¿No soy el ido?
Título | ¿No soy el ido? |
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Autor | Godofredo Iommi |
Páginas | 2 |
Imágenes | 2 |
Ancho | 21,5 cms. |
Alto | 27,5 cms. |
Fecha | 1964 |
Colección | Poesía |
Conjunto | Carpeta A |
Número de Ingreso | 009 |
Nota | Original mecanografiado en tinta negra sobre papel. Puede corresponder a uno de los poemas de la Phalène de Horcón en 1964, a los que Godo se refiere en «Las voces limpias»: El «Poema de alta mar», junto con el «Poema de los muertos». En la página 3 se lee manuscrito «Ph. 1»; se refiere quizá a la 1ª phalène? Sin fecha. |
Archivo:¿No soy el ido?.pdf | |
Código | IOM-POE-IAM-CMA-NOC-964-009 |
p.1
¿No soy el ido, el ido, el ido?
¿Qué tiene mas el mar para ceñirte
y el otro y solo olvido del encuentro
(viejo oficio de los brazos
si oculto ya el secreto de alfarero)?
No no ya el encuentro –tierras–
Ni ambos, ni reflejo
Mar y mis mares
la ola consta –labios–
Su confluencia
Con que lleva esto mismo a sus distintos
( la Reidad, amigos, de los
súbditos)
Me decían,
– vueltos antiguos por sus miedos–
sus muros y el que impide
Me decían,
– vueltos antiguos por sus miedos–
sus muros y el que impide
Me decían,
blanco el desierto de espumas
para nunca dar alcance
Pero ya nunca puertas – la nunca–
no roca
sino comba cara del agua detenida
como un pie
– calzada
aparición del caminante.
p.2
No cerco
sino la inquietud corona
por su fiesta – espumas –
dónde inaugura, el ala, tus alas,
la confluencia que da cuerpo a los pájaros.
¿No soy el ido, el ido, el ido ?
Mar, mis mares julios
tráenos tu siempre bruma,
aire que da figura a la luz para invadir el tiempo
y entrar
Entrar hasta hacer tierra. Posada, posándonos
hasta los intersticios,
Tu siempre bruma,
como los espíritus afinan, sin llaves;
la taza entre los labios – canto
los cantos
mis perfiles
posada, posándonos
tu siempre bruma
hasta hacer tierra
ocultándola
para que reciba el día
y este aire tenue, por tan cierto,
del que bajan las primeras casas – suelos –
arrodilladas frente a sus muertos y tu tumba
mar
de donde el hijo
mis mares
este aire tenue como una palabra
de un lenguaje más común.
Cuyos
– anuncio y cifra –
graznan
la posada banda de quienes
reúnen el agua y el viento a tu piedra
hasta hacer
hasta hacer tierra
sin encuentros
como el mar se esparce en tus dominios con sus ríos.
p. 3
Nueva cada vez
– testigos, testigos aun sin nosotros mismos
y distancias–
entrega la constelación
la temblorosa sabiduría marina – oh cálculo–
que desde la noche alta
mira hacia su otro, tu otro mar de dentro
y con su misma luz se junta
en tus castos afluentes.
Cruz y Sur
dador de la vida
señor del junto y del cerca:
un fuego,
te reconoces
y el signo,
recomienzas.
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Fondo Iommi-Amunátegui / Carpeta A:
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