AyC - Cubo 1: Antonia Martinez

De Casiopea

El Inicio

Enfrentarse nuevamente a un encargo, después de dos meses desconectada de tu mente y conectada con tu cuerpo, desconectada de lo requerido y conectada con lo querido; es un golpe, de tal fuerza que ya desperté y me conecté, proceso que duro alrededor de un día.

Luego de volver a la ciudad y reencontrarme con el mundo que deje el año pasado: la gente, los cerros, las micros, el mar; me dispuse a trabajar. Ya que me entregué a hacer una lámina más expresiva, porque el texto que hice recién bordeaba el bostezo de lo aburrido, les contaré que estoy en Santiago en la casa de mi papá, que es un pequeño domo forrado en mosaico, en una esquina de un oasis de naranjos, limones y otras miles de plantas verdes. A eso sumarle, que he tenido tanto tiempo disponible que me ha dado para cocinar brutales cenas familiares y pensar el encargo.

El encargo fue (apuntes de la bitácora):

Hacer un CUBO de materialidad pertinente de 7 cm de arista, el cual debe transformarse y autodesplazarse.. Además en su forma no se puede evidenciar su funcionamiento.

Primer Prototipo

Como uno lo que primero hace, casi por inercia, es apegarse, casi como un imán, al ejemplo que dio Ricardo, obvio, el sabe; me puse a investigar sobre este autito que funcionaba con un elástico torcido o enrollado y se movía gracias a su energía potencial elástica. Luego, partí a comprar plumavit, que es el material que me pareció mas adecuado, ya que es fácil de manipular, LIVIANO y considerablemente resistente; elásticos de todos tipos y me puse a maquetear una adaptación a cubo, de este carrito. Era posible que funcionara, pero la verdad no quería quedarme en el ejemplo, así que puse en cero mi cabeza y partí con otra idea.

Prototipo Anexo

Como era obvio, mi papá que me observo haciendo el encargo los días que estuve con el, hizo su propio prototipo de cubo desplegable (a él no le importó que se autodesplazara, o bien, dejara su origen) e hizo algo así como una escultura de placas de plumavit. Seguramente es mas "estético" que el mío y probablemente su forma es mucho más expresiva, pero no resolvió ningún problema de mecanismos, solo monto la estructura final, con alfileres. Trampa.

Segundo Prototipo

Todo el rato me había estado imaginando un "algo" interno que moviera a este cubo con algún mecanismo de elásticos y resortes. De repente, se me ocurrió colgarlo, y ahí llego la CUERDA a mi cabeza. Era mucho más fácil tirar este cubo desde un punto exterior y ARRASTRARLO que generar una especie de motor interior. Entonces, pensé en la honda, y que un elástico tenso podría lanzar un peso fuera de la mesa, el cual arrastraría el cubo unido por un hilo, logrando que este se desplace.

Comencé a construirlo:

El volumen se conforma en su 100% por 4 placas de 8x8cm. de plumavit. las cuales se abisagran una entre otra para generar un abanico. En las dos placas centrales se ubica una cavidad interna que actúa como traba para las dos bolitas de acero puestas en un elástico tenso, tal como una onda. De esta manera el cubo en estado distendido siempre tenderá a abrirse, por lo que impulsara el peso (las bolitas) lejos, el cual arrastrará al cubo por medio de un hilo tensado.

Al lograrlo:

¿Cumple? si, cumple. Pero el tiempo de mi cubo es muy veloz. Se abre y avanza en dos tiempos tan acotados y pegados que parecieran 1, así que decidí darle un tiempo extra, la contemplación de la transformación, el estado final. El interior lo pinte de un segundo color, tal que apareciera en esta rapidez algo nuevo y sorpresivo que no se encontrara en un primer instante, casi como magia.

El nombre:

Otro momento pensando… "¿Qué expulsa algo de su interior, y cambia de color?"… y llego la imagen del Camaleón, así que le puse a mi objeto: "El Cubo Camaleón"

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