1º Arquitectura 2010
Asignatura(s) | Taller Inicial 1ª y 2ª Etapa |
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Año | 2010 |
Tipo de Curso | Taller de Etapa |
Talleres | ARQ 1º |
Profesores | Patricio Cáraves, Fernando Espósito |
Profesor(es) Ayudante(s) | Pablo Hormazábal, Pamela González, Alejandra Corral |
Palabras Clave | Plaza |
Carreras Relacionadas | Arquitectura |
Estudiantes
EXÁMEN ARQUITECTURA 9 JUNIO 2010 PRIMER TRIMESTRE / TALLER
Archivo:Ubicación Alejo Barrios.png
Acerca de las salidas de observación
Desde Amereida:
“¿No viene la extensión hoy a mostrarnos que la persistencia no está íntimamente ligada a la fidelidad?vale decir si hemos logrado partir vencer las antipartidas y estamos a la mitad de nuestro caminar el simple persistir no puede constituirse como la única medida de la fidelidad pues de ese modo irremediablemente en la encrucijada entre lo uno y lo múltiple tomaremos partido a favor de lo uno”(pág 115)
El Taller de primer año de Arquitectura se cuestiona que es el Acceder desde una doble postura.
La primera en el sentido de Acceder a: en este caso a un nuevo lenguaje , a uno que permita cuestionar el espacio y traerlo a presencia. Para esto se deberá madurar lo que se entiende por dibujo que ahora debe comenzar a hablar ,transformándose en croquis y observación. Estos croquis comenzaron a “iniciarse “ progresivamente para lograr, con una invención del trazo que recorre el blanco, recoger lo potente del espacio habitado que se plasma. Se dibuja con tinta china y plumilla para reinventar el modo de dibujar que los alumnos conocen al encontrarse en la conquista del dominio de las líneas puras, además de caer en la cuenta que:” dibujar y mirar debe ser, para cada croquis siempre una primera vez” para lograr “acceder a encontrar” ,encontrar la virtud de todo lo que se mire, que más que su descripción será su “secreto espacial”.
Lo segundo es el comprender el Espacio del Acceder :dónde se encuentra y reparar en cómo es. Para esto salimos a la ciudad , que requiere un tiempo, una demora de nuestro cuerpo y energía latente para cuestionar con el trazo y pupila atenta. El Taller construye un lenguaje y lo cuestiona insistentemente acerca de “la puerta”, “el distingo entre el límite y el término, hasta dónde es umbral , dónde hay pórtico, hasta dónde gobierna el pórtico , cómo son los tramos entre umbrales , qué otorga el elemento mampara que retiene, cómo son los espacios de encuentro, qué se da en lo común del espacio público y en el paseo en donde croqueando el alumno persiste, siempre teniendo en mente el ¿Qué?, ¿Cómo? y ¿Dónde?.
El Taller como Acción sale, los estudiantes agrupados van, se disgregan y encuentran en sus recorridos , espontáneamente salimos todos a observar desde el patio de nuestra Escuela , salimos en conjunto a observar el lugar de propuesta de proyecto : Parque Alejo Barrios en Playa Ancha , allá se pregunta en qué se está en el instante mismo y también nosotros los profesores salimos agrupados en jornadas de observación . Se completaron 11 salidas de estudiantes, 11 salidas de profesores, 2 actos de salida de observación del total del Taller, 3 experiencias de exposición de Taller, 1 experiencia en fiesta, la farándula y 1 experiencia en terreno, construyendo en Cauquenes.
Recopilación:(300)croquis, ¿Por qué en primer año es tan importante el número? Porque quien está en este cuestionar del Acceder no le basta estar solo ante, si no ante, detrás, entre, traspasarlo, demorarse en ese traspaso, y todas las combinatorias posibles, para que desde ese total, se pueda rescatar una potencia arquitectónica única , hoy expuesta por el total del taller :76 modos únicos de “Retener en el acceder”.
