Iquitos y barrio de Belén; ciudad de aguas

De Casiopea



TítuloIquitos y barrio de Belén; ciudad de aguas
AsignaturaPoética de las Aguas
CarrerasNáutico y Marítimo"Náutico y Marítimo" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Carolina Chávez

Introducción

Iquitos, una ciudad que desde la naturalidad heredada se asenta sobre las aguas de sus ríos.

Iquitos y su barrio de Belén, sin duda constituyen una ciudad de agua en América, porque desde su naturalidad heredada, habitan las aguas que los bañan. Este rasgo le da un valor único al modo de habitar las aguas. Este habitar se plantea como un acto de expresión espontánea, de un atrevimiento inconciente, que obedece al instinto y no necesariamente al “saber hacer”. Un comportamiento que obedece a una razón profunda no evidente, que posiblemente se relaciona a su herencia amazónica de sus antepasados. El asentamiento sobre las aguas es algo que se produce sin cuidado, sin cuestionamientos, sin cálculos premeditados, pero que sin duda surgen y se mantienen en el tiempo, se sostienen. Ahora bien, ¿cómo surgiría este comportamiento? ¿Qué hace que éste habitar brote desde la naturalidad? ¿Por qué se plantea que es espontáneo y atrevido?


Archivo:Ciudades de Aguas Iquitos y barrio de Belén figuras 1 y 2.jpg

Inserta en la selva baja de Perú, al costado izquierdo del río Amazonas, y rodeadas de las aguas de dos importantes afluentes del gran río, se encuentran las ciudades de Iquitos y el poblado de Belén, que en conjunto poseen alrededor de 640.000 habitantes. Desde que se comienza a estudiar la ciudad de Iquitos, resulta evidente la relación que ella posee con las aguas que la rodean, ya que la presencia del gran sistema fluvial del Amazonas es muy importante.

Cosmovisión Amazónica del habitar

Para entender la esencia de la relación espontánea entre las personas y sus aguas, que los ha llevado por ejemplo a instalar sus casas sobre ellas, se conjetura que es preciso entender el origen de esta ciudad amazónica. Estas tierras estaban pobladas por indígenas yameos e indios iquitos, que desde mucho antes de la conquista vivían muy cercanos a los ríos y a la naturaleza en general, llegando a alcanzar un desarrollo que les perimitió construir variados artificios. “Los pueblos indígenas vivieron siempre en estrecho contacto con la naturaleza, en armonía con ella. Sus conocimientos básicos nacían en el bosque. Ésta era la extensión de su vida, su fundamento” (Mayor y Bodmer, 2009, página 16). “Aquellos habitantes amazónicos demostraron un nivel de desarrollo en ingeniería, planificación, cooperación y arquitectura para crear en medio de la tupida selva una buena red de infraes-tructura” (Mayor y Bodmer, 2009, página 35). Ellos mismos construían sus canoas para movilizarse y para pescar, y“Hay suficientes indicios para afirmar que construyeron puentes sobre grandes ríos”(Mayor y Bodmer, 2009, página 35)

En 1757 la ciudad fue refundada por colonizadores españoles con el nombre de San Pablo de Napalenos. Desde esta época en adelante los habitantes españoles impusieron su hegemonía en el territorio frente a los nativos. Los españoles transformaron estas tierras en una ciudad fluvial muy importante, ideal para recibir a factorías navales y buques de la marina de guerra de Perú. En el año 1864 se consolida la ciudad como puerto fluvial del Amazonas.

A pesar de este crecimiento, igual se mantuvieron muchas de las costumbres de los nativos, ya que ellos no desaparecieron totalmente, y además hubo un gran mestizaje. Dentro de las comunidades indígenas del Perú que actualmente sobrevivien, “El 71,3% de las comunidades presenta comunicación vial sólo por río” (Mayor y Bodmer, 2009, página 46) lo que demuestra que sigue vigente la interdependencia entre el indígena y sus ríos.


