Valentina Hirane: Amereida V Etapa 2014

De Casiopea


TítuloTaller de Amereida - V Etapa
Tipo de ProyectoProyecto de Taller
Período2014-2014
AsignaturaTaller Amereida V, Taller Amereida 2014,
Del Curso2° DO 2014,
CarrerasDiseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Valentina Hirane
ProfesorJaime Reyes, Manuel Sanfuentes, Carlos Covarrubias

RE - CREAR - SE

‘'Si hacemos el bien por interés seremos astutos, no buenos’' Cicerón

Algunos comparten la idea de que no existe alguna buena acción desinteresada, pues se dice que cada obra por el bien trae recónditamente algún tipo de interés, ya sea político, social, religioso, económico, o bien simplemente el quererse sentir bien con uno mismo. Esta idea plantea de una forma u otra que cada una de las obras que realizamos son inherentes a uno, sea donde sea que vayan dirigidas, si bien estas acciones afectarán de buena manera (dado el caso) a alguien más, estas están siendo realizadas con una intención doble, puesto que no se está obrando por obrar, sino por una razón individualista oculta tras un telón.

‘'Dar es dar, y no marcar la cartas, simplemente dar’' Fito Páez

La idea anteriormente dada cae de cierta manera en un modo un tanto quisquilloso de ver las cosas, si bien puede ser certera, plantear ‘obrar por obrar, andar por andar, errar por errar’ es volver a la simpleza de los actos, hacer las cosas sin buscar un fin fijo o recompensa alguna, hacerlas sin mayores ‘porqués’ ni cuestionamientos, simplemente dejarse llevar por la cálida llama humana que enciende cuando lo desea sin pedir permisos, ya sea al ver algún hombre en la calle pidiendo limosnas, un amigo pidiendo a gritos un hombro donde llorar o bien un desconocido. Aunque al responder se pueda caer en un fin individualista de buscar sentirse mejor con uno mismo, no prestar atención, extender la mano, y dejarse llevar, si al fin y al cabo lo que uno obtiene también es libertad y no tiene por qué ser una obstrucción ni echada hacia abajo el querer buscar aliviar la llama que caliento el pecho, es volver a lo humano que se va perdiendo al alejarse de lo simple y lo bello por intuición.

‘Respice post te, hominem te esse memento’

En la antigua Roma se sabía del tema ya que al hombre que realizase una gran obra que ayudase a la república, usualmente ganar una guerra justa, el sujeto era premiado por ello en la ceremonia del triumphus que constaba de una suerte de desfile militar en una carroza, ritual en que todo estaba marcado por el color rojo en conmemoración del Dios Marte, dios de la guerra, y en que toda la ciudad de Roma participaba ovacionando al hombre de la carroza por sus logros… Si la ceremonia hubiese constado sólo de eso la buena obra perdía su sentido original y se basaba tan sólo en agasajar a un hombre y glorificar al mismo, puesto que el triumphus era el mayor reconocimiento público alcanzable en la época, así quedaría como el fin de la buena acción una aspiración individualista y no colectiva, puesto que se buscaría tan solo el reconocimiento social y no el realizar el servicio a la república por servir a la república. Es por esto que la ceremonia del triumphus contenía un gran detalle que buscaba ayudar a que no se cayese en este fin individualista, y si ya se hubiese caído ahí enmendarlo, este detalle era que en la misma carroza donde paseaba el hombre victorioso sobre la alfombra roja a través de la ciudad iba un esclavo sosteniendo los laureles de la victoria sobre su cabeza, y era obligación del esclavo susurrarle al oído al hombre victorioso durante todo el recorrido: ‘Respice post te, hominem te esse memento’ (Mira hacia atrás y recuerda que sólo eres un hombre).