/ PROFESORA ALEJANDRA CORRAL PEREZ
Me referiré a una voluntad del Curso del Espacio en el Taller.
Ocurre, en el taller, que antes del curso del espacio, está el decurso del espacio en la ciudad.
El taller sale a dibujar la ciudad. Se nos permite que esta se nos muestre. Cuánto se muestra constituye un decurso, dibujado, que es lo continuo en el que estudia arquitectura. Entonces el alumno, que es el que insiste en el dibujo, sobre cierta cantidad de ellos se permite la construcción de un curso. Mirada y ejecución. Ejecución en un cubo de papel blanco de 40 cms. de arista.
El Curso es Uno, en el sentido de la unidad, uno en si mismo y uno en el total, 1 cada 4 salidas de observación. Al comienzo son cajas, prontamente el alumno al habérselas con el espacio trae algo de la extensión, así de la caja al cubo.
Este traer de la extensión, en el taller, es al modo de quién abstrae, anota, afirma y nombra.
Abstrae, tomando distancia próxima de lo dibujado, donde se permita [ abs ] separar en la cantidad un - algo -, que [ trahére ] trae lo observado hacia si.
El - algo - que ha sido separado es nota en los dibujos, que ordenan una alocución con el espacio visto. Esto se afirma, sin dar brazo a torcer de lo que el ojo vio y la mano recogió.
Así lo afirmado es la observación espacial.
Hasta acá, el decurso en dibujos, notas, láminas, correcciones y una afirmación, espesor de lo observado.
¿Cómo otorgarlo al taller para así constituir el total?
Con un ingreso al factorial cúbico del taller.
Por ello la entrega es ordenada y expuesta, una formación cúbica de calce y revés. Este Acto factorial ocurre porque cada cubo está nombrado. El nombre vincula. Palabra par de la acción espacial, y dibujamos todos todos.
¿Qué se cobra? El fenómeno espacial traído hacia si, lo nombrado, entendido cómo [ foz ] la luz de lo que se manifiesta en si mismo. Que señala la tarea a realizar con autoría.
Al cierre del trimestre tres Cursos del Espacio. [ El último expuesto aún en la sala ]
El primero del vacío en la dirección de una cara intervenida. El segundo del vínculo sostenido entre dos caras opuestas. Y el tercero del interior accedido entre dos caras opuestas. Desde la dirección y el vínculo, el Cubo accedido en largo, ancho y alto.
Así el Curso del Espacio al Decurso del taller inicia, una y otra vez, son las partidas.
Esta voluntad de la marcha está en el - algo - que se abre al taller. Al alumno.
El alumno nuevo, que insiste en el dibujo para llegar a proponer le apremia la forma.
Quisiéramos que ese brote de - algo - sea, antes que propio, luz de la ciudad manifestada en su acceder.
/ PROFESOR PABLO HORMAZÁBAL ANAVALÓN
Una de las dimensiones fundamentales que tenemos para expresar el resultado de nuestro tiempo de proyecto, entre los muchos componentes de esa expresión es la lámina, algunas veces relegada al último minuto de una entrega. Pero una lámina debemos entenderla como parte de nuestro lenguaje en el oficio. Eso es parte de la lección en primer año.
El taller tiene como uno de los objetivos centrales acceder a ese lenguaje: el de la observación. Pero además que un lenguaje, se trata de una disposición, un modo, una actitud que permite mirar, cotejar, descubrir, relacionar, sorprenderse y lo más fundamental para quien accede a un nuevo lenguaje o forma de mirar, el nombrar. Este lenguaje, basado en la observación dibujando requiere de una actitud rigurosa que descansa en la capacidad de demorarse en un pensar dibujando. La insistencia que desde primer año se tiene por parte de los profesores en un cumplimiento de los encargos, del número de croquis o de la calidad de las tareas es la esperanza que cada cual se va construyendo en que aquella insistencia, a poco andar, se irá transformando en una voluntad. El dibujo deja de ser el producto para transformarse en una manera de impresionarse en la ciudad. Impresión como aquella marca que deja una experiencia, una huella.
