Adiós, América, Adiós

De Casiopea



TítuloAdiós, América, Adiós
AutorGodofredo Iommi
Páginas19 / 10
Imágenes32
Ancho 21,5 cms.
Alto 28 cms.
Fecha1990
ColecciónPoética
FondoIommi-Amunátegui
ConjuntoCarpeta 01
Número de Ingreso022
NotaSe tiene una fotocopia mecanografiada con anotaciones al margen del autor. No hay fecha, proponemos 1990. Se adjunta una segunda versión posterior ya editada en tipografía.
PDFArchivo:Adiós, América, Adiós.pdf
Código
IOM-PTQ-IAM-C01-ADI-990-022


Peco mucho pero amo más

Peco más pero amo poco

(Atelier. Un ventanal lateral o en ochava con puerta de acceso ligeramente distante. La cama como océano tendido tras revuelo. De frente al público, con ligera pendiente para que se vean los dos cuerpos. Una puerta al fondo, sobre la izquierda, es el baño. A un costado mesa baja, cojines esparcidos. Aliado una repisa-cocina. Una pequeña lámpara de noche encendida sobre el piso, casi debajo de la cama. La sábana semi-cubre a Juana desnuda, dormida. Leandro, desnudo, comienza a moverse. Espía a Juana; todo con sigilo. Se agacha fuera: del lecho y apaga la lámpara. Leve claridad de la noche. Una luz de la última luna, tenue, cae desde la ventana pero la luna sin verse. Por una hoja abierta del ventanal llega de lejos un sordo rumor de camión, espaciado. Leandro baja, avanza a tientas. Espera que su ojo se acostumbre a la penumbra. Camina cuidando sin hacer ruido. Va hacia la cocinilla. Toma dos vasos, los deja en la masa baja. Va al baño, abre la puerta, enciende la luz, cierra la puerta, la luz del baño se filtra por la hendija baja. Una pausa. Ruido de camiones que ruedan. Se apaga la luz del baño, Leandro avanza. Juana se mueve, Leandro se detiene. Juana semi dormida, se vuelve, palpa el lugar de Leandro en el lecho. No lo encuentra, se despierta sobresaltada, se apoya en un codo).

Juana: ¡Leandro! ¡Tu, tu!. No, Leandro, no, no.

Leandro: Pts, querida, estoy aquí.

Juana: (se sienta en la cama, desnuda) ¡Por Dios! Leandro. No me dejes.

Leandro: ¿Soñabas? (va hacia la mesa) (pausa lenta, espera).

Juana: Perdóname, perdóname, amor, por lo que pensé.

Leandro: (va hacia el ventanal. Consulta sobre otra repisa un reloj pulsera) Es natural, querida, es natural que sientas así. Pero no me atreví a despertarte.

Juana: Todavía no amanece.

Leandro: No. Por eso te dejé dormir (va hacia la cama poniéndose el reloj). Esperaremos, (se sienta en la cama) ¿estás cansada? (próximo de ella).

Juana: Si, pero maravillosamente. Pero no sofié con lo que imaginas; nada de miedo. Cuando desperté soñé que aún gozaba. (él la besa suavemente).

Leandro: Ya ves querida se nos demora el alba.

Juana: Pero tú no querías que...

Leandro: Sigo creyendo lo mismo. No hay ninguna desesperación.

Juana: Es curioso; no la tengo.

Leandro: Lo cierto es que no habíamos calculado estos minutos.

Juana: No creo que yo pueda volverme a dormir. (pausa).

Leandro: (cambiando de tono, deshacié11dose de una duda). Voy a ser desleal, muy desleal, pero no puedo evitarlo. (pausa) ¿Estás segura, bien segura de lo que haremos) (se oye el canto lejano de las gaviotas. Juana no responde. Tras un instante Leandro va hacia la cocinilla. La noche cede ya al primer gris del alba antes que el rosado. Leandro enciende el gas. Prepara agua, Juana se levantan desnuda).

Juana: Déjame hacerlo a mí, por favor, siquiera esta vez. (Leandro se detiene. Juana comienza el quehacer) En el fondo la opresión se oculta, cuando aparenta desaparecer. (Leandro urga en su ropa colgada de una silla. La de ella está esparcida por el cuarto). Es como el sol en la noche. No se disipa, se esconde y vuelve. Sí, es curioso, pero tal vez la sufrimos menos quienes abandonamos más.

Leandro: (con un manojo de llaves en la mano) (va hacia la mesa, se sienta en un cojín). La verdad es que en los momentos que no previmos, en vez de callar uno habla lo que no quiere. Nunca quise decir lo que te pregunté.

Si estás segura. Sé que sí, que tú estás segura y convencida, me hubiera gustado dejar silencio al silencio para que fuéramos más enteros, completos, sin ningún adiós, sin ninguna esperanza. Pero uno, termina hablando.

---

Fondo Iommi-Amunátegui / Carpeta 01:

---