Maximiliano Olea: Taller Amereida VIII

De Casiopea



TítuloLa Estructura como Gestor del Interior Inconcluso
AsignaturaTaller Amereida VIII, Taller de Amereida
Del CursoTaller de Amereida 2014, Taller Amereida 2014
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Maximiliano Olea


La Estructura como Gestor del Interior Inconcluso

Sobre el proceso, construcción y resultado Taller internacional de Obra Lausanne – Valparaíso 2014

La buena arquitectura “se camina” y se “recorre” tanto adentro como afuera. Es la arquitectura viva''. [1] Le Corbusier


Partimos con el Encuentro. Aquella primera vez de algo nuevo, la reunión de 4 diferentes lenguas en lo abierto, y es en las arenas de la ciudad abierta donde ambos orígenes, Americano-Chileno y Europeo-Suizo intercambian un primer saludo y parten desde cero.

Al principio, surge la expectación de los visitantes al recorrer la vasta apertura de las dunas, donde las obras y hospederías van apareciendo casi por espontaneidad con el paisaje, el cual se comporta como sin límites, sin espacios fijos que lo hagan contenerse.

De aquí, nace la duda, de cómo entendernos en pos de generar una obra que acoja el recibir de los visitantes en lo abierto. Se trata de dar el primer paso hacia la construcción de la obra “Pórtico de los Huéspedes”

Dicha obra se concede en lo abierto de las dunas, con una propuesta de dimensión mayor a la de la sala de música, que pueda darle cabida a un real quehacer público para cualquiera sea que visite la ciudad abierta; un punto de reunión, de encuentro, incluso de estudio o esparcimiento y que a la vez quede inserto en una relación con la ciudad abierta, su extensión y el resto de sus obras.

Entonces, ¿Cómo recorrer, habitar en lo abierto y darle cabida a una obra en esta amplitud?.


Punto de Partida: la Observación

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Algunas consideraciones acerca de la observación y sus características principales son expuestas a los visitantes de Suiza:

1/ Del lugar. El presente, donde se está contemplando el espacio.

2/ Descripción. El dibujo, una abstracción del habitar queda capturado en éste.

3/ El Riesgo. Aventurar a decir algo sobre lo que se percibe en el momento del dibujo.


He aquí un primer ofrecimiento de nuestra escuela hacia los extranjeros. La posibilidad de encontrarse con el lugar de la obra y sus alrededores desde la experiencia in situ, el presente del dibujo y el cuerpo que recorre el espacio. Para todos ellos esto era algo nuevo, algo que nunca había estado contemplado en la manera que tenían para proyectar una obra, pues su punto de partida son otras obras, lo ya existente que tiende a generar pautas, casos de estudio y de alguna u otra forma, que conforma una tradición.

Esto fue algo que nos llamó la atención, pues como primera presentación los estudiantes de Suiza nos expusieron las propuestas que habían estado pensando y probando, principalmente estructuras, puntos de unión, y detalles de cómo se podría articular el esqueleto de la obra. Éstas propuestas eran originales desde el punto de vista constructivo, como partes separadas y únicas, pero la forma de pensar el total, que éstas armarían una vez unidas, era basándose en las geometrías de otras obras de arquitectura reconocidas como la Woodland Chapel . [2] en Estocolmo o en conceptos como el Floating Roof de Miles Van Der Rohe.

Tenemos entonces dos primeras visiones distintas acerca de cuales serán los parámetros que nos guiarán a proyectar la obra, ambas ligadas a lo que la cultura y las enseñanzas que nos han inculcado han repercutido en nuestra manera de concebir el oficio de la arquitectura. Por un lado lo que ocurre en Europa; la Tradición, que aporta un peso muy importante en la concepción de cómo habitar el viejo mundo, donde las referencias y los Originales están a la vuelta de la esquina y todo lo que se hereda se haya frente a los ojos del estudio. Esta idea de tradición actúa como un gran ancestro al cual no se le puede no hacer caso omiso a la hora de pensar en cómo continuar construyendo el mundo . A esto se le suma lo acotado de las tierras, del paisaje, de la falta de extensión sobre la cual se desarrollan día a día las ciudades Europeas. Todo esto es muy diferente a lo que ocurre en América, donde la vastedad y lo abrupto se imponen ante el habitante, cualidades que hacen surgir la constante pregunta de cómo habitar este tipo de geografía, de tierra sin precedentes ni origen. Esta es la pregunta abierta que nos hace replantear una y otra vez, volviendo al origen de lo que son los espacios y el desarrollo del habitar en las grandes ciudades y extensiones del territorio.