‘El tiempo está después…’ Fernando cabrera

Volver, rejuvenecer, sentirse vivo, es lo que se obtiene cuando uno sigue las cosas sin mayor razón y ninguna pizca de malicia por entre medio. Redescubrir en el propio espíritu la bondad de la niñez y el entusiasmo de la juventud en un cuerpo de adulto que pareciese haber pasado ya por esas épocas hace tiempo, ha de ser difícil. Es verdad que uno no puede realizar un viaje físico hacia el pasado, pudiendo así volver a jugar con trenes y autos de juguetes y tener el tamaño para colarse por rincones por donde hoy se nos es a algunos imposible pasar… Pero bien, se puede realizar un viaje emocional hacia atrás, donde uno se re-encontrara con la simpleza de vida que se percibía, la liviandad del aire y lo bien que se sentía. ¿No es así que en la niñez el hacer por hacer ya era suficiente?, no había aspiraciones mayores tras de creer que el piso en verdad era de lava o saltar tan alto en la cama como fuera posible para ver si se podía rozar aunque fuese un poco la luna… Recoger este entusiasmo y simpleza en los actos para ser aplicada, ya con la ética y moral forzada, en el día a día, recordar la sensación de libertad y desapego a cuestionamientos mayores que impidan desenvolverse en lo que uno realiza, es un síndrome preocupante el querer optimizar al máximo en horarios cada una de las cosas que uno realiza durante el día, no dejando tiempo a los llamamientos del cuerpo que surgen de vez en cuando, como por ejemplo compartir con amigos en el patio un par de chistes fáciles, ayudar al anciano que empuja apenas un carro de comida a través de la ciudad, ver a alguien con problemas para arrancar su auto pidiendo ayuda a gente que no conoce… No poder responder a la necesidad e inercia que te lleva a extender la mano y deshacer el nudo que se te hace en la garganta por una vergüenza injustificada que nace en ti, con la excusa de estar corriendo en las calles puesto se está con el reloj tanto en el bolsillo como en la cabeza, resulta ser muy lejano a cómo se vivía antes, y posiblemente por lo mismo, mucho menos gratificante. ‘Como si el mundo estuviese siempre a un paso de la catástrofe y sólo la palabra pudiese salvarlo, la imaginación sostenerlo y la acción proyectarlo’ Carlos fuentes

¿Cómo re-crear el mundo sin re-crearse a uno mismo? Hay que empezar desde allí, tomar como punto de partida el re-crearse a uno mismo, la forma en que se ve el mundo nuevo que se quiere ayudar a construir es vital para poder definir el cambio que uno se debe plantear a uno mismo, para así poder proyectar a los demás el mismo cambio. Y así, saliendo de la inercia surgida por la rutina poder hacer un cambio desde abajo hacia arriba, como es lógico, transformando la forma en que se trata a los demás, la manera de obrar, el estilo en que se camina por los días, y siendo siempre consecuente y constante con esta nueva forma de desenvolverse en sociedad uno proyectará a los demás un nuevo plan de mundo al cual se podrán unir o no. Es ridículo pensar que el problema de no estar satisfecho con las cosas como son hoy se resolverá por terceros, y que basta tan solo tener conciencia al respecto, hay que ser parte y cumplir un rol, puesto que es uno mismo quien tan solo puede plantear sus propios ideales y no otra persona en reemplazo de uno. ‘El desapego no es que tú no debas poseer nada, es que nada te posea a ti’ Ali ibn Abi Talib

