Adriana Parcerisa Zaha Hadid - Presentación de las Vanguardias 2018

De Casiopea




TítuloLa estación de bomberos Vitra. Auge del deconstructivismo en Zaha Hadid.
Del CursoPresentación de las Vanguardias 2018
CarrerasArquitectura
3
Alumno(s)Adriana Parcerisa

INTRODUCCIÓN

La investigación de las vanguardias culmina con el análisis de los movimientos posteriores a ellas. Después de analizar el constructivismo como movimiento y su relación con el comunismo ruso, de la mano de El Lissitzky, y ver su impacto en la llamada arquitectura de vanguardias con el pabellón de Mélnikov, el último paso consiste en analizar una obra contemporánea que sea heredera de todos esos movimientos. Para tal emprendimiento, se ha tomado a Zaha Hadid como arquitecta pionera en el deconstructivismo, con tal de analizar la relación de ese movimiento de la década de los 80 con el constructivismo soviético.

La obra estudiada es su primera obra construida: la estación de bomberos para Vitra, de 1993, en Alemania.

El análisis consiste en un ensayo biográfico del movimiento, la arquitecta y su obra, y una abstracción de la obra elegida, mediante una Estructura Radical de la Extensión [ERE].



DOCUMENTO

Se puede encontrar el ensayo con su debido formato en el siguiente archivo.

DOCUMENTO: La estación de bomberos Vitra. Auge del deconstructivismo en Zaha Hadid



ERE [Estructura Radical de la Extensión]

Para la conceptualización del pabellón ruso, se ha elaborado un ERE, a escala 1.300, en el cual se identifican los principales rasgos de la obra.

[INTERSECCIÓN DE ARISTAS Y PLANOS]
Conceptualización y abstracción de la obra: los disintos volúmenes se cierran con techos triangulares que geometrizan la obra.



El ERE, nombrado INTERSECCIÓN DE ARISTAS Y PLANOS, muestra la volumetría básica de la estación de bomberos de Zaha Hadid. La volumetría de la obra se ha simplificado, llegando a su abstracción, que consiste en dos volúmenes ensamblados, cada uno con sus propios techos, que van más allá de ser una mera cubierta. Los techos dan espacialidad al espacio exterior de la estación y reflejan la importancia formal y geométrica del deconstructivismo como movimiento arquitectónico.





ENSAYO

LA ESTACIÓN DE BOMBEROS VITRA. AUGE DEL DECONSTRUCTIVISMO EN ZAHA HADID.

ADRIANA PARCERISA LEDESMA.
Noviembre 2018.
e[ad] Valparaíso.
Presentación de las vanguardias.
Andrés Garcés & Antonia Scarella.


Las etiquetas no significan demasiado, ZAHA HADID


TESIS: Zaha Hadid, en sus primeras obras, hereda la obra constructivista y la culmina, dando lugar al movimiento del deconstructivismo.



El constructivismo ruso fue una parte muy importante de la historia del vanguardismo, como escuela y como tendencia arquitectónica. Es innegable que formó parte del grueso de movimientos artísticos que rompieron con la tradición rusa. Sin embargo, el constructivismo tuvo una época de esplendor más bien corta, coaccionada por los distintos mandatos soviéticos que hubo, y finalizando como tal durante la década de los veinte, con la radicalidad de Stalin por lo que a las artes se refiere.

El constructivismo ruso y todos los conceptos que acarreó fueron impulso de muchas ideas nuevas para la arquitectura a lo largo del siglo XX. Como corriente artística, tuvo el acierto de no conformarse en reflejar las necesidades del proletariado, sino de formar parte de él, dando cierta unión a los distintos ramos de la cultura rusa y formando parte orgánica de este movimiento cultural. Pasadas unas décadas, el constructivismo culminó en el llamado deconstructivismo, movimiento arquitectónico de los años ochenta.


