Ritmo Fragmentado, Carolina Tapia

De Casiopea


TítuloDescanso Dispersado
Tipo de ProyectoProyecto de Taller
Palabras Clavedescanso, dispersado, luz, módulo expositivo, cuerpo, volumen
Período2017-2017
AsignaturaTaller de la Ocasión Editorial,
Del CursoTaller de la Ocasión Editorial 2017,
CarrerasDiseño, Diseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Carolina Tapia
ProfesorHerbert Spencer, Marcelo Araya

Proyecto Final

Primer Encargo

Como primer encargo, se establece una primera salida a observación, la cual consiste en encontrar el exponer y/o exhibir en la ciudad y contemplar cómo esto ocurre en ella. Se propone establecer una teoría propia del exponer, encontrando la diferencia entre estos dos conceptos y ahondando en un amplio campo de observación, analizando las diferencias en el mostrar.


¿Cómo se expone en la ciudad?

Antes de salir a observar el cómo se expone la ciudad y las distintas formas en las que se muestra, se reflexionó sobre cuál es la diferencia entre exponer y exhibir algo. La exposición de un algo tiene como función mostrarlo y hacerlo visible a una comunidad, es decir, no solamente se hace visible (a secas), si no que se hace visible al público, volviéndose accesible y se revela y arriesga al discurso social. Exhibir, en cambio, no necesariamente busca esto, si no que tan solo se muestra, se hace visible pero sin buscar ser visto. En la salida de observación, se pudo constatar que este exponer y/o exhibir está presente en un amplio sentido. Por ejemplo, al caminar por un barrio turístico en donde hay muchos restoranes y lugares para comer, pude percatarme que tanto el exponer y el exhibir están muy presentes. La exposición es utilizada para capturar a las personas que pasan, a través de gráficas y muestras de objetos, en gran o pequeña magnitud, que invitan a entrar y descubrir un lugar. La exhibición, en cambio, esta presente casi involuntariamente por los que son exhibidos, ya que estos lugares que se muestran muy íntimos y tímidos desde afuera muestran un poco de su interior a través de ventanas o vitrinas, en donde las personas, que están realizando un acto íntimo del comer, compartiendo y haciendo un paso momentáneo, pueden ser observados por quienes pasan. Esta pequeña visual que se tiene del lugar, es más bien de quienes lo habitan más que del lugar mismo. El observar el acto y cómo se produce la reunión dentro de estos lugares es lo que produce el despertar y curiosidad por adentrarse en el lugar. Por lo tanto, el lugar los expone y ellos tan solo se exhiben. Ya entendida la diferencia entre ambos conceptos, se empezaron a contemplar las diferentes formas de exponer. En el Museo Fonck, por ejemplo, se observó que en la mayoría de la muestra se utilizaban estructuras simples y rectas que salían desde las paredes o suelos, que actuaban como sujetadores de los objetos y los mantenían en la posición correcta. Estas estructuras, se pudo concluir, que además de actuar como sostenedor que no ensucia la visual de lo que se muestra, crea una organización en cada vitrina, separando y armonizando cada sector para que cada uno de los objetos tenga la visual correcta y este no sea obstruido. Además, ayuda a distribuir equilibradamente las reliquias en el espacio. Para lograr este equilibrio se pudo apreciar que se hace uso de diferentes horizontes o niveles, jugando con las alturas en que se ubican los elementos, generando diversos planos de visión. Esta forma de organizar los objetos en este espacio limitado y "privado" (dado que no tienen relación proxémica con los visitantes) pero a la vez expuestos en el que se encuentran, provoca que entre ellos se originen espacios o dimensiones pausadas entre ellos, generados por el valor histórico de la cosa. Al ser objetos auténticos, a cada uno se le asigna una luz direccionada y degradada, que provoca una atmósfera cálida e íntima con él mismo, y así mismo, esta luz se le otorga para destacarlo y para que pueda ser observado en su detalle. Para hacer de esta observación de las peculiaridades del objeto algo ininterrumpido en su cercanía con el, se ubican cada uno de ellos con distancia, y al producirse eso, quedan fragmentos obscuros o separaciones entre cosa y cosa, o vitrina y vitrina, que aparecen como intersticios o pausas luminosas, que provocan un descanso en el observador. A diferencia del museo o la ciudad, en lugares comunes y cotidianos como la feria, por ejemplo, el enmarañamiento o caos en la forma en que se ubican los elementos expuestos es algo que la identifica. En el museo, las pausas entre objetos son fundamentales para crear una buena visual del elemento expuesto, ya que al ser un objeto histórico, requiere esa característica para poder ser observado correctamente. En cambio, en la feria, esto ya no es necesario, ya que el objetivo no es apreciar en detalle lo que se expone, si no que la persona lo adquiera. No requiere este orden ya que hay muchos ejemplares del mismo elemento y tan solo su forma y color le otorga la organización y el orden. Pero la similitud que tienen estas formas de exponer, es que los planos y alturas variadas son recursos que se utilizan en ambos. Al parecer, los planos visuales son fundamentales para poder observar y se producen cuando muchos elementos se ubican en un lugar delimitado. Los intersticios, nombrados anteriormente, se revelan pero casi por defecto, ya que no son algo pensado ni requerido porque carecen del valor singular y característico que es dado por una historia o importancia.

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Segundo Encargo

Como segundo encargo, se pasa inmediatamente de la observación a la forma. El fundamento o teoría del exponer debe ser llevada a un volumen tridimensional (80x80x2mts). La observación es llevada al espacio por medio de un cuerpo colgante que dibuja lo observado por medio de la luz y sombra. Esté módulo rescata el concepto y es gesto del exponer.


1° Propuesta

El primer volumen es pensado desde la observación de pausas visuales que son ocasionadas por las distancias en donde la luz disminuye y/o se ausenta, dado por el valor o relevancia de lo que se está exponiendo. A más distancia entre focos luminosos y cuerpos, mayor valor que invita a su detención y contemplación dado por lo íntimo. Las pausas en donde se pierde el foco luminoso, aparecen como intersticios que enmarcan y rodean el objeto expuesto. Estos descansos frecuentes entre objeto y objeto se pueden abstraer como tramas que aumentan y disminuyen en su proyección.