Sonará cliché, pero será verdad decir que la vida es un tren del que somos pasajeros, que si bien antes de subirnos somos polvo, nos transformamos en personas al subir al tren, que sin importar lo que hagamos dentro de él, cuando nos toque bajarnos inevitablemente volveremos a ser polvo. Es por ello que basar la vida misma en la posesión es una forma de desperdiciar el mismísimo tiempo, puesto que al ser la vida pasajera uno no debe buscar apropiarse de cosas que tan sólo te corresponderán temporalmente, sino el compartir junto a otros pasajeros el viaje o buscar una forma propia de ver esta estadía en tren, no buscando razones para buscar establecer un tipo de supremacía sobre los demás a causa de tener más dinero y objetos preciados, y desperdiciar tiempo y energía en la búsqueda de más y más cosas, puesto que esta grandeza es tan solo una ilusión, debido a lo ínfimo que somos en nuestra condición natural… Aún más pequeños de como el nosotros vemos a la hormigas, es como el universo mismo nos ve a nosotros. Y pese a esto buscamos autoridad, grandeza y reconocimiento durante toda la vida tan solo para ser reconocidos dentro de un pedazo pequeñísimo de lo que es la totalidad del universo. Desapegarse es librarse de esa aspiración que te quita el tiempo y el fin de la misma vida, al ya estar definido, desapegarse es quedarse desnudo frente a un mundo ciego a esta realidad con una visión única y propia que será forjada por uno mismo y no por los demás, desapegarse termina siendo la mejor opción para liberarse de ataduras sociales y presiones acerca de tener que elegir una vía en la vida que contenga ciertos requerimientos, estos requerimientos pasan a ser intranscendentales para alguien entendido sobre lo pequeños y finitos que somos todos y cada uno de los hombres, quedando así al desnudo frente a una jungla y con mil y un opciones que tomar y no por ser tomadas por alguien más, puesto que no tener apegos te ayuda a tener un más amplio y variado gusto por las cosas y las personas.

‘En tiempos donde nadie escucha a nadie, En tiempos donde todos contra todos, En tiempos egoístas y mezquinos, En tiempos donde siempre estamos solos, Habrá que declararse incompetente en todas las materias de mercado. Habrá que declararse un inocente o habrá que ser abyecto y desalmado. Yo ya no pertenezco a ningún istmo, me considero vivo y enterrado’ Fito Páez

Es verdad para algunos que en tiempos como estos uno se siente solo, desamparado y diferente; al haber vivido miles de tristezas y desentendimientos a causa de los demás, al llegar a creer que los demás han creado una visión ruborizante e inamovible de cómo debiesen ser los pasos a realizar durante se está vivo, al temblar al ver que ya esté todo establecido, estático, aceptado y seguido sin cuestionamientos previos, el que se crea que el salir del sistema es una rebelión mal encausada y que terminará en tragedia para quien la realiza, puesto que escaparse de la realidad establecida por personas ajenas a uno es huir de la casa e ir debajo de un puente a terminar totalmente alcoholizado para mucha gente. El haber dejado el amor a los demás encarcelado en un rincón para no ser visto, va en contra de los que algunos creemos, se ha llegado a poner lo material sobre lo espiritual, de manera aberrante… Aunque siempre hay cierta fe, siempre hay algo dentro, que ha de renacer en pequeños gestos, como una pequeña sonrisa entre dos, el tener los pelos de punta por una sensación que surge de una canción o un poema, el sentir cómo se revuelven cosas en tu pecho por alguien que está ahí, frente a ti, el sentir que hay algo dentro que revolotea, esa hermosa taquicardia que te grita desde el centro: ¡Aquí hay algo!, estas son algunas de las muchas cosas que te hacen ensimismarte y decir; esto es lo que quiero. Nadie en sano juicio dirá que es fácil re-crear el mundo entero bajo una nueva visión, sin embargo nunca hablamos del mundo como el planeta Tierra, sino como todo lo que nos rodea y es percibido por nosotros en determinados instantes, una habitación es un mundo, una casa, un edificio, una calle, todo llega a ser un mundo que ha de ser recreado por quienes en verdad creen en algo mejor y no se cruzan de manos esperando a que lo demás hagan algo, un verdadero agente de cambio, idealista como él solo, abofetea el mundo y lo hace temblar y sucumbir en busca de una reacción en la que se diga que se puede ser mejor y dejar de tener miedo de la demás gente, poder hablar y relacionarse sin ningún reparo social de timidez, vergüenza, miedo o conveniencia social previamente establecida, para re-crear el mundo hay que re-crearse a uno y despertar de una vez por todas el amor dormido.