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===== Página 1 ===== <p>Amereida<br> Volumen Segundo</p> ===== Página 2 ===== ===== Página 3 ===== <p>Y entonces nos cruzó la barcaza<br> con camiones de E.N.A.P.<br> Ver de frío<br> Espuma<br> humo de agua<br> bajo agua<br> vuelcos<br> convulsos<br> volcanes<br> de agua<br> bajo agua<br> Albatros<br> separado.<br> Y a Kilómetros<br> por el asuelo<br> entrando al centro.<br> Cielo arrojado<br> rojez<br> oasísmico</p> ===== Página 4 ===== <p>cerrojo de caos<br> ¿Centro del tiempo? ¿Amereida? ¿Cruz sobre la<br> Amereida? No tan sólo para una vista cartográ-<br> fica y casi cosmonáutica; sino cruz reproducida en<br> todo puesto, en todo lugar: llevada a todo lugar<br> la estrella cardinal la estrella de los cua-<br> tro ángulos del tiempo en la jornada rectangular<br> por nuestra trapa de nueve frentes nuestra<br> muda espera políglota nuestra girante rosa de<br> los vientos nuestra veleta que inviste las ciu-<br> dades en todo sentido trazando signos sobre las<br> casas apropiándonos hasta el acabóse el papel<br> de ángeles tomando a nuestro cargo “realizar” las<br> promesas figuradas desde siempre encajando so-<br> bre el terreno el macrocosmos y el microcosmos<br> ayuntando aquí la piedra cruda con la prescrip-<br> ción del allá atornillando las mitades desigua-<br> les la una a la otra para que haya un signo; hom-<br> bres habían muerto dejándonos sus nombres so-</p> ===== Página 5 ===== <p>bre sus nombres andábamos como los chinos sobre<br> el puente de sus ahogados<br> cada uno hablaba su len-<br> gua y todos la comprendían</p> <p>Dylan<br> ( ‘Libertad’ )<br> ( ‘Control de sí mismo’ ).<br> otra cosa</p> <p>nuestras posibilidades<br> guijarros en nieve,<br> más gentiles que lana.</p> <p>palabras de cielo son nieve<br> la voz del centro es llama</p> ===== Página 6 ===== <p>Me acuerdo de una niña chica<br> Le besó el dedo gordo<br> el dedo gordo del gigante<br> nativo de Tierra del Fuego,<br> Isla de Fuego.<br> Y oh for a muse of fire,<br> jugando en el yermo como una niña chica,<br> loca por su salvaje, su gigante -<br> ( “ ¿ Y cómo llamaré a tu dedo gordo ? “ ) :</p> <p>Magallanes quería llegar a un lugar;<br> Magallanes descubrió cómo<br> Hay una estatua de Magallanes en la Plaza de<br> Punta Arenas.<br> Allí. Sobre las arenas amarillas.<br> Su barba de plomo es maciza.<br> Su cara de plomo manda.<br> - a ninguna parte :</p> ===== Página 7 ===== <p>Saber es una actividad humana.<br> Crecer, una divina.<br> Oh aguas de aguas, oh aguas al vino :</p> <p>Sobre sus muslos,<br> muslos de un natural de la Isla de Fuego.<br> un arco<br> yace:</p> <p>¿Qué pensamiento, qué sentimiento, qué puede dar<br> gracias o decir lo que es ver, ver a ojos vistas,<br> de cuando en cuando, como un signo sobre el cami-<br> no, la proximidad de la Musa que así señala que<br> ella no olvida, que no está lejos?<br> ¿Y qué decir cuando uno es filósofo y la Musa no<br> es pensable y sin embargo no paran de hablar to-<br> dos los signos AUN HOY?<br> América no tiene pasado: no tiene historia. La<br> historia no es historia de voluntad - “ Cómo no</p> ===== Página 8 ===== <p>creer en la voluntad? ” es una pregunta que pre-<br> gunta “ ¿cómo hacer para no creer en la voluntad?<br> Respuesta : Sabiendo lo que es la historia o cre-<br> yendo en la Musa</p> <p>Musa la báscula del cielo, el vien-<br> to transbordador - a su guisa - de nuestras Vis-<br> tas, esta aguada cuando entreabro con el gato mis<br> ojos, aquella que lo acarició, la profusión que<br> las obras alinean en secuencia interminable de con-<br> ciertos, en poemas reiterados, en fila india, ra-<br> sa y clarificada, hacinada sobre telas, sobre pie-<br> dras, sobre maderas, sobre papel de música, inoc-<br> tavos de Linneo, vitrinas de Aristóteles, legajos</p> <p>Musa el viaje moral donde los sue-<br> ños son de día y el creciente coraje en la espal-<br> da, la exactitud poética de la tierra que pasa por<br> la cabeza, la noche de Pampa revelando la distan-</p> ===== Página 9 ===== <p>cia, la mesa sin mujer donde cada uno sabe cuánto<br> le cuesta hablar, este descanso de calma a una<br> cierta profundidad de la tormenta, la paciencia<br> de los colores que asiste a nuestra elección, la<br> napa de humus repuesta cada mañana, el valle que<br> es preciso descender<br> hoz de ceniza<br> ( la homoni-<br> mia flemática en la lengua que es la jocundia co-<br> mo la esfinge famosa, la hospitalaria paranomasia<br> semejante al puzzle abandonado por los niños, la<br> aceptación en la que toda cosa reposa en la ambi-<br> güedad del genitivo, la admirable erosión siempre<br> original que extrae del latín el español y el por-<br> tugués<br> Musa el cerebro tierno donde todo<br> escapa, la penuria otorgada al decidor, la audacia<br> a la que se presta la gramática, mi confianza en</p> ===== Página 10 ===== <p>no querer pensar, las respuesta migratorias, pues<br> que la misma picazón de las fosas nasales se ofre-<br> cen al dicho.<br> Que todo sea verdad - comprendida<br> la tramposa ternura del adiós.</p> <p> Apelo<br> la libertad espaciosa del<br> espacio libre; toda terraza, toda escalinata “des-<br> prende” para mostrar esta multiplicidad discreta<br> que nos deja entrar y salir, dejar, alejarnos, a-<br> cercarnos - ¿no le molesto? - Musa este vacío<br> y la historia de las musas, los tes-<br> timonios crónicos, que el espíritu sea espíritu<br> de naciones y el espíritu de naciones Idea, todo<br> nacimiento enhada una almohada larga situado ba-<br> jo nueve dones de madrinas provincianas<br> irrefuta-<br> bles; a cuanto sucede a los pueblos, y la in-</p> ===== Página 11 ===== <p>tervención de libros - la historia, entretanto,<br> este “collage” de novedades - y el plan ordinario<br> de las invenciones, la llegada realmente sorpren-<br> dente de Filoctetes o de Joyce, el gesto imprevis-<br> to de Aquiles o de Tintoretto<br> tinta tiñe Orea Auray<br> tienda foresta stentor Loro Tyndaro Pandora<br> Tintoretto<br> pero la cosa no cesa de cautivar los<br> signos y el nombre “significante” no es una presa,<br> ningún hombre jamás lo ha creído, pero las cosas<br> contadas lo aluden y “aquello” es tomado en la le-<br> yenda muda de los sitios, en la malla del invisi-<br> ble “simpático” que sostiene en secreto como un<br> padre fiel la fantasía de los contornos, el poder<br> del invisible menos concluido que todo trabajo,<br> la excesiva promesa de los nombres, el innombrado<br> de las especies aún escondidas que esperan a su<br> vez subir al claro de los hombres</p> ===== Página 12 ===== <p>En Sombrero<br> dijo Elvio Leiva<br> “Springhill<br> primer pozo chileno<br> Springhill<br> los Manantiales<br> diciembre 29<br> año 45<br> lo habrán visto a su izquierda<br> y a Sombrero<br> los construimos<br> entre el 57 y el 61<br> Comienza<br> por geología<br> los geólogos<br> desde octubre<br> cuando el tiempo se afirma<br> hasta marzo<br> a caballo</p> ===== Página 13 ===== <p> o en scooter<br> o en jeep<br> área de exploración<br> protozoarios<br> de orden inferior<br> y por geofísica<br> movimiento sísmico<br> artificial<br> explosión<br> se producen<br> ondas mecánicas<br> en toda dirección<br> refracción de la onda<br> registrada por geófono<br> haciendo<br> veces de galvanómetro<br> transformando las ondas mecánicas<br> en ondas eléctricas<br> resulta sismograma</p> ===== Página 14 ===== <p>para que pueda repetirse<br> en el laboratorio<br> dejando ruido nítido<br> interpreta la onda en distintos estratos<br> de corteza terrestre<br> onda<br> sondeando<br> profundidad<br> las aproximaciones<br> matemáticas<br> Y nosotros ubicamos el rebote<br> el rebote de onda<br> en capas inferiores<br> El petróleo se origina en sedimentos marítimos<br> plantas <br> grandes cardúmenes<br> por cataclismo<br> anticlinales<br> lechos de agua salada</p> ===== Página 15 ===== <p>y el petróleo entrampado<br> capas impermeables<br> por sucesivos cataclismos<br> emigra<br> y a pesar de la técnica<br> no hay hoy<br> detector infalible<br> y la intuición perfora<br> así en Río Rubens<br> 4000 metros<br> Uds. lo habrán visto<br> perforación<br> equipos<br> plataforma de torre<br> la mesa rotatoria<br> desde arriba<br> le vamos dando peso<br> y el gas sale<br> de la última etapa de separación</p> ===== Página 16 ===== <p>para licuarlo <br> habría que comprimirlo<br> no resulta económico<br> Un yacimiento es<br> una botella de soda<br> hay que meterle gas<br> para sacarle líquido<br> Y hay 2 tipos de trabajadores :<br> Yo, por ejemplo, poblador,<br> pobladores,<br> los que viven aquí con familia :<br> y hombres solos :<br> al mes<br> 23 días<br> aquí<br> y 7 en Punta Arenas</p> <p>6 de Agosto Sombrero</p> ===== Página 17 ===== <p>Woman is a mask of muse<br> but love<br> is not an experience<br> Jonathan Jonathan<br> Y Elvio Leiva nos leyó el mapa de nombres<br> Y el mapa de los pozos<br> violeta<br> hacia el Este los pozos<br> ahora buscando otro horizonte<br> prácticamente<br> explorando el terciario<br> desde el río Maule<br> hasta el Sur<br> Salen los geólogos en la primavera<br> trabajan todo el verano<br> geólogos nuestros<br> geólogos<br> de superficie<br> el plano lo pasan a geofísica.</p> ===== Página 18 ===== <p>Luego<br> los equipos sísmicos<br> avanzadas nuestras<br> profundidades<br> quitan techo<br> arenisca<br> Techo : la capa superior de la estructura<br> la densidad de arena muy variable<br> los sismógrafos marcan anticlinales<br> nosotros perforamos anticlinales<br> generalmente lechos de agua salada</p> <p>El punto de perforación : ubicación<br> Yo lo ubico en mi plano<br> veo en que predio<br> pido autorización<br> indemnizo.<br> Por mandato de estado<br> todo petróleo es nacional</p> ===== Página 19 ===== <p>nosotros<br> los delegados.<br> Se hace camino de acceso<br> se construye plataforma<br> ubicamos equipos<br> y mientras no llegamos al fondo no sabemos<br> si el pozo es comercialmente explotable.<br> Mecano gigante de acero<br> 45 metros<br> 3 motores Diesel de 250 caballos C/U<br> planta de luz propia<br> equipos de bomba y barro.<br> Los primeros metros se perforan con agua<br> se inyecta a presión<br> hasta 90<br> 100<br> 120 m.<br> Después con barro<br> barro de perforación</p> ===== Página 20 ===== <p> lechada de arcilla<br> con ingredientes químicos<br> que le dan<br> mayor o menor peso<br> mayor o menor viscosidad.<br> Ingenieros<br> técnicos de barro<br> cada equipo tiene estanque de barro<br> conectado sistema de bombeo<br> entra por alto sale por trépano<br> cada equipo trabaja 24 horas<br> horas con viento o lluvia o nieve<br> hasta perforación total<br> y aquí<br> record mundial<br> 795 m.<br> en 7 horas<br> Luego<br> trépanos</p> ===== Página 21 ===== <p> para pizarra y roca<br> y a los 100 m.<br> primera entubación<br> que varía<br> según programa de pozo<br> y entonces<br> inyectamos cemento a presión<br> es importante que esta tubería quede<br> sellada al terreno quede<br> formando parte del terreno<br> columna<br> base de sustentación.<br> Y la etapa siguiente<br> la más<br> peligrosa y difícil<br> fluctúa<br> entre 120 y 800 m.<br> napas de agua artesiana entre<br> 300 400 metros</p> ===== Página 22 ===== <p>de bastante presión<br> 50 60 hasta 100 libras.<br> La columna hidrostática de barro<br> mantiene el agua en el nivel que está.<br> Y el barro retorna a la superficie<br> bañando las paredes del pozo.<br> Entre 500 y 700 m.<br> capas carbonosas<br> presión de grisú<br> mantenida<br> por la presión del barro.<br> A 900,<br> tuberías<br> de 9 5/8 de pulgada<br> y cemento a presión<br> haciendo zapatos de sustentación<br> para que la columna no quede bailando.<br> Trépano<br> 8 3/4 de pulgada</p> ===== Página 23 ===== <p>Y continuamos la perforación hacia abajo<br> ahí sí<br> ahí si que ya llegamos<br> en esta etapa<br> hasta el fondo mismo<br> roca ígnea<br> cambiando la estructura<br> cada vez que cambiamos el trépano<br> y al llegar al manto de arenisca<br> cambiamos trépano por corona<br> la corona que corta testigos<br> la corona de diez huecos<br> la corona de conos externos.