Belén Pino Arrué /Observación acto reverente
OBSERVACIÓN EN RELACIÓN AL ACTO DE LO REVERENTE
La misa se construye por el escuchar la palabra. Es así como se presentan tres momentos: Del padre a los fieles, de los fieles al padre, de los fieles consigo mismo.
El cuerpo así adopta diversas posturas (direccionadas al altar), que simbolizan este encuentro entre Dios y los fieles mediante la palabra. La cabeza inclinada, cuerpo levemente encorvado, manos juntas, ojos entrecerrados o bien mirada no dirigida dan cuenta del cese de los sentidos, presente solo el de oír, oír misa o bien oírnos, dando cabida así, al encuentro consigo mismo, en un constante estado de meditación y cobijo. Estar en estado silente en torno al oír la palabra construye la misa, genera un encuentro contenido consigo mismo y en retiro de los demás ante el cese de los otros sentidos.