Andrés Morales Villarroel - Encargo 01
Schönstatt
Comunidad
La comunidad schönstatt es un movimiento católico, de carácter mariano fundado el 18 de octubre de 1914 por el padre José Kentenich en la pequeña aldea de schoenstatt, pueblo de Vallendar, Alemania. Se caracteriza por ser un movimiento fuertemente familiar y educacional, abordando las enseñanzas de María y llevando una marcada vida espiritual con ella. Para lograr esto, se funda el santuario de schoenstatt, acogiendo a los fieles en él y creando así comunidad a partir de las relaciones interpersonales y la enseñanza. Con el tiempo, la comunidad comienza a extenderse por gran parte del mundo apareciendo réplicas del santuario, el cual acoge a los fieles. Dichos santuarios, a pesar de ser casi idénticos al original, poseen ciertas cualidades propias, dependiendo de la geografía donde se emplacen y del tipo de habitantes específicos de cada lugar, conformando comunidades distintas que comparten una misma creencia y un mismo fin.
Schönstatt Los Pinos: Luz templada del recorrido demorado
Acceso que invita al recorrido contenido
La llegada al terreno trae consigo un cambio radical en el habitar, antes de ingresar al lugar se está ante la extensión, se puede apreciar la totalidad del borde costero quedando el habitante con un dominio inmediato del entorno. Lo primero que presenta el lugar es un manto de pinos, un cielo natural que regala medida al habitante bajo sus sombras y espesores de luz, entre dichas sombras se abre un sendero que presenta la totalidad del lugar, rematando en la imagen de la vírgen. el acceso da cuenta de un recorrido ascendente, el lugar es con la demora del pie bajo el manto natural.
entrever bajo el temple de la luz
Los pinos conforman un cielo aproximadamente de 3 metros de altura, acogiendo al habitante, se está en un semi-interior recorrible a medida del cuerpo, se pasa de la extensión del exterior a un espacio que contiene sin ser cerrado en su totalidad. A medida que se recorre el sendero los pinos en su verticalidad dan forma al “entrever”, el ojo en el recorrido no reconoce en lo inmediato como lo era en el exterior, sino que en la demora. Los pinos entonces, traen consigo tanto la verticalidad que da cabida al entrever como el manto que regala espesores de luz en el peregrinaje.
Luz fragmentada y apertura luminosa – peregrinaje y pausa
El lugar se recorre en fragmentos de luz, en senderos contenidos por la verticalidad de los troncos, sin embargo, entre dichos fragmentos aparecen aperturas luminosas que conforman hitos, es asi como, el lugar se compone tanto de senderos como de estancias, dando forma a un entramado que da sentido al lugar. El acto del lugar esta dado tanto por la demora del peregrinar bajo la luz templada como por dichas estancias que retienen el recorrido en la luz directa.
Naturaleza que cobija el rito
El santuario acoge al rito no solo en su interior, sino que también en lo abierto, la misa se extiende hacia el exterior en cobijo de los pinos, los cuales conforman un límite natural, se está contenido desde un espacio permeable. La ermita por su parte, mantiene al habitante sumergido en lo natural teniendo además una lectura de la pendiente en cuanto le da valor a los niveles, conformando un sector semitechado contenido por aquello natural que entrega el entorno. Tanto el santuario como la ermita, espacialmente se entremezclan con lo natural del terreno, situando el rito en exteriores contenidos y permeables al entorno, dando énfasis al entramado entre lo construido y lo existente, se ordena el exterior desde la detención.
Medida del rito – comunidad, ronda y reflexión
Rito: Cambio de mando de monjas y cambio de mando entre las juventudes de mujeres
Anterior al santuario aparece el atrio, la escalera para subir a esta antesala trae consigo el ritmo lento del paso, el santuario aparece en el entrever de los troncos, los cuales conforman un primer umbral de sombra. Quienes llegan al rito se reúnen bajo los arboles en círculo, el cual conforma unidad, enfrenta unos a otros, creando pequeños grupos en espera. A medida que llega la gente, reconozco un segundo momento, en donde las bancas ubicadas bajo los pinos comienzan a dar forma al acto, la gente queda frente al acceso del santuario, lugar donde se realizará la ceremonia, ya no aparece la idea de “ronda” sino que de espectador ante un acto. Las personas ubicadas mas atrás, de pie, conforman junto a los troncos la espalda del rito, creando el límite del lugar, la misma detención y posición de los cuerpos conforma un borde curvo que contiene la ceremonia.
Un tercer momento se da durante el cambio de mando, en donde un primer grupo de jóvenes se ubican dentro del santuario, lugar en donde la posición del cuerpo da cuenta del estado de reflexión (volcarse sobre si mismo), acompañado de una luz tenue en un espacio que contiene completamente el estar.
Un segundo grupo se posiciona fuera del santuario, ante quienes miran, existe un momento en que ambos grupos intercambian espacios, pasando de la medida reflexiva a la medida comunitaria quedando “ante” los otros, lo cual se traduce en la posición corporal acompañado de la luz interna y externa.
Terminando el acto ceremonial, la comunidad se dirige a la “casa de la juventud” en donde hay un segundo momento familiar, para luego dividirse en pequeños grupos, volviendo a la idea de ronda, en donde se está siempre al resto de los participantes.
El terreno y sus espacios acogen así, distintas medidas del habitar a partir de las características de los ritos y actividades realizadas por los fieles, en las cuales la idea de estancia y recorrido están presentes permanentemente.
Schönstatt agua santa – rito central ante el santuario que ordena
Contrario a lo anterior es lo que sucede en la comunidad de agua santa, en donde el eje ordenador del lugar es el santuario, apareciendo en la inmediatez, se tiene siempre su presencia desde cualquier sector del lugar.
La gente que asiste a misa se reúne en pequeños grupos en la espera, sin embargo, lo hacen en un mismo espacio total, se tiene un dominio constante de la extensión, no asi en los pinos, en donde la idea de “recorrer entreviendo” aparece como una caracterísitca propia que se da a partir de su entorno natural.
El rito de la misa aparece como centro del lugar, el desnivel conforma un borde que retiene ante el santuario, el espacio se lee como un centro contenedor, en cambio en la comunidad los pinos, el eje de la ermita aparece como lo primero, dando cuenta del recorrido ascendente desde la llegada.
Tomando las observaciones conducentes y el ejemplo de agua santa aparece la cualidad de la comunidad de los pinos, en donde el recorrer, el entrever y la luz templada del lugar conforman un entramado capaz de volver peregrino a quien allí habita acongiendolo en llenos y vacíos que se traducen en tránsito y contención.