Luego, de la mano de esta pregunta y esta falta de tradición es que surge la necesidad de darles nombre a lo que ante nosotros aparece desde lo abrupto y lo abierto, una concepción poética que forja a nuestro ser a armar un encuentro con una nueva y original identidad, que se va armando en el presente, en la medida de lo que surge y lo que se vive en el espacio del continente americano.

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Ancla, Origen, Luz y Aventura. Estos fueron los 4 puntos, esquinas que recibieron las palabras regaladas por la escuela durante un acto poético en el lugar de la obra . Es sobre este mismo punto por el cual, mediante la observación y la poesía buscamos el destino de la obra.


Tiempo de Proyecciones

Tenemos que, la Ciudad Abierta ha sido construida mediante actos poéticos. Y el acto mismo que ilumina tales actos, es que los terrenos en su mitad sean de dunas de arenas. La arena es signo poético del “volver a no saber”. Por eso esta invitación exige de nosotros un tal acto de “volver a no saber” o renovación que construya el camino de la Ronda''. [3]

Una vez elegido el perímetro que abarcaría la obra, nos dispusimos a una primera prueba: la altura de la obra. Para esto construimos dos estructuras conformadas de dos planos triangulares interceptados entre sí, uno a cada lado del camino en el sector donde el acto poético tuvo lugar. Las maderas cepilladas y 1” x 5”, largas y esbeltas denotaban un primer desafío de estabilidad frente a la gran altura que pensamos darle a la obra (7 a 8 Mts. App.) razón por la cual elevamos estos triángulos con unos pilares a manera de arrastramiento. Resultó que estas estructuras se dejaban ver desde muy lejos, pero una de ellas, la que quedaba más cercana al lado derecho del camino y más lejana al mar fue la que destacaba por entre las otras, dejándose ver por el camino desde el sector de las torres de agua. Debido a esta cualidad y por ser el terreno que menos inconvenientes presentaba, junto con los profesores, tomamos partido por ese lugar.

El próximo paso fue determinar la orientación. Para llevar a cabo esta tarea nos separamos en grupos previamente divididos desde el primer día . La propuesta de cada grupo final se basó en los siguientes puntos:

1. Orientación. Con el lado más largo de la obra mirando hacia el norte, para aprovechar la luz [Primer Eje]

2. Acceso. Con dos entradas que relacionen ambas direcciones del camino.

3. Relación de unión entre la Sala de Música → La Obra → Las Mesas [Segundo Eje]

4. Relación interior-exterior. La obra y un espacio destinado al Acto Poético.


Posteriormente nos dispusimos a elegir las estructuras que iban a formar la obra. A partir de este punto las mayoría de las decisiones constructivas las tomarían un pequeño grupo de estudiantes suizos, quienes junto con programas de computación y acompañados de la intuición iban haciendo mejora tras mejora a las uniones que iban inventando. Por tanto el ritmo de la obra era pieza por pieza, es decir, las partidas eran desde los detalles y no desde el total o de su forma. Esto produjo que el tiempo destinado a pensar la obra fuera extenso y lento, pues era ensayo tras error de uno y otro elemento por separado.

Si bien la idea era dividirnos en grupos para llevar a cabo las faenas , éstas mismas terminaron por funcionar disociadamente, pues no había una cohesión o una idea clara de lo que las estructuras iban a armar. La forma de la obra no existía, sino más bien sólo su geometría y estructura. De esta manera se inventaron 3 tipos de elementos o piezas:

A/ Pilares compuestos

B/ Vigas compuestas

C/ “Cerchas” o estructuras del techo

Aquí es importante mencionar que existió poco o nulo diálogo sobre el elemento a construir, pues la obra pretendía ser un “pórtico - interior”. Al no discutir sobre esta materia, los estudiantes de Suiza generaron una idea más estructural que espacial: levantar un Techo. Esa era la guía, el norte de la obra, seguir un arquetipo , algo que fuera netamente funcional desde el lado de resistir las cargas y de generar la “idea” de un techo, pero sin pensar en qué actos o modos de habitar se querían generar con dicho elemento.