</p> <p>Arenisca<br> material de acarreo<br> sedimentos<br> marinos<br> se han ido acumulando</p> ===== Página 24 ===== <p>en rocas madres<br> plantas<br> algas<br> millonarios cardúmenes<br> petróleo<br> de origen mestizo<br> animal<br> vegetal<br> restos de hemoglobina<br> no mineral<br> la des-<br> composición marina<br> petróleo entrampado<br> nunca en lagos<br> almacenados en capas impermeables<br> que le impiden moverse<br> pero el petróleo emigra<br> por cataclismos<br> fallas de corteza terrestre</p> ===== Página 25 ===== <p>Y se puede perder<br> en napas de agua<br> o irse<br> al mar<br> o aflora evaporándose<br> Y una vez comprobada la productividad<br> tubería<br> de 7 pulgadas<br> cimentada hasta el fondo mismo<br> roca ígnea<br> y baja Schlumberger<br> hasta el fondo<br> y dispara en el fondo<br> con balas radiactivas<br> perforando tubería<br> dejándola<br> llena de hoyos<br> como un colador<br> para que fluya</p> ===== Página 26 ===== <p> libre<br> el petróleo<br> Y se baja una tapa<br> y sobre la tapa<br> la tubería de producción<br> Y a todo esto tenemos la columna llena de barro<br> obstruyendo<br> y hay que inyectarle desde arriba petróleo crudo<br> que hace de solvente<br> Y a todo esto hemos instalado el árbol de Pascua<br> en la parte de arriba<br> árbol de Pascua<br> un sistema<br> de<br> manejo y control.<br> Y entonces abrimos la válvula<br> y queda conectado un estanque<br> de petróleo<br> y se recupera el petróleo crudo<br> se recupera el barro,</p> ===== Página 27 ===== <p>y cuando fluye limpio se conecta la batería<br> y allí se lo somete a tratamientos de separación<br> separación del gas<br> lo decantamos<br> del agua<br> lo lavamos<br> con agua<br> dulce<br> para quitarle la salinidad<br> y sigue decantándose<br> Y hay un proceso de precalentamiento<br> Y se bombea a las plantas<br> Y hay un proceso de estabilización<br> - aquí en Sombrero<br> estabilización,<br> sólo en Manantiales 1 topping<br> de refinación:<br> Kerosén gasolina -<br> sacarle hidrocarburos livianos</p> ===== Página 28 ===== <p>que tienen en solución<br> si<br> no<br> a medida que avanza hacia el norte<br> en el barco<br> este proceso se produce solo<br> en el barco<br> y con peligro del barco;<br> no resulta económico<br> de cada pozo<br> pipe - líne<br> hasta batería<br> y de allí<br> el petróleo se va<br> va<br> de Tierra de Fuego<br> a refinerías de Concón<br> a San Vicente.<br> De una torre a otra torre</p> ===== Página 29 ===== <p>butano<br> propano<br> gas natural<br> y ese gas<br> de la planta<br> a una zona<br> de recompresión<br> y hay proceso<br> de recuperación secundaria<br> reinyectándolo<br> devolviendo a la tierra.<br> Tenemos gas para más de 100 años<br> “ Una pregunta rara “<br> dice Godo<br> “ ¿ Qué pasa con los muertos ? “<br> “ Aquí no hay cementerio.<br> Somos gente de tránsito. ”</p> ===== Página 30 ===== <p>¿estar de paso? ¿apostarse en los deseos si los<br> brazos nos desmienten? ¿o tras el visillo volup-<br> tuoso de un desapego?<br> ¿Velar siempre a otro en un<br> espejo para adquirir perfiles? ¿Rehusar el vino,<br> el simple aquí de la efigie?<br> ¿O mejor el tingla-<br> do de la misión?<br> abandono mi balsa a las memorias a un sonido pro-<br> tegido por mis músculos<br> Provisorios - terminar sien-<br> do gentes provisorias de entrecasa como el ba-<br> rro y las aguas ¿Hay siempre que nacer y morir<br> distante? ni nómades ni tumbas las camas <br> Soldados la vida insiste<br> cada ademán ad-<br> hiere a su gesto - espléndidos el amago y exacti-</p> ===== Página 31 ===== <p>tud de los trabajos - será entonces el nuevo gus-<br> to todas las guaridas rotas demos lugar a o-<br> tra alianza sin lugares donde se afinan los cuchi-<br> llos de la adivinación y el disparo vuestras<br> bellas técnicas<br> No, este confort sin casta busca<br> coraje en su desdén como la estatua oficial, vana,<br> conmemorativa.<br> - sólo la realidad repara con su can-<br> to de gallo - mi absoluta castidad de cualquier<br> pasado<br> mais alors ?<br> el petróleo se dará en plumas la lana<br> en mariposas trigos desconocidos por las espe-<br> cies hebras y aún ¿quién deshoja el viento?<br> alguien divida las aguas de los cielos y la tie-<br> rra otro tenderá su cuerpo en lecho para los<br> inconmensurables matrimonios y el más nuevo sus<br> discordias - vírgenes en las balanzas . . .</p> ===== Página 32 ===== <p>Acertare -<br> mos como un jinete a su silencio esta justeza<br> de luna su artefacto preciso<br> Piel</p> <p> la muerte inaugura donde se ofrece</p> <p>perdamos perdamos todas las lenguas las nue-<br> vas vocales extraerán las piedras más simples de<br> los viejos idiomas voces de caras veladas por<br> la esperanza He aquí la nueva maniobra: ser<br> sólo hijos Tus iniciadas<br> Todo a rever: el adulterio el robo la bon-<br> dad con los flamencos antárticos</p> <p>Sombrero, campamento del petróleo, se muestra am-<br> biguo, sospechoso.<br> No parece aceptar ser campamento ni estar en Tie-<br> rra del Fuego. Quiere ser ciudad. Un pintores-</p> ===== Página 33 ===== <p>co barrio de una ciudad-jardín.<br> Por eso este campamento se ablanda y pierde toda<br> forma y hiere el lugar.<br> Y lo que así sucede en el aparecer de las cosas,<br> acontece igualmente en el interior de la vida mis-<br> ma.</p> <p>Jamás un campamento podrá ser ciudad.<br> Porque un campamento por definición encierra una<br> sola “empresa” guiada por una sola intención.<br> Implica ser traído entero desde afuera y plantado<br> aquí o allá en tanto se acomete la empresa.<br> Es la guerra. Lo unívoco. Como un convento.<br> Es la “economía” dirigida, no el libre comercio.<br> Es el riesgo común, no el individual.</p> <p>Por eso un campamento nunca podrá ser ciudad.<br> Lo propio de ella es la multiplicidad, lo ordina-<br> rio con lo extraordinario, la posibilidad, la in-</p> ===== Página 34 ===== <p>estabilidad, el negocio y el ocio.</p> <p>Ni en el más pequeño pueblo, ni en la ciudad más<br> grande existe una vida cotidiana tan segura - in-<br> dividualmente.<br> Todo está provisto por la “empresa”. La escuela,<br> el hospital. La casa, la comida, la diversión,<br> el trabajo, el salario, el ahorro.</p> <p>Por eso mismo, porque todas estas cosas están ase-<br> guradas, es que vienen finalmente a ser otras co-<br> sas.<br> Sombrero, empero, no lo reconoce.<br> Y el dinero se torna bono; el trabajo, empleo; la<br> diversión, rutina; los bienes, ahorro; la casa</p> <p>¿Por qué no aceptar y cuidar la realidad para que<br> las cosas cobren su propia e inaudita existencia?<br> Así como la habitación se hizo celda para los mon-</p> ===== Página 35 ===== <p>jes y los presos, y el trabajo se ha convertido a<br> veces en “puesto” (como el centinela o el ).<br> y el ahorro en botín.</p> <p>En el supermercado<br> Se pueden comprar varias latas de varios géneros<br> de comida, suspensas.<br> Comemos para competir.<br> La calle se atora en tráfico apiñado :</p> <p>Un niño juega en el yermo,<br> bajo la luna creciente.<br> ( Oh Nicolás, ay ...... ) :</p> <p>¡Pero Nicolás, por fin, el barco se hundió, y<br> centauros borrachos escarbantes<br> salpican a las damas con lágrimas !</p> ===== Página 36 ===== <p>( ¿ Dónde está ahora Magallanes ? ) :</p> <p>Porque apuntan sus flechas luna adentro<br> Y la luna cayó en un valle de pájaros<br> Cuyo llamar de pájaro dice de una montaña<br> Gigante con matas<br> Aire Deslumbrados</p> <p>Estas palabras no eran las debidas palabras.<br> Estas palabras sólo eran unas de las palabras.<br> Pero mía es una niña de Colorado.<br> ( Mía, en el sentido de que está en derredor. )<br> Y a ella le gusta ver que algo está sucediendo.<br> aunque sea vulgar.<br> Y de un modo u otro no le importa<br> Se atiborra de galletas y es<br> Adorable.<br> Sí,<br> mi niña de Colorado,</p> ===== Página 37 ===== <p>Mi ruta - de - aire sur.<br> Sus silencios son siempre augurios de cornucopias.</p> <p>Instructura en lo Abundante :<br> Norte América, Abundancia de Maravilla;<br> América Latina, Milagro - Abundante</p> <p>Comparto un dormitorio con un gentil Marciano<br> apologético.</p> <p>Sueño que me encuentro con Jane por la calle.<br> Sonríe, como turbada por su propia belleza.<br> Una joven atemorizada por su destino.<br> Esencialmente, la Musa, a despecho de<br> las fruslerías de clase alta.<br> Salvaje. Ardiente. Despiadada. Aunque también<br> la Corza.<br> En su presencia, soy<br> Jane. Siempre soy devuelto a Jane.</p> ===== Página 38 ===== <p>Jane Smile.</p> <p>Los Centauros nacen de un dios por una yegua,<br> de un Marciano por Juana.</p> <p>Una manzana de ENAP<br> articula lentamente sus secretos.</p> <p>Cuando ella traicionó a la Musa,<br> llevando hombres a su cama,<br> ciega al dios o la bestia,<br> oí todo el mal,<br> mudamente</p> <p>¿ qué bruma ?</p> <p>el hombre dejó la vereda, entró entre las dos vi-<br> trinas. Yo lo veía avanzar desde mi cama, detrás<br> de la reja en acordeón. Alto, vestido de tercio-</p> ===== Página 39 ===== <p>pelo negro, sombrero oscuro, ala caída. Detrás<br> de los vidrios circulaba gente. La figura seducía<br> hasta dar miedo. Además comencé a reconocerlo.<br> Abrió con su llave la reja, la corrió un poco, en-<br> tró y la volvió a cerrar sin llave. Me habló.<br> Una voz suave pero firme. Y me dio alegría aun-<br> que no entendí sus palabras. Entonces, sacó del<br> bolsillo interior de la chaqueta, como quien saca<br> una cartera, su revólver y habló. Esta vez le en-<br> tendí, decía - “ no te asustes niñito, te voy a<br> matar “. No le creí nada. Pero era cierto y lo<br> peor es que yo lo sabía. Antes de tener miedo le<br> contesté. - “ No, por favor, ¿cómo va a hacer eso? ”<br> Después de tener miedo, le dije. - “ Por piedad<br> déjeme vivir tengo tanto que hacer “ - y mientras<br> rogaba me deslicé, sábanas afuera sobre la cama -<br> con las rodillas dobladas y el empeine de un pie<br> sobre mi almohada. El gatilló y ví bien que me<br> mataba. Entonces, apareció una figura rapidísima</p> ===== Página 40 ===== <p>y desde detrás de la reja de entrada, circundó con<br> un brazo al hijo del dueño y con la mano libre le<br> clavó un puñal en medio del corazón. El hombre a-<br> puesto, de terciopelo negro no se enteró, casi, y<br> cayó seco. aaaaaaa grité con todos mis pulmo-<br> nes libertados del terror. Por un segundo alcan-<br> cé a ver la cara de quién me había salvado. Te-<br> nía ojos de mujer. Se fue corriendo por la calle<br> Florida, en Buenos Aires, detrás, detrás de la vi-<br> trina.<br> El boulevard en París. Los árboles corren alinea-<br> dos por la vereda. En este lugar - estoy sentado<br> en un café - la acera de enfrente se ensancha mu-<br> cho y la hilera de árboles se interrumpe. Estoy<br> sentado con una mujer muy bien parecida que es mi<br> amante. Consumimos, pago y salimos tomados del<br> brazo. Cruzamos hacia el espacio ancho. Al lle-<br> gar, distraídamente me vuelvo hacia ella y reco-<br> nozco sus ojos - sé que es la misma mujer que ma-</p> ===== Página 41 ===== <p>tó al hombre que quería asesinarme. Caigo en la<br> cuenta que ella comprendió mi reconocimiento. Pe-<br> ro nuestra conversación sigue su curso, normal, <br> banal, de amantes. Sin embargo, los dos nos sabe-<br> mos. Sé, además, que este reconocimiento me ha<br> perdido y que estoy condenado. Necesariamente, e-<br> lla va a matarme. El tráfico, entretanto, circu-<br> la. Pasa un ómnibus. No sé bien por qué, pero<br> doy una excusa, me suelto de su brazo, trepo, hu-<br> yo. No miro hacia atrás. Pago y voy a sentarme.