La pintura constructivista fue vista alguna vez como un achatamiento radical del plano pictórico; Hadid la utiliza como una irrupción dramática en un espacio-tiempo infinito, en un intento por “abrir a la fuerza” sus objetos, por comprimir y expandir sus espacios, por intensificar y liberar sus estructuras, todo al mismo tiempo.
Foster, H. (2013). El complejo arte-arquitectura. Editorial Turner Noema, Madrid


El deconstructivismo proviene del término deconstrucción. La deconstrucción tiene origen en el filósofo francés Jacques Derrida, que amplió el término creado por Martin Heidegger. La deconstrucción como movimiento teórico-literario es una estrategia, una nueva forma de abordar la literatura y la filosofía. El término deconstrucción es la traducción propuesta por Derrida para la Destruktion de Heidegger, término empleado en su libro Ser y tiempo, en tanto que no se trata tanto de abordar la reducción a la nada -destrucción-, sino de ver cómo se abate -deconstrucción-.

Así pues, se entiende que la significación de un texto es el resultado de la diferencia entre las palabras empleadas, y no de las cosas que las palabras representan. De manera análoga a la significación diferencial de Saussure en lingüística, la deconstrucción revela que las diferentes significaciones de un texto se descubren descomponiendo la estructura del lenguaje en el cual se ha redactado, ya que las palabras traen consigo implícitamente conceptos y metáforas históricas asociadas.


El tránsito de las ideas filosóficas de la deconstrucción hacia el deconstructivismo como movimiento arquitectónico transcurre en el contacto de Jacques Derrida con el arquitecto Peter Eisenman. Trabajaron juntos, y partieron de la idea que la arquitectura es un lenguaje capaz de comunicar, y que por eso mismo debe analizarse desde los métodos de la filosofía del lenguaje. Basaron toda su investigación en la dialéctica entre la presencia y la ausencia, entre la construcción y la deconstrucción.

Hay una continuidad semántica en la designación del movimiento que anuncia un referente histórico en el Constructivismo ruso. De hecho, los proyectos deconstructivos arrancan de formas y estrategias constructivistas. La deconstrucción es una nueva manera de pensar, una nueva manera de referir los signos por los que el pensamiento se produce y se transmite a sus significados. Hay exposiciones visuales donde puede con toda propiedad reconocerse. Acaso la obra de Zaha Hadid sea la que mejor lo ilustra.
González Cobelo, J. L. (1995). El ángel en el laberinto. El Croquis, nº 52, p.24


En el terreno de la arquitectura, la apariencia de los edificios deconstructivistas se caracteriza por una estimulante impredecibilidad y un caos controlado. El deconstructivismo abarca distintas maneras de trabajar, siempre en relación con ideas de fragmentación, procesos de diseño no lineales, geometría no euclidiana… Y, sobre todo, negando aquellos principios elementales de la arquitectura que se daban por establecidos desde hacía años, como la polaridad entre estructura y revestimiento. La falta de armonía, de continuidad, de simetría, son contradicciones propias del movimiento, en cierto modo, la búsqueda del orden en el desorden. La arquitectura deconstructivista pretende llegar a soluciones sencillas y elocuentes, con lo cual postula que es necesario prescindir de las leyes clásicas.

Como expone Frank Gehry:

Se trata de mostrar abiertamente las contradicciones, lo cual supone prescindir de las leyes clásicas del soporte y la carga, del muro y el cierre del espacio, de la proporción y la regularidad.



La arquitectura deconstructivista salta a la escena de la mano de Philip Johnson y Mark Wigley, en la exposición que organizaron en 1988 en Nueva York en el Museo de Arte Moderno (MoMA), exposición titulada literalmente La arquitectura deconstructivista. Fueron siete los autores expuestos: Frank Gehry, Daniel Libeskind, Rem Koolhaas, Peter Eisenman, Zaha Hadid, Wolf Prix y Bernard Tschumi. Es interesante analizar los orígenes de estos autores para ver la base del deconstructivismo. Si bien a lo largo de la historia se ha considerado que el deconstructivismo es heredero de, por un lado, el movimiento filosófico de la deconstrucción de la mano de Derrida y, por el otro lado, del constructivismo ruso, los autores expuestos no partían de estas bases. Aunque algunos habían tenido contacto con la arquitectura soviética, no es un patrón que se repita en todos ellos, de igual forma que el conocimiento sobre las teorías filosóficas de la deconstrucción no era compartido por los siete arquitectos.

