Aldo Rossi y el marco veneciano

De Casiopea







TítuloAldo Rossi y el marco veneciano
Año2022
AutorPatrizia Montini
FiliaciónUniversità IUAV di Venezia, Department of Architecture and Arts, Venezia, Italia
Tipo de PublicaciónCapítulo de Libro, Ponencia, Inédito
RevistaSeminario Internacional Formación y Oficio en Arquitectura y Diseño
Palabras Clavemedio ambiente, analogía, ciudad, construcción, historia
Carreras RelacionadasArquitectura
NotaInvestigación y creación

Cuando Aldo Rossi aterrizó en Venecia, podía decirse que se había completado la primera parte de los estudios sobre la ciudad y la arquitectura recogidos en el libro L'architettura della città, 1966, que empezó una larga tradición de análisis urbano en la Universidad de Arquitectura IUAV de Venecia. La Tabla de la Ciudad Análoga, Bienal de 1976 y El Teatro del Mundo marcaron el inicio de un asunto colectivo que se desarrolló en la experiencia fuera y dentro del IUAV, una forma de nostalgia por la ciudad, una pasión por la ciudad, que debe ser estudiada reconociendo la historia como material principal del proyecto. Construir y reconstruir ciudades, se convirtió en un programa, una especie de código genético del IUAV en Venecia y en el nuevo desarrollo de una investigación que iba a influir en la cultura de la arquitectura de la segunda mitad del siglo XX, pero que sigue demostrando toda su actualidad hoy en día posibilitando nuevas interpretaciones de los procesos de transformación en curso en otras ciudades y otros territorios. Reconocer que Rossi propone no sólo otra arquitectura, sino también una ciudad vivida como hecho colectivo, como elemento humano por excelencia, que puede contener herramientas útiles para considerar la relación fundamental hoy entre arquitectura, hombre y medio ambiente. La idea del Teatro de Mondo nació dentro de la Bienal de Teatro presidida por Maurizio Scaparro,1980. ¿De dónde viene su forma y su particular estructura? Sin duda, los monumentos venecianos tienen algo que ver, el perfil de la ciudad, la Venecia de piedra de los monumentos de Palladio, la espalda del Redentor y las Zitelle, con las torres que se convierten en minaretes y que traen a la mente Bizancio y el mundo turco-otomano, los viajes lejanos y otras ciudades costeras. Sus referencias también se remontan a un mundo de formas más familiares, el de las construcciones de un pueblo de marineros, de una Venecia mercantil, vinculada al mundo de los puentes y los barcos de madera, los squeros a los faros, a los que también remite la estructura del edificio de hierro revestido con simples tablas de madera. El interior del teatro se hace eco de un tipo de construcción que permite que las representaciones tengan lugar según las reglas del teatro shakesperiano, pero también es un interior veneciano, que se mezcla con el agua de la laguna y el cielo que entra por las ventanas y el balanceo del barco en el canal. Cuando esta máquina flotante abandona la Punta della Dogana y sale del marco veneciano para surcar el mar Mediterráneo, crea conexiones y relaciones inesperadas, definiendo paisajes completamente diferentes. Redescubre la arquitectura de los lugares que constituyen el telón de fondo de su navegación, mostrándonos las posibilidades de una investigación aún por desarrollar en la que los edificios nunca son sólo ellos mismos, sino que establecen relaciones de parentesco con otros edificios, poseídos por el genio de la repetición y la metamorfosis infinita.