“Las sociedades indígenas no han desarrollado formas de posesión de parcelas individuales y familiares, sino más bien el derecho al usufructo de áreas” (Mayor y Bodmer, 2009, página 49). A partir de esto se deduce que ellos veían el territorio como un bien común que no tiene dueño, una posesión más libre del territorio. Esta mentalidad es muy contraria al pensamiento español de parcelar, crear y fundar grandes ciudades. Es la visión amazónica la que originaría en parte el comportamiento natural o espontáneo que se habla al inicio de esta tesis, que permite asentarse libremente en el territorio. “En la Cosmovisión amazónica no cabe el término tierra, sino Territorio, en un concepto amplio de la integralidad como un bien colectivo en interdependencia con la naturaleza.” (Mayor y Bodmer, 2009, página 49). Se podría decir que según ellos el territorio era un total, por lo tanto ya sea árboles, planicies, montañas, tierra o agua, el territorio es el mismo. No habrían fronteras ni límites. Sin embargo, este pensamiento en que todos coexisten en el territorio se vió interrumpido en el momento en que llegan los españoles. Donde la posesión territorial española comienza a intervenir en su habitat. Los indígenas reclaman por su territorio, no por su tierra, es por esto que no han poseíso jamas un título de dominio.

La "informalidad" del habitar sobre las aguas

Dentro de la extensa construcción de la ciudad, destaca el barrio de Belén, uno de los más pobres y poblados de la ciudad.

"Este barrio creció a partir del comercio emergente del puerto de Belén, y buscando dicha actividad se asentó directamente sobre el agua en la parte baja"(Prieto, 2012).

En este barrio viven mas de 60.000 personas


"El crecimiento poblacional acelerado y las dinámicas económicas de la región han dado lugar a la construcción de asentamientos y barrios en zonas inundables. Estas zonas han sido consideradas de alto riesgo y no aptas para el desarrollo urbano, por lo cual a estos asentamientos se les ha llamado marginales y su población se ha catalogado como pobre".(Hurtado, 2005, página 28).

Los barrios de Belén son asentamientos “informales” a la vista del pensamiento de herencia española y sus habitantes son catalogados como pobres y subdesarrollados. Pasa exactamente lo mismo con las comunidades indígenas.

"Las zonas inundables fueron marginadas en el crecimiento de la ciudad. Por tanto estas zonas y la población que allí se ubicaba pasaron a ser parte de una ciudad no vista, invisible: la ciudad informal. Los asentamientos ubicados en este barrio se caracterizan por estar en terrenos de propiedad irregular, viviendas autoconstruidas, por lo general en madera y sin los servicios básicos de acueducto, energía y alcantarillado". (Hurtado, 2005, página 128-129).

"los procesos coloniales que aún existen han extendido el falso concepto de que las comunidades indígenas son pobres y que la superación de la pobreza indígena conlleva el acceso a los beneficios de la modernidad” (Mayor y Bodmer, 2009, página 63)


"Estos asentamientos rompen con el paradigma de la ciudad formal y generalmente son vistos como desorden que debe ser incorporado al orden dominante. Sin embargo, recientemente han ganado un interés turístico, debido a que la estacionalidad, aguas bajas y altas, que determina la tipología de la vivienda y la intensa actividad comercial, los muestra como una manifestación de la cultura amazónica, en ciudades que se han negado a sus condiciones ambientales".(Hurtado, 2005, página 129).

De alguna manera las personas, a través del turismo, a través del descubrir algo nuevo, relacionan este peculiar modo de habitar, con una herencia amazónica. Esta herencia basada en una cosmovisión territorial original sería la razón oculta e inconciente que hace que las personas de Belén habiten de manera informal, natural y espontánea su territorio. Adecuándose con confianza a la estacionalidad del río, a sus crecientes y vaciantes.

"La estacionalidad es un evento que genera nuevos comportamientos y formas de relacionarse con el medio y la ciudad. Ella trae consigo nuevos riesgos, así como la utilización de otras formas de transporte, la posibilidad de desarrollar otras actividades económicas y de recreación". (Hurtado, 2005, página 136).

Todas estas características muestran que en estos asentamientos la estacionalidad del río y todo lo que conlleva, ha logrado un carácter de naturalidad.