<br> Ella está sentada esperándome. Sin embargo, la<br> conversación entre ambos continúa sin ser interrum-<br> pida, como si realmente el episodio de mi reciente<br> fuga no hubiese existido. Es la naturalidad. To-<br> do es relativamente amable, tierno y hay algunas<br> hermosas sonrisas. En la paradilla del Louvre el<br> ómnibus se detiene. Sin pensar en nada me paro<br> de un salto, corro hacia la puerta trasera - el<br> ómnibus comienza a partir - suelto la cadenilla</p> ===== Página 42 ===== <p>que me cierra el paso, estoy en la calle, corro,<br> entro al Louvre. Atravieso la avenida bordeada<br> por sarcófagos romanos, no subo la escalinata que<br> sostiene su Victoria de Samotracia sino que en ese<br> momento doblo hacia la izquierda y voy hacia las<br> antigüedades asirias. Sus vasos me consuelan, se-<br> renos. Finalmente decido salir por la puerta de<br> los esclavos de Miguel Angel. Una vez en la vere-<br> da resuelvo dirigirme hacia los jardines para re-<br> montar las Tullerías. Debajo el arco del carrous-<br> sel está ella. Nos encontramos, nos tomamos del<br> brazo, seguimos hablando con naturalidad y cierta<br> mutua dulzura. En verdad, parece, no ha ocurrido<br> nada. Llegamos frente a la Rue de Rivoli. Es<br> franco mediodía y ella, no sin gracia, me propone<br> almorzar. Hay un café enfrente, en la pequeña pla-<br> zoleta, donde está - completamente dorada - la es-<br> tatua de Jeanne d’Arc. Allí entramos. Está ates-<br> tado con turistas de verano. Hacemos señas pero</p> ===== Página 43 ===== <p>en verdad no nos atienden. Estamos al borde de mo-<br> lestarnos. Ella me dice, entonces - “ Querido,<br> yo vivo aquí, en los pisos superiores. Ven a mi<br> cuarto, siempre es posible hacernos algo “ - No<br> puedo negarme, la saliva se me amarga en la boca.<br> Subimos las escalas hasta un sexto piso. Ya no re-<br> sisto mi desdoblamiento y la natural fatiga de la<br> subida lo hace transparente e insoportable. Esta<br> viva comedia real, porque es cierto que nos desea-<br> mos y, sin embargo, es cierto que ambos sabemos<br> cómo me matará. Entramos al cuarto. Ya mi resis-<br> tencia es un lejano indicio en la memoria. En ver-<br> dad, he muerto casi todo. No corre las corti-<br> nas de la ventana y hay luz de un mediodía pasado,<br> en la pieza. Sin vacilaciones pero sin audacias,<br> ella comienza a desnudarse. - “¿No te desvistes?”<br> me pregunta. Yo cierro los ojos y me quito la cha-<br> queta. Hay una última pereza en el borde mismo<br> de la muerte que no es abandono, resignación, sui-</p> ===== Página 44 ===== <p>cidio - otro mundo. Por la subida Miramar del Ce-<br> rro Castillo en Viña del Mar, Chile, José Vial y<br> Arturo Baeza avanzan conversando. En el último<br> codo, donde la subida gira, pues se corta cayendo<br> a pico, uno de ellos se detiene de golpe, toma al<br> otro fuertemente de un brazo y los dos dicen al<br> mismo tiempo. - “ Nos necesita, nos necesita “ -<br> Yo he cerrado casi para siempre mis ojos. Toda mi<br> piel se aleja de mis intenciones como una luna.<br> Ella ya está excesivamente desnuda. En realidad,<br> ahora, tengo necesidad de mi desaparición. Pron-<br> ta. En ese momento la puerta del cuarto se abre<br> violentamente y entran los dos amigos, vivos, fir-<br> mes, ciertos, libres. Ella da un grito terrible-<br> mente ahogado, cae encuclillada y desaparece en su<br> luz. Los amigos me toman de los brazos. Los tres<br> gritamos, gritamos tomados de las manos aaaaaaa<br> con una dulzura de lágrimas, ir a suertes, por Tie-</p> ===== Página 45 ===== <p>rra del Fuego, como el rodado inmóvil, a punto, en<br> la ladera - ¿somos sumergidos visitantes - turis-<br> tas - inspectores? - nada de eso ¿qué?<br> apenas pasantes sobre esta trama que quiere prote-<br> gerse con la rutina, escudada en la producción, re-<br> sumida en el afán para sostenerse y persistir<br> aún sin estar en tierra. Pasantes a la suerte de<br> una voz que, dulcemente, sin quebrar los pudores,<br> nos convierta súbitamente en ronda - los mismos,<br> los mismos - con toda nuestra libertad rodeada al<br> momento. Sin opción, impuesto y elegido.<br> Indícanos<br> Alberto</p> <p>Porque “Sombrero”: un pequeño hospital, un club<br> deportivo con gimnasio, piscina temperada, cancha<br> de palitroque y jardín en un invernadero. Apeten-<br> cia en ellos de piedras preciosas, oro, perlas,<br> frutas, flores, perfumes, sedas, brocatos - autén-</p> ===== Página 46 ===== <p>ticos o falsos, directos o indirectos, eso no im-<br> porta - que llevan consigo los interiores, los que<br> han de reunir lo que está disperso.<br> La fortuna, en<br> alguna medida, se deja leer aquí. Un libro abier-<br> to para el Campamento y para la Isla quisieran ser<br> estas obras. Un libro acerca de lo diferente del<br> medio natural circundante. Un nuevo elemento ha<br> sido traído con tal objeto: la electricidad. Ella<br> permite que estos edificios funcionen. Y se pro-<br> diga en incontables luces, las que en un campamen-<br> to no tienen que apagarse. Y con esa cortesía de<br> los lugares alejados y llenos de responsabilidad<br> se nos explican los pormenores de las eficacias.<br> A nosotros que hemos llegado conducidos por un a-<br> contecimiento. Porque eso es nuestro viaje. El<br> nos ha llevado ya a otros lugares donde nos hemos<br> encontrado con ese rodaje que hace marchar todas<br> las cosas, que hace cumplir las jornadas. Nuestro</p> ===== Página 47 ===== <p>acontecimiento es veloz. Su ser veloz proporcio-<br> na en cada lugar la ocasión de encontrarse con ese<br> rodaje.</p> <p> Ahora estamos los nueve aquí; oyendo, mi-<br> rando. Y este múltiple mirar nunca es el del un<br> padre, al que el álbum de sellos de su tercer hi-<br> jo lo vuelve algo distante. Algunos pueden mirar<br> a través de lo que refleja la hoja de un cuchillo<br> que mantienen delante de los ojos. Otros van sin<br> esa hoja. Sin ninguna. Sin ojos.</p> <p>Hemos llegado<br> aquí dejando atrás los árboles. Con su menuda y<br> múltiple vertical. Y el paisaje se vuelve inmen-<br> so al exhibir un predominio inconstatado: la hori-<br> zontal. Cada vertical pareciera que es el fruto<br> de una preferencia. Y el fuego de los productos<br> que por no aprovecharse se queman, es la vertical</p> ===== Página 48 ===== <p>de estas tierras. Tal como el árbol solitario en<br> medio de su potrero eleva un angelus al año agrí-<br> cola, así el fuego es el angelus de este confín.<br> Y mañana estaremos en otro país que ya no<br> queda como Chile frente al ancho Pacífico. El que<br> establece sus ocupaciones de terrenos mediante an-<br> gostas ocupaciones. Argentina, quizás, ocupe an-<br> chamente sus tierras. Y allí el angelus, tal vez,<br> no se dé mediante el árbol o el fuego, sino que<br> tal como la planicie lo hace presentir, la verti-<br> cal sea la propia altura del ojo. Así, nuestro mi-<br> rar y oír se vuelve hablar, un hablarles a ellos.<br> Digo: sin opción. A ellos con sus ojos en la pla-<br> za y no en las múltiples direcciones de la feria.<br> Antes, crucemos a otro lugar. Las distan-<br> cias en la isla hablan en ese lenguaje de los cam-<br> pos en que la palabra “cerca” y “abundan” confor-<br> man un equívoco. “Cerca” se refiere tanto a lo<br> que “abunda” (estar cerca de un determinado lugar)</p> ===== Página 49 ===== <p>como a que ese lugar está “cerca” de aquí mismo.<br> Nos ponemos en marcha. Porvenir no es un campamen-<br> to, o sea, un triunfo anticipado. Pues si Sombre-<br> ro sufre una fuerte baja se lo abandona. Así mis-<br> mo, si sufre un alza demasiado fuerte se lo deja<br> también por un nuevo campamento organizado según<br> la nueva fortuna. En cambio, en Porvenir, habrá<br> un comercio que incite a regateo. Un ilimitado<br> regateo conformará el trajín de sus hombres omní-<br> voros aunque se alimenten de pescado. Pero el e-<br> quívoco de las palabras de los campos nos lleva a<br> un pueblo de flamencos (un toro negro es su vol-<br> cán) y el plumaje de un gallo ya no es allí el co-<br> tidiano taxímetro del ojo</p> <p>a mansalva - dímelo -<br> ¿aseguran mi impudicia esas llanuras<br> desprevenidas? apartémonos apartémonos si-<br> quiera una vez de nuestros números ¿pero, hay</p> ===== Página 50 ===== <p>cálculo sin riesgo? dicho de otro modo, ¿hay sobrevi-<br> vientes?</p> <p>- “ oigamos el campo para poder hablar de calles ” -<br> dices</p> <p>sí, mi señal es el cuerpo en cambio ellos despren-<br> den valientemente las señas de sus manos</p> ===== Página 51 ===== <p>“ Vamos “ - siempre hay una falta que alivia<br> el orden “ Vamos “ - y duelo guardo ciño<br> la espada gris - su gato en mi pecho una<br> fascinación que devuelva esta tierra a los senti-<br> dos</p> <p>transgresores transgredir la luz de un so-<br> lo hilo - su torneo - para que la voz, ya perdida<br> de su propio alcance, ande entre palabras erran-<br> tes irreconocibles sobre estos lomajes in-<br> cestuosos</p> <p> Salidos de un talento al aire - al error -<br> desciende más cielo a los objetos, nuestra fae-<br> na impía poetas nunca puntual nuestras<br> caras flotan distraídas a la deriva en su propio<br> mar</p> <p> la soledad se hiere en tu abandono</p> ===== Página 52 ===== <p>mi cesura filtra las colinas el lago izquierdo<br> el océano callado descenso impercepti-<br> ble de unas hierbas de sol los dos perros cus-<br> todios a ambos lados de la garganta terro-<br> nes de nieve en sus aladas<br> una bestia junto al la-<br> go aguarda la amenaza cuenta da lugar <br> y un de-<br> do<br> el gran dedo de la orilla palpando esta hermo-<br> sa orfandad<br> Y más tarde<br> por la tarde<br> nosotros lo más al sur<br> entre Bahía Felipe<br> tierra auriparda<br> Y Porvenir<br> a 110 kilómetros<br> nosotros lo más al sur</p> ===== Página 53 ===== <p>de Sombrero<br> la tenue inundación<br> tierra<br> “ como un incesto “<br> sin árboles sí<br> auriparda<br> “ como el primer incesto “<br> dice Godo<br> de Gea<br> bañada<br> desorillada<br> como un mapa de Chile<br> en islas<br> lo más al Sur<br> este lago de azogue<br> esta<br> inflamación de flamencos<br> cisnes<br> luminocencia</p> ===== Página 54 ===== <p>sobre el agua</p> <p> y el toro chico en la orilla<br> el toro negro<br> contra el pasto</p> <p>la tierra pastosa se había establecido bajo el<br> frío; el azul negro la había endurecido en la for-<br> ja del frío inmensa sobre el yunque de la luna</p> <p>y sobre la costra que crujía avanzábamos niños de<br> diciembre que tientan el lago ¿Qué lógica en<br> nuestras huellas? Visitantes de trabajos</p> <p>el viento comenzaba a apaciguarse había pocas<br> cosas Guijarros enfriados formaban escollera pa-<br> ra las gaviotas</p> <p>Nosotros íbamos a esta fosa de las más baja-tie-</p> ===== Página 55 ===== <p>rra, pero sin derramar sangre para las sombras:<br> venían con preguntas sobre la balsa de nuestras<br> lenguas de tallos cruzados, reunidos, por los la-<br> zos latinos - nudos de esperanza que dejaban ver<br> el vacío -; y sin hurtar el bulto, pero a los<br> “quién vive” de los residentes, nosotros respon-<br> díamos “ ¿ Uds quiénes son, hombres de aquí ? “,<br> hasta las frías orillas del lago como en Cumas, y<br> dejando un ramo de oro en la ciudad sombría de Tie-<br> rra de fuego, bajando hacia el puente de un Monte<br> Análogo, sin utopía, en el ápice de la Cumbre ame-<br> ricana donde el gran viento llevaba nuestra máqui-<br> na de remontar el tiempo, y depositados en la pla-<br> ya de líquenes, ahora en la percepción simple y<br> hospitalaria se mostraban los hombres de más tar-<br> de; no numerosos y repitiendo para nosotros los<br> gestos de inminentes trabajos</p> ===== Página 56 ===== <p>El Chevrolet tiene mal de tripas<br> Suave, ahora, tú hijo de Capricornio.)</p> <p>Toro negro<br> Toro negro<br> báñate en el lago:<br> brilla, toro.</p> <p>Edipo cojeando ciénaga<br> hasta que Pegaso se lo lleva a galope.<br> los Flamencos se arremolinan desde la ciénaga<br> llama del lago</p> <p>Llamo el dolor que ellos me causan, la juglaría de<br> la luna y de sol, el viaje al son de la tierra donde<br> los lagos helados se bordan con flamencos rosados,<br> como las uñas hechas sobre el abanico del crepúscu-<br> lo, la luna y su cortejo de mares cuando ella atra-<br> viesa, nupcial, el puente de la tierra parecido a</p> ===== Página 57 ===== <p>Chile de un extremo al otro, las grullas, el toro<br> negro, una lechuza pasa, los cisnes, la ciudad más<br> austral, adonde fui, llamándose Porvenir, el pája-<br> ro-pubis, el caballo de mar pudriéndose bajo la<br> cruz dextrógira de las gaviotas, el viaje, la Tie-<br> rra del Fuego como una nube en el fin de la calle<br> en Punta Arenas, la mano real del mar, el avión<br> como un ojo elegante, la paciencia de Noé requeri-<br> da para saludar la reverencia tan larga como el<br> día en el mar magallánico la nube con que el cie-<br> lo velaba su amor y el pórtico de colores por don-<br> de pasa, al regreso, la ribera patagónica como un<br> gallo</p> <p>El lago de los flamencos rosas. Es un paisaje ca-<br> si japonés. La claridad de pleno norte. Clari-<br> dad de diamante, de cristal.