Ane Ibargoyen, Adolf Loos-Presentación de las Vanguardias 2018

De Casiopea



TítuloENSAYO 2: ADOLF LOOS
AsignaturaPresentación de las Vanguardias 2018
Del CursoPresentación de las Vanguardias 2018
2
Alumno(s)Ane Ibargoyen

INTRODUCCIÓN

Esta es nuestra primera tarea del segundo ciclo. Cada uno de nosotros se ha centrado en un arquitecto vanguardista y ha analizado una de sus obras en la cual vemos características o elementos significativos de la época, para luego poder hacer lo mismo con un arquitecto contemporáneo y después comparar todos los análisis hechos hasta el momento.

Hemos llevado a cabo el análisis queriendo llegar a la abstracción de una de sus obras mediante una Estructura Radical de la Extensión [ERE], la casa Steiner (Viena), en mi caso, y un ensayo complementario sobre la biografía del autor, Adolf Loos.

DOCUMENTO

El ensayo con su debido formato se encuentra en el siguiente archivo.

DOCUMENTO: Adolf Loos.

Estructura Radical de la Extensión [ERE]

Casa Steiner, Adolf Loos, 1910


En el análisis de la casa vemos la diferencia entre lo interior y lo exterior, la diferentes soluciones que les da a estos dos espacios. Para Loos el exterior es la parte pública de la casa y es la razón de las superficies desnudas de las paredes, lisas, sin adornos. El interior es la parte privada y refleja el gusto personal del propietario.

ENSAYO 2

Nacido en Brünn, capital de Mährens, el 10 de diciembre de 1870, Loos fue al mismo tiempo el punto de ruptura y el tránsito entre la arquitectura del comienzo de siglo -secession vienesa- y la de los años veinte -la vanguardia racionalista-. La ciudad era entonces un importante centro industrial, un gran taller donde se encontraban escultores, canteros, afiladores, pintores, lacadores, albañiles… y siendo niño, Loos asimiló el espíritu de estos oficios. Cuando Loos contaba 9 años, su padre, maestro cantero y apreciado escultor, falleció, quedando a cardo de su madre que los educó duramente, para que se hiciera cargo del oficio. Se aisló de sus compañeros y se refugió en un mundo propio de ideas y anhelos. Estudió albañilería en la Escuela estatal de Artes y Oficios, antes de alistarse al servicio militar. En 1890 entró en la Escuela Técnica Superior de Dresde, donde recibió las influencias de Semper y los escritos de Vitruvio.

En 1893 viajó a América para visitar la exposición mundial de Chicago. Una vez allí, se basó en oficios manuales en vez de en los habituales periodos de práctica como delineante en despachos de arquitectos. En 1896 fue llamado a filas por lo que regresó de América, no obstante su idea americana fue para él una directriz constante.

A la vuelta a la vida civil, se unió a arquitectos como Olbrich y Hoffman bajo el lema: Al tiempo su arte y al arte su libertad. También trató con el pintor Klimt y otros modernos inconformistas, formando la Asociación de Artistas Austríacos o Secession. Al mismo tiempo empezó a redactar artículos de crítica, pero los escritos y las ideas del nuevo grupo podían seguir coexistiendo. Loos continuó escribiendo y ganó el segundo premio en el concurso de artículos, convocado por el periódico vienés Der Architekt, por lo se le encargaron una serie de artículos, que causaron gran revuelo. En estos escritos, el autor demostró el conocimiento adquirido en Chicago y su clara capacidad de juicio.

Siempre luchó contra los componentes del Deutche Werkbund y contra todos los artistas de artes aplicadas, así como contra los superfluos y su trabajo de degeneración personal. Cortó la reunión que Hoffman impulsó de los miembros de la Secession y los componentes de la Weiner Werkstätte con su conferencia de su artículo Ornamento y delito.

En su trabajo presentó claras sus ideas sobre el ornamento. Su lucha iba dirigida contra una nueva introducción caprichosa de la ornamentación, donde veía un retroceso. Creía que la evolución cultural equivalía a la eliminación del ornamento del objeto usual, y lo que precisamente constituía la grandeza de su época era la incapacidad de realizar un ornamento nuevo. Habían vencido al ornamento. El ornamento no era sólo símbolo de un tiempo ya pasado, era un signo de degeneración estética y moral. Así afirmaba:

“Para mí y para todos los hombres cultos el ornamento no nos aumenta la alegría de vivir, trae una pronta desvaloración del producto del trabajo. La forma de un objeto debe ser tolerable el tiempo que dure físicamente. ¿Necesita el hombre moderno el ornamento? El hombre moderno, el hombre dotado de un sistema nervioso moderno, no necesita el ornamento, al contrario, lo aborrece. Todos los objetos que llamamos modernos carecen de ornamento. ”


Sus palabras, lejos de ser consideradas correctas, fueron tachadas de reaccionarias. Casi nadie comprendió lo que, en realidad, quería decir y poco a poco los representantes de la opinión pública se pusieron en su contra. Todo esta situación le afectó y lo fue desgastando hasta dejarlo físicamente destrozado.

En 1912 abrió una escuela privada de arquitectura, no obstante, a los pocos años se alistó nuevamente como soldado. En 1918 cayó Austria e inmediatamente empezó a colaborar en los trabajos de reconstrucción de su patria. Interesado por los problemas sociales, en 1920 fue nombrado arquitecto-jefe del departamento de Urbanismo del Municipio vienés. Sus ideas sobre la educación y protección artística eran admirables, así como sus medidas preventivas contra la corrupción del arte y las normas para la protección de monumentos artísticos. No obstante, sus propuestas no fueron comprendidas, lo que le llevó a presentar su dimisión en 1922.

Los siguientes años los pasó en París, donde se juntó con artistas como Le Corbusier y Tristan Tzara y fue el primer miembro extranjero del Salon d’Autonome. Sin embargo, las publicaciones de fundamentos equívocos y falsas interpretaciones de sus doctrinas lo llevaron, una vez más, a riñas y tensiones con Le Corbusier y otras figuras, hasta su ruptura con ellos en 1928. Tras esta separación, Loos vuelve a Viena para proseguir con la producción, mas dejó la dirección del taller en manos de Heinrich Kulka para seguir viajando. Su actitud lo llevó a tener altercados personales con todo el mundo y cuando volvió a Viena, siguió con su fanática lucha contra los Weiner Werkstätte.

Murió el 24 de agosto de 1933 en el sanatorio de Kalksburg en Viena, tras ser abandonado por su cuarta mujer. A finales de los años 50, fue redescubierto y considerado gran precursor por un grupo de jóvenes arquitectos. Fue entonces cuando se le colocó una lápida como la que él había esbozado. Pero nunca se grabó lo que había deseado: “Adolf Loos, que libró a la humanidad de trabajos inútiles”.

REFERENCIAS

Estas son las referencias utilizadas para el desarrollo de la investigación:

  • LOOS, Adolf (1908) "Ornamento y delito". El enlace: http://www.infolio.es/paperback/articulos/loos/ornato.pdf
  • Roberto Schezen, (1996) "ADOLF LOOS, Arquitectura 1903-1932". Barcelona, España: Editorial Gustavo Gili, S.A.
  • R. Schachel, "ORNAMENTO Y DELITO y otros escritos". Barcelona, España: Editorial Gustavo Gili, S.A.