Alejandra Witto - Concentración de ritmos divergentes en elevación - Taller Ciudad Legible 2020 Ciclo 2

De Casiopea
Los Almendros, Reñaca - "Concentración de ritmos divergentes en elevación" - Taller Ciudad Legible 2020 Ciclo 2


TítuloLos Almendros, Reñaca - "Concentración de ritmos divergentes en elevación" - Taller Ciudad Legible 2020 Ciclo 2
Palabras Clavemapainfografico
Período2020-2020
AsignaturaTaller Ciudad Legible
Del CursoTaller Ciudad Legible 2020
CarrerasDiseño, Diseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Magíster
Alumno(s)Alejandra Witto Royo
ProfesorMichèle Wilkomirsky, Catalina Pérez

Los Alemndros, Reñaca - "Concentración de ritmos divergentes en elevación"

Fundamento

Fragmentos del libro de Italo Calvino, Ciudades Invisibles

Las Ciudades y los Intercambios

En Cloe, gran ciudad, las personas que pasan por las calles no se conocen. Al verse imaginan mil cosas las unas de las otras, los encuentros que podrían ocurrir entre ellas, las conversaciones, las sorpresas, las caricias, los mordiscos. Pero nadie saluda a nadie, las miradas se cruzan un segundo y después huyen, buscan otras miradas, no se detienen.

(Italo Calvino, Ciudades Invisibles, pag. 43 )


Las Ciudades y los Ojos 4

Como todos los habitantes de Fílides, sigues líneas en zigzag de una calle a otra, distingues zonas de sol y zonas de sombra, aquí una puerta, allí una escalera, un banco donde puedes apoyar el cesto, una cuneta donde el pie tropieza si no prestas atención. Todo el resto de la ciudad es invisible. Fílides es un espacio donde se dibujan recorridos entre puntos suspendidos en el vacío, el camino más corto para llegar al tenderete de aquel comerciante evitando la ventanilla de aquel acreedor.

(Italo Calvino, Ciudades Invisibles, pag. 69)


Las Ciudades Escondidas 4

Por lo menos esto es lo que creían los habitantes de Teodora, lejos de suponer que una fauna olvidada estaba despertando del letargo. Relegada durante largo tiempo a escondrijos apartados desde que fuera excluida por el sistema de especies ya extinguidas, la otra fauna volvía a la luz desde los sótanos de la biblioteca donde se conservan los incunables, saltaba desde los capiteles y las gárgolas, se instalaba a la cabecera de los durmientes.)}

(Italo Calvino, Ciudades Invisibles, pag. 115)

Texto de mi Barrio - Almendra

Alejándose del centro de la ciudad, esa que se encuentra en medio de dos grandes ciudades y a la orilla del mar, nos topamos con Almendra, un barrio que crece en vertical, y que mientras más crece, más va desapareciendo. La primera vez que llegué aquí era muy pequeña para recordar los detalles que ahora necesito para poder comprender lo que en verdad pasa en Almendra hoy. Pero aún así, sin recordar esos detalles, puedo ver un Almendra que ya no existe. Dentro de mi memoria, aún recuerdo ese primer aire que tomé al asomarme por mi ventana, y escuchar un silencio envolvente interrumpido solo por un repentino viento que se deslizaba entre los árboles', y ese tan característico cantar de los chincoles y zorzales que revoloteaban entre esas mismas copa de arboles. Hoy en día sigo gozando de esa maravillosa vista, pero algo que desapareció junto con ese sentimiento indescriptible del primer mirar que tuve al abrir las persianas de mi habitación por primera vez; lo verde se ha ido tiñendo de café poco a poco, al igual que esos cánticos que ahora se ven ahora envueltos por el abrumante sonido del desarrollo que sufre hoy Almendra.

Como era de esperarse, con el pasar del tiempo Almendra creció, dejando que su gente y sus casa se tragaran paso redoblado ese aire de ensueño que tanto amaba de pequeña. Al ´´caminar por las calles inclinadas, mi vista no se detiene en ningún instante; lo único que espero es que mi recorrido a casa termine lo rápido posible para así encerrarme entre paredes y persianas cerradas, e inevitablemente alimentarme de ese ruido intermitente de un barrio creciente que no soporto. Las largas caminatas quedaron en el pasado, al igual que la contemplación de mi mirada, que ahora solo sustrae cada rincón de este lugar, enfocándose así en encontrar el camino más corto para llegar a mi destino. Pero incluso si Almendra no hubiese crecido de esta manera, incluso si su gente y nada más que su gente fuese la misma de hoy en día, si solo los que conociéramos al Almendra del pasado, el resultado sería el mismo. Los que más tiempo han estado aquí son los que más ensucian el habiente. Las miradas rebotan unas con otras desde la comodidad del césped que cubre la entrada de sus casas. El mirar que hay en Almendra es del tipo te desnuda con solo una ojeada y te lleva a un punto donde lo único que quieres es correr sin mirar atrás. Juzgan con el criterio de ayer lo que es el hoy de su propia gente y barrio.

Es por eso que ahora prefiero aceptar el nuevo Almendra y dedicarme a ignorarlo por completo, porque mientras más retrocedo al barrio del pasado, más ganas me dan de salir de aquí y esconderme en un lugar donde pueda denuevo escuchar cantar los chincoles y zorzales junto con el viento que tanto anhelo hoy.

Los Ritmos que envuelven los Almendros

Mi barrio no es un lugar destacable en el mapa, es más bien un pequeño sector residencial escondido y un poco alejado de lo que sería el centro de la ciudad donde se ubica, Reñaca. Este aislamiento del centro deja a la luz la particularidad de la movilización de la gente dentro del sector debido a un mal manejamiento del servicio de transporte público, así como la poca proximidad que existe de los servicios de vivencia. Esto afecta directamente como la gente habita el espacio y su recorrido que también se ve afectado inevitablemente por su entorno físico. Estas irregularidades en lo horizontal del plano provocan continuos cortes en la continuidad del flujo del andar de la gente que habita el sector: en una planicie la gente suele pasar más rápido que en una calle con pendiente, mostrando que el plano físico juega un rol importante en la estancia.

Al existir una verticalidad dentro del día a día para un residente e los Almendros se provocan distintas temporalidades del paso, la cual se verá afectada en la dirección a la cual nos dirijamos: un subir toma más tiempo que bajar. La disponibilidad del trasporte, la proximidad de los servicios y el espacio físico provoca un flujo diversificación de ritmos observables que varían a lo largo del barrio, los cuales me dispongo a articular y así demostrar su relación.

Imagen Final

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Separación de las capas

Por orden: Topografía, Ritmos, Toponimia, Iconografía, Calles

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