</p> <p>cuando volvemos a subir al auto</p> ===== Página 58 ===== <p>Edi se precipita<br> sobre mí con una pluma en la mano a la que sigue<br> pegado un poco de carne. Muy exaltado grita “ es<br> una pluma de cisne “ y quiere tocarme<br> la cara con la pluma</p> <p>un cisne muerto al borde en<br> trance de descomposición</p> ===== Página 59 ===== <p>Volvemos de prisa. Por la noche conferencia pre-<br> vista. ¿Qué decir?<br> Godo me insinúa que hable de lo que dije<br> la noche anterior a la partida, a saber:<br> el cambio de tener-tiempo en tener-lugar</p> <p>Pero no lo puedo desarrollar - es un relámpago<br> ni siquiera sé si es pensable. Pero esta-<br> mos en Sombrero lugar fundado por la técnica<br> búsqueda del petróleo instalaciones para hacer<br> habitable el sitio Transformación de un lu-<br> gar inhabitable en lugar habitable, para el petró-<br> leo (que es riqueza) y por el petróleo<br> tierra siempre nodriza</p> <p>Y a las 8 p.m.<br> en el cine de los ingenieros<br> el acto<br> tuvo lugar</p> ===== Página 60 ===== <p>señor, señores<br> cálculo - ratio - razón - relación<br> ( la razón de algo )<br> y cálculo - piedras - contar<br> ( contar una historia<br> contar objetos<br> contar con alguien )</p> <p>pone ex-poner apoya ordenar<br> cada palabra real trae<br> consigo su cálculo -<br> piedra y pájaro -<br> Nosotros somos “ productores “ - pro-decidores<br> jamás pre-decidores<br> Lenguaje para sostener - suspensa - una lengua o<br> suerte de pueblo mas ¿quién habla?<br> ¿quién trasmuta el agua de un cauce en Río? ni<br> luz y riego ni la historia sólo cuando</p> ===== Página 61 ===== <p>el raro adjetivo lo nombra la equis vaga del<br> alfabeto es el vuelo donde vuela la ecuación ...</p> <p>Lugar por llegar al nombre<br> - ah fiestas mi fiesta de bárbaro -<br> Ahora que<br> vuelven<br> este lujoso campamento<br> pueblo<br> sin pueblerino<br> Martinic<br> con registro<br> para nacimientos<br> matrimonios muertes<br> y un retén de poder</p> <p>¿ Lengua sin lenguaje ?<br> Mas<br> ¿ quiénes son ustedes<br> gente de aquí ?</p> ===== Página 62 ===== <p>Nosotros hemos salido haciendo esta salida<br> o esta entrada por América con ánimo de princi-<br> piantes<br> Hay una cierta dedicación una paciencia<br> y una pasión que consiste en buscarle<br> un comienzo al comienzo. Y esto es lo<br> que hace a un principiante.<br> Las más veces parece tontera o locura<br> o simplemente pérdida de tiempo esta<br> aplicación en tantear y calcular el<br> comienzo de algo que comenzó<br> hace tiempo. Pero esto es lo que hace a un prin-<br> cipiante.</p> <p>Nosotros somos los principiantes<br> y hemos venido desde lejos aquí.<br> Y ustedes aquí son los príncipes.<br> Los príncipes aparentemente nada<br> tienen que ver con los comienzos de los</p> ===== Página 63 ===== <p>comienzos.</p> <p>Los príncipes mandan en algo<br> que ya está en marcha,<br> en algo que marcha bien,<br> en algo que aparentemente no<br> necesita que le anden recomenzando<br> sus comienzos.</p> <p>Pero ¿ por qué los he llamado a<br> Uds. príncipes ? ¿ Por qué son Uds.<br> príncipes ?</p> <p>Porque Uds. se ocupan, dándole<br> ímpetu al cálculo, día y noche,<br> Uds. se ocupan de algo principal.<br> Principesco o principal es el petróleo<br> es el gas, principesco todo lo<br> derivado y producto porque de</p> ===== Página 64 ===== <p>ello depende el movimiento,<br> la instalación, la ejecución, de<br> más de mil y un trabajos con<br> que<br> se instaura, se afianza,<br> y mantiene la armonía del mundo<br> humano.<br> Y este manejo de lo que es principal,<br> principesco, es lo que a Uds. los hace<br> príncipes.</p> <p>Uds. utilizan cálculos gigantescos,<br> instrumentos perfectos, máquinas poderosísimas,<br> Uds. ponen en movimiento<br> a ejércitos de hombres, Uds. plantean<br> el mundo y mantienen su<br> planta y su plano con o sin<br> guerras con o sin<br> revoluciones con o sin cataclismos</p> ===== Página 65 ===== <p>Uds. entre todos los puntos de riqueza<br> terrestre, han establecido un imperio<br> sobrio.<br> Todo esto es la técnica.<br> La técnica es la apropiación<br> el manejo y la explotación de lo<br> que vengo llamando lo principal.<br> Y empuñando esta apropiación<br> y manejo y, explotación, Uds. se<br> han hecho príncipes.</p> <p>Esto, digo, es la técnica Pero no<br> el principio. El principio delega<br> Su mandato en los príncipes.<br> El principio es lo que<br> hace del gas y del petróleo algo<br> principesco y principal.<br> El principio da<br> vida a la técnica</p> ===== Página 66 ===== <p>Pero el principio es anterior a lo principal.<br> El principio no es uno sino<br> múltiple.</p> <p>El principio reside en el lugar: es<br> lo que da lugar, lo que hace que<br> el petróleo esté aquí y no allí. Que<br> sea explotable un yacimiento o no.<br> Que rinda mucho o no.<br> Los antiguos buscadores de oro que vinieron<br> a América en los comienzos de América<br> nombraron sin quererlo al principio<br> el secreto de la Tierra.</p> <p> La oculta riqueza inagotable<br> de la tierra.<br> Antes oro, hoy, petróleo<br> más tarde quién sabe qué otra cosa.<br> Algo que instaura, afianza</p> ===== Página 67 ===== <p>y mantiene la armonía del mundo<br> humano.<br> Y así Uds. son príncipes porque<br> no solamente se apropian manejan y ex-<br> plotan sino porque cuidan el secreto<br> de la tierra.<br> Uds. son los reales guardianes del<br> fuego en esta Tierra del Fuego.<br> Uds. con el ímpetu del cálculo<br> buscan miden reparten el fuego terrestre<br> de esta tierra de Fuego amainándolo<br> y haciéndolo dócil y amigo de los<br> hombres.<br> Y este cuidado que Uds. tienen <br> en buscar en medir y repartir el líquido<br> fuego es el que hace posible que<br> Uds. dejen aquí un principado.</p> <p>Aunque se agote el yacimiento</p> ===== Página 68 ===== <p> puede quedar aquí un principado.<br> Aunque Uds. se vayan a otros puntos<br> de riqueza terrestre<br> puede quedar aquí un principado.</p> <p> Aquí hay escuela<br> Aquí hay hospital<br> Aquí hay retén<br> Aquí hay calles y casas<br> Aquí hay mujeres y niños</p> <p>Y esta luz roja que se ve en el<br> cielo de aquí es tal vez la luz<br> de una forja<br> que aún nadie sabe<br> pero que está aquí<br> Y esta luz de forja en el cielo<br> de aquí, en la tierra en que Uds. son príncipes<br> la que hemos venido</p> ===== Página 69 ===== <p>a nombrar nosotros los principiantes</p> <p> Porque aquí hay un comienzo<br> del comienzo</p> <p>La poesía<br> no es quehacer de paisaje de “pintu-<br> ra de motivo” para un cuadro que “semeje” <br> no hemos venido aquí<br> para hacer paisajes</p> <p>Sin embargo el poeta cuida una cierta figura del<br> país que sin él no aparece - de escalas, de medi-<br> das y de “fronteras naturales” con otro sentido<br> que el del geógrafo o el hombre histórico</p> <p>Respondiendo al llamado hemos venido para reducir<br> lo desconocido - para que el otro, por ejemplo, el<br> otro lado de la tierra salga de su ausencia y se<br> torne lo invisible que llevaremos con nosotros co-<br> mo rebrota un dios lar en nuestro hogar</p> ===== Página 70 ===== <p>La cuestión importante - ¿qué podemos nosotros en<br> tanto que poetas? Debemos aprender, probándolo,<br> el presente, tan difícil de obtener queremos que<br> no se nos escape</p> <p>Preparamos frases que podrán volver<br> A menudo hablamos de lo siguiente: ¿lo ordinario<br> se dejaría - solamente - poseer por lo extraordi-<br> nario? ¿Tal vez, pasando<br> por el viaje<br> por el extrañamiento<br> dejando interponerse una enor-<br> me distancia podemos encontrarnos sumergidos<br> en situaciones de las que que - en nuestros lugares -<br> estamos separados y a las que sólo alcanzamos por<br> libros?<br> Resistencia de las cosas y de los pensa-<br> mientos<br> dificultad de la palabra justa - la amis-</p> ===== Página 71 ===== <p>tad con los hombres<br> Y aún esto: que la situación<br> creada por la voluntad común, la fusión de inten-<br> ciones diferentes en la aleación del acto común,<br> puede más - en todo caso otra cosa magnífica - que<br> el “talento aislado”.</p> <p>Cosa extraña, hay algo entonces ( ¿es el deseo? )<br> que nos empuja a continuar prefiriendo, sobre to-<br> do, la medida de nuestro hábito y habitación, a<br> preservarla por una adhesión violenta de alrededo-<br> res.<br> y siempre, sin embargo, una voluntad de des-<br> arraigo, un querer tenazmente orientado hacia lo<br> que no deseamos, que se vuelve contra este deseo<br> y lo anonada - del que Ulises es el símbolo,<br> pues, desea volver a su lugar . . . . . y a quién<br> Dante imagina abandonando por segunda vez Itaca.</p> ===== Página 72 ===== <p>¿Qué vi en el breve recorrido? Los elementos en<br> su desnudez sus proximidades, sus promiscui-<br> dades, <br> el agua la tierra el cielo el fuego es-<br> tán allí, desnudos como jamás me lo parecieron,<br> en su simple e invasora manifestación, inclemen-<br> tes, en su intercambio<br> y esta misma confusión que<br> hace decir a uno de entre nosotros que las coli-<br> nas eran incestuosas</p> <p>El agua barrosa, terrosa y también celeste pues<br> que el cielo en todo se mete La tierra gor-<br> gorotada de agua se reúne esta tarde, recupera<br> muy próxima el gran pantano del cielo<br> El cielo apura la tierra, la clara del cielo seme-<br> ja de súbito y empuja, delante de sí, las colinas<br> En cuanto al fuego, él se yergue: árbol de<br> fuego (antorcha de gas que arde) o charca de fue-</p> ===== Página 73 ===== <p>go, setos de fuego sobre la tierra<br> Todo es moviente: hay migración de petróleo y del<br> agua en la tierra, debajo (de las que nos habla-<br> ban por la mañana); y migración de las nubes jus-<br> to encima, tal que la tierra es como una balsa ba-<br> jo nuestros pies<br> Una mezcla grande una suerte de osos como de-<br> cían los griegos este juego de amor y odio del<br> que nos hablara Empédocles.</p> <p>¿Y los hombres entonces? No son únicamente obre-<br> ros sino de nuevo como los primeros obreros en<br> la medida que los ocupa la tarea primordial de se-<br> parar los elementos de hacerlos pasar de la con-<br> fusión a la armonía propiamente dicha (el amor),<br> ellos, quienes aparten, según las palabras del Gé-<br> nesis, “el agua que está debajo de la que está<br> arriba”<br> por ejemplo, la Ruta:</p> ===== Página 74 ===== <p>es una ruta de tierra esto quiere decir que se<br> trata de arrancar la tierra a la avidez del agua <br> distinguirla del agua trabajo de apartar<br> bajo el signo del “estrecho” que es (en fin) el lu-<br> gar donde el mar se separa de la tierra</p> <p>En cuanto al fuego, se nos ha explicado que el<br> trabajo de los hombres del petróleo consistía en<br> aislar, separar el fuego, distinguir las diferen-<br> tes especies de fuego</p> <p>Que esta tierra se llame tierra de fuego es, por<br> cierto, conmovedor: se diría que los hombres de<br> hoy día llegaron aquí a fin de que se cumpliese<br> la arcaica profecía, la desconocida profecía de<br> los nombres como si la geografía, la toponimia,<br> la mitología reclamasen también esta verdad lite-<br> ral que nosotros le damos hoy: como si la rela-<br> ción del pasado al presente tuviese relación de </p> ===== Página 75 ===== <p>prefiguración<br> Los hombres, pues, purificadores,<br> aquí, se diría que ellos repiten los primeros tra-<br> bajos humanos aquellos de los que no hay memo-<br> ria ( ¿Quién inventó el trigo, quién domesticó<br> los animales? ) Ellos recomienzan ellos cu-<br> yo trabajo es todo invención pues se trata - pa-<br> ra ellos - de buscar y encontrar de descubrir,<br> propiamente hablando, la napa del fuego subterrá-<br> neo.