Archivo:Ciudades de Aguas Iquitos y barrio de Belén figura 3.jpg


Actualmente Iquitos es la ciudad más poblada del mundo que no cuenta con acceso terrestre. Lo que demuestra lo imprescindible que es el agua para esta ciudad. Y por lo tanto lo prescindible que es la tierra como medio por donde transitar. No fue necesario construir carreteras en la época de gran auge económico del caucho ni en la actualidad, pues el.medio fluido adquiere mayor importancia. Esto la hace ser una ciudad muy peculiar, es una gran ciudad con grandes instalaciones, pero sin carreteras terrestres. Casi una paradoja, que sólo se entiende por su condición de ciudad de agua, condición que le permite conectarse al resto del mundo. Se encuentra en la misma situación que una isla, está rodeada de aguas, sin conexión terrestre, pero evidentemente no se encuentra aislada.

Desde los diferentes lugares del país se llega por vía aérea o fluvial, siendo esta última la de mayor uso, pues es de menor costo. La ruta principal para las embarcaciones es navegando por el río Amazonas y llegando al río Itaya, las cuales son desembarcadas en el puerto de Belén o en el puerto de Iquitos. También existe un flujo comercial de carga y pasajeros a medianas distancias. Este es un flujo compuesto principalmente por naves llamadas localmente como “barcos a motor “ o “barcas”.

Archivo:Ciudades de Aguas Iquitos y barrio de Belén figuras 4.jpg

Al introducirse en el barrio de Belén, gracias a las imágenes satelitales, se pueden ver las viviendas. Éstas se distribuyen formando hileras, dando como resultado distintos corredores que permiten el transitar. Sin embargo su distribución está dada en gran parte por lo aleatorio. Este barrio se modifica por las variaciones del río, las viviendas se dejan llevar por las corrientes, por lo tanto nada es estático. Nuevamente la llamo una situación natural e informal, totalmente contraria a la ciudad que normalmente se conoce. Se podría comparar con la informalidad que posee la ciudad de Valparaíso en Chile, pues se funda sin planos, sin un orden pre-establecido . En ambos casos se habitan en ambientes “hostiles” para el hombre colonial, Valparaíso se asienta en los cerros, en la pendiente. El barrio de Belén se funda en el agua, en lo efímero, en lo que aparece y desaparece.

Transporte Fluvial

En las zonas más bajas y cercanas a los ríos, la comunicación es fluvial y por trochas abiertas por los pobladores. Lo que genera un gran flujo interno en el pueblo, que se traduce en la existencia de una gran cantidad "de canoas, balsas impulsadas por pedales y pequeños botes de madera o aluminio impulsados por motores fuera de borda, también llamados peque-peques. En el área existen un número significativo de fabricantes manuales de canoas y botes de madera” (Neira, 2003, página 2). El modo de habitar y fluir por los ríos a una escala menor dentro de las ciudades, que es el más habitual y cotidiano, es el que se ha mantenido desde los tiempos de los originarios habitantes de estas aguas. Debido a que se siguen utilizando prácticamente las mismas canoas, por la simplicidad y funcionalidad de su forma, ya que resulta muy versatil. En estas aguas la gente pasa la vida en canoa. Ellas se escurren entre los callejones de barrios flotantes o entre las estrechas “sacaritas” (canales) que conectan lagos y cauces mayores.

“Las canoas con remos y los peque-peques son usualmente usados por pequeños agricultores, pescadores y por residentes urbanos pobres para ir a sus parcelas, pescar, comercializar o por simple desplazamiento dentro del área urbana y su periferia” (Neira, 2003, página 2).

Transitan unos verdaderos almacenes flotantes, canoas llenas de mercadería que van ofreciendo sus productos casa por casa en el barrio.

“Por otro lado, los deslizadores y los botes con motores fuera de borda son usualmente manejados por operadores varones para transportar a los empleados públicos, para deporte y para uso en caso de auxilio” (Neira, 2003, página 2). Gran cantidad de la población de Belén posee canoas. Cada vivienda del barrio de Belén posee adosada su canoa.

Vivienda Fluvial

En las zonas inundables como Belén las viviendas también deben ser adaptadas para recibir las crecidas del río.

