Belén Pino / Encargo 01
Del movimiento y lugar de proyecto
- AL ENCUENTRO CON EL LUGAR.
Schoenstatt, movimiento apostólico de renovación
Schoenstatt es un movimiento Apostólico ligado a la Iglesia Católica Romana que surgió en Alemania en el año 1914. Su fundador es el Padre José Kentenich, quien se ocupaba de un grupo de jóvenes estudiantes. Junto a ellos pidieron a la Santísima Virgen María, a inicios de la Primera Guerra Mundial, que se estableciera espiritualmente en una pequeña capilla situada en el lugar de Schoenstatt ( a esto se debe su nombre ).
Para el surgimiento de esta capilla, encomendaron, un vigoroso movimiento apostólico de renovación, a fin de que la Iglesia pudiese enfrentar fecundamente los desafíos de la época.
Por su parte, el Padre J.Kentenich y los jóvenes, se comprometían a ofrecer a María todo su esfuerzo por una auténtica santidad en la vida diaria, para moverla a acceder a su petición. Actualmente esta tradición continua con el nombre de “Capital de Gracia”, en donde todo nace de la entrega de los participantes por mejorar, no por si mismo sino por la fe
En un recorrer pausado que remata en hitos
El terreno donde se emplaza el proyecto consta de un sitio privado donado para la comunidad Schoenstatt, ubicado a un lado del colegio Sangrada Familia, de suelo arenoso y con muchos árboles formando una especie de bosque que aísla el templo del exterior de la ciudad, es como un ser parte de al mismo tiempo que logra el retiro.
El ingreso al terreno es por un acceso principal, una calle de tierra que comunica de forma directa la calle exterior con la ermita (ubicada al otro lado del terreno) abarcando este recorrido todo el espesor del lugar.
Este acceso esta resguardado por los árboles, cuyo follaje forma un cielo que lo contiene, es por tal que uno al ingresar al lugar, es como si se retirara de la ciudad, aparece un sonido de lo particular, de los árboles, hojas y crujir de los troncos que nos adentran a este recinto, nos recibe, lo mismo pasa con la luz, una luz filtrada, de entramado, que crea una atmosfera luminosa que nos acompaña en el recorrer.
El suelo del terreno es muy sinuoso y en constante pendiente a medida que nos adentramos al lugar de proyecto. Alcanza su altura mínima en el acceso principal y su altura máxima al final del trayecto, en la ermita, teniendo desniveles que resguardan o bien que exponen por todo el terreno.