<br> Estos hombres remitidos tan cerca del caos<br> de suerte que esta tierra extrema este<br> fin del mundo tiene los colores gris-azul ver-<br> de-liquen marrón del comienzo del mundo; y es-<br> te vuelco del fin al comienzo del sur al norte<br> me parece corresponder a la inversión constante<br> que no puede sino sorprender al europeo - inver-<br> sión del verano en invierno; inversión general de<br> este hemisferio “al revés” donde el desierto es</p> ===== Página 76 ===== <p>húmedo y donde la anochecida es la tierra en fue-<br> go esclareciendo el cielo</p> <p>En esto los hombres de aquí están a nuestras antí-<br> podas<br> pues ellos están remitidos, cerca del caos<br> de elementos, a la tarea de conjugar su confusión<br> amenazadora</p> <p>a diferencia de nosotros que vivimos en una<br> separación demasiado acabada pues en nuestras<br> ciudades casi no se puede andar sobre la tierra <br> misma</p> ===== Página 77 ===== <p>Aquí, habría que retomar la pregunta<br> ¿puede ser fundadora la técnica?<br> ¿Por qué Sombrero? Porque es el centro de una ex-<br> plotación petrolífera En este desierto de Tie-<br> rra del Fuego una ciudad nacida por la técnica <br> para la técnica<br> puede ser la técnica fundadora<br> ¿Todo depen-<br> de de lo que quiere decir Fundar?</p> <p>más tarde el 20<br> de Agosto mientras estábamos en el verdadero de-<br> sierto de la pampa, en el transcurso de un juego<br> de preguntas, es Alberto quien recae a la pregun-<br> ta “¿Qué es fundar?” y él responde - “Fundar<br> es confundirse con la tierra”<br> en este sentido - <br> ¿es fundadora la técnica? A primera vista: ¿quién<br> confunde qué? ¿el hombre? ¿Pero la técnica?</p> ===== Página 78 ===== <p> La técnica se funda confundiéndose con la tie-<br> rra.<br> ¿Qué es una tierra? ¿Qué es confundirse?<br> ¿Es tomar el tono fundamental de aquello con lo<br> cual uno se confunde o por el contrario trans-<br> formar la tierra en algo que se confunde con uno?<br> ¿La técnica debe transformar la Tierra en téc-<br> nica? ¿O bien debe ella transformarse en Tierra?</p> <p> Preguntas. Son preguntas. Para decidir<br> hay que saber cuáles son los poderes. Saber lo<br> que es la Tierra y lo que es la técnica.</p> ===== Página 79 ===== <p>Pero había una vez un pueblo de montañas que ha-<br> bía adquirido por larga práctica una maestría ca-<br> si entera sobre todo lo que tenía que ver con el<br> fuego. Alimentaban en sus cavernas braseros in-<br> mensos a los que sacrificaban hasta niños chicos<br> La altura de las llamas era tan grande que de-<br> voraban todo</p> <p>Los amos del fuego hasta vertían, por burla, gran-<br> des cantidades de agua sobre las llamas y se reían<br> al ver cómo desaparecía, en un momento, todo en<br> vapor.<br> Ahora bien, un día vinieron de la llanura unos men-<br> sajeros para pedir socorro. Anunciaron que el Di-<br> luvio había comenzado y que el mar invadía sus<br> tierras.<br> Los amos del fuego respondieron: ¿Por qué tienen<br> miedo? ¿No saben que el Fuego es amo de todo?<br> Les</p> ===== Página 80 ===== <p>ordenaron a los extranjeros que construyeran unos<br> carros enormes para que en ellos se pusiera el<br> fuego para bajarlo a la llanura. - “Allí - agre-<br> garon - opondremos nuestro fuego al mar y el agua<br> será reducida a vapor”.</p> <p>Pronto estuvieron prestos los carros. Se pusieron<br> en camino</p> <p>Mientras tanto Noé trabajaba en el Arca</p> <p>¿ ¿Quiénes son Ustedes?</p> <p>En otros tiempos los hombres emigraban para insta-<br> larse en otro lugar. Hoy la emigración es perma-<br> nente. En la humanidad que representan los inge-<br> nieros altamente especializados hay que recono-<br> cer el prototipo de la humanidad moderna.<br> Es esta humanidad la que lleva a cabo la tarea de</p> ===== Página 81 ===== <p>la sumisión total de la tierra a las empresas hu-<br> manas.<br> La pregunta que se plantea es la siguiente: ¿esta<br> nueva situación del hombre con relación a la tie-<br> rra aniquila la noción de Lugar o más bien trans-<br> forma a la Tierra entera en un solo Lugar?<br> A esa pregunta se añade entonces ésta: ¿cuál es<br> la condición para que la Tierra pueda encontrar-<br> nos como tal Lugar? ¿Qué es lo que debe tener-lu-<br> gar para que un tal encuentro sea posible?<br> Antes<br> de cualquier tentativa de respuesta a estas pre-<br> guntas me parece conveniente hacer una observa-<br> ción.<br> Nuestra época moderna remata hoy en la per-<br> fección de sus cálculos. La forma acabada de es-<br> tos cálculos es la planificación<br> Para la planifica-<br> ción, el cálculo se extiende hasta lo que era has-</p> ===== Página 82 ===== <p>ta aquí lo incalculable por excelencia: el futuro.<br> La planificación (y su útil indispensable, el cálcu-<br> lo de probabilidades) le quitan al futuro su ca-<br> rácter de incógnita.<br> ¿Por qué asistimos al desarrollo tan notable<br> de la planificación prospectiva? ¿Es por una ma-<br> yor comodidad en las explotaciones? Pero entonces<br> ¿por qué la previsibilidad es así más cómoda?<br> Si la previsibilidad es de este modo más có-<br> moda, es porque el futuro se siente como amenaza.<br> En efecto, mientras no es tomado en conside-<br> ración por el cálculo, el futuro permanece como<br> lo que es capaz de trastornar la planificación pre-<br> sente<br> Pero la planificación no hace más que acentuar el<br> carácter amenazador del futuro. En efecto</p> <p>1) Ella transforma en presente anticipa-<br> do todo lo que puede en él, calcularse</p> ===== Página 83 ===== <p>2) no dejando al futuro más que su parte<br> de imprevisto, imprevisibilidad, en po-<br> cas palabras: la amenaza que él presen-<br> ta contra toda previsión.</p> <p>El Tiempo de nuestra época es así: por una parte,<br> factor determinado o coordenada especial en un<br> cálculo universal; por otra, amenaza para ese mis-<br> mo cálculo.<br> En este Tiempo, el hombre sólo puede<br> vivir en tránsito, es decir, en la indiferen-<br> cia del pasado, del presente y del porvenir<br> con solamente la posibilidad amenazadora de la<br> ruptura de esa indiferencia</p> <p>Romper esta doble mutilación del Tiempo tal es<br> la condición previa a toda modificación de la vi-<br> da</p> ===== Página 84 ===== <p> (La emigración antigua: los pueblos anti-<br> guos, Eneas mismo. El descubrimiento del lugar<br> era siempre divino. Delfos y las dos águilas de<br> Zeus. En otros tiempos por lo tanto, la emigra-<br> ción se hace de un sitio que ya no es lugar hacia<br> un nuevo lugar Hoy no más emigración en ese<br> sentido.<br> 1) Uno emigra de un sitio que ya no ofrece condi-<br> ciones de vida hacia otro que puede ofrecerlas<br> (se puede, por otra parte, comprender las “con-<br> diciones de vida” como “cosas divinas”)</p> <p>2) Uno emigra técnicamente. Ya las brújulas y los<br> cálculos, por ejemplo, esos Coreanos que vienen<br> a instalarse en Choele-Choel, no es una migra-<br> ción encabezada por sus sacerdotes, sino un<br> cálculo de economistas y de ministros</p> <p>3) En este sentido la emigración se ha generaliza-</p> ===== Página 85 ===== <p> do. Todo el mundo puede irse a trabajar a cual-<br> quier parte, sea al interior de un país o por<br> toda la superficie del globo</p> <p>4) Esta generalización es en sí misma un proceso<br> técnico. Son las necesidades económicas, al in-<br> terior de un mercado de trabajo, las que condi-<br> cionan los movimientos de población</p> <p>5) La última migración no-técnica (o no enteramen-<br> te técnica) tuvo lugar en Europa a finales de<br> la última guerra</p> <p>Uno puede tratar de comprender las dos situaciones<br> extremas como mediata e inmediata - o viceversa -</p> <p>Tras la conferencia fue Alberto quién vió bien la<br> ruptura: es decir las dos orientaciones divergen-<br> tes</p> ===== Página 86 ===== <p>a) el anuncio de la búsqueda de lo anteceden-<br> te para el encuentro con la Tierra<br> b) el enunciado de otro antecedente: el cam-<br> bio del Tiempo.<br> Allí no hay más que una apariencia de unidad</p> <p>De partida, la primera idea es la más difícil: ¿la<br> técnica destruye o generaliza (universaliza) el Lu-<br> gar? Pregunta totalmente indeterminada mientras<br> no se precise lo que es el Lugar. Ahora bien,<br> es en busca del lugar que ha partido Amereida</p> <p>El Lugar (arriesga la respuesta) Lugar de ENCUEN-<br> TRO, dicho de otro modo el Lugar es allí donde<br> hay-Encuentro. Cualquier encuentro. “Bon jour<br> Monsieur Courbet” es un Lugar.<br> Por lo tanto la esencia del lugar depende de la<br> esencia del encuentro: y hay una historia del lu-<br> gar. El fin de la historia del lugar es cuando</p> ===== Página 87 ===== <p>el Lugar ya no es más que encuentro de sí mismo,<br> dicho de otro modo cuando el Lugar ya no es más<br> que encuentro . . . del lugar</p> <p>Por eso se impone la primera pregunta: - ¿ es la<br> relación técnica con la tierra el fin de todo en-<br> cuentro (a saber, en la medida en que la técnica<br> no encuentra nada más que un objeto-técnico = la<br> tierra en tanto que explotable), por lo tanto fin<br> de todo lugar; o bien, encontrando a la Tierra co-<br> mo objeto de explotación no transforma la técnica<br> todo encuentro en un solo tipo de encuentro, por<br> lo tanto, toda la variedad posible de lugares en<br> un solo Lugar ?<br> A esto sólo puede responder una pregunta que ata-<br> ñe a la esencia de la técnica</p> ===== Página 88 ===== <p>Aquí el paso a la continuación del<br> texto es un esquive. No sin haber, por lo menos,<br> designado los dominios inquirir</p> <p>CONDICION BE-DINGUNG - la esencia de la<br> cosa (Ding)<br> REENCUENTRO BE-GEGNUNG - la esencia del<br> frente a frente<br> (gegend)<br> TENER LUGAR GESCHEHEN - la esencia de lo<br> porvenir</p> <p>La continuación, por lo tanto, se restringe a lo<br> más accesible: la temporalización del tiempo pre-<br> sente</p> <p> La doble mutilación del tiempo es:<br> a) su comprehensión uniforme a partir del presen-<br> te</p> ===== Página 89 ===== <p>b) la caída corolaria del pasado y del porvenir a<br> un nivel inauténtico</p> <p>Se da un primer paso cuando el tiempo es aprehen-<br> dido en su plenitud, entonces el presente ya no es<br> el espectro analógico de una eternidad técnica, si-<br> no un verdadero FRUTO</p> ===== Página 90 ===== <p>Campamento. Con cuanto aquello que una ciudad<br> ausente pueda indicar como la presencia inequívo-<br> ca, mejor, sobreabundante de una ciudad: restau-<br> rants, hosterías, hoteles, juegos de palitroques entre<br> otros, canchas deportivas, dispensarios, un hospital,<br> salas cunas, más de un cine, boites, casino, pisci-<br> nas temperadas, centrales de comunicaciones . . .<br> Todo ello con un sentido de informar. De ese<br> informar que otorga la ciudad y que recibe el<br> ciudadano: cosa esta vista como la dimensión más<br> importante sino, acaso, como la única.<br> Por eso, sobre la marcha hemos de recurrir al<br> pórtico. Los pórticos. Pero con una sobre la mar-<br> cha que nazca de aquella mirada que no escruta,<br> pues bien puede decirse que su retina yace en<br> cierto grado invalidada por lo que se espera, o<br> retenida por el último anoche.</p> <p>En cuanto a los pórticos; se dispondrán</p> ===== Página 91 ===== <p>las alternativas de sus ritmos - por ejemplo, el<br> de una vereda con el de la de enfrente - o de am-<br> bos con respecto a la línea de tierra o de todos<br> los pórticos respecto a la manera de rectificar<br> los ángulos actuales del trazado para construir<br> con la traza del campamento una figura reconoci-<br> ble al recorrerla o visualmente desde ciertos pun-<br> tos clave.</p> <p>Si todos ellos - los pórticos - alcanzarían una<br> altura creciente en una cierta dirección cual si<br> construyeran una suerte de anfiteatro. O si el<br> claro-oscuro que ellos llevan consigo sería como<br> la sombra de las arboledas en los comienzos de la<br> primavera en un clima templado.