Lo que juntó a estos arquitectos en la exposición fueron sus posiciones compartidas acerca del Movimiento Moderno: sus propuestas para insertar arquitecturas de ruptura en el contexto coetáneo que compartían. En cierto modo, hablamos de las interpretaciones de la teoría del caos, y de la materialización de geometrías fractales. Finalmente, sus posturas ante el funcionalismo, y su apología para devolver a la forma el protagonismo, son rasgos compartidos y que ensalzan el binomio forma-función.


La atracción por el formalismo, que encuentran satisfactorio en el movimiento constructivista, hace florecer distintos aspectos formales, como la fragmentación, la superposición o la idea de pliegue.

Como las formas no salen de la nada, sino que están inevitablemente relacionadas con formas preexistentes, no es extraño que las formas de la arquitectura deconstructivista puedan venir del constructivismo ruso de la segunda y tercera década de este siglo. Me siento fascinado por esas similitudes formales, tanto las que hay entre estos arquitectos como las que hay entre ellos y el movimiento ruso. Tomemos por ejemplo el más obvio de los temas formales que repiten cada uno de ellos: la superimposición en diagonal de formas rectangulares o trapezoidales.
Johnson, P. (1988). La arquitectura deconstructivista (Aquiles González trad.). Editorial Gustavo Gili, S.A., Barcelona, p.7


Los deconstructivistas adoptaron una postura de confrontación contra la arquitectura establecida y su historia, mostrando su deseo de desensamblarla. Así mismo, huyeron de todo ornamento y entendieron que los avances tecnológicos eran necesarios para sus geometrías complejas. En cierto modo, vemos como el deconstructivismo es un siguiente paso culminante al movimiento constructivista nacido en Rusia y zanjado al poco tiempo.


Como exponente formal, tenemos sin ninguna duda a Zaha Hadid. Sus obras comparten una tridimensionalidad muy elaborada y una superposición de formas. Como edificio emblemático y de formalidad parecida a las obras constructivistas, analizaremos una de sus primeras obras: la estación de bomberos Vitra, en Alemania. En 1981, un gran incendio destruyó las instalaciones de Vitra, la famosa empresa de mobiliario, y se tuvieron que rehacer los edificios. Los propietarios de Vitra encargaron las obras a distintos arquitectos, entre ellos Gehry, Siza y Hadid. Esta última fue la encargada de diseñar, en 1993, la estación de bomberos, su primera obra construida.


La arquitecta iraquí, nacida en 1950, destacó mundialmente con su obra. A simple vista, la estación se percibe como un compendio de rectas, vértices angulosos (ninguno recto) y finos pilares, que serían la forma básica de Hadid en su primera época. Para ella era fundamental el trabajo formal, aunque el uso fuera algo tan funcional y racional como una estación de bomberos. Ese uso tan necesario y tan poco artístico requería de una elaboración proyectual de igual calibre que cualquier otro edificio, sin de esa manera perder su máxima funcionalidad. Sus referentes formales son los constructivistas rusos, con su representación ligera y liviana del movimiento. Ya desde estudiante, reconoció sus influencias cosmopolitas y liberales, y el contacto con otras influencias culturales tales como la soviética.

En lugar de diseñar el edificio como un objeto aislado, se desarrolló como el eje exterior de la zona paisajística: definiendo el espacio en lugar de ocupando el espacio.
Hadid, Z. (2003). Noever, p.144


La geometría aparentemente aleatoria de la estación se deduce de la intersección de una serie de líneas del paisaje agrícola circundante, las alineaciones de las calles y el movimiento de bomberos y vehículos que utilizan el edificio. Hadid pretende expresar un movimiento congelado, lo que remite a tendencias vanguardistas como los cuadros futuristas o los Proun constructivistas de El Lissitzky. El dinamismo y el movimiento toman grande relevancia a lo largo de su obra, dando versatilidad a sus obras, como señaló Hélène Binet en el año 2000.

