Javier Tapia: Taller Amereida X

De Casiopea
Siguiendo la Senda del Humano Libre.


Para seguir la senda de humano libre, se vuelve absolutamente necesario dejar de seguirlo, pues seguirlo implica abandonar los pasos propios y nos vuelve presos de la senda distinguida, es decir, dejamos de ser libres renunciando a la autonomía y capacidad de cambio. Por esto es necesario hacer la distinción entre seguir un maestro de hacer como él, puesto que la primera opción nos vuelve ciegos en el desuso de la observación del entorno experimentable (ciegos al cambio, apegados a la senda mediante la imitación) y la segunda, la de hacer como él, nos desarrolla la capacidad de observación direccionándonos hacia la maestría, pues nos permite cambiar lo previamente establecido y avanzar en las escalas de proximidades construidas según nuestra propia voluntad e interés. Todos podemos lograr maestría desde la práctica hacia la habilidad mediante la experiencia, y más rápido aún si es una experiencia libre, consciente y guiada, mas no dirigida.

Como forma de organización humana el seguimiento de un maestro permite una jerarquía muy eficiente, ya lo decía Sócrates en la proposición de un dictador filósofo como forma óptima de gobierno, sin embargo el problema yace cuando el maestro muere y la senda seguida llega a su fin con él, pues él hacía el surco. Por lo tanto se hace necesaria, si se desea una organización que permanece, enseñar liderazgo y autonomía a sus integrantes en la medida que se desarrolla, lo que deriva en una mecánica ácrata del desarrollo personal. El humano libre es arado y abre la tierra apisonada desnudando la tierra fértil para el sembrador. Todos somos sembradores y tierra fértil, viva. El humano libre se enfrenta a lo desconocido y lo hace conocido, abre caminos para conocer, crecer y fructificar. A la vez todos podemos aprender a ser libres, pero es una decisión que se debe tomar. Seguir la senda del humano libre requiere la continua atención en la senda que se está abriendo, y es esa absoluta atención en el presente lo que el “hay que ser absolutamente moderno” de Rimbaud señala. Estar presentes, tener el arrojo y la mesura de estar en el momento, tener el coraje y el temple, todo es praxis. La importancia del desarrollo de la libertad para nosotros como estudiantes de la EAD yace en que la creatividad es en efecto, un ejercicio de libertades mediante un reordenamiento de lo distinguido, cuyas únicas restricciones son las mismas propiedades conocidas de lo distinguido que no es más que su propia definición. La misma imaginación podría ser entendida como la capacidad de reordenar lo previamente conocido, permitiéndonos entender sus limitaciones y a la vez su infinitud desde nuestra capacidad de entendimiento, puesto que la combinatoria de cada aspecto que conocemos crea una cantidad no medible a primera vista por parte del intelecto humano, de combinaciones que nos permiten la sorpresa de lo inesperado, y a la vez somos capaces de observar limitaciones como al intentar imaginar un sentido nuevo, un color nuevo etc, puesto que todo intento sería una combinación de los previamente conocidos.

Por otro lado, la observación, puesto que permite distinguir relaciones entre lo previamente distinguido, aumentando la escala de proximidad y haciendo aparecer lo que antes no había (lo creado), conformando en un avance hacia lo desconocido la construcción del mundo conocido, es en sí mismo un acto creativo, y tiene absoluta relación con el desarrollo de libertades en el observador. Así, alguien gobernado por sus creencias difícilmente podrá observar lo que puede entrever quién se despojó de ese peso.