</p> <p>O bien, de cómo los pórticos estarían junto a cui-<br> dados árboles siempre verdes: (plantados en hondos<br> tajos para que las copas queden junto a los ojos)</p> ===== Página 92 ===== <p>o si ellos contarían con la posibilidad de colocar-<br> les esos afiches y letreros propios de toda calle<br> urbana en las que las letras hacen de ellas las<br> “antiguas acostumbradas” - con la posibilidad de<br> montar exposiciones que muestran los últimos pla-<br> nes de la explotación del petróleo, o la posibili-<br> dad de conformar una suerte de museo que exponga<br> la vieja maquinaria de la época heroica o, en esos<br> puestos de periódicos como los del centro de la <br> ciudad que abren revistas pornográficas acerca del<br> eterno femenino y discretamente mantienen la pren-<br> sa con sus últimas noticias</p> <p>O cómo los pórticos serían una suerte de pérgola<br> para ancianos - piedras de un talud - que toman el<br> primer sol de invierno; o un fuerte zócalo para<br> que se acoden los muchachos como se acodan otros<br> jóvenes en los centros de los potreros que ellos <br> cultivan a la hora del reposo de mediodía. Si los</p> ===== Página 93 ===== <p>pórticos llevaran escrito un poema en su cielo ra-<br> so o en su pavimento de suerte que nadie pueda<br> transitar por ellos. O posibilidades tales como<br> una fuerte abundancia de relojes. O ciertos tra-<br> mos manejables de suerte que se pudiera desplazar-<br> los para señalar el sol.</p> <p>Silencio sobre los métodos constructivos con sus<br> materiales y la duración del proceso de ejecución<br> y si este se llevaría a cabo mediante una prefa-<br> bricación capaz de montar en una noche la obra; o<br> bien que fuera un maestro que demorara tanto en<br> levantar los pórticos que terminara por identifi-<br> carse con ellos. O que todo el mundo contribuye-<br> se a la edificación construyendo así una fecha pa-<br> ra el campamento.</p> <p>¿Por qué se guarda este silencio? ¿Por qué lo ca-<br> llado no es - por el contrario - incorporado como</p> ===== Página 94 ===== <p>anticipaciones? Anticipaciones - ciertamente bien<br> modificables posteriormente - pero que desde el<br> primer instante se constituyen como coordenadas.<br> Coordenadas que vendrían a configurar los desarro-<br> llos venideros. ¿Por qué este silencio no se li-<br> mita al campo ya señalado, sino que se extiende -<br> por ejemplo - a no haber tomado los primeros da-<br> tos para una medición de los efectos del clima en<br> los materiales constructivos, o haberse impuesto<br> de ese tan tenaz trasfondo de procedimientos ad-<br> ministrativos que condicionan la realización de<br> una obra?</p> <p>La respuesta a todo ello es la siguiente:</p> <p>se trata de un Signo</p> <p>Y Signo es una concepción y una ejecución que es<br> diferente a una obra. En ésta, todo cuanto le per-</p> ===== Página 95 ===== <p>tenece, homogéneamente comparece como pertene-<br> ciéndole. En cambio en un signo no sucede así. En es-<br> te sentido un signo es semejante a ciertas leyes<br> A aquellas que señalan su materia y expli-<br> can lo impositivo de su carácter, pero que al ex-<br> poner su materia dejan - voluntaria o involuntaria-<br> mente - ciertas lagunas. De suerte que en ellas<br> se queda en libertad de acción. Así el signo tie-<br> ne zonas o planos determinados y otros indetermi-<br> nados. Por ello no todo comparece homogéneamente.<br> Junto al decir se da el callar. Y el Signo obra<br> así porque él fía. Fiar es su misión. Fiar es su<br> propia naturaleza no homogénea. Fiar en el acon-<br> tecimiento que lo provoca. El signo es entonces<br> la concretización del acto de fiar en la materia.<br> En el misterio de la materia. De esa misma mate-<br> ria que para ser manejada, gobernada, parece que<br> siempre exigiera desde el primer momento la instau-<br> ración de esas coordenadas que vienen desde la fi-</p> ===== Página 96 ===== <p>gura a su forma. El signo así se intercala para<br> otorgarle a la obra transparencia. Transparencia<br> para que se manifieste en ella el acontecer. Trans-<br> parencia para que el rodaje quede inscrito en su<br> verdadera magnitud.</p> <p> Entonces cabe preguntarse - ¿el<br> misterio de la materia no tiene fuerza para confi-<br> gurar su propia transparencia? Y de ser así -<br> ¿por qué recurrir al signo? La respuesta es: el<br> signo existe por puro anhelo de abrirse. Anhelo<br> que la propia materia lleva en sí. Tal como un<br> croquis, que acepta ser rápido, traza la luz con<br> los trazos que la rapidez le impide dibujar.</p> <p>Uno piensa en un prócer del siglo pasado que al<br> oír esto dijera; en todas las escuelas del país se<br> enseñará a los niños el acto de fiar. Un hombre<br> (del rodaje) me decía “esta comuna de esta ciudad</p> ===== Página 97 ===== <p>es mayor que sus límites, va más allá de ellos” y<br> le preguntábamos “ ¿hasta dónde? ” - “habría que<br> hacer estudios muy serios al respecto” respondía.<br> “De todos modos se encontraría muy luego con el<br> misterio de la materia”, le decíamos. Tendría él,<br> acaso, que matricularse en algunas de estas escue-<br> las del Signo.</p> <p>( Godo:<br> No sabes cuánto me cuesta escribir. Desde<br> que salimos en este viaje he perdido toda referen-<br> cia. Estoy como en un enorme vacío interior y ex-<br> terior. Percibo lo que va aconteciendo pero en<br> ausencia. Las sensaciones suceden pero no se de-<br> cantan en parte alguna de la conciencia. No ad-<br> quieren cuerpo en el espacio del pensamiento, no<br> se dejan pensar, no se dejan atrapar. Me he con-<br> vertido en una suerte de conducto, que es sólo pa-<br> ra dejar paso</p> ===== Página 98 ===== <p>Podría decir que estoy “fuera de mí” - como cuan-<br> do se dice de alguien que está “fuera de sí” - pe-<br> ro dentro de las cosas, los hechos, los momentos,<br> los lugares, las circunstancias: una tras otra, se-<br> paradas, desvinculadas, aisladas, puro presente.</p> <p>No me impaciento por ello porque imagino que este<br> estado de existencia “irresponsable” que no da<br> respuesta - debe ser un don propio de la Phalène.<br> Es la desnudez. Como un baño no sólo de la piel,<br> sino de todo uno, que lo vuelve transparente y tal<br> vez translúcido (y lúcido, diría Edi).</p> <p>No se trata ya de la mesa donde uno rumia y trans-<br> forma lo que ya sabe, para digerirlo. Tiene algo<br> de primario este fundirse con las cosas, pertene-<br> cerles. No sé cómo explicarme.</p> <p>Quiero decir que cuando hay viento frío, lo reci-</p> ===== Página 99 ===== <p>bo y me da frío y me traspasa. Y cuando nieva<br> las plumas caen sobre mi cuerpo y me pongo blanco<br> como un pino. Y cuando Godo en medio de la plani-<br> cie lee a San Francisco, sus palabras entran por<br> un oído y salen por el otro, literalmente, tal co-<br> mo dice el dicho. Me sucede en este estado que<br> yo arquitecto, habituado a los planos, cuando to-<br> mo una carta del lugar casi no la entiendo en cuan-<br> to carta, y veo entonces un dibujo.</p> <p>Decía que estaba tranquilo en esta situación que<br> sobrellevo. Es verdad. Pero también es verdad<br> que el “hombre viejo” reaparece a menudo y en su<br> avaricia que le es propia me echa en cara que no<br> tenga buenas ideas, aprovechables, capitalizables,<br> rentables.</p> <p>Pero ¿cuándo he vivido la libertad que ahora ten-<br> go? ¿Cuándo tan absoluta gratuidad? Comprendo</p> ===== Página 100 ===== <p>algo, tal vez con otros matices, que al Regalo se<br> le llame también Presente.<br> Los hechos o situaciones que vivimos saltan como<br> pulga sobre la sábana: está aquí, luego allá; cer-<br> ca, lejos, donde mismo, en ninguna parte. No ve-<br> mos el salto sino el punto.</p> <p>La noche de Dorotea; la piscina temperada de la<br> Enap; el camión que nos lleva a Natales; el casi-<br> no de oficiales; el sol, la tempestad, la noche<br> estrellada; la barcaza en el canal, la tumba en la<br> nieve, ect., etc.</p> <p>Un eslabón de la cadena que se corta nos lleva del<br> confort a la intemperie en un instante. Encender<br> un cigarrillo en mal momento puede significar pa-<br> sar del día a la noche. La ausencia de MacLean en<br> su oficina a una hora precisa, no llegar a un lu-<br> gar. )</p> ===== Página 101 ===== <p>Palabras a los Enapolitanos:</p> <p>“Cataclismo :<br> Erupción : Destrucción: Transformación.<br> La gente de este lugar celebra una transformación<br> cataclísmica.<br> Trabajan para el petróleo.</p> <p>El petróleo es la fermentación de un desastre.<br> Destilado de la muerte de plantas, caracoles, mo-<br> luscos, peces y animales.</p> <p>El petróleo es el vino del automóvil.<br> A diferencia de las plantas, los autos no tienen<br> raíces. Viajan. Exploran.<br> A diferencia de los caracoles y moluscos, que evo-<br> can para los Ingleses la frescura del mundo de<br> nuestros orígenes naturales,</p> ===== Página 102 ===== <p>los autos son artefactos, creaturas del hombre<br> creador de artefactos.<br> A diferencia de los peces, los autos no son con-<br> trolados por el flujo y reflujo de las mareas.<br> Un auto es el instrumento del hombre, del que<br> escoge, una expresión de la voluntad humana.</p> <p>A diferencia de un animal, el auto es exangüe,<br> desapasionado.</p> <p>Los sonidos de su motor expresan una obediencia.<br> Un auto sirve a la necesidad humana de ir, encon-<br> trar y comunicar, irrumpir a través de las divi-<br> siones de sangre y pasión.</p> <p>La existencia de los autos se hace posible por la<br> muerte de estas creaturas - animales, peces, cara-<br> coles, y moluscos, y plantas - y de todo a lo que<br> ellas dan cuerpo.</p> ===== Página 103 ===== <p>En transformación cataclísmica, la Naturaleza se<br> entrega a la voluntad del hombre. Su sacrificio<br> es el de una novia a su amante. Ella ha de ser<br> cortejada.</p> <p>Los autos son los hijos de la Tecnología, de la<br> transformación de la Naturaleza por la humanidad.<br> En Europa y Norte América, la Tecnología es el me-<br> dio hacia una estéril comodidad.<br> Acaba en sí mismo.</p> <p>Es una vía de olvidar la muerte y de evadir las<br> agonías de la creación.</p> <p>Pero tal vez en América Latina, la Tecnología ser-<br> virá a la intensificación de una relación creado-<br> ra hasta ahora desconocida en la historia de la<br> humanidad.</p> ===== Página 104 ===== <p>La América del Sur será un Continente de Niños y<br> Dioses.<br> ¿Y bajo qué signo ha de realizarse esta metamorfo-<br> sis?</p> <p>Fuego<br> Fuego se mueve<br> Fuego se transmuta</p> <p>Fuego aspira.<br> Fuego calienta.<br> La llama juguetona de la Transfiguración.<br> Y la Tierra del Fuego la corona de esta aureola.</p> <p>Pero Uds. dirán:</p> <p>“ América Latina, lo Desconocido, es un Océano;<br> ¿ Cómo puede jugar el Fuego sobre un Océano ? ”<br> Hoy ví cómo.</p> ===== Página 105 ===== <p>Hoy ví a una bandada de flamencos arremolinarse<br> hacia arriba desde los lagos.<br> Un toro negro estaba bebiendo al filo del agua.</p> ===== Página 106 ===== <p>Una Manzana de Enapolis - Flamenco Sombrero :</p> <p>A pesar del cielo fierro,<br> VIENTO -<br> se inclinaba allí donde ceceábamos.</p> <p>Indios nos levantamos<br> naturales a hijos bajo suelo<br> tierra<br> tierra del fuego.</p> <p>una llama se fue caracoleando,<br> la más salvaje de las potrancas,<br> la muchacha.</p> <p>pero no a través del campamento ENAP,<br> turista sombrero :<br> las tonadas que tu piscina canturrea<br> nunca conocieron el viento.</p> ===== Página 107 ===== <p>Tu clínica<br> Segura contra el grito de pájaro,<br> susurra aislamiento :<br> abejas sin reina ni aguijón<br> ahorran pseudo - miel</p> <p>en tu supermercado,<br> suspensión en vacío de conservas.</p> <p>tu cien edificado<br> sobre fermentaciones de desastre;<br> los cuentos relampaguean como autos :<br> ¿ dónde están tus fábulas ?<br> ( llama mamá a Aquélla del Bra Mágico, pero<br> nada<br> es tuyo ).</p> <p>Nosotros profetizamos fuego.<br> Oímos a los pájaros del mar llamarse unos</p> ===== Página 108 ===== <p> a otros<br> Siempre - niños, a una joven cuyo pelo se riza<br> negligente,<br> salvaje :<br> esta mi oración<br> horizonte<br> </p> <p>Jane:<br> Te mando una pluma de flamenco.<br> Me encontré contigo de nuevo ante anoche.<br> Tú dijiste : “ Pero todo ha caído de través “<br> hablabas de tu carrera como actriz.<br> Hablábamos, casi dulcemente.<br> Como podrás verlo por el matasellos, también<br> yo he caído de través. Puedo decirte<br> lo que yace en el fondo : un lago, más<br> virginal que la primavera -</p> ===== Página 109 ===== <p>Alzándose del lago, una bandada de flamencos,<br> Salvajes y tempranos, llama - fuego.