Observaciones:
Los rayos de sol iluminan invasivamente las nubes, pasando sobre ellas e interviniendo el camino entre nuestra vista y las nubes.
Las grandes masas que se suspenden en el aire están en medio de una carrera interminable con el viento otoñal.
Durante la noche una aureola rodea la luna, sin ser capaz de tocar las nubes.
La neblina que cubre el horizonte desaparece de forma difuminada en el cielo, creando un degradé entre su blancura y el manto azul.
Un atardecer es un contraste y a la vez un balance entre colores cálidos y colores fríos en un solo lienzo.
La nube del final de un atardecer es la línea divisora entre lo que los rayos aún tocan y lo que aquella luz ya abandonó por completo.