“Desde el siglo pasado que ha sido necesario construir casas flotantes. En este barrio flotante hay de todo: una posta médica, colegios, bares y hasta una iglesias que posee una escalera en su parte frontal que sirve de trampolín para los niños que se tiran para jugar en el agua.” (LLosa, 2007)

“Hay dos tipos de casas flotantes, Las que flotan manteniéndose amarradas mediante maromas a pilares clavados en el lecho del río, y las estrictamente flotantes, que se asientan sobre balsas móviles de madera de topa o de balsa. En ambos casos, la posición de la vivienda con respecto a las otras no es siempre la misma, ya que esta desembocadura, al encontrarse muy próxima al Amazonas, sufre las crecidas de éste y los desplazamientos de las corrientes.” (Prieto, 2012)

“Entre las viviendas se disponen puentes de madera que las conectan, y que son igualmente flotantes al apoyarse en éstas.” (Prieto, 2012) Hay un tercer tipo de vivienda que no es flotante que también está pensada para recibir las crecidas del río. Estas casas son fijas construidas sobre horcones redondos (talafitas), sobre pilotes de madera o concreto. Son de hasta dos pisos, en época de vaciante se utilizan ambos pisos, en época de creciente sólo se usa el segundo piso, pues toda la zona baja de Belén queda inundada.

Las viviendas flotantes están construidas sobre balsas de topa que flotan al nivel del agua. Las casas son de madera y tienen techo de palma. Se encuentran separadas por unos metros de la superficie en épocas de vaciada y no gozan de servicios básicos como agua o energía eléctrica de calidad, ya que las conexiones para el agua son por pequeños tubos que suben hasta las casas y la electricidad es abastecida por cables en mal estado.

“Las viviendas en el distrito de Belén en su gran mayoría son de madera, el porcentaje mínimo de viviendas de material noble está situado en la zona urbana y periurbana, pero de todas formas son techados con calamina, tijerales, entramados y cielorraso de madera, techos con ligera pendiente y a dos aguas con canaletas y tuberías de evacuación de agua pluvial, el cual es dirigido a la alcantarilla o a caño abierto cuando esta no cuenta con desagüe (el sistema de desagüe es combinado doméstico y agua pluvial). Las viviendas de la zona rural son de madera con techos de calamina, hojas de Irapai o palmeras; las viviendas de las zonas inundables son altas especie de palafitos para evitar la inundación y otros posados sobre troncos que va permitir que la casa flote si el río inunda la zona y sube de nivel”(PERUSAN, 2007).

Belén es el barrio más pobre de Iquitos, y por ser un barrio inundable no se han implementado sistemas de alcantarillados.

“En gran parte de las casas se eliminan las aguas resi-duales a las aguas del río. Tampoco poseen agua potable. La contaminación es evidente. Aún así se ven niños nadando y jugando en el agua. Por esto mismo son muy comunes las enfermedades como el cólera.” (LLosa, 2007)

Aquí se demuestra que en el surgimiento de este barrio nunca hubo cálculo, no hubo un “saber hacer” típico de las ciudades, nada se planeó, no se cuestionaron los sistemas, la distribución, la sanidad, etc. Simplemente se instalaron desde su verdad, desde lo original, desde la intuición, desde la herencia amazónica. A pesar de su escasez de recursos, y las mínimas herramientas, ellos se asentaron con determinación en las aguas. Sin un gran uso de los artificios ni la sofisticación, lograron hacer surgir el habitar sobre las aguas. Sólo les bastó el ímpetu. Esto es un valor único de estos habitantes, a pesar de lo precario y lo hostil, tienen el ímpetu y simplemente lo hacen.

Archivo:Ciudades de Aguas Iquitos y barrio de Belén figuras 5.jpg

Archivo:Ciudades de Aguas Iquitos y barrio de Belén figura 6.jpg

Bibliografía

Mayor y Bodmer, (2009) Pueblos Indígenas del Amazonía Peruana. Iquitos, Perú. Disponible en: [[1]].

Prieto, (2012). Barrio de Belén, Iquitos. Disponible en: [[2]].

Hurtado, L. (2005). Ambiente, Saberes y Calidad de Vida. Disponible en: [[3]]

Neira, E. (2003). Perú Transporte Acuático y Formas de Vida Rural: El caso de Iquitos, Mazán y Paraíso en el Río Amazonas de Perú. Disponible en: [[4]]

LLosa, (2007). Barrio de Belén, Iquitos, Perú. Disponible en: [[5]]

PERUSAN, (2007). Estudio de oferta de Productos y Servicios Sanitarios de Bajo Costo en el Perú. Ciudad de Iquitos, Distrito de Belén, Provincia de Maynas, Departamento de Loreto. Disponible en: [[6]]