Avilés, Martina - Casa Lucernario - Taller lo holgado de un interior S2 2023
Título | Avilés, Martina - Casa Lucernario - Taller lo holgado de un interior S2 2023 |
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Asignatura | Taller de la Casa; lo Holgado de un Interior |
Del Curso | Taller del Acto y el Vacío: Taller de la Casa; lo Holgado de un Interior S2 2023 |
Carreras | Arquitectura |
Nº | 1 |
Alumno(s) | Martina Avilés |
Casa Lucernario
El proyecto "Casa Lucernario" se distingue por su arquitectura centrada en un patio interior que actúa como fuente principal de iluminación para toda la vivienda. Este espacio abierto permite que la luz natural inunde cada rincón, creando una atmósfera cálida y acogedora. Además, estratégicamente ubicadas en distintas áreas de la construcción, se encuentran lucernas adicionales que potencian la luminosidad del lugar. La luz que entra por estas lucarnas lo hace de manera estrecha y calculada, iluminando estratégicamente sectores específicos del proyecto. Los cerramientos de la casa están diseñados para maximizar la entrada de luz, utilizando materiales translúcidos y ventanas estratégicamente ubicadas. La distribución interior sigue la orientación del sol, asegurando una iluminación óptima durante todo el día. "Casa Lucernario" fusiona de manera armoniosa la funcionalidad y la estética, creando un hogar único donde la luz se convierte en protagonista indiscutible.
Desarrollo de proyecto
El paso a paso del proyecto en sus distintas representaciones
Cubo de Luz
Tablero
Grilla + Fantasma
Cubo de Oteiza
Planta Ajustada
Maqueta Final
Láminas del proyecto
Listado de contenidos en orden
- Lámina de acumulado de fundamento, Sábana.
- Lámina de depurado de fundamento, Servilleta.
- Lámina 1 Juego planimétrico | Axonométrica.
- Lámina 2 Juego planimétrico.
- Lámina 3 Juego planimétrico.
Compendio de observaciones
Cierres
Colofón Compendio de Observaciones: sobre la observación
Este compendio de observaciones arquitectónicas representa un viaje profundo a través de la práctica creativa, el fundamento del proyecto y la comprensión del tamaño arquitectónico. A lo largo de este proceso, he descubierto que la observación no es simplemente una tarea pasiva, sino una práctica activa y creativa que fusiona el dibujo y el lenguaje en una danza armoniosa. La observación, cuando se abraza como una práctica creativa, se convierte en una herramienta poderosa para expresar ideas arquitectónicas. A través de la unión del dibujo y el lenguaje, he experimentado cómo las líneas y las palabras pueden complementarse mutuamente, creando una narrativa visual que va más allá de las limitaciones de cada medio por separado. La observación se convierte así en una conversación entre trazos y palabras, una sinfonía donde cada elemento contribuye a la creación de significado arquitectónico. En el fundamento del proyecto, he encontrado que la observación no solo es el acto de mirar, sino también el acto de nombrar y originar. Nombrar las características observadas da forma a mi comprensión, permitiendo que las ideas florezcan y evolucionen. La observación no es solo un registro visual, sino la semilla que germina en conceptos y soluciones. Cada línea trazada y cada elemento observado se convierten en los bloques de construcción de un proyecto sólido y bien fundamentado. En relación con el tamaño arquitectónico, la observación se convierte en un acto y una forma. Observar el tamaño no es simplemente medir dimensiones físicas, sino entender la escala en la que las personas interactúan con el entorno construido. La observación del tamaño arquitectónico es un acto de sensibilidad, donde la relación entre el espacio y sus ocupantes se convierte en la esencia misma de la forma. La observación, en este contexto, es la herramienta que da vida a la arquitectura, transformando el espacio en un escenario donde las experiencias cobran vida. En resumen, este compendio es un testimonio de la riqueza y la diversidad que la observación arquitectónica puede ofrecer. Desde la práctica creativa hasta el fundamento del proyecto y el tamaño arquitectónico, cada observación se convierte en un hilo enriquecedor en el tejido de mi comprensión y aprecio por la arquitectura.
Acto de Situarse
A lo largo de mi travesía como estudiante de arquitectura, he experimentado un viaje profundo y enriquecedor, explorando las complejidades y maravillas de esta disciplina creativa. Desde el inicio de mi carrera universitaria, he tenido la oportunidad de sumergirme en un espacio donde la creatividad se entrelaza con la técnica, trascendiendo el simple rol de estudiante para abrazar la identidad en desarrollo de un futuro arquitecto. La escuela, más que ser un lugar de meros estudios y exámenes, se ha convertido en el escenario donde construyo no solo mi conocimiento académico, sino también la esencia misma de mi ser como individuo comprometido con la arquitectura. Los talleres, esos espacios efervescentes donde las ideas toman forma y las maquetas cobran vida, se han transformado en mi segundo hogar. Cada día, entre bocetos y planos, encuentro la oportunidad de traducir mis pensamientos en estructuras tangibles, consolidando así mi camino hacia la maestría arquitectónica. La travesía anual, un evento cargado de significado, nos invita a emprender un viaje colectivo como estudiantes, dirigido hacia una comunidad específica. Este año, nuestra travesía nos llevó a Corral, Valdivia, donde tuvimos el honor de regalar a la comunidad una escultura única. Este gesto no fue simplemente la entrega de un objeto físico, sino la manifestación palpable de nuestra dedicación y colaboración como comunidad estudiantil de arquitectura. Reflexionar sobre mi posición actual implica mirar hacia atrás y apreciar el camino recorrido. La arquitectura, con su enfoque poético, ha sido más que una disciplina académica; se ha convertido en una vocación que exige compromiso y pasión. En este punto de mi trayectoria, no solo veo el presente como un punto de llegada, sino como una plataforma para el crecimiento continuo. Cada experiencia, ya sea en el aula explorando teorías arquitectónicas o en el taller dando forma a mis propias creaciones, contribuye no solo a mi desarrollo académico, sino también a la construcción de mi identidad como arquitecto. La travesía, marcada por desafíos y descubrimientos, representa un capítulo crucial en esta historia, ofreciendo no solo un regalo tangible a una comunidad, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el impacto de la arquitectura en la vida de las personas. Así, en este punto de mi travesía universitaria, no solo contemplo el camino recorrido sino que también vislumbro el horizonte que se extiende ante mí. La arquitectura no solo es una profesión; es un llamado constante a explorar límites, a desafiar convenciones y a dar forma a un entorno que refleje la poesía inherente a este campo. En cada aula, en cada taller y en cada travesía, encuentro no solo conocimiento, sino también un sentido más profundo de propósito y conexión con el mundo que me rodea. Este viaje continúa, y estoy ansioso por abrazar cada desafío que me aguarda en mi búsqueda de la excelencia arquitectónica y el autodescubrimiento.