Bitácora de viaje: Cerro Las Cañas - Grupo 2
Título | Bitácora de viaje: Cerro Las Cañas - Grupo 2 |
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Tipo de Proyecto | Proyecto de Taller, Proyecto de Curso |
Palabras Clave | quebrada |
Período | 2022-2022 |
Asignatura | Taller de Personas y Territorios |
Del Curso | Taller de personas y territorios 2022 |
Carreras | Diseño |
Alumno(s) | Antonia Jeldes, Francisca Estay, Carla Gómez, María Fernanda Calderón, Paulina Zúñiga, Gabriela P. Marín, Soledad Araya Urrutia, Maite Aranda |
Profesor | Daniela Salgado |
Bitácora de viaje: Cerro Las Cañas
DERIVA
¿Qué es un Deriva?
Deriva entendida como una metodología de exploración y acercamiento a la ciudad. Consiste en un caminar sin rumbo, elegir conscientemente el errar, un acto desde lo artístico y performático para aprehender el espacio.
La referencia directa de este término es Francesco Careri en su obra “Walkscapes”.
REGLAS DE NUESTRA DERIVA
Reglas:
- El avanzar como un trazo, desde una fila que genere un barrido de la zona.
- La búsqueda de lo no humano en lo humano y lo humano en lo no humano.
- Momentos de observación buscando perspectivas.
- No seguir el sendero propuesto por el territorio.
- Búsqueda de un arriba y un abajo.
Observaciones y Reflexiones que nos traen estas reglas:
- La observación de lo no humano se busca en lo natural de la quebrada, lo que nos hace adentrarnos y enfrentar un terreno irregular , de diversos obstáculos y visuales, las características de terreno nos permiten adaptarnos a nuestras capacidades que cambian la manera en que lo recorremos, creando momentos donde es inevitable recorrer en una hilera para seguir avanzando, cambiando desde perspectivas simultáneas y grupal que compone una fila, a la hilera que nos permite pasar por las mismas pisadas de quien dirige y guía el recorrido.
- La yuxtaposición de lo natural con lo no natural de cierta forma se aprecia irruptiva una con otra, mientras que lo natural se reconoce como lo perteneciente, original, el principio; que al ser inhibido por lo humano siempre encuentra una salida dentro de este espacio, recuperándose en su espacio inicial. Así mismo se reconoce lo no natural o lo humano como invasivo y apoderándose del espacio, volviéndolo cada vez más propio, irrumpiendo tanto físicamente como visualmente.
Bitácora de viaje: Cerro Las Cañas
La llegada
Llegamos al punto A, punto de partida Plaza el Vergel Alto a las 11:38 am desde donde comenzamos nuestra deriva. Nos desplazamos inicialmente ascendiendo hasta llegar a una curva donde comenzamos a descender.
Los límites de la curva definen nuestro andar en columna, distando de la idea inicial de desplazarnos en forma horizontal
Trayecto 1
A las 11:55 am llegamos al punto B, un mirador ubicado donde terminaba el camino asfaltado y empezaba una quebrada. Aquí nos comenzamos a organizar y a observar por donde podríamos descender hacia nuestro encuentro con la naturaleza.
En el punto B todas nos extendemos por el área registrando con diversos métodos nuestras percepciones. Algunas registran en soledad mientras que otras conversan y debaten acerca de lo observado. Generando así un momento de pausa, reflexión y exploración, quedando como una regla para el resto del recorrido.
Fran aprovecha el tiempo para alimentarse comiendo una manzana, y Maite descubre un posible punto de interés en la quebrada por dónde podríamos descender. El sol por nuestra izquierda impacta en nuestros rostros que se arrugan y deforman por la incomodidad de la luz directa.
La quebrada era empinada, parecía un poco peligrosa. Al mirar hacia la quebrada de al frente vemos a un habitante paseando a su mascota, lo que nos indica que hay senderos y formas accesibles para adentrarse a la quebrada. A pesar de ello, seguimos nuestro camino por la quebrada empinada, bajamos en fila ayudándonos entre todas.
Al descender por la quebrada empinada tuvimos que crear nuestro propio sendero. Llegamos al punto C, una pequeña planicie. Las emociones se despiertan y una sensación de incomodidad nos invade al encontrarnos con el rastro de una columna de algún animal grande, posteriormente el olfato nos advierte de la muerte de un animal muy cerca de allí, al voltear confirmamos los que nuestro sentido del olfato nos indicaba, yacía un perro muerto.
A lo lejos los sonidos nos contextualizan que seguimos cerca de lo habitado, se escucha el sonido de una sierra y de perros ladrando.
Abandonamos el punto C y retrocedimos hasta el punto B nuevamente para tomar el sendero por donde vimos al joven pasear a su perro. El sendero era claro y fue fácil recorrerlo, luego de caminar un gran trecho llegamos al punto D, éste estaba ubicado saliendo del sendero y subiendo una colina, aquí algunas nos sentamos a comer adaptándonos al espacio. Algunas recolectaron restos naturales como tierra húmeda y trozos de carbón encontrados en troncos quemados, que evidenciaban el incendio ocurrido en el año 2014.
Trayecto 2
En el punto D decidimos caminar y explorar ahora una zona más urbanizada, para así tener un distintos puntos de vista de la quebrada y reconocer los diferentes encuentros que están presentes de lo no humano y lo humano, por este motivo regresamos nuevamente al punto B y posteriormente al punto A, desde la plaza el Vergel comenzamos a descender hasta llegar al punto E y final del recorrido. En este punto vemos rastros que nos recuerdan el incendio del 2014 como un mural con el relato del evento y una placa en una pequeña escultura con los nombres de los fallecidos. Por otro lado reconocemos que la naturaleza siempre está presente y aunque aparezca intervención humana, la naturaleza surge y se mantiene.
OBSERVACIONES Y REFLEXIONES
Nuestra deriva se organizó en dos trayectos que comenzaban en el mismo punto, la plaza el Vergel, el primero de ida y más extenso fue al encuentro con la naturaleza y el segundo fue al encuentro con lo urbanizado. Al tener ambas experiencias pudimos notar cómo el contexto nos cuenta la historia del lugar pero desde distintas perspectivas. Por una parte la naturaleza nos muestra el daño residual en su vegetación mientras que el humano nos muestra el daño a través de su creación física. Esta historia corresponde al incendio del cerro las Cañas en 2014, al atravesar el bosque, en el punto D vimos restos de árboles quemados mientras que en el punto E vimos murales y esculturas hechas por el humano en conmemoración a la tragedia. Evidenciamos un mismo suceso desde dos miradas.
Por otra parte, pudimos observar también el impacto del acto humano en el ambiente, el cual es invasivo y rompe lo visual, puede ser pasajero como senderos y quedar marcado sin afectar, o duradero y modificar el espacio, sin embargo, la naturaleza indómita vuelve a resurgir por entre lo construído y habitado.