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Momento del Montaje

Una vez que tuvimos todas las piezas pensadas y algunas aún faltando por terminar, comenzamos el izamiento de la obra, apenas dos días antes de terminar el taller de obra. Llegado este punto había gran expectación por lo que iba a suceder. Con los pilares previamente montados nos dispusimos a armar in situ estas grandes cerchas que armarían la altura del techo. Luego, desde un andamio de 3 pisos elevamos las cerchas con cuerdas y tirantes, subiendo primero un extremo hacia un pilar y luego lo mismo con el otro lado. De esta manera la obra comenzaba a tomar altura y las estructuras iban calzando casi perfectamente unas con otras. En este punto es necesario señalar que el extenso tiempo que se tomó en pensar las uniones y los detalles rindieron sus frutos en el momento del montaje. Finalmente la estructura terminó de montarse el último día del taller.


La Estructura sin Interior

“La arquitectura se apodera del espacio, lo limita, lo cerca, lo encierra. Tiene el privilegio de crear lugares mágicos, totalmente obra del espíritu”. [4] Auguste Perret

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Una vez la obra erguida y estable, celebramos en ella una comida con un pequeño fuego. Sin embargo llamaba la atención que a momentos parecía que seguíamos estando aún en la extensión, en la duna pura, pero con una cierta “Ubicación”. A mi parecer esto fue lo que logró la obra de los estudiantes de Lausanne, pues a pesar de que llegó sólo hasta lo meramente estructural, se logró tomar partido por un determinado lugar y orientación en lo abierto de la ciudad, a manera de ser esta leve obra, la piedra angular de lo que en el futuro puede llegar a ser un lugar, una manera de habitar el encuentro en lo abierto.

La obra como resultado terminó por venir a formar el arquetipo de un techo que “dejaba ver” el paisaje a través de él. La superficie es inexistente y esto produce la sensación de ser incapaz de “palpar” la obra en un cien por ciento, de no poder establecerse ni permanecer en ésta; en otras palabras, es la falta del espesor lo que no permitió armar su interior. Este espesor es, a mi parecer, la manera tridimensional de presentar la obra, pues como menciona Vladimir Kaspé “el vacío se deja apreciar con relación a algo que se le antepone”''. [5] Por esta razón la obra, a pesar de lograr una cierta altura de 8 metros, y tener una dimensión mayor a la de la sala de música queda como impalpable, sin materia, pues el vacío no queda mayormente contenido por el espesor, y la estructura que se le antepone es insuficiente como para llegar a generar un “aire de interior”

Sin embargo, este espesor puede crearse, pero siempre pensando desde el total de la obra, de otra manera correría el riesgo de ser un añadido más a la rigidización de la obra. Es importante señalar que desde un principio se advirtió que lo importante era “terminar la obra en el sentido de su valor espacial”

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A modo de conclusión, la experiencia del taller de obra es mucho más enriquecedora que la sola obra en sí misma, pues revela aquellas concepciones tan distantes, disímiles de pensar la arquitectura y las enfrenta en un mismo lugar y en un mismo momento, además de cómo el lenguaje del oficio permite comunicar los diferentes idiomas en pos de la generación de la obra. En ese sentido, lo realmente rescatable es el intento por hacer encontrar y concurrir la noción creativa desde dos orígenes tan palpablemente distintos.


Citas y Bibliografía

  1. LE CORBUSIER. “Mensaje a los Estudiantes de Arquitectura”. (1971)
  2. Erik Gunnar Asplund, Woodland Chapel, 1918 – 1920, Estocolmo, Suiza.
  3. Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV. “Amereida en Barcelona” (1996) http://wiki.ead.pucv.cl/index.php/Amereida_en_Barcelona
  4. KASPÉ, Vladimir. “Arquitectura Como un Todo”. Aspectos Teórico – Prácticos. (1986)
  5. KASPÉ, Vladimir. “Arquitectura Como un Todo”. Aspectos Teórico – Prácticos. (1986)