“Un observador se ubica ante el mundo con la ingenuidad de un ojo que quiere ver como por primera vez aquello cotidiano y habitual. En ese gesto, de observar dibujando, lo observado se recorre con la demora de quien sabe que de tanto demorarse se revelará aquel secreto contenido en el trozo de mundo que se observa. Algo que esta allí, pero que no es evidente. Esto requiere de esa disponibilidad para demorarse. Y ese momento, estar atento al nacimiento de aquella palabra inesperada que reúne, vincula, nombra. Observar, le regala a la vida lo inesperado, y eso es profundamente poético y artístico, y los oficios de la arquitectura y el diseño son los capaces de dar forma a aquello.
Desde esta actitud el nombrar adquiere una forma. Esa forma surge de entender que la expresión de aquello que se concibe como idea, pensamiento, a partir de esa impresión que la ciudad nos provoca debe alcanzar a otros. Es la relación con ese otro que contempla, que lee, que comprende lo que de alguna forma va orientando la forma que esa expresión se cobra pues un creador anticipa a ese destinatario de lo creado, se ubica en el lugar del otro. Un dibujo de complacencia, un croquis, un plano, el proyecto, una maqueta, el rigor de la escritura, la lámina, son formas de esa expresión.
En el caso de una lámina en primer año es importante aclarar una obviedad, que esta no es un afiche, ni cartel, ni anuncio, ni resumen. Primero porque sería un error y segundo porque no tenemos esas competencias, sino que una lamina es la forma de ese pensar que da cuenta de ese nombrar. En la lámina de proyecto de primer año, hemos insistido en 3 componentes de ese nombrar. El primero, el nombre de lo que se fundamenta, o del fundamento mismo. Este expresa lo que del estar pensando, relacionando y observando proviene. Segundo, el nombre arquitectónico, que nombra aquellas dimensiones del lugar esenciales de lo que se propone, el rasgo, que anticipa la forma. Y tercero, un nombre que hemos llamado de la forma habitada, que revela junto a un croquis habitado el uso del lugar concebido. Sus usos y costumbres, lo de habitual que este tiene.
En primer año declarar este nombrar es fundamental, en cuanto es parte del fundamento, de aquel fundamento del oficio en el que el nombrar no solo da cuenta de aquella posibilidad de concebir la proposición sino que es la esencia de la conformación de una memoria en el oficio.
En palabras de san Agustin, diríamos que en esa memoria, “me encuentro también a mi mismo, me acuerdo de mí, de lo que he hecho, cuándo y dónde lo he hecho, y que impresión sentía en el momento de hacerlo.
Allí están todas las cosas que me acuerdo haber experimentado o creído. De esa misma abundante reserva saco igualmente, por semejanza con las cosas de que he tenido experiencia o con aquellas que, conforme a esta experiencia, haya nuevas y nuevas imágenes. Las cotejo yo mismo con la trama del pasado y voy, de ahí, tejiendo la del porvenir, hechos, acontecimientos, esperanzas. Y todo esto lo pienso y repienso como si fuese presente. (San Agustín; 1977: 159). La memoria del oficio del arquitecto se constituye no solo en el estudio de él, sino en la capacidad de comprender la experiencia de vida como parte de ese fundamento que se expone, expresa; una lámina es la huella de esa experiencia del nombrar.