<br> Las ciénagas aguardan, verdes como una<br> promesa.</p> <p>Cuando pienso en ti,<br> pienso en una llama sobre un lago secreto,<br> galopando sobre tierras grises, las tierras<br> verdes - salvaje, tímida.</p> <p>Amo<br> escribir<br> cartas lunáticas.<br> En Chelsea, tal vez.</p> <p>( Nosotros los que somos verdaderos amantes come-<br> temos extrañas travesuras. )</p> ===== Página 110 ===== <p>pero ellos<br> buscones<br> ciegos se dirían<br> tan naturalmente avanzan<br> por la luz<br> la luz de una rosa<br> animal y milenaria<br> en el mudo alfabeto de las superficies</p> <p>- rosas de un océano perdido<br> palabras inferiores del fuego nuevo -</p> <p>con la gran voz enterrada<br> golpean<br> los espejos oscuros de la arena,<br> parten,<br> - así ciertas nubes el sol en luces -<br> los bailes que contestan sus invisibles<br> en ruido y figura</p> ===== Página 111 ===== <p>Sólo quién escucha<br> instala lo lejos</p> <p>Apartada<br> del viento<br> - como pelo -<br> nace<br> la cara del hondo</p> <p>Cuando la voz confiada a la tierra<br> encuentra su gesto<br> hace paz pasión o júbilo<br> intenta<br> un sol entre las manos<br> con que el hombre persigue su destino<br> como las noches los sueños que la colmen</p> <p>Y en tierra se entra a tierra<br> tras la llama</p> ===== Página 112 ===== <p>el sol negro de los viejos mares<br> nos guarda la casa<br> y la estatura</p> <p>o bien<br> el barro seducido<br> enamora las aguas de su cuerpo<br> ( lascivas las dulces artesianas )<br> y lo<br> atleta de su propio chasco</p> <p>todo descenso es contención ni descenso sin<br> cuerpo.</p> ===== Página 113 ===== <p>7 de Agosto Sombrero<br> Espora<br> y la barcaza no llegó<br> la espera<br> por la rampa a las olas pálidas<br> al caballo carroña<br> no lavan no mueven<br> olas pálidas<br> el Estrecho un banco de niebla<br> invalidez<br> el intervalo ¿ qué salva ?<br> ¿ Quién avala aquí en Espora ?</p> <p>Avilantez<br> en vilo<br> gavilán.<br> esta leve salida que vuelve contra<br> la rampa</p> ===== Página 114 ===== <p>este alivio<br> íntegro negro<br> no denigro<br> esta gruta<br> junto a olas pálidas<br> Oigo lo que no sigue<br> lo que arraiga<br> entre nos<br> la intemperie<br> en Espora<br> y a las 5 la barcaza llegó<br> rompiendo niebla<br> y por niebla<br> no vuelve<br> no lleva del otro lado<br> y hemos tenido que volver aquí<br> a Sombrero<br> Dijo Boulting<br> I am perplexed</p> ===== Página 115 ===== <p>These moments in the car.<br> We doing nothing “</p> <p>El pulso de la pausa<br> esporádico uso<br> de aire<br> lo que oigo<br> se arraiga<br> entre nos</p> ===== Página 116 ===== <p>Cada doce horas cuando la marea baja, Tierra del<br> Fuego se acerca al continente.</p> <p>Entonces, una parte del cuerpo mismo de la tierra<br> queda a la vista, enteramente desnudo. Con esa<br> desnudez cruda de lo que siempre está cubierto.<br> Es casi una herida.<br> ( sólo una mujer es capaz de soportar ese género<br> de desnudez )</p> <p>Un camino puede soportarlo todo menos una cosa:<br> perder su continuidad.<br> Cuando la pierde se dice que se corta.<br> Los caminos se cortan como un cordel, como un e-<br> lástico o como una película.<br> Cortarse es para él, simplemente, dejar de ser.<br> Espora y Punta Delgada tiene eso de desolación:<br> se está ante un camino que vive la amenaza cons-<br> tante de dejar de ser.</p> ===== Página 117 ===== <p>(es tan aguda esta amenaza que no ha<br> permitido crecer sino esa pequeña ca-<br> seta telefónica).</p> <p>Estos caminos que desde el norte y desde el sur,<br> sin transición ni aviso, se disuelven en el agua<br> del Estrecho, recuerdan dos veces al día el Paso<br> del Mar Rojo.</p> <p>El fondo del Mar Rojo se parece, tal vez, al fon-<br> do del Estrecho de Magallanes.</p> <p>Estamos acostumbrados a ver correr los caminos<br> por entre un paisaje que aunque no lo conozcamos<br> de antemano, nos resulta de alguna manera fami-<br> liar. Bosques o cultivos o ganado, silos, indus-<br> trias, otros caminos, casas. Valles, montañas o<br> lomajes, algún río.<br> Los caminos del petróleo en Tierra del Fuego nos</p> ===== Página 118 ===== <p>desconciertan. Aparecen completamente simples<br> en su puro ser caminos. Despojados de todo otro<br> contexto. Sin tradición ni paisaje conocidos.<br> Salvo los campamentos, sus puntos de destino no<br> se nos muestran como tales. A veces son casi im-<br> perceptibles; otras, insignificantes. Un nudo de<br> cañerías que apenas aflora, una cabina, una esta-<br> ca numerada; una torre metálica transparente, un<br> fuego reverberante.</p> <p>Nos parece estar en medio de un enorme loteo en<br> que aún no hay nada edificado. En sí mismo es i-<br> nexplicable.</p> <p>Sin embargo, este dibujo abstracto sobre la super-<br> ficie es sólo una traducción sutil de lo que acon-<br> tece bajo la superficie.</p> <p>De tarde en tarde una camioneta de la Enap-siem-</p> ===== Página 119 ===== <p>pre apurada - aparece y desaparece sin dejar ras-<br> tro.<br> Es que estos caminos son los caminos de la vigi-<br> lia.</p> <p>Ni en Punta Delgada ni en Espora, que son los pun-<br> tos de llegada de la barcaza, hay absolutamente<br> nada - salvo una caseta telefónica.</p> <p>Justamente para eso son las barcazas de desembar-<br> co.<br> Para desembarcar donde no hay puerto.<br> Ellas llevan su propio muelle consigo - como el<br> tanque lleva su propio camino, o el gaucho su ca-<br> sa.</p> <p>En verdad las barcazas son más bien muelles que<br> barcos, y en este caso, más bien puente. Se sien-<br> ten bien justamente en la orilla, son de la ori-<br> lla.</p> ===== Página 120 ===== <p>Las barcazas son Modernas. Parecen ajustarse a<br> las mil maravillas a la Pampa.</p> <p>La barcaza es casi un puro hueco.<br> Aparentemente no tiene “la forma del agua” como<br> los barcos<br> ( ¡Qué anticuados somos para pensar! )<br> No tiene popa ni proa ni quilla.<br> Lo que sucede realmente es que anda sobre el agua<br> Por eso no “atraca” como los barcos sino que se<br> tiende sobre la orilla.</p> <p>Su forma rectangular, abstracta, sus paredes pla-<br> nas, están concebidas para estacionara el mayor<br> número posible de vehículos. Eso es todo.</p> <p>He ahí una cosa pensada “a la norteamericana”.<br> Tan simple y aparentemente tan tonta como un slo-<br> gan de propaganda.</p> ===== Página 121 ===== <p>( “No se complique la vida: use barcazas...<br> No necesitan muelle ni grúas; no necesitan<br> profundidad para navegar;<br> Máximo espacio utilizable;<br> la carga y descarga se hace sola....” )</p> <p>He ahí una cosa pensada en la guerra. Entre la<br> vida y la muerte</p> ===== Página 122 ===== <p>8 de Agosto<br> Y entonces<br> en Espora a las 6<br> y tres minutos<br> un marinero dice :<br> “ El capitán dice :<br> ‘ la barcaza<br> no saldrá hasta las 5<br> esta tarde ‘ “<br> la niebla circundándonos<br> a tres metros de la orilla<br> en Espora<br> la barcaza<br> abierta la barcaza y con la<br> rampa baja<br> y en la rampa<br> encendidos los faros<br> alumbrando la niebla<br> la niebla</p> ===== Página 123 ===== <p>circundándonos<br> y en la niebla<br> hacia el Este<br> Sobre el auto<br> formando los faros un aro<br> artificio de aurora</p> <p>aro de leche<br> en lo deshecho<br> por la niebla<br> nupcial<br> y bajamos del auto</p> <p>Adelantándose al estrecho, el barquero se negaba<br> a pasarnos, llamábamos al día; enterrados hasta<br> los hombros como Moisés cuando usó mañas con la<br> gloria de Yavé yo, me parece, la muda de<br> Madre Coraje, la simple sobre el techo</p> ===== Página 124 ===== <p>Aún no, en<br> efecto. Era mi sonrisa sostenida que sostenía<br> el aún no.<br> La reserva del aún no. El signo, con la cabeza,<br> del oráculo. ad mutum. Reduciendo los prepara-<br> tivos, contra el eslabonamiento y la cronología,<br> al más-acá de la partida. Lo que sé yo no lo sé.</p> <p>Esta tierra es nuestra, decía el administrador de<br> las Malvinas.</p> <p>Los primeros hombres habían llegado sin mujeres<br> y tenían que ir a buscarlas a los puertos.</p> <p>En la ciudad magallánica, semejantes a los prime-<br> ros que traen los madereros al alba del taller,<br> por los suburbios que contornean las ciudades.</p> <p>Chapas de los arrabales en el Chamboule-tout<br> de las épocas</p> ===== Página 125 ===== <p>Chapa en las laderas del pacífico<br> Ellos habían podido colocarse al comienzo izados<br> en una larga estela de fuego que compartían los<br> otros tres elementos</p> <p>Un caballo a lo largo de Magallanes un toro<br> negro junto al lago de Porvenir Discretos<br> una a una<br> Yo hacía la ronda en torno al túmulo entre los<br> cráneos</p> ===== Página 126 ===== <p>la incidencia la incidencia cimbro igno-<br> ro mis deberes el periplo continúa bajo in-<br> dulgencias perfecciones imprevistas humilda-<br> des demasiado impuestas fatigas astutas<br> “ alto ahí “ - lo ajeno me quiebra me deba-<br> to como un pájaro furioso altero este amane-<br> cer demando todas las embarcaciones me des-<br> anudo con la eficacia del falso ahorcado<br> he perdido la fe en un grito</p> <p>pero de nuevo<br> el fin es una danza simple pudiente y tímida<br> como el café humeante siempre la noche y el<br> día sin desapariciones la locura desnuda<br> sencilla como la amistad un trazo sin marco -<br> ¿ es esto posible ? oh presente</p> <p>¿ Quién es enton-<br> ces sí mismo ? ¿ y los rehenes ? ¿ puede vivir-</p> ===== Página 127 ===== <p>se así ? pero el estrecho se descubre padre -<br> una sonrisa en la balanza de la cumbre</p> <p> - que las significaciones no encubran la pala-<br> bra -</p> <p>Improvisemos<br> esta tierra habla</p> ===== Página 128 ===== <p>“ Aquí “ dijo Alberto<br> “ bájame la pintura “<br> y Michel se<br> escaló la pirámide<br> de madera<br> hasta el vértice<br> yo tras él<br> con la lámpara<br> y tras mí<br> Jonathan<br> y Godo “ Dis un poeme “<br> dijo<br> Y entonces<br> de arriba desde el vértice<br> dijo “ Veilleur du jour “</p> <p>Llamo a los poemas que leemos en el dentista es-<br> candeando con el pie el compás para cubrir la san-<br> gre, a la exhibición del azar, a los poemas que</p> ===== Página 129 ===== <p>reciten el hojear de los pulsos<br> digo Musa la co-<br> mida que siempre está servida allá en ese cuento<br> de la Bella y la Bestia en el que vivimos<br> pues “ él descendió al jardín y encontró prepara-<br> da la comida “.</p> <p> Musa aquella que provee<br> reclamo<br> Venecia, los pórticos negros en cintas,<br> Venecia de uñas gondoleadas donde el extranjero<br> se vuelve como aquel que llega a Venecia con-<br> ducida a lo visible por milagro y no hay la pla-<br> za como un cuadrado de jugadores, las cosas que<br> se miran pues lo visible es un asunto de hombres</p> <p>a la igual<br> ocupación de todos los lugares, la igual belleza<br> de todos los lugares, la imposibilidad de decep-</p> ===== Página 130 ===== <p>cionar de todos los lugares este friso rico<br> del estrecho igual a nuestros ojos estrechos<br> friso de cosas en distancia reverentes sin em-<br> bargo por el intervalo que hay, pues entre<br> nosotros la separación hace que ellas nos dejen<br> libres a su afectuosa indiferencia que no se re-<br> husa más se gira un poco - friso distinto de<br> todo espejismo y el balcón las ventanas<br> reservadas como un buen servidor “ a cierta dis-<br> tancia “ están de su lado</p> <p>Mas ¿ quién está ?<br> el frío deshace su lámina<br> en mis lágrimas<br> sus perlas en tu nariz -</p> <p>todo lo que cambia se reúne en mi garganta <br> nada hay más simple que el comienzo</p> ===== Página 131 ===== <p>Ponemos de pie - oh douceur - la noche<br> el alba el día</p> <p>la niebla se va en el cargo<br> que desfila<br> y el estrecho desde esta mañana<br> es una risa entre dos labios</p> <p>Me aparto estúpido felino<br> sin cetros<br> cago tenue en la arena mi lana</p> <p>- ¿ quién comienza ?</p> <p>“ maintenant ils sont morts le mercenaire et le<br> connétable “<br> y me llega me llegas michel<br> discreto extraviado poéte<br> o momento<br> con tu silencio quedo</p> ===== Página 132 ===== <p>bajo el pudor de los quehaceres<br> raptado<br> por el lenguaje invisible<br> que adoramos</p> ===== Página 133 ===== <p>Michel y<br> bajó<br> y yo subí<br> hasta la lámpara y grité<br> a la niebla<br> con Jonathan en voz baja<br> la niebla circundándonos<br> Y “ Niebla “ oímos<br> “ Niebla “ <br> desnortéame “<br> gritó Godo<br> y Jonathan en voz baja<br> “ Our departures<br> are our origins “</p> <p>arítmico, un cadáver.