Cabe entonces preguntarse y observarse a sí mismo cuan consciente soy del ejercicio de estas libertades, como también cuan consciente es mi entorno de lo mismo. Para esto conviene definir lo opuesto de libertad y creatividad, lo cual llamaré obediencia y repetición, siendo el ejercicio de la obediencia una involución en el desarrollo de la creatividad, y siendo la repetición la ausencia de creatividad, pues no cambia la escala de proximidad, no requiere de observación y no permite aparecer lo nuevo (puesto que innovar es más caro, o barato es copiar). Una vez establecidos los ejes para hacer el análisis lo aplicaré al desarrollo del estudio en la EAD, pues teniendo un propósito de formación creativa, debiese presentar diferencias sustanciales en lo previamente definido, en comparación con el estudio de otras áreas cuyo fin se ve direccionado por la búsqueda de lo óptimo (que es uno sólo, inequívoco e incuestionable) y por la repetición de los caminos conocidos y comprobados como ocurre en las ingenierías. A modo de resumen en lo que respecta de la formación preuniversitaria, pues investigaciones abundan últimamente al respecto de lo que parece ser una verdad evidentemente intencional, los estudiantes en su mayoría llegan desde 12 años de formación conductivista en base a premio y castigo mediante las evaluaciones que apuntan al cultivo de la OBEDIENCIA auna figura de autoridad, cuya medición se basa en la capacidad del estudiante para REPETIR lo enseñado según un programa previamente diseñado que ordena los contenidos cronológicamente de una manera rígida y lineal. No es menor observar que hay un único orden para la adquisición de los conocimientos por parte de los estudiantes, donde sus intereses no forman parte del criterio del orden. No es sorpresa entonces en concordancia con lo definido en principio que el sistema educativo actual coarta libertades y creatividad en el ser humano. Es más, según algunos profesores de la escuela, las generaciones de estudiantes se vuelven cada vez más inseguros, exigiendo que se les diga que hacer, con muy poca tolerancia al fracaso, y una mínima capacidad propositiva desarrollada. Por lo que primer año ya no sólo es una presentación de una escuela a la que se llega, sino que tiene el reto de romper la inercia con la que vienen los estudiantes condicionados y adoctrinados para obedecer a la figura de autoridad que hoy es el profesor y mañana será un jefe, olvidando como ser libres, curiosos, disidentes, diferentes, propositivos, únicos y forjadores de su propia perspectiva del mundo. Personalmente, a modo de acotación, me impresionaba durante mis primeros años en la escuela, como por medio de las redes sociales, ochenta estudiantes eran capaces de homogenizar sus entregas para “ no ser los únicos que…”. Creo que como estudiante de esta escuela, mi experiencia es la mejor fuente a la que yo pueda acceder en conjunto con las conversaciones que pueda haber sostenido al respecto con otros estudiantes y profesores, ya que desde esto he podido observar que primer año como se lleva hasta el momento, no es suficiente para romper la inercia construida previamente por el sistema educativo, y por ende repercute en el perfil de profesionales que se está formando actualmente, que según lo que observo y que detallaré aquí, no salen con la propiedad técnica suficiente ni la capacidad propositiva suficiente como para pararse frente a las actuales injusticias sociales que afectan directamente el oficio en la nula contemplación del factor humano para la planificación de ciudades y mayoría de intervenciones. Hoy hacer arquitectura real requiere coraje, pues vivimos sosteniendo un sistema que rechaza la iniciativa por default, al requerirse de una mayor inversión hemos permitido que el bienestar del habitante se transforme en otro costo productivo (que mantiene viva y funcional a la mano de obra) que debe ser minimizado en un mecanismo que anda en función de crecimientos económicos lineales insostenibles, cuya única dirección es la acumulación de bienes y facultades productos por parte de minorías para controlar a mayorías. Entonces en lo que respecta a lo previamente dicho, ¿Cuál es la formación que recibimos en este contexto?¿cuál es la influencia de nuestra formación poética en el llamado a cambiar el mundo haciéndonos cargo de lo observado en el habitar?, ¿cuán libres de pensamiento son formados los estudiantes de esta escuela?¿cuán preparados para proponer una arquitectura capaz de cambiar al mundo en dirección del bienestar de las personas?, ¿cuáles son los espacios para el desarrollo de la creatividad en esta escuela sin que la proposición sea una sobrecarga académica en el estudio?

-Evaluaciónes:

En definitivas cuentas, los mecanismos de evaluación y enseñanza parecen tener cierta voluntad de diferenciación en el sentido de no haber una pauta previa para la evaluación, abogando por un desarrollo personalizado de los diferentes estudios llevados por cada estudiante, sin embargo la exigencia de una evaluación numérica por parte de la universidad no hace más que entorpecer esa dirección, cayéndose en irregularidades, arbitrariedades y subjetividades inevitables por parte del evaluador. Esto además de perjudicar la relación humana en la desconfianza entre profesores y estudiantes, direcciona el comportamiento de una mayoría de los estudiantes hacia una actitud de complacencia y ciega validación hacia los profesores y sus determinaciones. Esto mina la capacidad propositiva y de cuestionamiento. Sin embargo existen grupos de estudiantes que aun cayendo en la complacencia por conveniencia mantienen una postura crítica que se guarda en silencio por temor a las represalias de pensar diferente. A modo de ejemplo, la travesía entendida en su trascendencia como una labor grupal que se emprende hacia lo desconocido para permitir aparecer lo nuevo de manera involuntaria, en su construcción deja fuera una realidad absolutamente distante y ciega del entorno donde se realiza. Tenemos estudiantes que no van al dentista por situación económica, pero cuyos padres financian la travesía ya sea por temor a perjudicar los estudios universitarios o bien por la cultura de pagar de mas que se da en este país, donde no parece importar financiar desde los bolsillos de las familias uno de los aranceles más caros del mundo de una educación que dista de ser la mejor. Ya es decidor lo que se logra en un trimestre con $300.000 en comparación de lo que se logra en tres trimestres con $3.500.000. No es menor observar que la realidad chilena contempla sólo un 13% de chilenos con sueldos sobre los $700.000, haciendo insostenible la situación. Sin embargo para nuestros estudiantes, a sabiendas de esto prefieren validar una actividad propuesta por profesores con tal de no tener repercusiones en sus evaluaciones, que por experiencia propia puedo decir que sí las hay en la medida que la desorganización de las actividades propuestas para quien no participa de las travesías, se presta para malos entendidos que rozan la ilegalidad y ruptura del servicio contratado a la universidad por medio de la escuela. Esto no solo dice mucho del cultivo de las libertades en el desarrollo del estudio, sino que también apunta un peligro para la mantención de una visión de mundo trascendente que tuvo origen aquí.


Toma de asignaturas:

La elección de las asignaturas aún se muestra como en la educación preuniversitaria como una senda previamente trazada que impide el descubrimiento personalizado del oficio ayudan a la conformación de un profesional condicionado por su entorno y no un profesional que condicionará a su entorno como un diseñador de este. La flexibilidad en la toma de los talleres permitiendo el roce de diferentes niveles y experiencias en la escuela no harían otra cosa mas que retroalimentar el estudio, sin importar la complejidad del programa abordado, puesto que un estudiante de segundo año será capaz de abordar lo que su consciencia le permita. Esta modalidad requeriría un cambio en la estructuración de las correcciones y evaluaciones pertinentes como también las rondas de taller.

No es menor observar que asignaturas que solían ser pilares fundamentales del pensamiento y experiencia compartida como el taller de américa, cultura del cuerpo y talleres actualmente se sostienen en base a listas de asistencia y repercusión en las evaluaciones por la falta de conexión entre estudiantes y profesores, las evaluaciones y correcciones muchas veces se remiten a una contabilización de croquis, planos y láminas en lo concreto y comentarios que muchas veces no son entendidos por los estudiantes, el ejercicio de la revisión pierde el origen que es compartir experiencias y hacer un ejercicio de consciencia en el diseño y propuesta de un espacio habitable. ¿Dónde queda el estímulo intelectual por el cual asistimos a una universidad? Sé que esta pregunta puede ser infértil en cualquier otra institución, pero no en esta escuela. La voz de los poetas hace su parte abriendo y tanteando el inconsciente de la escuela en su avance intuitivo, sin embargo la parte consciente, la teoría del oficio, en su desuso y poca exposición parece inexistente y trabada en la falta de entendimiento por parte de profesores.

Esta escuela, desde su origen tiene la potencialidad de crear un mundo mejor, por su propia toma de consciencia creativa al reconocer la condición humana desde la poesía. Esa potencialidad ya hecha semilla hoy puede brotar, pero requiere de toda la atención por parte del profesorado para permitir un cambio atento, adaptado a lo que sinceramente es observado y libres del peso del apego a la tradición y la costumbre. Hasta el momento por una u otra razón, son los profesores los que llevan esta escuela, y los cambios que revitalicen esta escuela pueden fácilmente ocurrir desde las decisiones que se tomen. Los estudiantes entran luego del paro en un clima de incredulidad frente al recibimiento de las propuestas y se remiten a pasar por la universidad cual trámite administrativo, no porque no tengan inquietudes, y esto repercute en el profesional formado con inquietudes mudas frente a las exigencias de la figura de autoridad de turno (jefe, sistema etc). El ejercicio de la libertad y autonomía se vuelven urgentes, y la revitalización del estudiante está en dar cabida a sus potencialidades, no a los objetivos fijados desde una autoridad.