/ PROFESOR FERNANDO ESPÓSITO GALARCE
Archivo:Pgonzález 1 erecteion.jpg Archivo:Pgonzález 2 erecteion.jpg
De la exposición en primer año
Durante el trimestre el taller ha expuesto su decurso constantemente para quedar alumnos y profesores situados ante un total. La importancia de este acto de exponer para nosotros radica en enfrentarse a un estado siempre actual del taller en donde todos podamos acceder desde el dibujo y principalmente en donde un alumno de primer año pueda a partir de su estado de asombro, caer en la cuenta de lo nuevo y particular que cada uno construye para así conformar el cuerpo colectivo del taller. Desde esta experiencia de pasar de lo íntimo que cada uno trae a lo público que se expone, se adquiere un lenguaje arquitectónico capaz de expresar y de llegar a otros con elocuencia. Este lenguaje se manifiesta en 3 modos de exponer
Laminas: En taller hemos querido que las láminas personales tengan un carácter de exposición durante todo el trimestre, parte de ello fue el encargo de hacer los croquis y observaciones con tinta y plumilla, la intención fue que el tiempo fuera parte en la construcción de la línea del croquis y de la caligrafía de la lámina. El modo de hacer la tarea exigía aun más que apareciera lo observado.
Curso del espacio: Para el taller de primer año los cursos del espacio tienen un valor agregado, es la primera vez que se enfrentan a esta experiencia y por esto hemos querido que se expongan de forma en que la intención del encargo se les muestre, el primer encargo se expone en el patio con hileras extendidas a ras de suelo, el interior aparece desde arriba, un acto en donde el taller dibuja el total, en el segundo encargo 3 muros dividen la sala quedando 6 lados en donde se atraviesa el vinculo construido entre sus caras opuestas y el tercer encargo hace aparecer el interior del cubo para el que esta observando el total de la sala expuesta, se queda ante un borde de luz del balcón.
Maquetas: La primera maqueta trajo a presencia la intervención en una mediagua a propósito de lo vivido en Cauquenes, se expuso en el centro de la sala, divididas en 3 grupos y con los alumnos al borde, ahí escucharon su corrección y quedaron ubicados en el total. En la propuesta del paseo Alejo Barrios el primer paso de la maqueta comienza con el rasgo, una maqueta de 1 día construida y corregida en sala durante su proceso, esta da cuenta de lo fundamental, se expuso en el borde del balcón quedando todos al tanto de lo radical de las propuestas.
En la exposición final cada alumno expone a partir de estos lenguajes su proyecto arquitectónico de mediaguas y paseo, trayendo a presencia 3 laminas, 3 maquetas y 1 curso del espacio.
Parte importante de la exposición final fue la construcción grupal del pórtico de las cariátides, aquí debieron constituirse como taller para exponerlas. En esta tarea los alumnos se encuentran en escala 1:1 con un orden arquitectónico que trae a presencia proporciones que los sobrepasan. Es parte del encargo la invención en el dibujo para hacer aparecer estas proporciones desde la continuidad de líneas construidas con tinta y pincel. Este pórtico se levanta al interior de la sala y aparece desde la potencia de quedar ante y dentro de él en verdadera magnitud. La medida ahora tiene realidad y queda aprehendida a partir de la experiencia de dibujarlas y escalarse ante ellas.
/ PROFESORA PAMELA GONZALEZ GALLO
Archivo:Pcáraves 1 alejo barrios.jpg Archivo:Pcáraves 2 alejo barrios.jpg
Lo expuesto hasta aquí, son los hechos que avalan la proposición estudiada en el Taller; ellos son: el hecho de las salidas de observación,
de los trabajos del curso del espacio
de los actos y de las exposiciones en la sala y en el patio
de las láminas que presentan las tareas.
Todos ellos son trabajos variados en los que, los alumnos, son guiados. – Aquí, detengámoslo en una nota, para advertir, que en el inicio del estudio de la Arquitectura, no cabe corregir, sólo guiar, puesto que se trata de un proceso creativo de dar a luz; de pro-poner.- Todos los trabajos son convergentes a una realidad, cuál es; la de encontrarse con el lenguaje de la observación. La observación es el arma con la cual interrogarlo todo; lo que podemos nombrar como el Acto. La observación penetra en la realidad, mostrándola, más allá de las descripciones y de los análisis de los usos y costumbres. Ella no es un método. Es un modo de vida, el que se lo ejerce día a día.