<br> la marea chica baja,<br> la marea chica fluye.</p> ===== Página 134 ===== <p>semejante pequeñez respira inmensa.</p> <p>ya no galopa más </p> <p>sus cascos inermes, conejos muertos.</p> <p>podre y hueso, bajo.<br> fuera del cuero.<br> clavícula, cea.<br> sus cascos doloridos.</p> <p>arenas vácuas.<br> guijarros azules;<br> melancolía de algas.</p> <p>agua, sal y agua,<br> mar.</p> <p>¿ tan macizamente apagada,<br> su llama ?</p> ===== Página 135 ===== <p>¿ Quién mi dama ?<br> ¿ Quién mi amo ?</p> <p>¿ era sólo una jaca, tal vez ?</p> <p>tal vez no. en oquedad, hierbas.<br> las palabras<br> ¿ o bien ? van así.</p> ===== Página 136 ===== <p>“ E improvisaron<br> dijo Claudio<br> unos veinte minutos “<br> la niebla<br> circundándonos<br> hasta que el aro<br> o artificio de aurora<br> se deshizo<br> como en leche<br> en la lenta<br> luz real<br> Y entonces<br> Jorge pintó un tabique<br> de la caseta telefónica<br> y Alberto<br> otro<br> Y entonces Jorge<br> y Alberto y Fedier<br> pintaron la caseta del teléfono</p> ===== Página 137 ===== <p>sobre un tabique<br> cada uno<br> desde el zinc<br> el color<br> Claudio<br> ferruginosamente<br> en la poca<br> luz<br> la armazón<br> con<br> rojos viejos cables de acero<br> y Fabio los plateó<br> y apoyó contra un trípode<br> un tubo<br> como una<br> furiosa hormiga<br> y de largo<br> el albatros</p> ===== Página 138 ===== <p> alabastroso<br> albatros<br> orilla<br> guijarros crepitan<br> nombres<br> nombres<br> y detrás<br> de la niebla<br> el alba<br> por silbos<br> y al oeste<br> arco iris</p> <p>Hemos trazado signos. El acontecimiento se vuel-<br> ve verbos, acción, por múltiples vías. Somos más<br> de uno, más de dos. No hay soliloquio ni diálo-<br> go. Entonces el acontecimiento se vuelve chan-<br> tier. Y todos y por ello cada cual nos volvemos<br> chantier. Y hay algunos signos que ahora son eje-</p> ===== Página 139 ===== <p>cuciones. Por eso en un momento dado la mirada<br> llega hasta las manos para ignorar la mente y el<br> corazón. Y las manos, en la premura del tiempo<br> que concede el acontecimiento para encontrarse<br> con la homogeneidad, se enceguecen. Las manos,<br> así, dentro de su ceguera se fían. Por ello an-<br> ticipan. Por ello, ahora, llegan hasta el len-<br> guaje cerrado de una superficie mensurable de un<br> solo golpe vista. La pared de una destartalada<br> caseta del desembarcadero. Lejana parienta de la<br> lógica cerrada de una hoja blanca de papel que es-<br> pera un trazo. Allí, las manos que no han repara-<br> do en otra pared de esta caseta, aquella que tie-<br> ne puerta - situación cara al arquitecto - manio-<br> bran lo único que saben hacer las manos de éste:<br> trazar el horizonte. A su lado manos de escul-<br> tor trazan esa profundidad no confiada a la leja-<br> nía que ellos saben revelar. Ellas han dejado<br> la antigua piedra por esbeltos materiales que pi-</p> ===== Página 140 ===== <p>den más de cuarenta afanes al eregirse. Manos<br> constructoras de ocasiones: de las ciudades, en-<br> tonces. Manos del amor a la obra que traspasan<br> los trabajos serviles y guardan la relación en-<br> tre signo y obra.</p> <p>Cuanto allí se realiza es bien perecible. Sin<br> embargo, los signos no se inscriben en un pueblo<br> cuyas épocas han de terminar por una catástrofe.<br> Por el contrario, el signo presiente un pueblo<br> que busca construir una heredad. ¿Qué busca cons-<br> truir esa simetría de recibir, embellecer la he-<br> redad, legar? ¿Un pueblo en el que cabe el ofi-<br> cio de reparar? Por ello - ¿limpiarán las plan-<br> chas, repintarán algunas superficies, traerán los<br> signos que las altas mareas pudieran haberse lle-<br> vado y quizás cuántas cosas más? Nosotros somos<br> de ese pueblo y esos que ahora se detienen, que<br> se constituyen en los primeros lectores y el pri-</p> ===== Página 141 ===== <p>mer copista de los poemas son de este pueblo. Es<br> conocido que los primeros conquistadores sabían<br> que recibirían del Rey un tratamiento digno y tie-<br> rras y encomiendas y que conforme a tal dignidad<br> debían realizar la obra de conquista. Había es-<br> te trato. Y cada cual era, entonces, una parte.<br> Desde el comienzo hubo este saberse parte. Par-<br> te en la construcción de un continente, y un con-<br> quistador podía ser de primer rango o de uno me-<br> nor, y podía querer depender de la corona de Cas-<br> tilla o de otras coronas. Había libertad en es-<br> te su ser parte. Esta es, entonces, la heredad<br> de este pueblo. Heredad que seguramente no se<br> transmite por las costumbres, pero sí, por el al-<br> ma. Y esos primeros lectores y ese primer copis-<br> ta se insertan en esta heredad del alma.</p> <p>Delante de ellos el signo pone de manifiesto la<br> extensión de la isla. Sin embargo, en ese instan-</p> ===== Página 142 ===== <p>te, acontecimiento y extensión son percibidos por<br> un único sentido nuestro. Por detrás de ellos a<br> sus espaldas ningún respaldo para estos hombres<br> de heredad.</p> <p>El signo así no es una estela que aguarda siglos<br> futuros para ser redescubierta. Ni permanece co-<br> mo una ruina enigmática cuya significación ha de<br> ser reconstruida. No. El Signo es presente.<br> Presente para las manos que después de ejecutar<br> ese signo siguen temblando en algo que las manos<br> vivas de hoy tiemblan: la homogeneidad. Aludir<br> a ese temblor. No para hablar de su naturaleza <br> sino para señalar como un signo hace temblar to-<br> da homogeneidad - por ejemplo, la de un campo vi-<br> sual al introducir con violencia la existencia<br> del destello. Es que el Signo no es asunto de<br> tierras alejadas. Sino que de hoy, de aquí, de<br> nosotros. Pues cuanto él toca no se vuelve re-</p> ===== Página 143 ===== <p>cuerdo. Recuerdo del primer acto generativo co-<br> mo el acto pleno, después del cual viene una ine-<br> vitable degeneración. No estamos asistiendo a<br> una tal degeneración del propio signo. No. El<br> abre.</p> ===== Página 144 ===== <p>Y ahora sin niebla<br> aparecen las puntas de la playa<br> y el agua baja<br> y el olor subió<br> el agua se quitó de la quilla<br> verde varada<br> Con Jonathan y Fabio<br> forzamos el lecho del estrecho<br> el espléndido objeto<br> la luna lo recubrirá de mar<br> tarde ajeno<br> los tres reinos<br> y Godo<br> entró en la caseta<br> y pasada<br> casi la hora<br> salió<br> y me dijo<br> Escribe tú</p> ===== Página 145 ===== <p>y Alberto en aluminio<br> todo el día<br> la inscripción ( de entrada )<br> y en aluminio, Fabio<br> la inscripción ( de salida )<br> Y encontramos dos ruedas de madera<br> y las pusimos<br> una frente a otra<br> mirando<br> al alba<br> al poniente<br> al borde del camino<br> y en ellas<br> las hojas de aluminio<br> y Jorge pintó<br> unos 15 metros<br> tres paneles<br> en tambor de depósito</p> ===== Página 146 ===== <p> y la gente iba llegando<br> los camiones de E.N.A.P.<br> y un hombre<br> nos invitó<br> tenía<br> dijo<br> piedras de indio<br> y cabezas<br> de flecha<br> allí<br> en su estancia<br> y dio las gracias<br> por el don<br> y otros vinieron<br> y copiaron<br> las palabras<br> y el marinero de<br> pull-over verde<br> preguntó</p> ===== Página 147 ===== <p>¿ Qué es Amereida ?<br> y a caballo<br> un niño de allí<br> me prestó un caballo<br> por la playa y el pasto<br> Letter for Mr. Boulting<br> The name of the place where we<br> waited for the boat<br> is ESPORA<br> What is sporadical ?<br> Pores like blackness between<br> stars.<br> Dijo Boulting :<br> “ I am perplexed : these moments in<br> the car, doing nothing.<br> Shakespeare Said : “ Nor I nor any man that but<br> man is<br> with nothing shall be pleased<br> till he be eased</p> ===== Página 148 ===== <p> with being nothing “.<br> And Hamlet, Act V : the INTERIM is mine.</p> ===== Página 149 ===== <p>donde llamas se ahogan,<br> carroña maúlla,<br> preguntas se alzan</p> <p>el primer tambor nunca antes redoblado :<br> un corazón lunático,<br> loco por honduras en el horizonte.</p> <p>el segundo tambor tamborilado,<br> destrozado, reviente en<br> aguas que se arremolinan.</p> <p>así<br> el tercer tambor tocó<br> </p> <p>venir dentro de ti.<br> entrada intangible luz.<br> respirar con el mar.</p> ===== Página 150 ===== <p>moluscos celan tales secreto como<br> bodas de aguas y greda;<br> los sueños de piedras<br> moluscos revelan a la niebla</p> <p>Oh isla<br> oh corona<br> lago que acuna.<br> Tus flamencos en llamas -</p> <p> adiós</p> ===== Página 151 ===== <p>en tierra de fuego<br> Las Ovejas no se ven<br> El Petróleo no se ve.</p> <p>Drenaje del cielo y la tierra.<br> Plano de proyección.<br> Membrana. Tímpano.</p> <p>Punto de unión. Mejor: superficie de unión.<br> Mejor aún: Superficie de CON-TACTO.</p> <p>Lo que “acaba de ser” ( en su doble sentido ).</p> <p>La Lana se hace en la superficie en que deberían<br> encontrarse el calor y el frío. La lana se hace<br> entre el calor y el frío<br> (para que subsistan ambos)<br> (la lana cuida)</p> ===== Página 152 ===== <p>Tierra del Fuego, en su extensión, lleva encerra-<br> da una forma propia del Tiempo.<br> Espera y Premura. Espera y Espora; Premura y Por-<br> venir.</p> <p>En la barcaza nosotros cruzamos el Estrecho de<br> tierra a tierra. Magallanes cruzó de mar a mar.</p> <p>Pero esta es una forma de decir, porque lo que<br> hicimos nosotros fue también cruzar de mar a mar<br> - interior de América.</p> <p>Ahora todo el Estrecho es un cruce de Mares.</p> <p>( Magallanes cruzó a velas desplegadas llevado<br> por el aire. Ahora se cruza apoyado en pequeñas<br> hélices movidas por el fuego ).</p> <p>Fuimos pueblo de ese pueblo - y ahora que nos po-</p> ===== Página 153 ===== <p>nemos en marcha ¿ somos viajeros ?<br> ¿Cómo esos antiguos viajeros que al llevar el e-<br> quipaje a la espalda se transformaban en unas ex-<br> trañas siluetas? No, el acontecimiento va destru-<br> yendo los opuestos habituales tal como ese de que<br> quién permanece ignora el oficio del que viaja,<br> y éste a su vez desconoce el de aquél. Por eso<br> el tiempo de la realización ejecutoria del Signo<br> se fía en el acontecimiento. La construcción de<br> la materia en sí misma no posee término. Ningu-<br> na superficie nunca señala cuándo ha de dejar de<br> pulírsela; ninguna coordenada de por sí busca ex-<br> cluirse. Por eso, éstas, para garantizarse se<br> constituyen en rodaje. Nuevamente entonces la<br> transparencia del acontecimiento. Y el misterio<br> de la materia es el fiar en el fiar. Por eso las<br> manos terminan justo cuando la barcaza va a des-<br> pegar. Y ya en ella sobreviene el silencio.</p> ===== Página 154 ===== <p>Y a las 5<br> partimos de Espora<br> y en la orilla<br> enfrente<br> había fuegos<br> uno grande<br> en Punta Este<br> y otro más lejos<br> chico<br> y cruzamos<br> con la inscripción de entrada<br> aquí la tierra como un vino<br> sube a su inclemencia<br> los cielos mueven el camino<br> la luz desnuda sus brazos<br> el viento apaga la nostalgia<br> y la paz se esconde entre los cuerpos<br> Quién Entre<br> de al ojo el tiempo del pájaro</p> ===== Página 155 ===== <p>al alma el pulso de su paso<br> y a sus palabras<br> la tregua confidente de su olvido<br> La amistad de la pampa es el encuentro<br> la gracia : el saludo<br> donde<br> el horizonte guarda tu muerte<br> como tumba<br> y la inscripción de salida<br> Así<br> salir del Sur<br> cruzados<br> por su fuego<br> Así<br> salir del fuego<br> enmascarados<br> por su niebla<br> Así<br> salir de la niebla</p> ===== Página 156 ===== <p>blancos<br> para que crezca el cruce<br> alba mestiza<br> para que crezca el cruce<br> fuego con tierra<br> para que crezca el cruce<br> hay que cruzar</p> <p>Natur ist<br> ein e<br> versteinerte (r)<br> stab<br> Zauber<br> standt</p>B
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