Líneas longitudinales que perfilan y prolongan los espacios
Citando a Kandinsky “cada período de la cultura produce un arte propio que no puede repetirse”. En donde se vive un momento, es una mirada concreta que se ofrece, donde lo atemporal no existe, es la creación de una experiencia, y la mirada como el ofrecimiento de algo innovador. Tomando esto en cuenta se quiere invitar a mirar de una forma distinta distintos factores y sucesos que transcurren en la ciudad, y adentrarse a la grafía característica que lo componen, cómo es que logran destacarse dentro de la propia geometría y tonalidad de la ciudad.
Trazos verticales que conforman el espacio
Los espacios en los cuales habita la experiencia comienzan a adquirir rasgos lineales. Ya sea por una franja blanca que prolonga el lugar, ampliando la vista y abriendo lo cerrado como ocurre en situaciones entorno al transporte, o simples líneas horizontales que se contraponen con la verticalidad de la ciudad armando un camino, como es el caso del cableado eléctrico en contraste con la ciudad. Surge la necesidad de construir un argumento que envuelva lo observado, se comienzan a ver las características gráficas que encierran el espacio. Se otorga la libertad de jugar con la geometría de las imágenes con el fin de mostrar lo que se requiere, es el convencer mediante una estructura dada que no hace que sea una historia, sino que se relata un argumento.
Se busca la individualización de cada postal dentro del conjunto de características similares. Es el rasgo característico de cada serie, la grafía podrá ser similar, o incluso igual al emplear las mismas técnicas, recaerá todo en la diferencia que se logra al contraponer estas escrituras gráficas, se logra encontrar el timbre de cada postal al lograr distintos contrastes con la misma grafía, es la medida del contraste. La grafía en sí logra atrapar la luminosidad, el contraste logra generar la profundidad. Por lo mismo se pueden emplear distintas grafías para un mismo lugar pero se adquieren profundidades distintas, inclusive texturas distintas al colocar cierta trazos al lado de otros, es lo que provoca el ojo humano. Es aquí donde la demora también se hace presente. Al unir componer la imagen con distintas grafías se busca la prolongación en el tiempo de observación también, la demora que toma el observador para mirar la postal.
Prolongación que transita a través de la profundidad
Es lo que uno ve, lo que el propio lugar muestra y deja entrar. Por esto se opta por dejar entrar tanto los grises como el color. Ambas técnicas queriendo intensificar el concepto de profundidad de la imagen; el dibujo comienza a adquirir rasgos propios del lugar. De esta manera los planos se unen creando una profundidad interior. Tal cual como Monet dice “capturar lo indefinido y fijar lo inestable”, en esta ocasión se busca capturar las líneas longitudinales mediante la fijación de la profundidad, donde dicha fijación no se mostrará mediante rasgos funcionales, no necesariamente tal cual como se ve, sino que es el cómo se revela ante nuestra forma de ver. Un aparecer medido del color o de las tonalidades que permanece y construye.
Se busca el contrastar una mirada con otra. Un mismo sector que comparten las imágenes llevado a dos tipos de grafía distintas, una más saturada en cuanto a textura pero más luminosa en cuanto al blanco. La luminosidad generará distintos tipos de volúmenes, lo cual genera distintas profundidades, un distinto tránsito del dibujo. Encontrará su ubicación mayoritariamente en el cielo, en donde se busca aplicar la justa medida lumínica para lograr provocar el contraste necesario que cree profundidades distintas. Mientras el cielo sea más oscuro los objetos más cerca logran resaltar más, se salen de la imagen; mientras que si el cielo aumenta su luminosidad la prolongación ocurre hacia adentro, las imágenes logran adquirir una perspectiva hacia el interior.
Tomando las palabras de Octavio Paz, “la palabra suelta no es, propiamente, lenguaje; tampoco lo es una sucesión de vocablos puestos al azar” donde las palabras se transforman en grafía, la paleta de trazos con los cuales se trabajan, y el lenguaje vendrá siendo la imagen total. Las palabras sueltas no conducirán a una oración, a una historia, es la unión, este contraste el que genera una imagen total. La paleta por sí sola son simple trazos, pero al componer, contrastar, ubicar se forma el párrafo. Es en esta invención donde nace el ritmo, no como el ritmo del vaivén del reloj, sino como desigualdad. “El ritmo engendra en nosotros una disposición de ánimo que sólo podrá calmarse cuando sobrevenga ‘algo’. Nos coloca en una actitud de espera”. Es la demora que se quiere generar con el contraste, la imagen de prolongación mediante las líneas, el conseguir un ritmo, la desigualdad lumínica que se logra mediante el grabado, una historia visual que se quiere mostrar.