Todo el edificio es como movimiento congelado. Expresa la tensión de estar alerta; y la posibilidad de entrar en acción en cualquier momento.
Binet, H. (2000). Architecture of Zaha Hadid in Photographs. Ed. Lars Müller, Baden, p.176


La cualidad versátil de esta obra se alcanza tanto desde el punto de vista formal como desde el funcional. El edificio es capaz de adaptar sus espacios a otros usos distintos a los principales, pues los promotores querían un edificio que pudiera emplearse como estación de bomberos, pero también con otros usos. Distintos mecanismos como paneles giratorios permiten transformar las relaciones entre lo interior y lo exterior. Por otro lado, la percepción del edifico varia significativamente y se transforma en función del punto de observación. El edificio es hermético si se le observa frontalmente, revelando el interior solamente desde un punto de vista diagonal, escribía Hadid en una ocasión.

Así pues, entendemos que ese proyecto en realidad son muchos edificios en uno, en el cual todos los conceptos tradicionales se funden: lo exterior se confunde con lo interior, lo plano con lo volumétrico, lo pesado con lo ligero…

Siempre nos acompaña este deseo de alcanzar un espacio muy transformable, un espacio interior y exterior a la vez, y mantener la calidad de la luz. Intentamos alcanzar la transparencia sin emplear un material transparente, sino utilizando el hormigón.
Hadid, Z; Futagawa, Y. (1995). Zaha M. Hadid. Ed. A.D.A. Edita. Tokyo, p.160



Al igual que en el constructivismo ruso, parte de la técnica consiste en mezclar polígonos con estructuras triangulares y diagonales, consiguiendo un sentido del dinamismo. Sin lugar a dudas, esa formalidad nos remite al pabellón soviético de Mélnikov. Podríamos decir que el edificio se entiende como un muro plegado y quebrado que contiene y filtra las perspectivas del lugar. El programa del cuartel de bomberos reside en los espacios entre sus paredes, que se perforan, inclinan y quiebran según los requisitos funcionales. El edificio es hermético y revela los interiores solamente desde algunos puntos. Así, al pasar a través de los espacios interiores del cuartel de bomberos, uno percibe visuales fugaces de lo que sucede al exterior. Hadid era consciente de esta resignificación del concepto de movimiento que dio con sus obras. Como dijo en una entrevista:

Siempre es difícil autodefinir la obra de uno mismo y quizá más aceptar plenamente las definiciones que pueden hacer los demás de tu propio trabajo, pero me parece que -geometría fragmentada y movilidad fluida- aciertan bastante con lo que yo hago. Podríamos decir que, en mi caso, existe una fluida organización del esquema.


Desde la postura de un mero paseante, la Estación de Bomberos se percibe como una escultura de hormigón in situ, que debido a sus ángulos irregulares genera una experiencia inusual en quien habita el lugar. Hadid reafirma su búsqueda geométrica, el diseño destaca diversos planos que evocan la dinámica constructivista y las aspiraciones de velocidad futurista. Aun teniendo en cuenta la complejidad de sus formas, el conjunto irrumpe ingrávido y ligero.


Tan mediática como creativa, tan eficaz como efectista, la arquitecta angloiraquí posee una biografía que encadena metas. La primera mujer ganadora del Pritzker encontró el punto de equilibrio entre la arquitectura espectáculo y la revolucionaria, logrando hitos nada despreciables como integrar las formas curvas en el deconstructivismo, movimiento entendido siempre desde un punto de vista geométrico, formal y funcional.


En el constructivismo encontrábamos diseños y especulaciones arquitectónicas que no pudieron concretarse, debido a las mismas limitaciones de la época, pero, sin embargo, esas ideas fueron tomadas décadas después por lo que llamamos deconstructivismo, llevando al extremo la radicalidad geométrica y formal.


Con su obra, Hadid nos confirma que es posible abordar la arquitectura desde las más variadas expresiones artísticas. O, en todo caso, que es posible rescatar indagaciones arquitectónicas abortadas en la historia reciente y progresarlas al contexto socio cultural actual.



APÉNDICE DE FIGURAS


REFERENCIAS

Las referencias utilizadas para el desarrollo de la investigación son diversas y se exponen seguidamente: