objetivo deseado con la cantidad justa de fuerza y en el lugar adecuado.

Concentración

Durante el entrenamiento y la práctica de las artes marciales, los practicantes deben enfocar toda su atención en lo que están haciendo en ese momento. Esto requiere un alto nivel de concentración para realizar movimientos precisos y responder rápida y adecuadamente a los estímulos del entorno.

Atención

Durante la práctica de las artes marciales, los practicantes deben estar constantemente atentos a su entorno para detectar sutiles señales físicas y visuales que podrían indicar los movimientos o intenciones del oponente.


Tercera etapa

En esta etapa avanzada del proceso, que puede transcurrir meses o incluso años después de iniciar el entrenamiento, la adquisición del reflejo condicionado es altamente variable y depende en gran medida de la persona que lo practica. Este reflejo se desarrolla como una respuesta a estímulos externos y está influenciado por la conciencia situacional y la práctica repetida.

100%

Consciencia situacional

Consiste en evaluar el entorno circundante, anticipar las acciones del oponente y tomar decisiones rápidas y efectivas en respuesta a las condiciones cambiantes del combate o la situación táctica.

Reflejo condicionado

Este tipo de reflejo se forma cuando un estímulo neutral se asocia repetidamente con un estímulo que desencadena una respuesta automática (llamado estímulo incondicionado), lo que resulta en que el estímulo neutral comience a provocar la misma respuesta, incluso cuando se presenta solo.




Bibliografía