Contenedor comestible: Propuesta final

De Casiopea


TítuloContenedor comestible: propuesta final
Tipo de ProyectoProyecto de Taller
Palabras Claveentrega final
AsignaturaTaller de Construcción 3,
Del CursoConstrucción 3º DO 2016,
CarrerasDiseño, Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Doyma Henríquez Atlagić
ProfesorPedro Garretón, Ricardo Lang

Propuesta final

Lo previo

Planteamos el comer como un acto que se realizaría de pie en la fiesta, el ágape, el compartir: así comienzan las propuestas para un contenedor apilable y transportable, donde el acto conlleva a una búsqueda de la proximidad entre el cuerpo y el alimento, por lo que nuestra forma debiese ser lo más proporcional a nuestra mano. Tal como el Oyster Pail, la que la memoria colectiva comprende como las cajitas de comida china para llevar en EEUU, la forma que trabajamos en un principio como grupo era a partir de una sola pieza, geometrías y pliegues de origami que daban origen a la primera matriz, pensando siempre el contenedor como un resultante de dos concavidades que sugerían ser un main + additional. Se resumía como un objeto apilable, transportable y coherente con su contenido, que es lo que buscamos mantener a lo largo de todo este estudio. En esta primera propuesta se considera importante los ingredientes: la margarina se utilizó en todas las pruebas de masas y demostró aportarle gran resistencia. En cuanto a la materialidad para las primeras matrices, se les dio forma en un plato de aluminio redondo que calculaba las aristas a plegar. Si bien fue la prueba inicial, contaba con un gran avance para las masas futuras. Kostantia Manthou diseñó KIRA, un contenedor comestible DIY que se puede comprar. Éste cuenta con una matriz y con las respectivas instrucciones para cocinar la masa. Manthou se inspira en las actividades al aire libre como los picnics, y plantea que la idea de KIRA es que lo único que quede (refiriéndose metafóricamente a ‘residuos’) es la memoria del momento vivido. En su receta menciona la avena, la cual se probó en las masas al momento de trabajar individualmente. La masa con margarina y avena tendía a ser mucho más elástica y resistente que la que no tenía avena, sufriendo esta última deformaciones y quiebres en sus laterales. Para las futuras masas, se sigue empleando dicho cereal. Se comenzó a proyectar el contenedor final como una elipse, llevando variaciones formales que buscaban simplificarlo y resumirlo en lo imperante. Se le dio forma a la matriz con cartón y luego se llevó al yeso.

El contenedor

Kostantia Manthou se refiere a un contenedor comestible como que lo único que debiese perdurar después de una comida es la memoria de ésta.

Se plantea el comer como un acto que se realiza de pie y en torno a la conversación y la celebración, por lo que el objeto es proporcional a nuestra mano.

Esta propuesta, a la vez que es un contenedor, pretende también ser un alimento para quien la consuma: contiene avena, ingrediente que aporta saciedad al estómago y la propiedad de adherencia a la masa, creando posteriormente una superficie más lisa.

La obtención de la forma se da manualmente a partir de elipses, que crea dos concavidades, una más grande que la otra, pensando la más pequeña como un adicional tal como un aliño, una salsa, algún otro alimento en menor cantidad, etc. dando la opción de ser también un ‘extremo’ desprendible.

La elipse resulta ser una figura cómoda para realizar este acto, ya que se considera que al ser un cuerpo esbelto nuestra mano la recibe de buena forma sin generar un esfuerzo indebido ni posiciones que durante el habitar de este contenedor generen molestias.

El uso de la margarina y avena en la masa hace que ésta sea más elástica y que se adhiera mejor a la matriz, haciendo tambien de ella una masa mucho más fácil de modelar.

Procedimiento

Ingredientes

  • 1 taza de harina sin polvos de hornear
  • 2/3 de taza de agua tibia
  • 1 cucharadita de sal de mesa
  • 10g de margarina para cocinar
  • 2 cucharadas de avena tradicional molida

La masa

Para dar con esta masa, primeramente se debe contar con los ingredientes señalados. Mezclar la harina y la avena en un bowl, al momento que se le añade por trozos la margarina y se mezcla con las manos. Mientras, calentar hasta los 80ºC aproximadamente agua con sal, que será vertida en el bowl más que lentamente: no debe verse un exceso de agua mientras se añade a la harina, se debe añadir agua y revolver con una cuchara para evitar quemaduras, hasta crear una masa blanda y pegajosa. Se debiese amasar hasta conseguir una consistencia adecuada en la que la masa deja de tomar su propia forma. Luego, se posa sobre la matriz y se pincha cuidadosamente con un tenedor la base de ésta, para evitar la formación de burbujas. Se introduce al horno (para las muestras se usó un horno convencional) a 180ºC durante 20 minutos, señalando en el horno el símbolo que indica que transmite calor por la parte superior e inferior. Terminados los 20 minutos, se quita la masa del horno y se desprende la matriz. Se pincha nuevamente, esta vez dentro del contenedor y se vuelve a meter al horno durante 10 minutos a la misma temperatura, pero esta vez sólo transmitiendo calor desde la parte inferior del horno.