Para acometer esta acción siempre guiada se requiere de un estudio especial. Esta es una acción que comienza por disponerse. Disponerse a ver, que ya no mirar, disponerse a hacer silencio, que no es un mero callar, disponerse a dibujar, que ya no es un mero rayar.
En breve: se trata de disponerse a estar dispuesto, para constituir el retiro necesario, único modo para ver-pensar, con fidelidad, al acontecer en la extensión. Así, poder leer en lo expuesto. Leer inteligente que des-cubre, des-vela y de este modo, hacer presente algún rasgo que muestra, señala un aspecto de la realidad del habitar.
La observación es ver; nombrar y construir. Por tanto, lo observado lleva a tridimensionalizar aquello que ha sido leído.
La observación arquitectónica es el lenguaje que se expone tridimensionalmente. Ello en pasos que se suceden y que llamamos fundamento. Esto deja fuera la mera opinión y lo arbitrario.
Este lenguaje que llamamos de la observación requiere de una experiencia, es decir de reflexionar aquello que ha sido vivido. No sólo se requiere de la memoria, si no de aquello que llamamos “padecer la extensión”. Nos referimos a que en uno, en cada uno de los alumnos del Taller, se graba a fuego este padecer la extensión. Esto es enseñar y, en ello, formar.
Esta vez la Escuela entera, -Profesores y Alumnos- tuvo la ocasión de “Cauquenes”. Allí en esa semana se vivió esta experiencia que nos ubica en un aspecto del oficio de la Arquitectura.
Es así, que este Taller primero de primer año de arquitectura, que debe acceder al lenguaje antes dicho de la observación se estructura en tres ciclos:
1º de las salidas a la ciudad a observarla,
2º de los trabajos del espacio y,
3º del proponer en maquetas, con fundamento.
Y, en cada uno de ellos los Profesores expusieron lecciones, que no clases, en las que sí se puede avanzar más allá de la comprensión de algún concepto, para generar en cada alumno un conocimiento del que se sepa autor, en el que debe hacer venir lo nuevo.
Es esta realidad, la que señala la importancia de nombrar cada paso que va abriendo la extensión.
Así, este Taller inició el ciclo de proyecto con las mediaguas y en ellas; la entrada, el acceder, en la que cada cual construyó. Luego, una proposición para un conjunto de 12 unidades y, más adelante una proposición para un campamento de 50 mediaguas y sede social, ubicadas en la explanada mayor de Valparaíso, donde se da lugar a las emergencias; el Parque Alejo Barrios de Playa Ancha..
De este modo, vino a nuestro encuentro esta gran explanada que la ciudad ha sabido reservar y la ha “rotulado” como Parque. De este modo nos encontramos con el “caso arquitectónico”, con lo que se cierra esta etapa.
Ahora bien, advertimos en el Taller, que esta fracción de territorio (la explanada del Alejo Barrios), no está en la ciudad. La ciudad limita en él, más aún, la ciudad gira para darle la espalda.
Hemos tomado esta realidad arquitectónica para vincular ciudad y la explanada, mediante un acceso que permita vincularlos en un ir a lo largo y/o a lo ancho. Se trata de proponer un Paseo-acceso, que invita al que por allí pasa y lo retiene para demorar; lo que es acceder. De esta forma pertenecer al gran anfiteatro de la ciudad. Así ser co-propietario de la extensión con sus lejanías y proximidades. Bien se ve, que se puede contar que estos alumnos han realizado 5 trabajos de maquetas, las que no son propiamente proposiciones arquitectónicas, más bien son partidas arquitectónicas como nos señala amereida. Afirmamos que partir en el acceder, es con lo vario, en variedad y, en versatilidad, que no proliferación sin medida.
Este Taller primero, termina con el Acto de acceder, en cuanto disponerse, para observar.
/ PROFESOR PATRICIO CARAVES SILVA